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martes, 10 de diciembre de 2013

Homenaje al Jano - Conchalí 2013


Cada 22 de noviembre, familiares y amigos de Héctor Alejandro Venegas Gauthier, concurrimos al lugar donde falleció como resultado de una acción de protesta contra la dictadura, en el día del cumpleaños del tirano.



Esta vez nos volvimos a hacer presentes y, presididos por Paulette, madre del Jano, del Janito para la familia, realizamos el homenaje de palabras sentidas y cantos populares, alumbrados por las velas que quieren decirnos que la luz del joven combatiente permanece aquí y en todas partes.


Su hermana, Tamara, nos dijo a nombre de la familia que hubiera preferido tener un hermano "menos luchador" pero que estuviese junto con nosotros. Nosotros también lo sentimos así, pues necesitábamos mucho a jóvenes como Jano, para la construcción permanente junto a los y las populares, donde la organización y la formación consciente hace tanta falta. Les decíamos que la lucha es un concepto amplio, y que luchamos de muchas formas. Poner esas velas frente a la iglesia mormona donde Janito encontró la muerte, acaso es una forma de ayudar al Jano a sembrar luz, y de hacer visible su presencia tan querida.

Aquí las palabras de Carlos Ruiz en el homenaje:

Hace 24 años, cayó en una acción nuestro hijo, sobrino, primo y compañero Héctor Alejandro. Faltaban como tres semanas para una elección presidencial donde el dictador sería reemplazado por un gobierno civil.

Alguien pudo decir que faltaba muy poco, poco que esperar, porque la alegría ya venía. Si hubiese sido así, la pérdida del Jano hubiese sido en vano. Pero cada sacrificio en los años de dictadura, fue logrando que los días de ésta se acortasen de todas formas.

Otros dijimos, lamentablemente después, pasado el primer aturdimiento familiar y colectivo, que esta pérdida se pudo haber evitado y después de saber otros detalles de tragedias similares, ahí surgió la teoría de la infiltración. No nos hemos podido meter a fondo a esta investigación, primero como parte del mismo aturdimiento, que nos impedía hablar de ciertos detalles de la secuencia de hechos que llevaron a un destacamento de jóvenes, a emprender una acción que fue valorada por ellos como revolucionaria.

Ha pasado casi un cuarto de siglo y hoy no perdemos la memoria, donde se destaca el heroísmo, la entrega desinteresada, sin cuestionarse, sin hacer preguntas, por la cual el Jano pasó a la historia. Lo rescatable, es que Jano no solo fue un joven miliciano realizando acciones especiales. Lo principal es que mantuvo siempre una acción abierta a la gente, al trabajo de base, a crear conciencia para perderle el miedo a la tiranía. Estuvo abierto para aprender a aprender, para aprender a enseñar y para enseñar a enseñar. Y eso fue un trabajo colectivo con sus queridos compañeros y compañeras de colectivos juveniles del Cortijo, que desde entonces no han dejado de honrar a su memoria.

Tenemos que evaluar a estas alturas, que a la larga, el Jano tuvo enorme lucidez para no creer que venía “la alegría” que todavía algunos enamorados de la ilusión siguen esperando, y en estos días de noviembre de 2013, aun más.

Nos quedamos con el Jano construyendo desde la base, el accionar popular que llevaría a cuestionar a la dictadura y al régimen transicional que la reemplazó y que no cambió mucho lo anterior. Como muchos, Jano no se creyó el cuento y hoy simboliza la entrega por la gente popular. Nos quisiéramos quedar con la imagen del Jano reunido con otros compañeros y compañeras jóvenes, y creciendo él y haciendo crecer en convicción revolucionaria a gente que doblaba su edad.



Para los y las mapucistas, Jano es un hijo, un sobrino querido, es parte de nuestra historia. Los que teníamos vínculos cercanos con su entorno (en algunas épocas dificultados por algunos pasos tácticos por la clandestinidad, que ejercía él o ejercíamos nosotros), después de su trágica partida nunca pudimos ser los mismos. Mucho de lo que hacíamos nos lo cuestionamos. Dijimos una vez (el que habla a nombre del MAPU y mi compañero y compadre Marcelo), que teníamos que investigar lo que pasó, para evitar la pérdida de otros jóvenes tan valiosos y queridos como era nuestro sobrino.

Hoy decimos, que la vida y sacrificio de Héctor Alejandro deja un conjunto de enseñanzas: la generosidad como ejemplo y forma de vida. El espíritu crítico, de discernimiento crítico, de cuestionamiento, como lección alcanzada duramente. El que la alegría ya no llegó, algo que Jano supo, sigue vigente. Por la vía de la construcción de conciencia, hacia la organización de la gente, por la vía de organizar para crear las bases para el poder popular de mañana, es la conclusión que nos deja con su ejemplo, con lo que él hizo y con lo que le ha pasado al país en 24 años.

Por eso, es coherente con el ejemplo del Jano, nuestro llamado a no enfrascarse en la institucionalidad capitalista, que fue construida para desconocernos, segregarnos e impedirnos el menor protagonismo. A no creerles a los que nos ofrezcan irnos para la casa y encargarse ellos de arreglar las cosas. La revolución no la va a hacer un aparato armado ni un aparato de burócratas. Debemos dar nuestras mejores energía, como él hizo, en organizar al descontento, al indignado, que con pura rabia no se hace nada. Y que esa organización de los y las populares rebeldes, se dedique a la construcción del poder popular.

A CONVERTIR EL DESCONTENTO EN REBELDÍA
Y LA REBELDÍA EN PODER POPULAR

COMPAÑERO JANO, NUESTRO HOMENAJE ES Y SERÁ SEGUIR LUCHANDO, CREANDO PODER POPULAR













FOTOS: AGENCIA CHILE NUEVO



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