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lunes, 7 de noviembre de 2016

VENEZUELA: Fracasa intento de golpe

Venezuela: El Imperio se ha quedado con las ganas

por Carlos Aznárez 

Resumen Latinoamericano, 2 noviembre 2016.-

El día en que en un futuro no muy cercano algún historiador se apreste a intentar describir lo que ha sido la última quincena de octubre en Venezuela, no dejará de asombrarse por la profusión de datos tendientes a demostrar la fragilidad en que parecía encontrarse el gobierno revolucionario. Todos los grupos de poder locales e internacionales apuntaban a la cabeza de un proceso que se ha ido convirtiendo en referencia ineludible a la hora de hablar de resistencia y lucha frontal contra el Imperio.

Vale la pena insistir: dos semanas atrás parecía que la oposición venezolana (la que se dice “moderada” y la más ultra) habían decidido generar la ofensiva final para provocar el derrocamiento del gobierno legítimo de Nicolás Maduro. No sólo hubo un serio intento de golpe parlamentario, abortado al ser expuesto en la superficie local e internacional por la precisa y contundente movilización de un puñado de chavistas que hicieron lo que tenían que hacer, es decir, ocupar la Asamblea Nacional por un periodo corto de tiempo pero que alcanzó para generar conciencia al resto de los seguidores del gobierno sobre los peligros que estaban acechando en ese momento.

Inmediatamente, se descargó toda una batería opositora de acciones: un grupo de diputados ligados a la MUD (Mesa de Unidad Democrática) intentaron iniciar un juicio político a Maduro, otros convocaron a “tomar Caracas y Venezuela entera” y finalmente varios de los secuaces del golpista preso, Leopoldo López, lanzaron guarimbas que dejaron un muerto y varios heridos. A su vez, el terrorismo mediático se relamía, lanzando títulos “catástrofe” sobre “el caos y el estado de disolución que impera en Venezuela”.

Sin embargo, esta oposición que desde hace tiempo no da pie con bola, a pesar de recibir suculentas partidas de dinero de sus amigos de Washington y Miami, se encontró con cuatro factores que en sus delirantes planes desestabilizadores no figuraban como posibles. Por un lado, el punto de inflexión que significó el “empujoncito” dado por el Papa Francisco a la hasta ese entonces alicaída Mesa de diálogo. Tras recibir una veloz pero oportuna visita de Maduro, el Vaticano decidió jugar fuerte y sin pérdida de tiempo nombró a un representante para que apurara las conversaciones entre el Gobierno y la MUD.

Por otro lado, el pueblo, ese factor fundamental en todos estos años de Revolución Bolivariana, no dejó la calle ni un solo día, generando una respuesta de gigantesca solidaridad con su Presidente y dando una fuerte señal interna y también dirigida a quienes conspiran en el exterior. “Si lo intentan, nos van a encontrar. Si quieren dialogar, bien, si optan por la violencia, les responderemos con la unidad de nuestras organizaciones y la contundencia de nuestras autodefensas”, sintetizó el pensamiento existente por abajo el responsable de una de las organizaciones populares de Caracas. Lo decía, a sabiendas que en cada barrio, en cada comuna, en cada sitio de trabajo, había hombres y mujeres dispuestas a defender todo lo que en estos años se ha conquistado.

El tercer elemento, tiene que ver con el estruendoso fracaso de las “operaciones” internacionales de desestabilización. Tanto las llevadas adelante por el secretario de la OEA, Luis Almagro, como por la “triple alianza neoliberal” de Mauricio Macri, el ilegítimo Temer y Horacio Cartes, desde el Mercosur, sumado a cada una de las estratagemas orquestadas por Estados Unidos, el Comando Sur y sus aliados europeos (con España a la cabeza) para mostrar -medios hegemónicos mediante- que “la dictadura de Maduro” se estaba viniendo abajo.

El cuarto y fundamental tema surgió de esa nueva demostración de fidelidad al orden establecido y respaldo a la conducción presidencial surgido de las Fuerzas Armadas Bolivarianas. La imagen que recorrió el mundo, mostrando al ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, rodeado de los altos mandos uniformados, impactó de lleno en quienes conspiraban maliciosamente. Si hay un elemento por el que Hugo Chávez se preocupó personalmente para enaltecer y subordinar a los intereses del conjunto, ese fue precisamente el cuerpo militar. Tras su partida, esos valores se fueron convirtiendo en un ariete más que necesario para enfrentar la batalla declarada contra Venezuela. Esa escalada que el propio Padrino López definió como “global” y enmarcada en la perspectiva de “guerra de cuarta generación” con ataques asimétricos y a gran escala. Todas esas embestidas, más seguramente los intentos, por parte del enemigo, de cooptar, comprar y presionar a los hombres y mujeres de las tres armas, chocaron contra un auténtico búnker de dignidad y patriotismo.

Por lo tanto, no hubo golpe, ni derrocamiento, ni tragedia nuestramericana. Nada de lo previsto por los halcones estadounidenses ni los cuervos locales ocurrió realmente. A cambio, uno a uno, mansitos y en fila, convencidos que otra vez habían calculado muy mal los tiempos y la capacidad de reacción del pueblo venezolano, los jerarcas de la MUD se fueron sentando en la mesa convocada por el gobierno. Algunos díscolos expresaron su descontento hacia los primeros concurrentes, pero poco a poco el clima contemporizador se extendió al resto y hasta el propio Ramos Allup, quien había jurado mil veces no sentarse a ninguna mesa convocada por Maduro, comenzó a enrollar sus discursos y reconoció que “ahora es tiempo de diálogo”.

A esta altura de los acontecimientos, queda claro que el chavismo ha ganado este importante round de una pelea que sin duda ha de seguir, pero que la victoria actual le permitirá afrontar los nuevos desafíos con mayor soltura y solidez. Eso en lo que hace a los enemigos externos, pero sin duda este empuje recibido deberá servir también para revalorizar el patio interno en cuanto a tomar medidas urgentes para que el proceso revolucionario se siga profundizando, asumiendo el legado del Comandante Chávez.

El hecho de dialogar con quienes han intentado desestabilizar y boicotear al Gobierno y por ende al mismo pueblo, no deberá significar que se descuide ni un minuto a los que han venido poniendo el cuerpo día a día para que la Revolución no se detenga. Ningún atajo hacia posiciones social demócratas o postergaciones de las definiciones revolucionarias surgidas en cada uno de los documentos forjados en la lucha de todos estos años, son recomendables en un momento en el que el pueblo está dando luz verde para seguir avanzando.

Finalmente, esta importante buena noticia llegada desde Venezuela, sirve también para levantar el ánimo de los pueblos del resto del continente, hoy duramente golpeados por la ofensiva derechista regional. Cuando la locomotora neoliberal parecía imparable, el pueblo venezolano ha demostrado una vez más que sólo luchando “se consigue lo imposible”. Por eso ganó la calle, se abrazó con sus uniformados, y con el Presidente Maduro al frente, le cortó el paso y la hizo retroceder. Esta vez, el Imperio se ha quedado con las ganas.

Caracas: Manifestación en apoyo al gobierno de Maduro y a la revolución bolivariana. Agosto de 2016.
Más información en:
http://peru21.pe/mundo/venezuela-miles-chavistas-se-manifiestan-apoyo-maduro-y-defensa-paz-2256072
http://www.telesurtv.net/multimedia/Venezuela-se-movilizo-en-defensa-de-la-paz-20161103-0035.html




domingo, 6 de noviembre de 2016

Libro sobre el gobierno de Allende y el Poder Popular, por Franck Gaudichaud

Chile. Sobre el gobierno de Allende y el Poder Popular: el libro de Franck Gaudichaud

“Aspiramos a que el régimen de la memoria no se viva como áspera condena”
Miguel Mazzeo

“Es raro leer un libro llevado con tanta convicción en el esfuerzo de dar la palabra a las y los de abajo”
Michäel Löwy

Andrés Figueroa Cornejo

Franck Gaudichaud es un francés con medio corazón en Chile. De hecho, su compañera y su único hijo, Darío, nacieron en el país del fin del mundo. Master en Historia, Doctor en Ciencias Políticas y militante político y social, es autor de ‘Poder popular y Cordones Industriales’ (Ed. LOM), ‘Operación Cóndor. Terrorismo de Estado en el Cono Sur’, ‘Las fisuras del neoliberalismo chileno. Trabajo, crisis de la democracia tutelada y conflicto de clases’ (Ed. Tiempo Robado y Ed. Quimantú), entre otras publicaciones.

Su tesis doctoral para las y los lectores de habla española de ‘Chile 1970-1973. Mil días que estremecieron al mundo. Poder popular, cordones industriales y socialismo durante el gobierno de Salvador Allende’, publicada en el país andino por Ediciones LOM, fue lanzada en la Sala Domeyko de la Casa Central de la Universidad de Chile el pasado 2 de noviembre ‘a tablero vuelto’.

La creatividad popular

Franck Gaudichaud indicó que “el punto de partida del libro fue volver a una historia sobre la cual existe un océano biográfico, pero donde, paradójicamente, queda mucho por investigar. Cuando comencé, lo que más me llamó la atención fue que hay un actor central del proceso muy poco investigado: el movimiento obrero. Hay mucho sobre los partidos políticos, sobre el gobierno, sobre la intervención imperialista, etc. ¿Pero dónde estaban los que hicieron el proceso, los trabajadores, los sindicatos, los territorios y poblaciones? ¿Qué pasaba en las fábricas, en la base? Queda mucho por estudiar sobre lo que ocurrió en las regiones. Yo creo que es uno de ‘los tesoros perdidos de la Revolución Chilena’, estos es, hay que recuperar toda la riqueza de ese período que fue fiesta y drama, pero también fue mucha creatividad popular.”

Durante el lanzamiento, Gaudichaud proyectó explicativamente una serie de fotografías que ilustran los mil días del gobierno de la Unidad Popular, en especial, desde abajo, desde los trabajadores y el pueblo.

“Compañero”

En la presentación, la traductora al español del texto originalmente en francés, Claudia Marchant (co-editora de Tiempo Robado Editoras), señaló que “a través de la traducción de la tesis doctoral de Franck tuve la oportunidad de conocer y entender mejor un texto de mi padre, el filósofo chileno Patricio Marchant, y la importancia y fuerza que le asignó a la palabra ‘compañero’. La fuerza de la dignidad de un momento histórico en el país, vivido por personas comunes y corrientes que no dudan en decir que los años de la Unidad Popular (1970-1973) fueron los más felices, los más plenos, los más importantes. A pesar de las dificultades, de las peleas, del trabajo duro y de la derrota posterior, de la dictadura y de nuestra actual pos-dictadura. 

Patricio Marchant escribía en 1989, ‘el régimen de Salvador Allende pudo tener los orígenes sociales, históricos, económicos que se quieran. Pudo tener, y los tuvo, todos los errores que se quieran. Pero para quienes lo vivimos a través de la música de la palabra ‘compañero’, constituyó la única experiencia ético-política de nuestra vida. Esa es la absoluta superioridad moral, ese ser distinto, de otra especie, sobre los que nada supieron de la palabra compañero. Mérito evidentemente no de nosotros, no de nuestra individualidad o de nuestro ser persona. Mérito de esa palabra, de esa música. Música-palabra que no fue inventada por alguien. Música-palabra que dice cuáles eran las fuerzas de ese proceso histórico y nos señalaba sólo eso: la posibilidad de un corresponder a ese proceso. Compañero. Porque una cosa es Salvador Allende, otra esa música ‘Compañero Presidente’, ese fundamento de la grandeza de Salvador Allende. Atenuándose, las desigualdades persistían entre nosotros. Iguales éramos, sin embargo, al saludarnos como ‘compañero, compañeros’. Ese sueño, poco tiempo realidad, convirtió a Chile en un país digno de respeto.’”

“Una memoria para las luchas del presente”

Marchant manifestó que “Es ese país digno de respeto el que Franck nos ofrece hoy. En su trabajo vemos con hechos concretos cómo desde abajo se vivió ese proceso. Repasa los momentos más importantes de la movilización popular, sin por ello dejar de ver sus errores, titubeos y sus dificultades. Sin dejar de lado tampoco, la interacción con la revolución desde arriba, impulsada por las medidas de Salvador Allende y los partidos políticos de la Unidad Popular. Nos relata con bastante detalle, especialmente los cordones industriales de Cerrillos-Maipú, de Vicuña Mackenna, sin dejar de mencionar a las demás coordinaciones en provincia, en Arica, Valparaíso, Concepción, Osorno, Punta Arenas, entre otras. La lucha de los pobladores y del campamento Nueva La Habana, la Asamblea de Concepción en julio de 1972, la Toma de Constitución en febrero de 1973. Las posiciones de los diferentes actores políticos y sociales; los mecanismos de participación desde arriba y desde abajo; los periódicos que salieron a la luz en esos días; la expresión de la lucha cultural e ideológica en curso. Levanta cuadros y lista territorios y su expresión de poder popular; identifica fábricas y dirigentes involucrados, dejando la cancha abierta para todos aquellos que quieran seguir investigando este período. Pero no se trata de episodios aislados, algunos de los cuales han sido tratados con profundidad en otros textos y quedan debidamente referenciados aquí. Sino que el panorama, el paisaje que se dibuja, nos permite tener una visión de conjunto de lo que estaba pasando en los diferentes frentes y lugares. Aunque, sin dudas, como el mismo autor lo ha reconocido, hay territorios menos indagados, entre los que podemos mencionar el campo chileno, las comunidades mapuche y no mapuche asentadas en la pre-cordillera y cordillera, que también tuvieron momentos excepcionales de desarrollo de poder popular, como lo fue el complejo maderero y forestal Panguipulli. Tampoco deja de lado a la oposición y su organización, sus dirigentes y articulaciones. El paro de octubre de 1972 es un momento álgido del texto, así como la forma en que el gobierno y el pueblo movilizado van procesando la embestida patronal. Tampoco se trata de levantar un cuadro heroico de un proceso excepcional. La idea no es construir una memoria y una historia petrificada y despolitizada. Se trata de una memoria para las luchas del presente. No como legado para las nuevas generaciones o no solamente para ello, sino que para hoy, para las y los movilizados de nuestro presente.”

La traductora del texto agregó que “Me imagino que Franck comparte las expresiones de Miguel Mazzeo (historiador, académico y militante político-social argentino) que trabaja el tema del poder popular hoy. Mazzeo escribe que ‘no se trata de que nuestro abordaje esté condicionada por las políticas de la memoria y no por las necesidades inherentes al proyecto emancipador en Nuestra América. Aspiramos a que el régimen de la memoria no se viva como áspera condena. Cuando el pasado es el único lugar del encuentro, o el lugar privilegiado para la realización de nuestros sueños, el presente puede ser el lugar de la pasividad, el fatalismo, la ambigüedad, las querellas superficiales y la mera retórica. Las políticas de la memoria, cuando no promueven síntesis políticas y balances prácticos, cuando opacan el presente y el futuro, pueden terminar como un recurso de las clases dominantes, como un procedimiento destinado a conjurar la praxis emancipadora actual, porque de esta manera instalan en la sociedad la idea de que ese pasado nunca será futuro’.”

Los intersticios de la academia, ventanas abiertas al fragor de las calles

Claudia Marchant comentó que “También podemos destacar las palabras Michäel Löwy en el prólogo del texto de Franck en su edición francesa: ‘es raro leer un libro llevado con tanta convicción en el esfuerzo de dar la palabra a las y los de abajo, en ruptura con las lecturas tradicionales, esencialmente institucionalistas, de la trágica, pero apasionante experiencia chilena. Un trabajo que no esconde su enfoque, su método: analizar los hechos desde el punto de vista de la lucha de clases. Tampoco esconde su empatía crítica con la causa de los vencidos del golpe de Estado militar. Lo trabajadores, los oprimidos y los explotados. Y en particular en este libro, del poderoso movimiento obrero chileno’.

Franck retoma el desafío que tan claramente Luis Martín Cabrera expresa en un texto que Proyección Editores lanzó hace pocos días y que ha copado nuestras últimas conversaciones: ‘Insurgencias invisibles’. Dice Luis Martín que ‘los profesores deberíamos salir de nuestras guaridas académicas, al menos de vez en cuando, a trabajar en las comunidades. No para dictar conferencias o para apropiarnos de sus conocimientos y encerrarlos en nuestros papeles. Si no que para intercambiar conocimientos, para socializar nuestros privilegios e insertarlos en una lógica de tiempo y espacios robados. Pensar en los intersticios de la academia, ventanas abiertas al fragor de las calles’.”

Mito, realidad y los trabajadores organizados por abajo

Mario Olivares (dirigente sindical, ex militante de los cordones industriales) dijo en la presentación de la obra que “soy un hombre viejo, soy un sobreviviente de esa experiencia. En esa época trabajé en una de esas industrias más o menos emblemáticas de lo que fue el cordón Vicuña Mackenna de Santiago. Entonces yo era dirigente sindical y militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). A mis 66 años, sigo siendo un dirigente sindical activo de los trabajadores de la Viña San Pedro, la segunda vitivinícola de exportación del país que hace parte de la CCU, cuyo propietario es el grupo económico Luksic. 

Sobre el libro de Franck, me parece interesante cómo recoge la información. Toma referencias de otros autores que han escrito sobre el proceso de la Unidad Popular y de los cordones industriales. Pero lo que me parece más interesante aún, es que Franck conversa con muchos compañeros como yo, que fueron obreros al interior de las fábricas. Entonces, al leer el libro, uno se da cuenta que el análisis que tenía la conducción de los partidos de izquierda de la época respecto de lo que nosotros estábamos sintiendo abajo, no encaja bien. Allí uno se percata de que existían muchas situaciones que tenían más que ver con mitos que con la realidad. No hay ninguna duda de que el ascenso del gobierno de Allende en Chile provenía del aumento de las luchas populares que venían de muchos años atrás. Pero lo más importante es que cuando adviene la Unidad Popular, más allá de su programa político, creó la expectativa en la clase trabajadora organizada de que era posible iniciar un proceso de transformaciones radicales, de justicia y de igualdad, que apuntaba a la construcción del socialismo. Los dirigentes sindicales por primera vez, comenzaron a tomar confianza en ellos mismos y se empoderaron de su capacidad como trabajadores. Entonces había sectores que criticaban de ‘ultraizquierdistas’ a muchos trabajadores que con su conducta estarían prácticamente ‘poniendo en peligro’ el programa de Allende, en el marco de cómo se avanzaba. En este sentido, mientras se fue agudizando la lucha de clases en la sociedad chilena, naturalmente hubo sectores de la izquierda que radicalizamos nuestras posiciones, incluso más allá de las propias direcciones de esos partidos. Como teníamos a las fuerzas de la reacción, de la burguesía en contra de todo el proceso, nosotros, los trabajadores organizados por abajo, nos impusimos la tarea de crear nuestras propias formas para defendernos de esos embates. Eran formas alternativas bastante básicas. Como era muy fuerte el mercado negro, frente a Cristalerías Chile empezamos a realizar una distribución directa de los productos de las tantas fábricas e industrias de la zona. De las que habían sido estatizadas, como de las que fueron tomadas por los trabajadores. Los trabajadores le habíamos exigido al gobierno de Allende que esas empresas fueran intervenidas y pasaran al control obrero, donde nosotros empezamos a administrar la empresa, por supuesto con un interventor nominado por el gobierno.

Cuando se vino el paro de los camioneros que intentó paralizar completamente al país, nosotros, para evitar que ellos lograran su objetivo, requisamos microbuses en la calle con el fin de llevar y traer a los trabajadores para que las fábricas no dejaran de producir. Claro que estas iniciativas no fueron absolutamente espontáneas. Había direcciones y expresiones de distintos sectores, del Partido Socialista, del MIR, que daban orientaciones de cómo la clase trabajadora debía pasar a la ofensiva. 

Cuando yo llegué a la fábrica de muebles a trabajar, además de la explotación brutal, de los bajos salarios, de las ‘ventas negras’ para evitar impuestos, la producción de muebles estaba destinada a los sectores más pudientes y no a los trabajadores. Muchos de mis compañeros vivían en campamentos, en zonas marginales. Entonces cuando nos tomamos la empresa decidimos producir una línea de muebles económicos, dignos, decentes, para los propios trabajadores de la fábrica. También hicimos alrededor de 10 mil linchacos (barra doble de madera) para que se defendieran los compañeros de las fábricas intervenidas y tomadas.

Entre la guerra por la producción y la toma del poder

Mario Olivares, con honesta memoria, informó que “En medio de todo se encontraba la agudización de la lucha de clases y la opinión de sectores de izquierda que querían detener la irrupción de los trabajadores más radicalizados. Nos decían que ‘no querían una guerra civil’, que la única guerra era ‘por la producción’. Nosotros pensábamos en la toma del poder. De esa manera, se formó una dirección político-sindical en el cordón Vicuña Mackenna con las empresas más emblemáticas, salvo las textiles que estaban controladas principalmente por los compañeros del Partido Comunista (PCCh). Y en esa dirección político-sindical nos rotábamos. ¿Qué quiero decir? Que no existía una democracia plena, no era que los trabajadores de base a los que uno representaba elegían a la dirección directamente. Era más bien un acuerdo entre los partidos políticos que teníamos cierta hegemonía en la dirección. Sin embargo, a través de esta instancia, se hablaba de hacer un poder paralelo al poder burgués para intentar dar un salto adelante. Ahora bien, según mi experiencia, yo creo que confundíamos los sueños políticos con la realidad. Se hicieron algunas experiencias que tímidamente tuvieron esa expresión. Por eso el libro de Franck manifiesta lo que yo viví y logra matizar distintas miradas de lo que fue el proceso de una manera coherente e inteligente y sin descalificaciones. Al fin, yo pienso que los sueños no han muerto y sigo peleando.”


EL TRABAJO, Nº 436

Copiamos el último número de "El Trabajo", órgano de prensa de nuestro partido hermano, el PT.


El Trabajo  Nº 436

 "Más vale una Hoja de Verdad que cien ‘Mercurios’ de Mentira"



e-mail: PT_CHILE@hotmail.com  01 de Noviembre de 2016

A PARAR CHILE EL 4 NOVIEMBRE CON LA FUERZA Y ORGANIZACIÓN DE L@S TRABAJADOR@S Y EL MOVIMIENTO SOCIAL


NO HAY TRIUNFO SIN LUCHA, NI LUCHA ESTERIL SI ESTA COMPROMETIDA LA CONSECUENCIA, VOLUNTAD Y PARTICIPACION DE LOS TRABAJADORES EN EL PARO-PROTESTA NACIONAL DEL 4 DE NOVIEMBRE.

Ya no hay día, a lo largo y ancho de nuestro país, que la clase trabajadora y los diversos sectores sociales manifiesten con fuerza y convicción sus justas y sentidas demandas, sean estas económicas, sociales, medioambientales y demandas políticas básicas y urgentes.

Lo cual permite hoy una mayor visibilidad e injerencia en la lucha social, a través de un sinnúmero de expresiones de movilización, tales como: huelgas, marchas, tomas, protestas, asambleas, mítines, funas, caceroleos, cabildos comunales, bloqueo de caminos, barricadas, recuperación de tierras, acciones de resistencia y autodefensa frente a la represión patronal y gubernamental.

También están muy presentes las crecientes manifestaciones públicas, de rabia, insatisfacción y descontento, en contra de prácticas abusivas y corruptas de: políticos, empresarios, jefes militares, jueces y autoridades religiosas, mediante diversas formas: desde aquellas a viva voz. Pasando por aquellas que utilizan medios de comunicación escritos y/o radiales. Hasta el uso masivo y proactivo de las redes sociales en sus diferentes tipos.
Se suma a esto la decisión mayoritariamente razonada de 9,4 millones (66 %) de ciudadanos que se abstuvieron en las elecciones municipales últimas. Expresando un manifiesto repudio y rechazo a la casta política dominante del Gobierno de la Nueva Mayoría y la alianza Chile Vamos.

En esta coyuntura de agudización de la crisis política de representatividad y legitimidad del bloque político dominante se hace más necesario que nunca redoblar los esfuerzos y sacrificios por poner en pie de lucha principalmente a la clase trabajadora en todo Chile y en todos los niveles de organización. Dicha tarea estratégica hoy día tiene mayores posibilidades de éxito con la presencia, pensamiento y actuar de la Coordinadora Nacional de Trabajadores No Mas AFP.

Coordinadora que dio sus primeros pasos con un conjunto de organizaciones sindicales representativas de los trabajadores tales como la Confederación Bancaria, la Anef, la Confusam entre otra, con el objetivo claro de terminar con las AFP y las pensiones de hambre que otorgan, y luchar por establecer un sistema previsional de reparto: solidario, tripartito, universal y sostenible. Por tanto esta durísima lucha, apunta al corazón del sistema de acumulación del capital y de explotación de l@s trabajadores.

La lucha masiva y combativa en contra de las AFP, ya se inició exitosamente a partir de julio de este año, y ha continuado en el resto del año con aun más fuerza y organización de l@s trabajadores, y el movimiento social. Pero día a día hay que impulsar mayores iniciativas y acciones por parte de cada uno, comprometiendo cada vez un mayor número de participantes en la lucha que estamos dando. Más aun cuando las propuestas presentadas por el movimiento a la presidenta Bachelet en la Moneda no ha tenido respuesta, solamente medidas de parche que lo único que hacen es consolidar a las AFP. En consecuencia adquiere mayor urgencia y legitimidad el llamado a Paro Nacional el viernes 4 de noviembre, como herramienta de lucha y fuerza para enfrentar la postura gubernamental.

Conscientes y en sintonía con la historia que los instrumentos de liberación de los trabajadores y de los movimientos sociales se forjan al calor del desarrollo de la lucha de clases en ascenso, llamamos a asumir plenamente y entusiastamente el Paro Nacional del 4 de noviembre.



ANÁLISIS POLÍTICO NACIONAL

El triunfo en las elecciones. (por Julio Peña)


Los que construyeron el EZLN en México, allá por los años 80’, no eran más de 6 compañeros y sólo a principios de 1994 irrumpieron como tal, después de haber vivido procesos dolorosos y que aún lo experimentan. (Si desean, pueden investigar lo planteado).
Nosotros entendemos que estas elecciones han sido una coyuntura para aprovechar y nunca un fin. Creemos que estamos viviendo un proceso de acumulación de fuerzas en donde la coyuntura electoral había que aprovecharla, de cualquier forma. En este sentido, si bien no obtuvimos ningún concejal, el hecho de tener posibilidades concretas de constituir una célula, colectivo o equipo, producto del trabajo realizado en este tiempo, para nosotros debería ser ya un triunfo y se inscribiría en la política de fortalecimiento partidario.
Cabe señalar, que cuando hablamos de “proceso” lo planteamos como un desarrollo que puede extenderse en el tiempo, pudiendo tener avances y retrocesos. Esto último hay que tenerlo medianamente claro para no caer en “decepciones” como consecuencia de ilusiones ingenuas producto de la escasa capacidad de análisis teórico.
El hecho de participar en las elecciones significa involucrarse en el “jueguito” de una institucionalidad espuria elaborada para someter a las clases subalternas y no para su liberación. El desafío es plantearse frente a las élites desde nuestro territorio, (la calle principalmente y los procesos alternativos de educación, entre otros). Es decir, llevar al enemigo a confrontarse en nuestro terreno, generando procesos de acumulación de fuerza masiva que permita poner fin a la institucionalidad de la casta empresarial-militar y de las élites políticas y plantear los fundamentos de un sistema democrático con soberanía popular ¿Nos demoraremos otros 40 años más? Las alternativas personales son dos: o se vive de rodillas pensando ilusiones o nos ponemos de pie con nuestras propias fuerzas.

Un saludo fraternal a los(as) compañeros(as) de Limache, Petorca, Valparaíso, Quillota, etc.

CONMEMORACIÓN

ESTE 02 DE NOVIEMBRE DE 2016 SE CUMPLEN 4 AÑOS DE LA IDA DE NUESTRO QUERIDO COMPAÑERO EDUARDO MARTÍNEZ. EL “PT” LE RINDE EN ESTA FECHA UN SENTIDO HOMENAJE.

¡COMPAÑERO EDUARDO MARTÍNEZ, PRESENTE!






MAPU ADHIERE ACTOS DE MEMORIA POPULAR

Martes 15 de noviembre, 19 horas, plaza de la Villa Fernando Gualda (Las Rejas Sur), acto y velatón en homenaje a Marcos Ariel Antonioletti.


Ariel - Aniversario 2015


Martes 22 de noviembre, 21 horas, Independencia con La Palma (Conchalí), acto y velatón en homenaje a Alejandro Venegas Gauthier (El Jano).

Jano - Aniversario 2015