tomado de http://www.alonsonunez.cl/
A los compañeros que hoy vienen caminando por la Panamericana,
exigiendo una mejor Educación para todos.
“Caminando se aprende en la vida
Caminando se sabe lo que es
caminando se cura la herida que deja el ayer”
(Rubén Bládes)
El bicentenario no llegó a orillas de la línea del tren, entiendo ahora por qué el presidente no monta los carros que hace más de 20 años no han podido pasar de la 7º región al sur, entre tanto progreso y gobiernos modernistas, me cuesta entender que este tren solo llegue hasta Talca.
Si se aventura a viajar un poco más al sur de Santiago podrá corroborar justamente esto, el bicentenario no llegó por estas partes, no hay ni siquiera mediaguas del Techo para Chile.
La verdad es que terminé por coparme con tanto Circo gubernamental, un “presidente charlatán” (como los llama Rubén Bládes), tañendo las campanas que el gobierno británico se dignó a enviarnos después del terremoto, el mismo personaje enterrando una cápsula en la tierra que será desenterrada en 100 años más (que por lo demás llevaba en su interior un importante colales), harto fuego de artificio, la derecha y la izquierda brinando con una mano y dándose de sablazos con la otra mientras, como ya le dije, a la orilla de la línea del tren convive la gente en casas con pisos de barro, en un país en donde se supone, “la crisis del terremoto ya la hemos superado”. (Como dio a entender Sebastián Piñera en su discurso ante la ONU).
Por otro lado, acabo de leer en “La Nación” al presidente de los socialistas contando cómo iba a ser la próxima celebración de este 5 de octubre, día en que gano el “NO” a la dictadura de Pinochet: “No más cuellos torcidos mirando para atrás… no más mea culpa, la gente lo que quiere son propuestas a futuro”. ( ni si quiera originales, este es el mismo discurso con el que Lavín puso de moda el tan ansiado “Cambio”).
Me imagino y entiendo que a don Fulvio, no le deben quedar ganas de mirar para atrás si pensamos que fue su propio partido y sus parlamentarios, los de la coalición gobernante (en conjunto con los de derecha) los que abogaron por favorecer a las empresa salmoneras y sacarlas de una de sus más grandes crisis, entregando por completo nuestro mar austral (privatizado) en el último día de gobierno de la también “socialista” Michelle Bachelet, la mujer de las manos con sangre. Qué ganas de mirar hacia atrás les van a quedar si pensamos que el gobierno de Ricardo Lagos, el primer “socialista” devuelta la democracia, aquel al que todos le temían por no querer volver a las colas de Allende, fue uno de los gobiernos catalogados en el mundo como “El mejor gobierno de centro derecha que ha tenido Chile” (Titular del diario La Jornada, que encontré en México en el año 2007).
El triunfo de aquel 5 de Octubre fue de todo un país que salió a votar, una gran masa de valientes que estuvieron en las calles, en las organizaciones de base, en las poblaciones, en las iglesias de barrio resistiendo las visitas sorpresas que en su tiempo realizaba el teniente Bernales. El triunfo fue de los profesores que a escondidas organizaban la resistencia y el conteo de votos la noche del plebiscito y que encargaban a sus hijos en otras casas por temor a que los milicos no reconocieran el triunfo popular de aquel día. El triunfo no fue ni será de aquellos que aprovecharon el exilio en los estados unidos y se perfeccionaron durante 17 años en defensa nacional, en economía neoliberal, represión de grupos subversivos y de vuelta la democracia de se tomaron el poder y se dicaron a reprimir, perseguir, torturar y asesinar a todo aquel que no se subiera al carro del progreso. Y nos tuvieron a todos durante 20 años celebrando el triunfo y recordando con pena los 17 años de dictadura militar.
Desde aquel 5 de octubre, los demócratas (Piñera incluido) pactaron con las transnacionales y los gringos la desarticulación de las bases, la desarticulación de la mente y los movimientos más poderosos de la izquierda popular, la de las poblaciones y a estas las estigmatizaron, intervinieron y criminalizaron.
Aylwin criminalizó al pueblo Mapuche, Fei entregó a la Barrick la cordillera y a ENDESA las aguas y utilizó los organismos de gobierno y de estado para aprobar e instalar en el alto Bio Bio uno de los saqueos culturales, sociales y medio ambientales más grandes ocurridos en los gobiernos de la Concertación, como lo fue la instalación de las represas de Ralco y Pangue. Lagos pactó el mar y el bosque con los Angelini, Lucsik y los Zadivar; y Bachelet terminó por privatizarlo, bueno, todo eso maquillado por una preocupación social que se caracterizó, al menos en los pueblos de la costa chilena por la “reconversión laboral” que se encargó de sacar a los pescadores artesanales de su oficio milenario y los convirtió en vendedores de gas, gasfíteres y carpinteros. (sin desmerecer estos oficios claro está)
Desde aquel 5 de octubre también hubo gente que no creyó en los nuevos demócratas y no dejó el trabajo pequeño que engrandece, que no dejó de lado la conciencia y no se dejó llevar por la lluvia de farándula, programas sin sentido, animadores estrella, festivales de viña, golpes noticiosos y la banalidad que se apoderó de nuestra televisión. Comenzaron a re organizarse, re conocerse y a trabajar en la lucha alternativa, la pacífica y sin temor, esa que está todos los días y no se recuerda cada 4 años, la que los demócratas ilegalizaron privatizando las bandas de transmisión radial, y que en el gobierno de Bachelet persiguieron, allanaron, requisaron y golpearon en Valparaíso en la poco conocida “Operación Silencio”, que buscaba acallar a las radios populares de los cerros del puerto.
Esa lucha aparece hoy en los preuniversitarios populares, en los trabajos de reforzamientos a niños en las poblaciones, en músicos y artistas que aún mantienen la conciencia y la cercanía con las causas más allá del escenario, sino que también participando de las organizaciones, en el fondo, crecimos los decepcionados y seguimos trabajando los que estamos convencidos que la organización y el cariño dan buenos resultados.
Señores de la amnesia, si pudieran llegar a leer este texto alguna vez, les cuento que mientras ustedes y sus coaliciones están pensando en celebrar y mirar hacia el futuro, ustedes en su silencio han sido cómplices del trato indigno e inhumano que nuestros hermanos mapuche han recibido desde hace ya 200 años. Ellos son los únicos que en este país aún no han sido “pacificados” ni “conquistados” o en terminos más modernos "globalizados" como lo han hecho con la gran masa chilena.
Sepan que hoy hay Estudiantes Universitarios que han tenido que atreverse a caminar desde Puerto Montt a Santiago para revertir una política que comenzó con sus gobiernos “populares”, que consiste en arrebatar metódicamente de nuestras manos el derecho a la educación y la han convertido en un privilegio al cual acceden los que tienen el dinero para hacerlo o los que no deben endeudarse con los bancos por muchos años para pagar sus títulos profesionales.
Les cuento también que me encuentro en este momento viajando en un ferrocarril que fue privatizado por sus coaliciones y que después de 20 años de gobierno, no ha sido capáz de atravesar las riberas del Río Maule y les recuerdo que, al igual que el hospital aquel con pacientes de mentira, inauguraron con fiestas parecidas a las del bicentenario la estación de Puerto Montt en donde esperemos que para el próximo Bicentenario este carro pueda llegar.
Nos encontramos celebrando un 5 de Octubre entre dos aguas re turbias que cansan, que son las del gran Circo levantado por la derecha en este, su primer año de gobierno y la repentina y oportuna Amnesia que “sufren” (o disfrutan) quienes estuvieron administrando las arcas del estado durante 20 años.
A seguir trabajando, creando y resistiendo los que estamos de pie.
Alonso Núñez
cantautor de la Patagonia SIN represas.
http://www.alonsonunez.cl/
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