Campañas mediáticas
y terrorismo de Estado contra Cuba: “el lobo pierde el pelo, pero no el vicio”
Salen a la luz elementos cada vez más inquietantes
sobre las “relaciones peligrosas” entre España, Suecia, México y la
ultraderecha de Miami, la USAID y la CIA, en los planes subversivos de los EE.UU.
por el “cambio de régimen” en Cuba; mientras afloran nuevas pruebas sobre el genocidio
perpetrado en los años ’70 por los cuerpos especiales pertenecientes a la
“Operación Cóndor”, financiada, organizada y dirigida por la CIA.
En respuesta al
terrorismo de Estado contra la Cuba socialista, continúa la actividad política
de solidaridad del Comité Italiano Justicia para los Cinco, también hoy 5 de
agosto en el ámbito de la campaña internacional.
Asociación y
Revista Nuestra América
5 de agosto de 2012
El caso Payá
El pasado 22 de
julio en Cuba un auto se salió de la vía y se estrelló contra un árbol en un
trecho de la ruta Las Tunas-Bayamo. En el impacto murieron Oswaldo José Payá
Sardiñas, fundador del anticastrista Movimiento Cristiano de Liberación y
premio Sacharov en el 2002, y Harold Cepero Escalante, ambos en los asientos
posteriores; mientras que sufrieron heridas leves el español Ángel Francisco
Carromero Barrios, conductor del auto y el sueco Jens Aron Modig, quien iba sentado
a su lado.
La hija de Oswaldo
Payá lanzó de inmediato la alerta y acusó al gobierno cubano de haber provocado
la muerte de su padre, haciendo chocar un camión con el auto en el cual
viajaba. Inmediatamente partió la campaña mediática contra Cuba (más de 900
artículos y de 120.000 mensajes en la red) en la cual, obviamente, se han distinguido
la ultraderecha anticastrista de Miami -que acusó a Cuba de haber llevado a
cabo un asesinato político-, Mitt Romney -candidato republicano para las
próximas elecciones estadounidenses-, el Departamento de Estado de los EE.UU. y
el portavoz del Presidente chileno, quienes han reclamado en duros tonos “una
investigación transparente”.
Esta nueva calumnia
contra el gobierno cubano ha sido rápidamente desmontada por la Nota
Informativa del Ministerio del Interior, publicada el 27 de julio, con las
pericias técnicas que reconstruyeron la dinámica del accidente automovilístico,
y con los testimonios irrefutables de peritos y testigos, incluidos los dos extranjeros
que viajaban con las dos víctimas, quienes admitieron viajar a alta velocidad,
no haber notado los carteles viales que indicaban el límite de velocidad y los
trabajos en curso, y que fue el brusco frenazo la causa de que el auto saliera
de la vía.
Una vez aclarada la
dinámica del accidente y desinflada la calumniosa campaña mediática, nos surgen
espontáneamente algunas preguntas, las cuales han sido pasadas por alto por los
atentos (pero en sentido único)
medios de comunicación internacionales.
¿Quiénes son estos
dos extranjeros?
Fue aclarado que en
realidad los dos no son simples turistas, sino dos políticos de ultraderecha
que estaban desarrollando una operación de inteligencia: Ángel Carromero
Barrios es el vicesecretario general de la organización española Nuevas Generaciones
del Partido Popular, inspirada en el falangismo; mientras Jens Aron Modig es
miembro del Partido Demócrata Cristiano y presidente de la Liga Juvenil Cristianodemócrata
de Suecia (KDU), derecha anticomunista, ligado a entes norteamericanos anticubanos
como el IRI (Instituto Republicano Internacional) y el DNI (Instituto
Democrático Internacional), subvencionados por la Agencia de los Estados Unidos
para el Desarrollo Internacional (USAID) y patrocinadores de varias operaciones
de desestabilización contra la Revolución cubana y contra otros gobiernos no
aliados a los EE.UU. como Cuba, Bolivia, Ecuador y Venezuela.
¿Qué hacían
realmente en Cuba estos dos políticos europeos, que habían entrado como
turistas? ¿Qué ligazón tenían con las víctimas y cuáles eran en realidad los
objetivos de su visita?
Los dos europeos
llegaron a Cuba el 19 de julio como turistas, pero en realidad, violando su estatus
migratorio -como ellos mismos admitieron- estaban involucrados en actividades
políticas contra el orden constitucional. El sueco Modig, en una conferencia de
prensa después del accidente, declaró, bajo instrucciones de su partido, que su
visita a Cuba tenía tres objetivos: 1º Debía encontrarse con Oswaldo Payá para
entregarle 4000 euros; 2º Debía ayudar a constituir una organización juvenil
del Movimiento Cristiano de Liberación; 3º Debía acompañar y apoyar a Payá en
un viaje por la isla (Santiago de Cuba debía ser el destino del fatal viaje)
para contactar a grupúsculos contrarrevolucionarios de opositores al gobierno.
Admitió, además, que en su país actividades similares son ilegales.
Pero detrás de toda
la operación está Pablo Casado Blanco -titulado en la Universidad de Georgetown
(Washington DC), vivero de la CIA, donde se titularon varias “glorias” de la inteligencia
norteamericana- quien había dado instrucciones bien precisas a Carromero de
ponerse en contacto con la española Cayetana Muriel Aguado, residente en Suecia
y también miembro del Partido Demócrata Cristiano, de quien recibió
instrucciones y dinero a entregar y un celular programado con los números necesarios.
A continuación Corromero contactó a Modig a través de facebook, dándose cita en
un restaurante madrileño.
Después del
accidente, los dos “turistas” tuvieron la primera asistencia médica y luego
consular: actualmente el español Corromero está acusado de homicidio por haber
provocado la muerte de dos ciudadanos cubanos; mientras el sueco, después de
conceder la conferencia de prensa, y a pesar de haber cometido actividades ilegales
y de haber violado así su estatus migratorio, fue autorizado a regresar a su país.
En cualquier otro país “democrático” una operación de espionaje subversivo contra
el gobierno constitucional habría tenido consecuencias mucho más graves.
Entre el 2009 y el
2012 el Departamento de Estado y la USAID han contado con un financiamiento de
75 millones de dólares para programas subversivos contra Cuba, en el ámbito de
la política para el “cambio de régimen” perseguida por los Estados Unidos con
el bloqueo político, económico y financiero, con las campañas mediáticas
infames y con la subversión. La operación recién descubierta es solo la última
de las tantas organizadas desde Miami y ahora también desde Madrid y Estocolmo;
de hecho recientemente fue revelado otro programa subversivo. El canal
televisivo Cubavisión transmitió el martes pasado el video con las admisiones
de cuatro ciudadanos mexicanos detenidos en marzo pasado, e inmediatamente después
las grabaciones telefónicas entre dos contrarrevolucionarios.
El caso de los 8 mexicanos reclutados por René Bolio
Hollarán del Partido de Acción Nacional (PAN)
El mes de marzo
fueron arrestados en la isla cuatro mexicanos que confesaron formar parte de un
grupo de ocho personas reclutadas y pagadas por Miguel Ángel Pateyro Hernández,
hombre de René Bolio Hollarán, exsenador suplente del Partido de Acción
Nacional (PAN), ligado a la mafia de Florida, para ir a Cuba como turistas y
cumplir acciones subversivas de propaganda anticastrista.
Los jóvenes fueron
adiestrados por los instructores cubanos residentes en Florida, Orlando
Gutiérrez Boronat y Jenisset Rivero, del Directorio Democrático Cubano de Miami
(una organización de fachada de la CIA) para ir a Cuba durante la visita de
Benedicto XVI, incitar al pueblo a protestar en las calles, ocupar las iglesias
convirtiéndolas de lugar de culto en “centros de lucha”, distribuir volantes
incitando a la revuelta y crear desordenes durante las actividades del Papa, generando
descrédito al gobierno cubano.
Además de estas
actividades de provocación callejera, los “turistas” mexicanos debían entregar
dinero a Berta Soler -una de las Damas de
Blanco-, a la famosa Yoani Sánchez, y al provocador Jorge Luis García Pérez
–conocido como Antúnez-, para desarrollar la propaganda antigubernativa; además
de material –confiscado por la Policía- como computadores portátiles, celulares
y pendrives.
Las interceptaciones telefónicas entre Ibrahím Bosch, del
Partido Republicano de Cuba en Miami, y Vladimir Calderón
Las instrucciones para
esta campaña subversiva, destinada a desacreditar al gobierno cubano durante la
visita del Papa, llegaron también a través de otros canales. Cubavisión
transmitió una grabación telefónica entre Ibrahím Bosch, del Partido Republicano
de Cuba en Miami, y Vladimir Calderón, un mercenario pagado que estaba ocupando
con otros cubanos una iglesia de La Habana, de donde fueron enseguida
constreñidos a salir por el mimo obispo, porque el lugar destinado a la oración
no podía ser transformado en un centro de subversión, garantizándoles que nadie
los habría detenido.
Durante la llamada
telefónica Bosch se asegura de que estén todos dentro, de que no salgan mientras
esperan la llegada de otros “pilotos”, de que tengan celulares y cargadores de batería;
para animar a Calderón, le recuerda que se está haciendo esto también en Medio
Oriente, donde se ocupan las mezquitas, y le informa que hay 500 dólares para
él y todos los demás, asegurándole que este es solo en primer envío de dinero.
Los más violentos anticastristas cubanos residentes en Florida sueñan con subvertir
a Cuba y con crear las condiciones para repetir lo que sucedió primero en Libia
y ahora en Siria, para provocar una intervención militar resolutiva.
El terrorismo de Estado de los EE.UU. contra la
Revolución cubana
Estos son solamente
los últimos intentos de desestabilización del gobierno cubano, que ha sufrido los
ataques de los EE.UU. desde los primeros meses después de la revolución: en
marzo de 1959 la agenda secreta del Consejo de Seguridad de los EE.UU. preveía
“llevar al poder a otro gobierno en Cuba”.
En marzo de 1969 el
presidente Eisenhower aprobó el “Programa de Acción Encubierta contra el Régimen
de Castro”, propuesto por el Departamento de Estado y la CIA, que preveían la
creación de una oposición al gobierno dentro y fuera de Cuba; el desarrollo de
medios de comunicación de masas para el pueblo cubano, para una fuerte ofensiva
propagandística; la creación en Cuba de una organización secreta de
investigación y acción bajo las órdenes de la oposición en el exilio; el desarrollo
de una fuerza paramilitar fuera de Cuba para una futura acción guerrillera.
Paralelamente a las
impresionantes y costosas medidas de espionaje, el gobierno estadounidense también
puso en acto medidas de guerra económica, con la imposición el 20 de octubre de
1960 de un embargo comercial, económico y financiero contra Cuba, aún en vigor
con durísimas consecuencias para la vida del pueblo cubano y que prevén también
duras sanciones para los países terceros que lo infrinjan. El embargo ha sido
condenado 19 veces por la ONU, la que en octubre del 2011 aprobó con 187 votos
a favor y 2 en contra (Israel y EE.UU.), una moción para pedir a los Estados
Unidos (inútilmente) el cese del embargo.
El presidente J.F.
Kennedy autorizó en febrero de 1961 un plan de intervención denominado
Operación Zapata. La acción se inició con algunos bombardeos aéreos a pequeña
escala que dejaron de manifiesto la intención de proceder con una invasión que,
en efecto, se inició el 17 de abril de 1961 con el desembarco en la Bahía de
Cochinos, cuyo clamoroso fracaso es conocido por todos.
Desde entonces se
ha perpetrado un impresionante número de atentados contra la vida de Fidel
Castro y de actos terroristas que alcanzaron la cumbre el 6 de octubre de 1976
con el abatimiento de un avión civil Cubana CU-455, que costó la vida a 73
pasajeros, entre ellos los 24 miembros de la selección nacional juvenil de
esgrima cubana. Algunos documentos de la CIA, hechos públicos en el 2005,
indican que la agencia “tuvo informaciones concretas, desde junio de 1976, de
proyectos para un atentado aéreo por parte de grupos terroristas cubanos en el
exilio”. Cuatro personas fueron arrestadas y un proceso tuvo lugar en
Venezuela: Freddy Lugo y Hernán Ricardo Lozano fueron condenados a 20 años de
prisión; Orlando Bosch fue absuelto debido a errores técnicos en la
presentación de los cargos, actualmente vive en Miami; mientras Luis Posada
Carriles estuvo detenido durante ocho años, pero luego logró escapar.
No obstante los dos
terroristas de origen cubano, Posada Carriles e Bosch Avila, hayan reconocido
implícitamente su responsabilidad en una entrevista al New York Times, y el Miami
Herald en la introducción a una entrevista a Posada Carriles lo haya definido como
“el conocido saboteador anticastrista, maestro del travestismo, adiestrado por
la CIA… un asesino”, ambos han recibido homenajes púbicos en Miami por parte de
la presidenta del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes
de los Estados Unidos, Ileana Ros-Lehtinen, la primera persona cubana que ha
obtenido un lugar en el Congreso.
En 1997 Posada
Carriles reclutó a mercenarios centroamericanos para colocar bombas en los
hoteles de La Habana; en uno de estos atentados terroristas perdió la vida el
italiano Fabio Di Celmo y muchas otras personas quedaron heridas. También por
este atentado Posada Carriles, seguro de la impunidad de la que gozaba, tuvo la
audacia de declarar que el italiano se encontraba en el lugar equivocado en el
momento equivocado.
Cuando más tarde volvió
a los EE.UU. -en el 2005- fue detenido acusado solamente de falsificación e
inmigración clandestina, sin ninguna acusación de terrorismo, no obstante la
solicitud de extradición de Venezuela respecto a Posada, quien escapó de la
cárcel venezolana donde descontaba la condena por el atentado al avión cubano.
Fue soltado en la espera del juicio el 19 de abril de 2007 y, después de un
proceso-farsa terminado el 8 de abril de 2011, fue finalmente absuelto de todos
los cargos, como ulterior demostración del apoyo y de la protección que históricamente
le han garantizado las autoridades norteamericanas.
La paradoja es que mientras
se absuelve a Posada Carriles, a pesar de las pruebas presentadas en el proceso
por los actos terroristas perpetrados, los cinco agentes antiterroristas
cubanos permanecen injustamente recluidos en las prisiones norteamericanas por
haber indagado y denunciado las acciones de los terroristas de origen cubano
que, como Posada Carriles, se pasean impunemente por las calles de Miami.
Continúa la campaña coordinada por el Comité Italiano Justicia para los 5
Por tales razones también durante estos meses del 2012
ha continuado en todo el país, cada vez con mayor impulso y comprometiendo a sectores
sociales, sindicales y de las comunidades cristianas de base, la actividad
política y cultural para obtener la inmediata justicia para los 5 héroes
cubanos, coordinada por el Comité Italiano Justicia para los 5, que ha contado
con la constante participación de la Asociación y Revista Nuestra América, del
circulo de Italia-Cuba A. Mella y de la Red de los Comunistas, junto al
laboratorio Europeo de Crítica Social y Radio Città Aperta.
La Campaña Internacional el 5 para los 5, se ha
desarrollado cada mes en todo el territorio nacional, y también hoy 5 de agosto
-respondiendo nuevamente al llamado del Comité Italiano Justicia para los 5-
muchos activistas junto a los dos vicepresidentes, Forconi y Vasapollo, se
dieron cita en el litoral romano para continuar, incluso en los atestados
lugares de vacaciones, la campaña de lucha y de información sobre este emblemático
caso de terrorismo de Estado ejecutado por el gobierno de los EE.UU.
No obstante la temperatura imposible –se rozaron los
40º a la sombra- decenas y decenas de ciudadanos y turistas, incluso extranjeros,
se reunieron alrededor de la pancarta que pide la liberación de los 5, pidiendo
noticias sobre la situación, declarando su solidaridad; y muchos quisieron expresar
su estupor por el trabajo de información y de sensibilización desarrollado por
los numerosos compañeros presentes, sin preocuparse por el insoportable calor. La
iniciativa se desarrolló en Ostia, en el histórico lugar de veraneo de los ciudadanos
romanos, y continuó sucesivamente con la exposición de la pancarta y la distribución
de volantes frente a distintas playas y establecimientos, encontrando en todas partes
simpatía y solidaridad en otros tres lugares-símbolo del veraneo en el litoral
romano: Torvaianica, Anzio y Nettuno.
El doble estándar y la falsedad de los Estados Unidos
En los volantes repartidos
se explicaba muy claramente que la doble moral de los EE.UU. se aplica constantemente
contra Cuba, porque el estado mayor
de los protectores del terrorismo en el mundo reside precisamente en la capital
norteamericana, donde también este año se redactó una lista unilateral,
arbitraria y priva de fundamentos de los países patrocinadores del terrorismo,
publicada el 3 de julio de 2012 por el Departamento de Estado de los EE.UU.,
que incluye nuevamente a Cuba y también a Bolivia; la primera por el financiamiento
y adiestramiento militar a las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias) de
Colombia y a la ETA (Euskadi Ta Askatasuna –País Vasco y Libertad-), y por el
lavado de dinero y transacciones financieras vinculadas al terrorismo; la segunda
por narcotráfico, siendo el tercer productor mundial de hoja de coca, superando
a Colombia en la producción de cocaína.
Acusaciones carentes
de todo fundamento -dado que el mismo texto del Departamento de Estado declara
que no hay pruebas- y que fueron inmediatamente desmentidas y reenviadas al
remitente por ambos países; pero que tienen, en cualquier caso, un objetivo
perverso de descrédito y que pretenden justificar la agresiva acción
estadounidense contra Cuba y Bolivia.
La real intención estadounidense
es llevar adelante una guerra de deterioro contra Evo Morales por su posición antiimperialista,
contra la explotación de las multinacionales y por su batalla política en apoyo
a la soberanía del continente latinoamericano incluso en los ámbitos cultural y
alimentario. Batalla que ha obtenido pleno reconocimiento por parte de la Declaración
de Cochabamba de la 42º Asamblea de la Organización de los Estados Americanos
(OEA), desarrollada en junio en Tiquipaya, Bolivia, que hizo suyo el proyecto
boliviano de Seguridad Alimentaria con Soberanía -no obstante la oposición de
Chile y de los EE.UU.-, que reconoció -a pesar de la oposición de EE.UU. (como
siempre) y Canadá- el derecho boliviano y peruano al acullico, la masticación
de la hoja de coca en su estado natural, y que declaró el 2013 Año Internacional
de la Quínoa, planta utilizada desde el tiempo de los Incas y Aztecas. Si a eso
agregamos el cierre por quiebra de 8 restaurantes de la cadena McDonald y el
anunciado fin de la Coca Cola a partir del 21 de diciembre, resulta evidente el
daño causado a las multinacionales norteamericanas.
Es igualmente claro, en cuanto a la inclusión de Cuba en la lista, que el
verdadero objetivo del Departamento de Estado es el de poder justificar tanto
su deteriorada y pluricondenada política agresiva contra la isla rebelde como
el criminal embargo unilateral impuesto al pueblo cubano desde hace más de 50
años.
El Departamento de Estado norteamericano, en realidad, esconde las precisas
informaciones sobre la transparencia del sistema bancario que Cuba presenta periódicamente
a las Naciones Unidas, sus éxitos en la lucha al narcotráfico y la propuesta
presentada en febrero de 2012 por el gobierno cubano al norteamericano de
concordar un programa bilateral para afrontar la lucha contra el terrorismo.
El doble estándar y la falsedad estadounidense son evidentes, también
porque son precisamente ellos el mayor centro de lavado de dinero sucio, el país
con mayor consumo de droga en el mundo, y porque ha sido justamente la falta de
regulación y de control de su sistema financiero el detonante de la crisis
sistémica global.
¿Entonces quién es
el verdadero terrorista?
¿Tal vez Cuba y los
demás países del ALBA? ¿Lo es quizás la Alianza Bolivariana para los Pueblos de
Nuestra América, porque decidió que no quería ser más una colonia explotada por
las multinacionales, porque ejecuta políticas de autonomía e independencia respecto
del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, por una plena emancipación
y una real soberanía nacional, por una integración social, cultural y económica
de la región? ¿Porque el ALBA representa hoy la única alternativa antiimperialista
y anticapitalista y es la fuerza pujante en el proceso de integración del
continente latinoamericano, que ha producido en los últimos años diversos organismos
continentales como el MERCOSUR, la UNSUR y la CELAC, para realizar la
integración sin la tutela de los Estados Unidos, en un contexto de solidaridad,
cooperación complementariedad y concertación política en el respeto de la
diversidad?
¿O en cambio el
verdadero terrorismo de Estado es precisamente el de los Estados Unidos de América?
Un Estado que hoy usa cada medio, desde el espionaje a la subversión, desde los
actos terroristas a los golpes de Estado, con tal de impedir la definitiva
independencia e integración latinoamericana. Dice un viejo adagio: “el lobo
pierde el pelo, pero no el vicio”; de hecho, su política respecto de Sudamérica
no ha cambiado: aunque los medios son más refinados, no por esto son menos
insidiosos. Su política siempre ha sido la explotación y la expoliación de los
recursos y materias primas en los países latinoamericanos, y la imposición de
gobiernos fantoches de las oligarquías burguesas o dictaduras militares que
ejecutasen las políticas neoliberales del FMI y del BM y que impidiesen “la
difusión del comunismo”.
En nombre de la
“teoría de la seguridad nacional” extendida al patio trasero, el Departamento
de Estado ha ejecutado políticas aberrantes, dio carta blanca a la CIA, guiada
en aquellos años por el futuro presidente George Bush, para establecer un pacto
criminal entre las dictaduras del Cono Sur, constituyendo una verdadera internacional del terror que, con el nombre
de Plan Cóndor u Operación Cóndor, en los años ‘70 y ‘80 -con el pretexto de la
“lucha anticomunista” y a favor de la “civilización occidental y cristiana”-
cometió un verdadero genocidio.
El hallazgo de los restos de los diplomáticos cubanos
Galañena Hernández y Jesús Cejas Arias
Inmediatamente
después del golpe de Estado en Argentina, la Embajada de Cuba estuvo en la mira
de estos grupos organizados, y contra esta se ejecutaron diversos actos terroristas.
El pasado 11 de
junio fueron hallados los restos, encerrados en un barril con cemento, de dos
personas, identificadas como el diplomático cubano Galañena Hernández y Jesús
Cejas Arias, quienes fueron secuestrados en Buenos Aires el 9 de agosto de
1976, mientras salían de la Embajada de Cuba. Ambos estuvieron prisioneros y fueron
torturados en "Automotores Orletti", el centro clandestino sede del
Plan Cóndor. Según la investigación del periodista estadounidense John Dinges,
el agente de la CIA Michael Townley y el cubano-estadounidense Guillermo Novo
Sampoll habrían cooperado en la tortura, interrogatorio y asesinato de los dos diplomáticos
cubanos secuestrados, como también confirmó a los jueces Manuel Contreras
Sepúlveda, exjefe de la DINA, la policía secreta de Pinochet. Los
secuestradores hicieron encontrar una tarjeta escrita en letra imprenta y sin
firma en la cual los dos diplomáticos declaraban haber “abandonado la embajada
para gozar de la libertad del mundo occidental”: de este modo no sólo se creaba
descrédito contra Cuba, sino que se hacía superflua cualquier indagación de la policía.
Pero la impunidad
de la que gozaba esta organización del terror, que provocó la muerte y la
desaparición de 30.000 jóvenes opositores de la dictadura militar argentina, ha
sido despedazada gracias a la tenacidad de las madres de los desaparecidos y a
la valiente elección del presidente argentino Kirchner de hacer procesar a los
responsables del genocidio.
Por el secuestro y
la desaparición de Galañena Hernández y Cejas Arias sucesivamente fueron
condenados en Argentina el jubilado general Rodolfo Cabanillas, Raúl
Guglielminetti, Eduardo Alfredo Ruffo y Honorio Carlos Martínez Ruiz.
Después de casi 40
años, aún afloran el horror y las pruebas de la masacre de una generación,
perpetrada por los cuerpos especiales de las dictaduras del Cono Sur, adiestrados,
financiados y protegidos por la CIA y el Departamento de Estado de los Estados
Unidos de América. Entonces nuevamente nos preguntamos ¿quién es el verdadero
terrorista? ¿Cómo se permiten los EE.UU., con tantos cadáveres en el armario,
con tantas responsabilidades que salen a la luz cada vez que se hacen públicos los
documentos de la CIA, con la impunidad y protección que ofrecen al terrorista Posada
Carriles -a pesar de que Venezuela haya pedido su extradición-, mientras condenan
a cadena perpetua a cinco agentes antiterroristas cubanos que investigaban
precisamente las actividades subversivas maduradas en el ambiente cubano de
Miami? ¿Cómo se permiten redactar una lista de países patrocinadores del terrorismo?
Fuentes:
Campagne mass mediatiche e terrorismo
di stato contro Cuba: “Il lupo perde il
pelo, ma non il vizio”.
Vengono alla
luce elementi sempre più inquietanti sulle “relazioni pericolose” tra Spagna, Svezia, Messico e l’ultradestra di
Miami, l’USAID e la CIA, nei piani sovversivi degli Stati Uniti per il “cambio
di regime” a Cuba; mentre riaffiorano ancora altre prove del genocidio
perpetrato negli anni ’70 dai corpi speciali appartenenti all’”Operazione
Condor”, finanziata, organizzata e diretta dalla CIA.
In risposta al terrorismo di Stato contro Cuba
socialista, continua l’attività politica di solidarietà del Comitato Italiano
Giustizia per i 5 anche oggi 5 di Agosto nell’ambito della campagna
internazionale.
Associazione
e Rivista Nuestra America
05 agosto 2012
Il caso Payá
Lo scorso 22 luglio a Cuba un’auto è uscita di strada e
si è schiantata contro un albero in un tratto della strada Las Tunas-Bayamo.
Nell’impatto sono morti Oswaldo José Payá Sardiñas, fondatore
dell’anticastrista Movimento Cristiano di Liberazione e premio Sacharov nel
2002, e Harold Cepero Escalante, entrambi seduti nei sedili posteriori; mentre
hanno riportato ferite lievi lo spagnolo Ángel Francisco Carromero Barrios,
alla guida del mezzo e lo svedese Jens Aron Modig, seduto al suo fianco.
La figlia di Oswaldo Payá ha lanciato subito l’allarme
e ha accusato il governo cubano di aver provocato la morte del padre, facendo investire
da un camion l’auto su cui viaggiava. Immediatamente è partita la campagna
mediatica contro Cuba (più di 900 articoli e più di 120.000 messaggi nella
rete) in cui si sono contraddistinti ovviamente l’ultradestra anticastrista di
Miami che ha accusato Cuba di aver compiuto un assassinio politico, Mitt Romney
candidato repubblicano alle prossime elezioni statunitensi, il Dipartimento di
Stato U.S.A. e il portavoce del Presidente cileno che hanno reclamato con toni
duri “un’investigazione trasparente”.
Questa nuova calunnia contro il governo cubano è stata
rapidamente smontata dalla Nota Informativa del Ministero dell’Interno,
pubblicata il 27 luglio, con le perizie tecniche che hanno ricostruito la
dinamica dell’incidente automobilistico e con le testimonianze irrefutabili di
periti e testimoni, inclusi i due stranieri che viaggiavano con le due vittime,
che hanno ammesso di andare a velocità sostenuta, di non aver notato i cartelli
stradali del limite di velocità e dei lavori in corso e che è stata la brusca
frenata la causa dell’uscita di strada dell’auto.
Chiarita la dinamica dell’incidente e sgonfiata la
calunniosa campagna mediatica, ci sorgono spontanee alcune domande, su cui
invece hanno sorvolato gli attenti (a senso unico) mass media internazionali.
Chi sono questi due stranieri?
E’ stato acclarato che i due in realtà non sono dei
semplici turisti, ma due politici dell’ultra destra che stavano svolgendo
un’operazione di intelligence: Ángel Carromero Barrios è il vicesegretario generale dell’organizzazione
spagnola Nuevas Generaciones del Partido Popular, ispirata al falangismo;
mentre Jens Aron Modig è membro del Partito Democratico Cristiano e presidente della
Lega della Gioventù Democratico Cristiana di Svezia (KDU), destra anticomunista,
legato a enti nordamericani anti cubani come l’IRI Istituto Repubblicano
Internazionale e l’Istituto Democratico Internazionale DNI, sovvenzionati dall' Agenzia
degli Stati Uniti per lo Sviluppo Internazionale USAID e patrocinatori di varie
operazioni di destabilizzazione contro la Rivoluzione cubana e contro altri
governi non allineati agli USA come Cuba, Bolivia, Ecuador e Venezuela.
Che facevano realmente a Cuba i due uomini politici
europei, entrati come turisti? Che legami avevano con le vittime e quali erano
in realtà gli obiettivi della loro visita?
I due europei sono arrivati a Cuba il 19 luglio come
turisti, ma, in realtà, violando il loro status di immigrazione, per loro
stessa ammissione, erano coinvolti in attività politiche contro l’ordine
costituzionale. Lo svedese Modig in una conferenza stampa dopo l’incidente ha
dichiarato che, su istruzioni del suo partito, la sua visita a Cuba aveva tre
scopi: 1° doveva incontrare Oswaldo Payá per consegnargli 4.000 €; 2° doveva collaborare
a costituire un’organizzazione giovanile del Movimento Cristiano di Liberazione;
3° accompagnare e sostenere Payá in un giro per l’isola (Santiago de Cuba
doveva essere la destinazione del fatale viaggio) per contattare gruppuscoli
controrivoluzionari di oppositori del governo. Ha ammesso, inoltre, che nel suo
paese simili attività sono illegali.
Dietro tutta l’operazione, però, c’è Pablo Casado
Blanco - laureato presso l’Università di Georgetown (Washington DC), vivaio
della CIA, dove si sono laureate varie “glorie” dell’intelligence nordamericana
- che aveva dato istruzioni ben precise a Carromero di mettersi in contatto con
la spagnola Cayetana Muriel Aguado, residente in Svezia e anche lei membro del
Partito Democratico Cristiano, dalla quale ha ricevuto istruzioni e denaro da
consegnare e un cellulare programmato con i numeri necessari. In seguito
Corromero ha contattato Modig via Facebook, dandogli appuntamento in un
ristorante madrileno.
Dopo l’incidente i due “turisti” hanno avuto
l’assistenza prima medica e poi consolare: attualmente lo spagnolo Corromero è
accusato di omicidio per aver provocato la morte di due cittadini cubani; mentre
lo svedese, dopo aver concesso la conferenza stampa, pur avendo commesso attività illegali e pur
avendo violato così il suo status di immigrazione, è stato autorizzato a
rientrare nel suo paese. In qualsiasi altro paese “democratico” l’operazione di
spionaggio sovversivo contro il proprio governo costituzionale avrebbe avuto
conseguenze ben più pesanti.
Tra il 2009 e il 2012 il Dipartimento di Stato e
l’USAID hanno avuto un finanziamento di 75 milioni di dollari per programmi
sovversivi contro Cuba, nell’ambito della politica per il “cambio di regime”
perseguita dagli Stati Uniti con il blocco politico, economico, finanziario,
con campagne mediatiche infamanti e con la sovversione. L’operazione appena
svelata è solo l’ultima delle tante organizzate da Miami e ora anche da Madrid
e da Stoccolma; infatti è stato appena rivelato un altro programma sovversivo. La
televisione Cubavisión martedì scorso ha mandato in onda il filmato delle
ammissioni di quattro cittadini messicani fermati nel mese di marzo e, subito
dopo, le registrazioni telefoniche tra due controrivoluzionari.
Il caso degli 8
messicani reclutati da René Bolio
Hollarán del Partido de Acción Nacional (PAN)
Nel mese di marzo sono stati arrestati nell’isola quattro
messicani che hanno confessato di far parte di un gruppo di otto persone reclutate
e assoldate da Miguel Ángel Pateyro Hernández, uomo di René Bolio Hollarán, ex Senatore supplente del
Partido de Acción Nacional (PAN), legato alla mafia della Florida, per recarsi
a Cuba come turisti e compiere azioni sovversive di propaganda anticastrista.
I giovani soso stati addestrati dagli istruttori
cubani residenti in Florida, Orlando
Gutiérrez Boronat e Jenisset Rivero, del Directorio Democrático Cubano di Miami
(un’organizzazione di facciata della CIA) per recarsi a Cuba durante la visita
di Benedetto XVI, incitare il popolo a protestare nelle strade, occupare le
chiese trasformandole da luogo di culto in “centri di lotta”, distribuire
volantini incitanti alla rivolta e creare disordini durante le attività del
Papa, gettando così discredito sul governo cubano.
Oltre a queste attività di provocazione di piazza, i
“turisti” messicani avrebbero dovuto consegnare
a Berta Soler una delle Damas de Blanco, alla famosa Yoani Sánchez e al
provocatore Jorge Luis García Pérez, conosciuto come Antúnez, dei soldi per
sviluppare la propaganda antigovernativa e del materiale, sequestrato dalla polizia, come
lap top, cellulari, penne USB.
Le
intercettazioni telefoniche tra Ibrahím Bosch del Partito Repubblicano di Cuba
a Miami e Vladimir Calderón
Le istruzioni per questa campagna sovversiva,
destinata a discreditare il governo cubano durante la visita del Papa, sono
arrivate anche tramite altri canali. Cubavisión ha mandato in onda una
registrazione telefonica tra Ibrahím Bosch del Partito Repubblicano di Cuba a
Miami e Vladimir Calderón, un mercenario che dietro compenso stava occupando con
altri cubani una chiesa del L’Avana, da dove sono stati in seguito costretti ad
uscire dallo stesso vescovo, perché il luogo destinato alla preghiera non
poteva essere trasformato in un centro di sovversione, con la garanzia che
nessuno li avrebbe fermati.
Durante la telefonata, il Bosch si assicura che siano
tutti dentro, che non escano in attesa dell’arrivo di altri “piloti”, che
abbiano i cellulari e i caricabatteria; per incoraggiare Calderón, gli ricorda che si sta facendo questo anche
in Medio Oriente dove si occupano le moschee e lo informa che ci sono 500
dollari per lui e tutti gli altri, rassicurandolo che questo è solo il primo
invio di denaro. I più violenti anticastristi cubani residenti in Florida
sognano di sovvertire Cuba e creare condizioni per ripetere quello che è
successo in Libia prima e in Siria ora, per provocare un intervento militare
risolutivo.
Il terrorismo
di stato USA contro la rivoluzione cubana
Questi sono solo gli ultimi tentativi di
destabilizzazione del governo cubano, che ha subito attacchi dagli Stati Uniti
sin dai primi mesi dopo la rivoluzione: nel marzo del 1959 l’ Agenda Segreta
del Consiglio di Sicurezza degli USA prevedeva di "portare al potere un
altro governo a Cuba".
Nel marzo del 1960 il presidente Eisenhower approvò il
"Programma di Azione Coperta contro il Regime di Castro", proposto
dal Dipartimento di Stato e dalla CIA, che prevedeva la creazione di una
opposizione al governo dentro e fuori Cuba; lo sviluppo di mezzi di
comunicazione di massa per il popolo cubano, per una forte offensiva
propagandistica; la creazione a Cuba di un'organizzazione segreta di
investigazione ed azione agli ordini dell'opposizione in esilio; lo sviluppo di
una forza paramilitare fuori di Cuba per una futura azione guerrigliera.
Parallelamente alle impressionanti e costose misure di
spionaggio, il governo statunitense mise in atto anche misure di guerra
economica, con l’imposizione il 20
ottobre 1960 di un Embargo commerciale, economico e finanziario contro Cuba, tutt’ora
in vigore con durissime conseguenze per la vita del popolo cubano e che prevede
anche pesanti sanzioni per i paesi terzi che lo infrangano. L’embargo è stato
per ben 19 volte condannato dall’ONU che nell'ottobre 2011 ha approvato con 187
voti favorevoli e 2 contrari (Israele e Stati Uniti), una mozione per chiedere
agli Stati Uniti (inutilmente) la cessazione dell'embargo.
Il presidente J.F. Kennedy autorizzò nel febbraio 1961
un piano di intervento denominato Operazione Zapata. L'azione iniziò con alcuni
bombardamenti aerei su piccola scala che resero palese l'intento di procedere a
un'invasione che, in effetti, iniziò il
17 aprile 1961 con lo sbarco nella Baia dei Porci, il cui clamoroso fallimento
è a tutti noto.
Da allora è stato perpetrato un numero impressionante di
attentati alla vita di Fidel Castro e di atti terroristici, che hanno raggiunto
il culmine il 6 ottobre 1976 con l’abbattimento di un aereo civile Cubana
CU-455 che costò la vita a 73 passeggeri,
tra cui i 24 membri della nazionale giovanile di scherma cubana. Alcuni
documenti della CIA resi pubblici nel 2005 indicano che l'agenzia "ebbe
informazioni concrete, fin dal giugno 1976, di progetti per un attentato aereo
da parte di gruppi terroristici cubani in esilio". Quattro persone furono
arrestate ed un processo ebbe luogo in Venezuela: Freddy Lugo ed Hernan Ricardo
Lozano furono condannati a 20 anni di prigione; Orlando Bosch fu assolto a
causa di errori tecnici nella presentazione dei capi d'accusa, attualmente vive
a Miami; mentre Luis Posada Carriles fu detenuto per otto anni, ma poi riuscì
ad evadere.
Nonostante i due terroristi di origine cubana Posada
Carriles e Bosch Avila abbiano implicitamente riconosciuto le loro
responsabilità in un’intervista al New York Times, e il Miami Herald nell’introduzione
ad un’intervista a Posada Carriles lo abbia definito “il noto sabotatore
anticastrista, maestro di travestimenti, addestrato dalla CIA…un assassino”, entrambi
hanno ricevuto omaggi pubblici a Miami dal capo del Comitato degli Affari
Esteri della Camera dei Rappresentanti degli Stati Uniti, Ileana Ros-Lehtinen, la
prima persona cubana ad ottenere un posto al Congresso.
Nel 1997 Posada Carriles ha reclutato dei mercenari del centroamerica
per collocare delle bombe negli alberghi di L’Avana; in uno di questi attentati
terroristici ha perso la vita l’italiano Fabio Di Celmo e molte persone sono
rimaste ferite. Anche per questo attentato Posada Carriles, forte dell’impunità
di cui godeva, ha avuto l’audacia di dichiarare che l’italiano si è trovato nel
posto sbagliato nel momento sbagliato.
Quando più tardi nel 2005 è rientrato negli Stati
Uniti, è stato fermato soltanto con l'accusa di falso e di immigrazione
clandestina, senza nessuna accusa di terrorismo, nonostante la richiesta di
estradizione del Venezuela nei confronti di Posada fuggito dal carcere
venezuelano dove scontava la condanna per l’attentato all’aereo cubano. Viene rilasciato in attesa di giudizio il 19
aprile 2007 e, dopo un processo farsa
conclusosi l’8 aprile 2011, è stato infine assolto da tutte le accuse, a ulteriore
dimostrazione dell’appoggio e della protezione che storicamente le autorità
nordamericane gli hanno garantito.
Il paradosso è che mentre si assolve Posada Carriles, malgrado
le prove presentate al processo degli atti terroristici perpetrati, i cinque agenti
cubani dell’antiterrorismo rimangono ingiustamente reclusi nelle prigioni
nordamericane per aver indagato e denunciato le azioni dei terroristi d’origine
cubana che, come Posada Carriles, passeggiano impunemente per le strade di
Miami.
Continua la
campagna coordinata dal Comitato Italiano Giustizia per i 5
Per tali
ragioni anche in questi mesi del 2012, è proseguita in tutto il paese con
sempre maggiore impulso e coinvolgendo settori sociali, sindacali e delle
comunità cristiane di base, l’attività politica e culturale per ottenere
l’immediata giustizia per i 5 eroi cubani, coordinata dal Comitato Italiano
Giustizia per i 5, che ha visto la costante partecipazione dell’Associazione e
Rivista Nuestra America, del circolo di Italia-Cuba A. Mella, della Rete dei
Comunisti, insieme al Laboratorio Europeo di Critica Sociale e Radio Città Aperta.
La campagna
internazionale il 5 per i 5, si è sviluppata ogni mese in tutto il territorio
nazionale, e anche oggi il 5 di Agosto rispondendo nuovamente all’appello del Comitato
Italiano Giustizia per i 5, molti attivisti insieme ai due vicepresidenti, Forconi
e Vasapollo si sono dati appuntamento sul litorale romano per continuare, anche
negli affollati luoghi di vacanza, la campagna di lotta e di informazione su
questo emblematico caso di terrorismo di Stato attuato dal Governo USA.
Nonostante la
temperatura proibitiva, si sono sfiorati i 40 gradi all’ombra, decine e decine
di cittadini e turisti anche stranieri si sono raccolti intorno allo striscione
che chiede la liberazione dei 5, chiedendo notizie sulla vicenda, dichiarando
la solidarietà e in molti hanno voluto testimoniare lo stupore per il lavoro di
informazione e di sensibilizzazione svolto dai numerosi compagni presenti,
incuranti del calore impossibile. L’iniziativa che si è svolta ad Ostia nello
storico luogo di villeggiatura dei cittadini romani, è successivamente
continuata con l’esposizione dello striscione e volantinaggi davanti a varie
spiagge e stabilimenti, incontrando ovunque simpatia e solidarietà, in altri
tre luoghi simbolo della villeggiatura del litorale romano: Torvaianica, Anzio
e Nettuno.
La doppiezza e
la falsità degli Stati Uniti
Nei volantini diffusi era spiegato molto chiaramente
che la doppia morale degli Stati Uniti viene
applicata costantemente contro Cuba, perché lo stato maggiore dei protettori del
terrorismo nel mondo risiede proprio nella capitale nordamericana, dove anche
quest’anno è stata stilata una lista unilaterale, arbitraria e priva di alcun
fondamento dei paesi patrocinatori del terrorismo, pubblicata il 31 luglio 2012
dal Dipartimento di Stato degli USA, che include di nuovo Cuba e anche la
Bolivia, la prima per finanziamento e addestramento militare alle FARC Forze
Armate rivoluzionarie della Colombia e all’ETA Euskadi Ta Askatasuna, e per
lavaggio di denaro e transazioni finanziarie vincolate al terrorismo; la
seconda per narcotraffico, essendo il terzo produttore al mondo di foglie di
coca e superando la Colombia nella produzione di cocaina.
Accuse prive di ogni fondamento, visto che lo stesso
testo del Dipartimento di Stato dichiara che non ci sono prove, e che sono
state subito smentite e rispedite al mittente da entrambi i paesi; ma che hanno
comunque un loro obiettivo perverso di discredito e che pretendono di giustificare l’azione
aggressiva statunitense contro Cuba e la Bolivia.
La reale intenzione statunitense è di portare avanti
una guerra di logoramento nei confronti di Evo Morales per la sua posizione
antimperialista, contro lo sfruttamento delle multinazionali e per la sua
battaglia politica a sostegno della sovranità del continente latino americano
anche in ambito culturale ed alimentare. Battaglia che ha ottenuto pieno
riconoscimento dalla Dichiarazione di Cochabamba della 42ª Assemblea dell’Organizzazione
degli Stati Americani OEA, svoltasi a giugno
a Tiquipaya in Bolivia, che ha fatto suo il progetto boliviano della Sicurezza
Alimentare con Sovranità, nonostante l’opposizione del Cile e degli Stati Uniti,
e che ha riconosciuto, malgrado l'opposizione sempre di Stati Uniti e del Canada,
il diritto boliviano e peruviano
all’acullico, la masticazione della foglia di coca nel suo stato naturale e ha
dichiarato il 2013 Anno Internazionale della quinoa, pianta utilizzata fin dai
tempi degli Incas e degli Aztechi. Se a ciò aggiungiamo la chiusura per
fallimento di 8 ristoranti da parte della catena Mac Donald e l’annunciata fine
della Coca Cola a partire dal 21 dicembre, risulta evidente il danno causato
alle multinazionali nordamericane.
E’ altrettanto chiaro, per quanto riguarda l’inclusione
di Cuba nella lista, che il vero obiettivo del Dipartimento di Stato è quello
di poter giustificare sia la sua logora e pluricondannata politica aggressiva
contro all’isola rebelde, come pure il criminale embargo unilaterale imposto al
popolo cubano da più di cinquanta anni.
Il Dipartimento di Stato nordamericano,
in realtà, nasconde le precise informazioni sulla trasparenza del sistema
bancario che Cuba presenta periodicamente alle Nazioni Unite, i suoi successi
nella lotta al narcotraffico e la proposta avanzata a febbraio del 2012 dal
governo cubano a quello nordamericano di concordare una programma bilaterale
per affrontare la lotta al terrorismo.
La doppiezza e la falsità
statunitensi sono evidenti, anche perché sono proprio loro il maggior centro di
lavaggio di denaro sporco, il paese con maggior consumo di droghe al mondo ed è
stata proprio la mancanza di regolazione e di controllo del suo sistema
finanziario il detonatore della crisi sistemica globale.
Ma allora il vero terrorista chi è?
Sono forse Cuba e tutti gli altri paesi dell’ALBA? Lo
è forse l’Alleanza Bolivariana per i Popoli di Nuestra Americana, perché ha
deciso di non voler più essere una colonia sfruttata dalle multinazionali, perché
attua politiche di autonomia e indipendenza dal Fondo Monetario Internazionale e
dalla Banca Mondiale, per una piena emancipazione e una reale sovranità
nazionale, per un’integrazione sociale, culturale ed economica della regione? Perché
l’ALBA rappresenta, oggi, l’unica alternativa antiimperialista e anticapitalista ed è forza trainante nel processo di
integrazione del continente latino americano che ha prodotto negli ultimi anni
diversi organismi continentali come il Mercosur, l’Unasur, la Celac per
realizzare l’integrazione senza la tutela degli Stati Uniti, in un contesto di
solidarietà, cooperazione, complementarietà e concertazione politica e nel
rispetto delle diversità?
Oppure il vero terrorismo di stato è proprio quello degli
Stati Uniti d’America? Uno stato che oggi usa ogni mezzo, dallo spionaggio,
alla sovversione, agli atti terroristici e ai colpi di stato pur di impedire la
definitiva indipendenza e integrazione latinoamericana. Dice un vecchio adagio:
“Il lupo perde il pelo, ma non il vizio”; infatti la sua politica nei confronti
del Sud America non è cambiata, anche se i mezzi sono più raffinati ma non per questo meno
insidiosi. La sua politica è sempre stata quella dello sfruttamento e
spoliazione delle risorse e delle materie prime dei paesi latinoamericani e
quella delle imposizioni di governi fantoccio delle oligarchie borghesi o
dittature militari che eseguissero le politiche neoliberiste del FMI e della BM
e che impedissero “il dilagare del comunismo”.
In nome della “teoria della sicurezza nazionale”,
allargata al patio trasero, il Dipartimento di Stato ha attuato politiche
aberranti, ha dato carta bianca alla CIA, guidata in quegli anni da George Bush
il futuro presidente, per stabilire un patto criminale tra le dittature del
Cono Sud, costituendo una vera e propria internazionale del terrore che con il
nome di Piano Condor o Operazione Condor, negli anni Settanta e Ottanta, con il
pretesto della "lotta anticomunista" e in favore della
"civilizzazione occidentale e cristiana", ha commesso un vero e
proprio genocidio.
Il ritrovamento
dei resti dei diplomatici cubani Galañena Hernández e Jesús Cejas Arias
Subito dopo il colpo di stato in Argentina nel 1976,
l’Ambasciata di Cuba fu nel mirino di questi gruppi organizzati contro la quale
hanno compiuto diversi atti terroristici.
Lo scorso 11 giugno sono stati rinvenuti i resti,
racchiusi in un barile con del cemento, di due persone identificate come il
diplomatico cubano Galañena Hernández e Jesús Cejas Arias che furono
sequestrati a Buenos Aires il 9 de agosto del 1976, mentre uscivano
dall’ambasciata di Cuba. Entrambi furono tenuti prigionieri e torturati
nell’Officina Orletti, il centro clandestino sede del Piano Condor. Secondo
l’indagine del giornalista statunitense John Dinges, l’agente della CIA Michael
Townley e il cubano-statunitense Guillermo Novo Sampoll avrebbero cooperato
alla tortura, all’interrogatorio e all’uccisione dei due diplomatici cubani
sequestrati, come ha anche confermato ai giudici Manuel Contreras Sepúlveda, ex
capo della DINA, la polizia segreta di Pinochet. I sequestratori avevano fatto
rinvenire un biglietto scritto a stampatello e senza firma in cui i due
diplomatici dichiaravano di aver “abbandonato l'ambasciata per godere della
libertà del mondo occidentale”: in questo modo non solo si creava discredito
contro Cuba, ma si rendeva superflua qualsiasi indagine della polizia.
Ma l’impunità di cui godeva questa organizzazione del
terrore, che ha provocato la morte e la sparizione di 30 mila giovani
oppositori della dittatura militare argentina, è stata spezzata grazie alla tenacia della madri dei desaparecidos e grazie alla coraggiosa
scelta del presidente argentino Kirchner di far processare i responsabili del
genocidio.
Per il sequestro e la sparizione di Galañena Hernández
e Cejas Arias successivamente sono stati condannati in Argentina il generale in
pensione Rodolfo Cabanillas, Raúl Guglielminetti, Eduardo Alfredo Ruffo e Honorio
Carlos Martínez Ruiz.
Dopo quasi quaranta anni, ancora riaffiorano l’orrore
e le prove del massacro di una generazione, perpetrato dai corpi speciali delle
dittature del Cono Sud, addestrati, finanziati e protetti dalla CIA e dal Dipartimento di Stato degli Stati
Uniti d’America. Allora di nuovo ci domandiamo chi è il vero terrorista? Come
si permettono gli Stati Uniti, con tanti scheletri nell’armadio, con tante
responsabilità che vengono fuori man
mano che sono resi pubblici i documenti della CIA, con l’impunità e la protezione
che offrono al terrorista Posada Carriles, nonostante il Venezuela ne abbia
richiesto l’estradizione, mentre condannano all’ergastolo i cinque agenti
cubani dell’antiterrorismo che indagavano proprio sulle attività sovversive
maturate nell’ambiente cubano di Miami, come si permettono di stilare una lista
di paesi patrocinatori del terrorismo?
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