COMENTARIO:
“Si a los mayores ya no se les puede moldear y controlar, lo haremos con las siguientes generaciones.”
Nosotr*s deberíamos hacer lo mismo: trabajar prioritariamente con niñ*s y jóvenes.
Así, "venceremos nosotr*s, l*s mejores".
Fuente: Semanario Alternativas Nº 331.10 de octubre de 2014.
Uno de los secretos mejor guardados en Estados Unidos, es el de Tranquility Bay, un centro educativo estricto como ninguno, que se utiliza como campo de reeducación para chicos rebeldes. Uno de estos centros está en Jamaica. Los padres pagan cantidades muy elevadas de dinero por un centro que más bien parece un gulag o una especie de Guantánamo escolar. Los chicos reciben castigos corporales considerables aprovechando que la ley lo permite. Es la primera vez que se muestran imágenes de estos centros.
Tranquility Bay es un centro de reeducación extremadamente severo que se maltratan físicamente a los chicos internos y se les hace un lavado de cerebro. Es uno de los numerosos centros afiliados a WWASP, un conjunto de empresas dirigido con mano de hierro por unos empresarios de Utah, en Estados Unidos, ligados a los valores patriarcales y autoritarios del fundamentalismo mormón.
Actualmente, en Estados Unidos, hay más de mil empresas privadas que venden sus programas de reeducación infantil. En este mercado de casi 50.000 millones de euros, que crece a un ritmo del 25% anual, WWASP domina desde hace quince años el sector de la modificación del comportamiento. Su especialidad es el internamiento de adolescentes difíciles y la tarifa base es de 24.000 euros al año.
Esta red de centros se anuncia a través de Internet, de catálogos a todo color, de vídeos promocionales y del boca a oreja entre los padres, que ven WWASP como el último recurso. Pero por qué necesitan un último recurso? Porque tienen miedo de que su hijo pierda el camino. El miedo es el que alimenta este negocio.
El producto que WWASP vende a estos padres asustados suena muy bien. Se llama “modificación del comportamiento” y se resume en dos palabras: castigo y recompensa. WWASP educa a sus internos, tal como se enseña a un animal de compañía.
Un ejemplo del repertorio de castigos de estos centros es obligar a los chicos a permanecer tumbados en el suelo durante horas, días o semanas. En cuanto a las recompensas, sólo hay una: la ausencia de castigo. Es la única manera de obtener privilegios, como comer, lavarse, estudiar o bien llamar a los padres.
El capítulo más triste de la historia de estos adolescentes suele comenzar casi siempre a medianoche, cuando unos desconocidos los sacan de la cama de su casa y se los llevan por la fuerza hacia un destino desconocido. Y, cuando se acaba, todos están marcados para siempre, pero algunos hablan con rabia y con odio de sus pretendidos educadores, de sus padres y de su país, donde no hay ninguna legislación federal de protección a la infancia.
“Si a los mayores ya no se les puede moldear y controlar, lo haremos con las siguientes generaciones.”
El 2 de septiembre del 2007, en un programa de TV3 (Televisió de Catalunya) llamado “30 MINUTS“, emitieron un documental que me dejó tan aterrorizada, tan escandalizada, tan… sin palabras, porque de querer soltarlas todas no sería posible, que he dejado a un lado otros temas para construir un post lo más rápido, breve, descriptivo y contundente posible. Este es el enlace de TV3 (canal de televisión de Cataluña). Como está en catalán, traduciré la sinopsis para facilitar el acceso a todos. “Mañana comienzan las clases y el nuevo trimestre del curso escolar. Hoy visitaremos unos centros educativos que están triunfando en Estados Unidos, para combatir la rebelión juvenil. Unos centros donde los castigos corporales y psíquicos forman parte de la disciplina impuesta para doblegar a los jóvenes”.
Uno de los secretos mejor guardados de los Estados Unidos es el de “Tranquility Bay”, un centro educativo estricto como ninguno, que se utiliza como campo de reeducación para niños rebeldes.
Uno de estos centros se encuentra en Jamaica. Los padres pagan cantidades muy elevadas de dinero por un centro que más parece un GULAG o una especie de Guantánamo escolar.
Los chicos reciben castigos corporales considerables aprovechando que la ley lo permite. Es la primera vez que se muestran imágenes de estos centros.
Tranquility Bay es un centro de reeducación extremadamente severo donde se maltrata físicamente a los niños internos y se les hace un lavado de cerebro. Es uno de los numerosos centros afiliados a WWASP, un conjunto de empresas dirigidas con mano de hierro por unos empresarios de UTAH, en Estados Unidos, ligados a los valores patriarcales y autoritarios del fundamentalismo mormón.
Torturas
Actualmente, en los Estados Unidos, hay más de mil empresas privadas que venden sus programas de reeducación infantil. En este mercado de casi 50.000 millones de euros, que crece a un ritmo del 25% anual, WWASP domina desde hace quince años el sector de la modificación del comportamiento.
Su especialidad es el internamiento de adolescentes difíciles y la tarifa base es de 24.000 euros al año. Esta red de centros se anuncia por medio de internet, catálogos a todo color, vídeos promocionales y del boca a boca entre los padres que ven WWASP como último recurso.
¿Pero, por qué necesitan un último recurso? Porque tienen miedo de que su hijo pierda el rumbo.
EL MIEDO ES LO QUE ALIMENTA ESTE NEGOCIO
El producto que WWASP vende a estos padres asustados suena muy bien. Se llama “modificación del comportamiento” y se resume en dos palabras: castigo y recompensa. WWASP educa a sus internos, tal como se enseña a un animal de compañía. Un ejemplo del repertorio de castigos de estos centros es obligar a los chicos a estar estirados en el suelo durante horas, días o semanas. En cuanto a las recompensas, sólo hay una: la ausencia de castigo. Es la única manera de obtener privilegios, como comer, lavarse, estudiar o llamar a los padres.
El capítulo más triste de la historia de estos adolescentes, suele comenzar casi siempre a medianoche, cuando unos desconocidos los sacan de la cama de sus propias casas y se los llevan a la fuerza hacia un destino desconocido. Y, cuando se acaba, todos están marcados para siempre, pero algunos hablan con rabia y odio de sus presuntos educadores, de sus padres y de su país, donde no hay ninguna legislación federal de protección a la infancia.”
¿Por qué no cierran estos centros?
Tiene una respuesta fácil y rápida. En una investigación sobre los fondos económicos de la empresa se descubrió que WWASP financia al Partido Republicano con grandes donaciones de dinero (más de un millón de dólares en donaciones públicas entre el 2002 y el 2004) y también financia al Movimiento Mormón.
Por otra parte, autoridades de otros países (Costa Rica, México, Suiza y la República Checa) han conseguido cerrar seis de los doce centros que tienen abiertos, entre ellos uno en Girona. Según “El Confidencial“, este último se cerró en abril de 2006 cuando empezó una investigación por la denuncia del dueño de un restaurante que encontró a un menor de 14 años en la estación de tren de Figueres quien le explicó que se había escapado de un centro de menores porque le maltrataban.
A partir de ahí los Mossos d’Esquadra (policía autonómica de Cataluña) acudieron a la masía Can Gener (Sant Llorenç de la Muga, Girona) y encontraron a cinco adolescentes que presuntamente sufrían malos tratos de forma habitual, e incluso los encerraban en jaulas de jabalíes cuando no querían trabajar o decían que se encontraban mal.
Vídeo: http://tu.tv/videos/tranquility-bay-documental
Los niños perdidos de Tranquility Bay from sigronet on Vimeo.
http://vimeo.com/63552426
Los niños perdidos de Tranquility Bay from sigronet on Vimeo.
http://vimeo.com/63552426
COMENTARIO:
“Si a los mayores ya no se les puede moldear y controlar, lo haremos con las siguientes generaciones.”
Nosotr*s deberíamos hacer lo mismo: trabajar prioritariamente con niñ*s y jóvenes.
Así, "venceremos nosotr*s, l*s mejores".
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