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viernes, 26 de diciembre de 2008
El Bettancourt que no volvió
Ingrid Betancourt vivió seis años en cautiverio, porque su integridad fue respetada durante todo ese tiempo por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Distinta actitud mantuvieron las Fuerzas Armadas chilenas entre 1973 y 1990. El secuestro de opositores fue una política de exterminio y de aplicación de un régimen de terror, generando la figura del “secuestro permanente”.
La sra. Ingrid Betancourt estuvo secuestrada en poder de las FARC desde el 23 de febrero de 2002 hasta el 2 de julio de 2008. Luego de su liberación, su familia declaró: "Si Ingrid está viva es gracias a movilización mundial".
Debemos corregir: si esta señora vive tras seis años en poder de las FARC, es porque la actitud de esta organización no es de exterminio ni de castigo a sus contrarios. La sra. Betancourt, se dice que mientras fue parlamentaria de su país, criticó duramente la corrupción y las relaciones entre los gobiernos colombianos y el narcotráfico. Podemos afirmar que esta actitud la ayudó a hacerse de una imagen de limpieza política que le acarreó el respeto de las FARC, que, contrariamente a la imagen que la ultraderecha quiere presentan internacionalmente en su contra, no son precisamente unos narcos, a diferencia de los gobernantes de Colombia y de muchos de sus aliados. Deberíamos preguntarnos porqué se demoró tanto el gobierno de este país en liberar a esta rehén, cuando los ejércitos de América Latina, con la alta tecnología que les proporcionan sus hermanos mayores del imperialismo yanki, disponen de todos los medios para detectar campamentos en cualquier lugar del planeta.
Ingrid Betancourt vivió seis años en cautiverio, porque su integridad fue respetada durante todo ese tiempo por las FARC.
En Chile, no pudimos sentir ni expresar otra cosa sino constatar cuán diferente fueron las actitudes de las FARC y de las Fuerzas Armadas chilenas, dedicadas éstas durante casi 17 años a exterminar a sus opositores y hacer desaparecer sus cuerpos. Podemos disentir de la política de secuestrar seres humanos para conseguir objetivos políticos. Pero debemos reconocer que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia no tienen el carácter sanguinario de las FF.AA. chilenas que ejecutaron el golpe y administraron el país bajo el terror por casi 17 años.
Miles de partidarios de gobiernos legítimamente constituidos, como fue el del Presidente Salvador Allende en Chile (y antes, en Brasil, el gobierno de Joao Goulart, o los gobiernos civiles en Argentina), y de opositores a las dictaduras que reemplazaron violentamente a las democracias americanas, fueron hechos desaparecer por los organismos de represión. La “seguridad nacional” se impuso en los años 60 y 70, exterminando opositores.
El apellido de la ex candidata presidencial colombiana, nos recuerda el de un compañero, uno de nuestros ausentes-presentes: Silvio Francisco Bettancourt Bahamonde.
Para Pancho, no hubo contemplación. No hubo solidaridad internacional ni movilización mundial que cambiase la actitud de la dictadura militar, ganadora de una guerra de exterminio a otros chilenos. No hubo posibilidad de que su vida fuese prolongada en cautiverio, por razones humanitarias. Los militares chilenos, con muchos cuadros entrenados física, política y psicológicamente en la Escuela de las Américas, pese a la repulsa internacional, practicaron el terrorismo de Estado, expresado en prácticas como la desaparición de personas de ideas contrarias.
Pancho era Ingeniero de ENAP, tenía 23 años, soltero, dirigente del Movimiento de Acción Popular Unitaria (MAPU), residente en Punta Arenas, cuando sobrevino el golpe de Estado de 1973. Fue buscado por las autoridades militares de la zona. Desapareció el día que decidió partir desde Punta Arenas para dirigirse a Río Gallegos, Argentina. Fue visto por última vez el 13 de septiembre de 1973 en Punta Arenas.
Su madre, sra. Cecilia Bahamonde, sus hermanos, por mucho tiempo abrigaron la esperanza de encontrarlo con vida. Hoy, su madre y su hermana Jenny Bettancourt, residente hoy en Suiza, siguen buscando cualquier pista sobre el lugar donde reposarían sus restos. Por la Internet, hacen el siguiente llamado: Para cualesquier información por favor escribanos al siguiente email: j.bettancourt@bluewin.ch
Han pasado 35 años, y Jenny comenta que los militares quisieron hacer creer que Pancho se había fugado de prisión. Su hermana nos dice que con su desaparición no pudieron destruir las ideas por las que vivió y murió: “Se equivocaron rotunda y ridículamente. Las ideas no mueren, se desarrollan... maduran, atraviesan los océanos y convergen con otras corrientes y se multiplican, renacen con los jóvenes y quién sabe si el día de mañana, cuando los nuevos idealistas lleguen... se les entenderá”.
Pancho no volvió de su cautiverio. Sus ideas sí, siguen presentes en un pueblo que no olvida lo que nos pasó. Pancho está vivo entre los militantes de su Movimiento, que hoy recogemos sus banderas.
LLAMADOS DE LA FAMILIA BETTANCOURT PARA ESCLARECER LA VERDAD SOBRE LA DESAPARICIÓN DE SILVIO FRANCISCO
http://www.radiopolar.com/noticia_23432.html (diciembre de 2008)
Francisco Bettancourt.
INTENDENTE LLAMA A ENTREGAR INFORMACIÓN A QUIENES TENGAN DATOS SOBRE JOVEN DETENIDO DESAPARECIDO
El intendente regional, Mario Maturana, hizo un llamado a quienes tengan algún antecedente respecto de lo que ocurrió con Francisco Bettancourt, que los den a conocer.
Se trata del caso del ingeniero que a los 23 años desapareció tras el golpe militar del 11 de septiembre de 1973. Judicialmente la causa se encuentra sobreseída, pero la familia continúa buscando datos que den luces de lo que sucedió con el joven.
Hace unos días la hermana de este detenido desaparecido, Jenny Betancourt –quien actualmente reside en Suiza- se entrevistó con el intendente, Mario Maturana.
La primera autoridad de Magallanes solidarizó con la causa de esta familia y manifestó que "es un hecho lamentable la desaparición formada de personas, hechos que sucedieron en tiempos posteriores al golpe militar."
Agregó que en la Universidad Técnica del Estado conoció a Francisco y, seguidamente, llamó a quienes tengan algún antecedente respecto de qué ocurrió con el joven ingeniero, que los den a conocer, para que la familia sepa la verdad sobre la suerte corrida por este magallánico.
El intendente manifestó, finalmente, que una de las alternativas es proporcionar la información a la Iglesia o bien acercarse a las agrupaciones de derechos humanos.
http://centroschilenos.blogia.com/2006/121019-conmovedor-llamado-de-la-madre-de-francisco-bettancourt.php (año 2006)
Conmovedor llamado de la madre de Francisco Bettancourt
"Les pido, ¡por favor!, que me digan dónde lo tiraron, para recuperar sus huesitos, aunque sea"
- Su primera visita a la tierra donde desapareció en 1973 su hijo realizó Cecilia Bahamonde. - El joven del Mapu figura como detenido desaparecido en la ampliación del Informe Rettig.
"Una señora me dijo una vez: "M'hijita, ¡cuide mucho a su hijo porque este niñito no es de este mundo!", recuerda Cecilia Bahamonde con la emoción que la traiciona y se desborda inconteniblemente por sus ojos.
"Tenía cinco días de nacido e íbamos en tren desde San Antonio a Santiago. Yo le había hecho como una cunita en un asiento y, de pronto, no resistí mi instinto de darle un beso. Es que yo era una niña, tenía sólo dieciséis años, y él para mí era como un muñequito -explica como pidiendo perdón por su impulso maternal-. Me acerqué y, entonces, cayó sobre mi cabeza una de esas maletas antiguas, pesadas, de esas que usaban los turcos vendedores de géneros. Lo pudo haber matado".
Para la madre de Francisco Bettancourt este primer episodio a escasos días del nacimiento de su hijo fue premonitorio del trágico fin que le esperaba.
"¡Y a los cinco años casi me lo raptan!", abunda al recordar que él, de rizos rubios y ojos claros, seguía siendo como un muñequito y le rogaba: "¡Mamá, mamá, deja que vaya a comprar pan! Ya soy grande". No pudo resistir a su deseo infantil y le dejó ir. Cuando de pronto, siente su llamado desesperado:
"¡Mamaaaaaaá!".
Un hombre lo tenía agarrado de la espalda y lo quería forzar a subir a un automóvil. Corrió desesperada y el agresor, al verse sorprendido, huyó.
Tantas veces lo pudo salvar, que ahora llora de impotencia porque un día no estuvo allí para socorrerlo ni supo más de él.
"¡¡¡Quiero enterrar sus huesitos!!!"
Tener a un detenido desaparecido es un duelo sin fin. Es como si el ser querido muriera mil veces.
Por eso, ya cansada y mientras trata de secarse las lágrimas levantando sus pesados anteojos, Cecilia Bahamonde ruega: "¡Por favor, quiero que alguien me diga si sabe algo...". No puede continuar y respira hondo: "¡Quiero que alguien diga si tiene idea dónde lo enterraron, dónde lo tiraron para recuperar sus huesitos, aunque sea!", reclama casi como si fuera un susurro, con una suavidad que carece de odio, que reclama el privilegio de acostar sus restos en la tierra con "una dulcedumbre de madre para el hijo dormido", como describe Gabriela Mistral.
Cecilia Bahamonde acaba de llegar a Punta Arenas. Es la primera vez que logra hacerlo, pese a que vivió todos estos años queriendo recorrer los lugares por los que su hijo anduvo; conocer y conversar con sus amigos; y, quizás, hasta ir donde lo vieron vivo por última vez.
Las crueles razones económicas se lo habían impedido y, por ello, agradece a un amigo de "Pancho", quien le pagó el pasaje aéreo.
Igualmente agradecida está su hija y hermana de Francisco, Jenny Bettancourt, quien desde 1982 vive en Suiza y que también pisa Punta Arenas por primera vez.
El caso de Francisco Bettancourt fue incorporado en la ampliación del Informe Rettig y hoy, a las 11 horas, habrá un emotivo acto en el Memorial del cementerio municipal.
Sin quererlo, se podría decir que fue este ¬diario el que renovó sus esperanzas de encontrar nuevas pistas para determinar qué pasó y dónde están sus restos. Al recorrer la denominada "Casa de la Risa", principal centro de tortura, para hacer un reportaje periodístico un ¬¬día antes de que ésta fuera abierta a la comunidad el año pasado, el ex preso político Nelson Reyes, encontró una chaqueta militar tirada en el techo junto a uno de los catres usados para aplicar electricidad a los detenidos.
La familia se contactó con el amigo que le había regalado tal chaqueta a Francisco Bettancourt. Pero, la esperanza murió, como muchas veces, antes que se pudiera avanzar más. No era la misma prenda.
"Siempre esperé su llamado"
"Es la primera visita después del golpe, porque conocí Punta Arenas cuando mi hijo se graduó en la UTE y de ahí ya no habíamos vuelto acá. No podíamos", informa Cecilia Bahamonde.
No alcanza a decir nada más. Su corazón está constreñido. En rigor, lleva 33 años constreñido, con ese pálpito doloroso que sobreviene a muchas madres cuando presienten que algo malo le pasa a algún hijo.
Ella estaba en San Antonio cuando nunca más supo de "Panchito", cuando la incomunicación y la distancia le impidieron preguntar o golpear alguna puerta. Quedó atrapada y a merced, incluso, de falsos "dateros", quienes le aseguraban que él se había escapado y estaba viviendo en Argentina. Quedó, también, presa del terror porque, la única vez que un amigo de juventud le preguntó por su vida y ella se aventuró a contarle el drama que estaba viviendo, éste no quiso hablar nunca más con ella al enrostrarle luego que, no más había dado vuelta en la esquina de su casa, lo habían tomado preso y lo habían torturado en Tejas Verdes.
Fue precisamente este episodio el que llevó a Cecilia Bahamonde a abrigar la secreta esperanza de que su hijo no se comunicaba con ella para no afectarla, para que nada malo le pasara durante la dictadura.
Por ello, ingenuamente reconoce que pasó los 17 años creyendo que algún día la llamaría, que algún día llegaría a tocar la puerta de la casa.
Y, aunque pasaban y pasaban los años y por remota que se hacía la esperanza, esta madre esperó: "Cuando el señor Pinochet entregó el mando, pensé que me iba a llamar. Y esa ilusión me duraría seis meses. Sólo después de ese tiempo entendí que estaba muerto".
La esperanza de la familia es que con este viaje el juicio se agilice y haya personas que aporten antecedentes. Esta visita también abre la oportunidad para que sus familiares y amigos insten a aquel informante de los aparatos represivos que atestiguó ante la Comisión Rettig a que hoy salga de las sombras y preste igual declaración ante el juez que instruye la causa.
"Ese ex funcionario del servicio de inteligencia dijo lo que le había pasado a "Pancho": que había estado detenido en un lugar determinado; que había sido asesinado; e, incluso, dio antecedentes respecto de dónde puede estar su cuerpo", recuerda Nelson Reyes.
Se creó una página web a la cual se puede ingresar y proporcionar antecedentes: www. desaparecido.ch. También se puede llamar o escribir al Comitè Memoire et Justice, CP 468, 1211, Genève 4.
Ojalá, este peregrinaje sirva a Cecilia Bahamonde para que pueda espolvorear "tierra y polvo de rosas" sobre la tumba de su hijo.
"SILVIO FRANCISCO BETTANCURT BAHAMONDE" Desde Suiza su hermana Jenny pide ayuda para encontrar a Silvio Bettancourt. La Prensa Austral, 21 de agosto de 2006.
UNICO CASO DE DETENIDO DESAPARECIDO EN MAGALLANES
“No hay un día en que no lo recuerde”. Así, con estas palabras, Jenny Bettancourt Bahamonde se refiere a su hermano Silvio Francisco, el único detenido desaparecido durante el régimen militar que se recuerda en Magallanes.
Tras un silencio de casi treinta y tres años, un familiar directo del ingeniero de Enap, se comunica con Punta Arenas, desde Ginebra, Suiza, donde vive, para inquirir antecedentes sobre la causa judicial y también pedir la colaboración de la comunidad para el pronto esclarecimiento del paradero de su hermano.
El caso de Silvio Francisco Bettancourt Bahamonde aparece consignado en el informe sobre calificación de víctimas de violación de derechos humanos y de la violencia política, publicado por la Corporación Nacional de Reparación y Reconciliación, sucesora de la Comisión Rettig. LEER MÁS: http://www.memoriacolectiva.com/Francisco_B.htm
Desde Francia hemos recibido esta carta de Nelson Collao, relativa al llamado que desde Ginebra Suiza ha formulado Jenny Bettancourt, hermana del desaparecido Silvio Francisco Bettancourt. LEER MÁS: http://www.radiomagallanes.cl/noticia.php?id_not=6471
OTROS ENLACES RELACIONADOS:
Sitio de Silvio Francisco bettancourt:
http://www.desaparecido.ch/
http://www.memoriaviva.com/desaparecidos/D-B/bettancourt_bahamonde.htm
El juez Juan Guzmán se declaró incompetente en esta causa.
Sitio del Comité Memoria MAPU:
http://www.memorialmapu.cl/mapu/11_detenidos4.php
http://www.memoriacolectiva.com/Francisco_B.htm
Además de Silvio Francisco, desapareció en Constitución el 12 de septiembre de 1973, José Alfonso Saavedra Betancourt, casado, dirigente sindical, quien trabajaba en la empresa CELCO (Celulosa Constitución). También fue muerto a consecuencia de la violencia política iniciada en el golpe de 1973, Juan Carlos Bettancourt Yévenes, de 15 años, soltero, trabajador, muerto el 8 de octubre de l973 en Santiago. Son algunos que no corrieron la misma suerte de la sra. Ingrid.
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