“Chile fértil provincia y señalada
en la región antártica famosa,
de remotas naciones respetada
por fuerte principal y poderosa;
la gente que produce es tan granada,
tan soberbia, gallarda y belicosa,
que no ha sido por rey jamás regida
ni a extranjero dominio sometida”.
Tanto hemos cambiado, que nos sucedió, de nación
principal, pasamos a ser lacayos del imperialismo. De un pueblo tan granado,
tan soberbio, tan gallardo, pasamos a convertirnos en una tropa de estafadores,
de ladrones y cobardes. Tanto hemos cambiado desde que Alonso de Ercilla y
Zúñiga escribiera su poema épico.
Esa fértil provincia, ahora llena de cemento y
edificios de departamentos sin ninguna finura arquitectónica. Deambulan los
seres anónimos, viajan por el transantiago, por la ironía de la vida ese medio
de transporte colectivo mutó en un sistema socialista, ya que la gente, esa
misma gente que vota (los que votan cada cuatro años, porque los otros se
abstienen sin saber porque se abstienen), en su mayoría no paga el pasaje, tal
vez se dirán en silencio. “Bueno si todo roban, porque no robo yo también”.
Los que no
viajan en micro lo hacen en el metro, hombres, mujeres, escolares, madres con
sus hijos en coche, obreros de la construcción, oficinista, estudiantes apretados
como sardinas, eso sí hay un denominador común la mayoría de los pasajeros
expresan sin temor su relación de naturaleza simbiótica entre el hombre y la
maquina, o mejor dicho entre las dos manos y su celular.
Este chileno medio como orgullosamente se gusta auto
definirse, vive atrapado o mejor dicho vive en un estado de naturaleza
permanente de alienación, entre vender o arrendar diariamente su fuerza de
trabajo, al capitalista, después que se ha vendido por 10 o más horas, queda
atrapado por las tarjetas de créditos, el constante endeudamiento al
supermercado, al banco, las tiendas comerciales.
Nuestro ciudadano medio sigue adentrándose en el laberinto
neoliberal, huyendo de su verdadera realidad de trabajador explotado, olvidó
cual es su papel en esta sociedad, pasó de una rica fase de organización y
enfrentamiento contra el poder burgués, a un estado pasivo y de resentimiento
social no contra su explotadores sino contra sus iguales, que de vez en cuando
saca a relucir su racismo frustrado contra el peruano, el colombiano, pero no
dice nada o mejor dicho queda en silencio rastrero ante los españoles, que
huyen de una España que está envuelta en una crisis económica.
“Pobrecito mortal” (como dice una canción de Florcita
Motuda), desde que se levanta para ir al trabajo, donde pierdes horas y horas
en el transporte público, que la mayor parte de su vida asalariada lo pasa en
el trabajo, y los ratos de ocios va junto a su familia al Mall más cercano de
su casa.
En qué momento los millones de trabajadores, los
esclavos del neoliberalismo, con un salarios promedio inferior a $ 400.000,
mientras los Bravos de PENTA ganan 36 millones de pesos, los ministros los diputados
y senadores con sueldos superiores a 20 millones.
Los millones de trabajadores ¿en qué momento tienen
una pausa, ya sea en su lugar de trabajo, o en su casa, para ver las noticias,
o comprar un diario e informarse de lo que pasa en este largo y quebrajado
país?
No lo tienen, el neoliberalismo depredador le inoculó
en su ADN, el individualismo, el egoísmo, el apoliticismo, el desprecio a una
noble actividad que es participar en política, y cuando hablo de política, no
me refiero a la política partidista; Aristóteles sostenía que los ciudadanos
que no se preocupaban de los asuntos de la ciudad “Eran unos idiotas”. Hoy en
día los idiotas salen por todos poros de la ciudad, que duerme en un letargo
permanente.
Mientras los otros, se enriquecen, y quienes son los
otros, esos mismo que azuzaron a los militares para derrocar al Gobierno
Constitucional del Doctor Salvador Allende, esos otros son los mismos que
gobernaron junto al tirano, y se enriquecieron vendiendo las empresas que
estaban en manos del Estado, esos mismos los otros que han gobernado y siguen
gobernando con los Gobiernos de la Concertación, el Gobierno de la “alianza por
Chile”, y los mismos políticos de antaño se cambian de nombre y se hacen llamar
“la nueva mayoría”; esos los otros, no somos nosotros, no es el pueblo
trabajador, que está totalmente ajeno a la riqueza que han acumulados los ricos
de la dictaduras y los nuevos ricos de los Gobiernos postdictatorial.
Es una santa alianza entre pinochetistas, empresarios
y los políticos corruptos y degenerados de la flamante “nueva mayoría”.
Que los comunistas no se laven las manos, ellos son
parte integrante de los otros, por lo tanto deben asumir ante la historia su
responsabilidad política de ser parte de un Gobierno cobarde, rastrero,
yanacona, anti obrero, que no venga después con la misma cantinela de
victimarse y aún que se laven las manos, las seguirán teniendo sucias.
Nuestro pueblo trabajador ha perdido su capacidad de
asombrase, de tener una mentalidad crítica frente a los hechos cotidianos que constantemente
están sacudiendo al país, ¿Porqué? Por que perdió su conciencia de clase,
conciencia que le legaron los obreros organizados en la combativa Federación
Obrera de Chile, en la clasista Central Única de Trabajadores, la del año 53,
la que fundó el legendario Clotario Blest; también dejo de lado su conciencia
política, perdió todo interés de participar en sindicatos, no se involucra en
los problemas mínimos de su población, dejó de motivarse y perdió todo interés
en la actividad política.
Los otros son la minoría, tienen el poder político,
económico y militar, son dueños de las AFP, de la banca, del comercio, de la
gran industria minera, de las tierras, el agua y un cuanto hay; compran
Diputados, Senadores y Alcaldes, estafan al fisco, sobornan al empleado
público, no acatan los fallos de la Corte Suprema, los Ministros están dentro
de su nomina de pagos; por lo tanto trabajan para los otros no para nosotros.
¿Y porque pueden hacer todo eso y mucho más todavía?, Los otros fuera de tener
a sus pies los tres poderes de la democracia burguesa, el legislativo, el
judicial y ejecutivo, debemos incluir a las fuerzas armadas, cuentan con una
herramienta mucho más poderosa, que todos esos poderes juntos, esos otros que
son minoría, son una minoría poderosa porque están organizados.
Nosotros por otro lado somos mayoría, mayoría
trabajadora desorganizada, apática, totalmente enajenada, nos manda la tarjeta
de plástico, somos rehenes de los préstamos usureros de la banca.
El año 1907 los capitalistas de la minería del salitre
junto a los militares mataron a 2600 obreros salitreros, una de sus
reivindicaciones era eliminar la ficha como forma de pago; hoy en día la clase
trabajadora lleva en sus carteras un sinnúmero de fichas plásticas, tenemos más
tarjetas de créditos y celulares, que habitantes.
Esta mayoría que somos nosotros, no los otros, no
tiene opinión política, no se preocupa de los graves problemas de la nación,
problemas que lo atañe directamente, por citar algunos casos: La rebelión de
las provincias, por tener mayor participación en el gasto público, la
destrucción del bosque nativo, para después plantar pinos y eucaliptos, árboles
que son unas verdaderas bombas de sacar agua. El robo legalizado de nuestras
pensiones. El mercado descarado de la educación. La rebelión justa del pueblo
Mapuche por su autonomía.
La mayoría cada 4 años toma importancia relativa,
cuando los políticos corruptos y degenerados nos convocan para votar, porque
esta democracia tan peculiar le permite a esta mayoría solamente participar en
actuaciones muy determinadas como son:
Para presidente. Para diputados y senadores, para
alcaldes y concejales, para los CORES, y ahora para intendente y nada más
después ándate para tú casa y no te metas tus narices, déjanos a nosotros, no
queremos controles de ningún tipo.
Somos ciudadanos cada cuatro años, en ese día los
medios de comunicación escrito, radial y televisivo, junto a los bufones del
neoliberalismo, como los Correas, los Tironis, los Navia, los Vidal y toda la
ralea de comentaristas políticos, que ensalzan la madurez cívica de nuestro
pueblo.
Nosotros somos mayoría, pero somos débiles, porque no
estamos organizados, ¿y porque no estamos organizados? Podemos dar muchas
razones, solamente tomaremos dos tesis.
Primera tesis: La izquierda histórica PC, PS: Estos
dos partidos que nacieron a la luz en situaciones históricas diversas lograron
en un período bastante acotado generar una base obrera que les permitió una
base de sustentación, para desarrollar su política alrededor del Estado
burgués, no para destruirlo sino para penetrarlo y desde adentro ir haciendo
los cambios necesarios para mejorar económica y socialmente al pueblo
trabajador. Estos dos partidos en vez de desatar el ímpetu revolucionario de la
clase obrera lo ataron, lo redujeron, lo debilitaron en forma paulatina, lo
metieron a la jaula de la institucionalidad burguesa.
Segunda tesis: El movimiento sindical: el sindicalismo
(no confundirlo con el movimiento obrero), aportó también su grano de arena al
institucionalizar las reivindicaciones económicas, sociales y políticas del
proletariado. El despertar de la clase obrera chilena fue mucho más temprano
que en otros países de América Latina, producto de una burguesía más
emprendedora, por las condiciones de aislamiento del país y de sus riquezas
mineras.
Este proletariado compuesto en su mayoría por peones
libres, jayanes campesinos, mestizos y Mapuche, desarrolló su actividad
reivindicatoria al margen de la institucionalidad del Estado burgués, y de sus
partidos, en el fondo el bajo pueblo estaba generando su propia estructura
orgánica en forma paralela a la institucionalidad capitalista y católica; un
ejemplo de esto es la constante pugna que se generó entre los sindicatos libres
y los sindicatos legales cuando Alessandri promulgó el Código del Trabajo.
La CUT a pesar que su declaración de principios es
bastante rupturista y clasista también encauzó la lucha de clase por la vía
institucionalizada. Esta colaboración entre movimiento sindical y Estado fue
mucho más evidente cuando el aparato sindical del partido comunista y
socialista sacó del camino al dirigente sindical Clotario Blest.
Entonces las razones del apoliticismo, la apatía y la
pérdida de la conciencia de clase del pueblo trabajador, no están solamente en
la destrucción que hizo la dictadura criminal de los patrones y el imperialismo
sino que también son por razones históricas.
POLÍTICOS CORRUPTOS:
Lenin decía “los políticos hacen todo lo contrario a
lo que hablan y prometen”, esta frase caracteriza a los políticos chilenos;
hablan de democracia en las conferencias de prensa, y en secreto promulgan
leyes que atenta contra la democracia.
Promulgan leyes para la transparencia de la actividad
pública, y al mismo tiempo se blindan para burlar esas mismas leyes, hay un
dicho “hecha la ley, hecha la trampa”.
Forman comisiones para combatir la corrupción y en
privado se preparan para estafar al fisco, con boletas y facturas falsas, a su
esposa, hijos y a familiares y los colocan en los mejores cargos de la
administración pública.
POLÍTICOS DEGENERADOS:
El conglomerado más degenerado en la historia política
de Chile, es la Nueva Mayoría, conocida en antaño “Concertación para la
Democracia”, En ese conglomerados se reúnen en una santa alianza entre
demócratas cristianos golpistas, socialista traidores a la persona de Salvador
Allende, y al programa de la Unidad Popular. Un partido instrumental como el
PPD, una organización estructurada para saquear al Estado. Los radicales con su
conocido lema. “no me den, póngame donde hay”. Y por último los comunistas, siempre
los pobrecitos comunistas, tan desesperados por ser parte integrante de la
Concertación, para obtener unos escaños en el parlamento.
Donde está la moral, donde quedó la ideología, en qué
lugar ocultaron los valores. La pregunta que nos debemos hacer es que si estos
partidos nacieron con un programa, para cambiar la sociedad, fueron derrotados,
o simplemente el sistemas los absorbió, para que terminaran siendo portavoces y
defensores del neoliberalismo, en el proceso evolutivo de la política
degeneraron en partidos corruptos y mentirosos.
POLÍTICA Y NEGOCIO.
La señora Bachelet es seguidora de la filosofía de
Parménides: “Todas las cosas son ilusiones de la mente”. La presidente es
primero madre, así que para ella no existía ningún problema con su querido hijo
Sebastián Dávalos, con información privilegiada y con un buen respaldo
político, el de su mamá, se reuniera con uno de los dueños de Chile: el señor
Luksic le otorgo un crédito por $6.500 millones a Caval, para comprar unos
terrenos en Machalí y luego venderían por $9.500 millones.
La señora Presidenta se enteró por la prensa de los
negocios de su hijo y su nuera, ella no sabía (Bueno, nunca sabe nada), por lo
tanto para Bachelet las cosas existen cuando ella las ve o mejor dicho cuando
ella las lee en la prensa, por fortuna en este país existe el duopolio, sino no
hubiera sabido absolutamente nada, no creo que se haya enterado por la prensa
que tiene hijos.
El caso PENTA, que involucra fundamentalmente a
partido de ultraderecha la UDI, una agrupación de políticos que desarrollaron
su actividad política bajo el manto protector de la dictadura criminal de
Pinochet.
Por tomar estos dos casos, sin necesidad de recordar
hechos de corrupción que sucedieron en el gobierno del señor lago y que
involucró a la Concertación esta misma clase política, corrupta, degenerada y
mentirosa que nos gobierna.
QUE HACEMOS.
La interrogante el
pueblo trabajador en las condiciones de
pauperización social, de falta de organización, de nula conciencia de clase,
con sindicatos débiles, podrá levantarse de su pasividad y desarrollar una
lucha de clase, para derrotar al sistema capitalista.
El enfrentamiento tiene que ser global, tenemos que
dejar de lado las reivindicaciones de carácter particular, ante una sociedad
burguesa globalizada, tenemos que tener una clase trabajadora con peticiones
globales.
El pueblo trabajador Argentino acuñó la frase “Que se
vayan todos, que no quede ninguno”. En este país contaminado con políticos
corruptos la ciudadanía debe auto convocarse para llamar a un Paro ciudadano
popular y prolongado; levantado un pliego de peticiones de naturaleza global.
La ciudadanía debe dejar de lado las peticiones
particulares, los estudiantes con sus marchas loables y particulares es poco lo
que pueden hacer. Los Mapuches por su reivindicación de autonomía y libertad,
los conflictos ecológicos, el movimiento sindical con sus sindicatos débiles,
todos estos movimientos sociales en sus demandas en forma separada bastante
poco lograrán ante el poderoso Estado burgués neoliberal.
La ciudadanía debe auto convocarse para llamar a un
PARO CIUDADANO.
Todos los ciudadanos LE DECIMOS NO al neoliberalismo.
Fernando Juka. Integrante del CODEHS.
Huechuraba / 16 / 03 / 2015.
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