Estimados compañeros/as:
Desde noviembre de 2007, varios
militantes históricos/as del MAPU y PMOC hemos emprendido la construcción del
MAPU, a la vez antigua y nueva orgánica, que recoge los mejores aportes y
experiencias de la historia de cada uno de nuestros destacamentos, y del pasado
común bajo las banderas de Rodrigo Ambrosio, a la vez que vamos asumiendo las
transformaciones que han afectado al sistema global y la formación social en
que hoy vivimos.
Luego de tres años y medio, hemos
podido levantar al MAPU desde sus cenizas y ponernos en una posición de lucha,
compartida con otras organizaciones hermanas, del campo anticapitalista.
Estamos haciendo posible una antigua aspiración de muchos de nosotros/as,
entendiendo que los tiempos son de reflujo de los movimientos políticos y
sociales, especialmente de los que enfrentamos al sistema capitalista imperante
y su poder casi omnímodo.
Nuestra organización es pequeña
pero no nos conformamos con decir que esto le está pasando a todos los
movimientos y partidos de la izquierda. Tenemos voluntad de crecimiento, de
aportar lo mejor que tengamos a la causa común y de cumplir una meta histórica
en el camino hacia el poder popular y la sociedad sin clases. En este camino,
nos hemos unido al Movimiento de los Pueblos y los Trabajadores, que se levanta
y crece al mismo tiempo con nuestra organización, lo que nos supone un doble
esfuerzo constructor, pero que comparamos con el que tuvo nuestro Movimiento
que, nada más nacer, se sumó al esfuerzo por lograr la unidad de todas las
fuerzas progresistas, socialistas, democráticas, antiimperialistas y
anticapitalistas, concretando la fundación de la Unidad Popular. Este
movimiento nació y renace para aportar como un destacamento más, a la unidad
del proletariado y los pueblos. Tenemos un espacio específico en la diversidad
de culturas, tradiciones y segmentos de clase, y no es con nuestra inexistencia
que se logra la unidad; nacimos para unir y eso haremos. Tenemos voluntad de
aportar como destacamento a la construcción de poder popular, lo que es tarea
para mayorías, y por eso debemos prepararnos para desafíos enormes, junto a
otras fuerzas que están en la misma posición.
Hemos logrado hacer presencia en
diversas regiones y comunas, estar en el campo y la ciudad, junto a
pobladores/as, sindicalistas y mapuche. Hemos logrado unir a gente de distintas
edades, experiencias y niveles de participación y, lo más importante,
lentamente vamos venciendo el miedo, la dispersión, la invisibilización a que
nos condenó la traición de algunos que abrieron las puertas a la dominación
capitalista neoliberal y cerraron las alamedas al paso de los pueblos. Vamos
venciendo las secuelas de la prisión, la muerte, la desaparición de muchos de
los nuestros/as.
En esta construcción, hemos
puesto el énfasis en las relaciones de fraternidad, en re-unirnos, en
re-organizarnos sin grandes exigencias, en ejercer la tolerancia ideológica.
Podemos decir que hemos vuelto a
instalar temas que para nosotros fueron fundacionales, y donde nos adelantamos
a la orientación de las izquierdas: MAPU significa Tierra y estamos junto a los
pueblos originarios; una parte valiosa de nuestra militancia es indígena.
Seguimos planteando la igualdad en la diferencia, entre hombres y mujeres, y
motivamos la participación equitativa y la preocupación de los y las
mapucistas, por defender los derechos de la mujer: la trabajadora urbana y la
rural, la que al mismo tiempo es originaria, es madre, es proletaria.
Hemos levantado el tema de la
lucha anticapitalista por un ambiente limpio y digno para todos y todas. Lo que
antes fue una parte de la problemática poblacional o campesina, hoy es para
nosotros un tema transversal y con vida propia. Estamos luchando por los
derechos de la Madre Tierra, derechos que son deberes para nosotros como parte
de la Humanidad.
Algunos de nuestros mayores
logros, han sido aportar a la construcción del MPT, generar espacios físicos y virtuales
de encuentro, de transmisión de nuestras comunicaciones populares, de aporte a
la reconstrucción de los movimientos populares y de formación hacia una nueva
conciencia. Tenemos algunos blogs propios, y hemos logrado presencia en varios
otros enlazados al nuestro o que publican nuestras comunicaciones. El blog
principal, Mapu en la Lucha, ha llegado a contar 26 mil visitas sólo desde
julio del año pasado: un promedio de 70 visitas al día, de todos los
continentes. Muchas de nuestras comunicaciones han sido reproducidas y
difundidas en páginas hermanas de dentro y fuera de Chile.
Desde que comenzáramos en 2007,
nos hemos preocupado de recorrer las regiones para tomar contacto con
compañeros/as que normalmente estarían aislados del quehacer político que
siempre se caracterizó por ser centralista. En el nuevo modelo de hacer
política y construcción social, nos parece prioritario mantener vínculos con
los compañeros/as de las regiones, que son precisamente las que más duramente
han sufrido los embates de la agudización de las contradicciones del sistema
capitalista global, la pauperización y sus secuelas de desesperanza, agobio y
desactivación.
El esfuerzo reconstructor sigue
adelante y se nos han ido agregando compañer«s con mucho entusiasmo
y buena voluntad, de militancia histórica y otr«s que no habían
compartido la militancia en nuestro destacamento, y su apoyo nos anima a seguir
en este proceso. El contacto fraterno y el debate político con las otras
fuerzas del anticapitalismo y con ls que seguimos creyendo en avanzar en el
largo camino hacia la sociedad sin clases, nos ha llevado a concluir que es
necesario mantener nuestra identidad y aportar con toda el alma a la construcción
colectiva del movimiento popular, tan afectado como nosotros tras las largas
dictadura y post-dictadura.
Reafirmamos la voluntad de aportar
a la construcción del Movimiento de los Pueblos y los Trabajadores, y de seguir
en el trabajo orgánico como mapucistas, junto a la participación en los
movimientos sociales, junto a la realidad cruda y cuestionante que vive el
mundo popular, levantándonos como parte de la alternativa que se enfrenta con
valor y constancia a la lucha anticapitalista.
Creemos que el presente es de descontento y desorientación, y por eso hay que convertir el descontento en rebeldía popular y desde ésta, abrir espacios por donde se abra camino el Poder Popular Revolucionario.
Fuerza y constancia un proyecto partidario necesario para levantar un camino de Victoria popular
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