Sin mayores sorpresas, pero con profunda indignación.
La Agrupación
de Familiares de Detenidos Desaparecidos, comprueba lo tantas veces denunciado:
la impunidad para los violadores de los derechos humanos.
En el día de ayer, nos enteramos que la Corte de Apelaciones entregó
beneficios carcelarios, a cinco victimarios, entre ellos a Víctor Pinto Pérez,
condenado por el asesinato del líder sindical Tucapel Jiménez; Carlos López
Tapia, quien ejerció como jefe del centro de tortura de Villa Grimaldi,
además de ser relacionado con la tristemente célebre Caravana de la Muerte.
Otorgar estos beneficios carcelarios, en cualquier
caso, no solo hiere la sensibilidad de los familiares de las víctimas, hiere la
conciencia universal, no por nada el Derecho Humanitario Internacional a
tipificado los crímenes de lesa humanidad como imposibles de amnistiar y de
prescribir y estos sujetos, que ya viven una situación de privilegio en
cárceles VIP, nunca han recibido condenas acordes a los delitos perpetrados.
Esta actitud de los jueces, se condice en la
actualidad con las recurrentes aplicaciones de prescripciones y medias
prescripciones en las condenas, lo que se traduce en la práctica, solo con una
palabra: IMPUNIDAD.
Estamos seguras que el poder judicial, otrora
instrumento operativo a la dictadura, está replicando su actitud, tal vez
incentivado por palabras provenientes de las nuevas autoridades que, en lo más
reciente declaraban:
“No se debe hacer ninguna distinción entre ser civil
o militar” (Sebastián Piñera, 9 de marzo 2011 en su visita a España)
“Todos somos iguales ante la ley” (José Miguel
Fuente-Alba, Comandante en jefe del Ejército, misma fecha).
Más aún, la Ministra
Ana Gloria Chevesic, quien a la muerte del meticuloso juez
Víctor Montiglio asumió las causas que llevaba, realizó como una de sus
primeras acciones el “cierre de cuaderno” o fin de la etapa investigativa,
impidiendo la profundización de la misma, lo que traerá como consecuencia
inmediata, una menor cantidad de pruebas para la determinación de
responsabilidades penales de los perpetradores.
Si a esto le agregamos la negación de recursos por
parte del Programa de Derechos Humanos dependiente del Ministerio del Interior
para que sean tomadas declaraciones en el exterior y las mas de 70 querellas
que esperan en esa subsecretaría para ser presentadas, es que nos enfrentamos a
un panorama desolador, que estamos dispuestas a revertir utilizando todos los
medios a nuestro alcance.
No aceptaremos que la carencia de voluntad política
de parte de las autoridades para enfrentar estos casos sea la causa que impida
la justicia en Chile.
Santiago 04 de mayo de 2011
AGRUPACIÓN DE FAMILIARES DE DETENIDOS DESAPARECIDOS
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