MENSAJE del
coordinador general del MAPU, Carlos Ruiz R., leído en parte en la conmemoración del 11 de
septiembre en Buin, organizada por la Corporación en Derechos Humanos Valles del
Maipo.
Compañeras y
compañeros. Autoridades del mundo popular presentes.
Para rendir
homenaje a nuestros mártires, debemos conocer el contexto de nuestro
movimiento, el porqué nuestros compañeros, como todos los de la Unidad Popular
y de la Izquierda Revolucionaria, fueron y siguen siendo tan odiados por los
poderosos que oprimen a nuestros pueblos, a nuestra clase trabajadora.
El Movimiento de
Acción Popular Unitaria MAPU nació en mayo de 1969, para constituirse en un
destacamento al servicio de la reivindicación de los derechos de las clases
explotadas, para luchar por todos los medios para romper las cadenas del
capitalismo explotador y construir una sociedad más justa y equitativa. Un eje
central de su acción, fue sumarse a las fuerzas de la izquierda histórica que
buscaba estos mismos fines, generando un espacio político unitario, lo que se
llamaba la deseada Unidad Popular, y que se lograría a lo largo del resto de
dicho año, lográndose en enero de 1970 la designación de un candidato unitario
para la elección de Presidente, que fue el doctor Salvador Allende. El MAPU
aportó a la izquierda, no solo con cuadros profesionales, como ha dicho un mito
histórico fomentado desde el capitalismo y sus medios comunicacionales, sino
también con un considerable contingente de sindicalistas de la ciudad y del
campo; también aportó con pobladoras y pobladores, de todas las edades, y tuvo
una especial preocupación por los derechos de la mujer, de tal forma que el
compañero Allende pretendía crear el Ministerio de la Mujer y nombrar para esa
cartera a una líder mapucista, la recordada Carmen Gloria Aguayo, lo que no fue
posible dada la fuerte oposición parlamentaria de la ultraderecha, y de su
aliada fundamental, la Democracia Cristiana. Nuestro primer himno, creado por
Dióscoro Rojas, decía “MAPU significa tierra, tierra que quiere más tierra”, en
alusión a nuestro compromiso con profundizar la reforma agraria. El MAPU
asimismo asumió un importante compromiso con los pueblos originarios, de los
que casi todos en este país descendemos, y desde luego al que pertenecen muchos
de nuestros compañeros, porque estos pueblos están vivos y es tan grande su
sentimiento de identidad y de conciencia, como lo es grande la opresión que los
poderes fácticos y estatales ejercen sobre ellos para que la sociedad dominante
pueda mantener la estructura opresora.
Nuestros
compañeros de Buin y Paine, con sus rostros mestizos, con su accionar
campesino, con su labor de educadores populares, con el encanto personal que
caracteriza a la juventud popular y rebelde entonces y ahora y siempre, por
supuesto eran un peligro para la mantención de una sociedad basada en la
desigualdad, en la desinformación y en la represión.
Por eso, el mismo
14 de septiembre de 1973 fue detenido nuestro Secretario Político Local,
Alberto Leiva Vargas, en su propia casa, Baquedano 806, Paine, y desde entonces
no fue visto por su familia. Era profesor y estudiaba filosofía para
perfeccionarse; casado, con cinco hijos. Por esas mismas causas, el 21 de octubre
del fatídico año, fue detenido y asesinado Pedro Meneses Brito, Presidente del
Asentamiento El Vínculo, de Paine, militante del Partido Mapu Obrero Campesino, junto a otros dirigentes.
El 23 de octubre fueron muertos a tiros en el Puente Maipo.
Compañeras y
compañeros, podríamos decir “esto ocurrió en dictadura, menos mal que vivimos
en democracia, y que nunca más pase algo así”. Los mapucistas nos permitimos
rebatir esa reflexión. Estos crímenes, acaso con menor intensidad o frecuencia,
siguen ocurriendo en este Chile que se las da de próspero y que quiere dar
lecciones de libertad y democracia a otros pueblos que buscan con dignidad
avanzar en la justicia social.
Es larga la lista
de asesinados y asesinadas en esta democracia cuyos intelectuales han
autodefinido como cautiva, pero que no hace mucho por salir del cautiverio de
la constitución y las leyes dictadas por la tiranía cívico-militar.
Sólo nombrando los
casos más recientes, debo rendir homenaje a José Huenante, hasta hoy
desaparecido después de una detención, en Puerto Montt. A Nelson Quichillao,
asesinado por carabineros el 24 de julio de 2015 en una jornada de protesta
sindical. A Macarena Valdés, activista por la tierra y por el derecho
constitucional a vivir en un espacio libre de contaminación, asesinada por
sicarios de una empresa forestal, cuya muerte se ha querido hacer pasar como un
suicidio, es decir mediante los mismos montajes que hicieron mundialmente
odiosa a la tiranía de Pinochet, apoyada por los diarios como el Mercurio de
Agustín Edwards. En estos días preguntamos que pasó con Pamela Calderón, joven
activista de la diversidad sexual, que está desaparecida en Limache, donde hace
un año fue asesinada Nicole Saavedra por ser lesbiana.
Son miles las ex
prisioneras y prisioneros de la dictadura, que exigen verdad, justicia y digna
reparación. Que exigen fin al pacto de silencio que permite no solo no conocer
a los culpables, sino también impide saber que hicieron con los cuerpos de sus
víctimas.
Nos quieren
defraudar el derecho a una digna jubilación, obligándonos a trabajar más y más
años. Las leyes neoliberales nos siguen matando.
Vamos a salir
adelante, vamos a recuperar la dignidad como país, la dignidad de nuestros
pueblos, los derechos básicos y las riquezas básicas. En eso estamos y pido
memoria, honor y gloria para el Presidente que entregó su vida por la lealtad
de su pueblo hacia él y de él hacia su pueblo. Honor y gloria a los que cayeron
bajo la tiranía y que siguen entregando su vida por superar la hora amarga de
la traición y abrir las alamedas de la sociedad sin clases. Vivan los pueblos,
vivan las y los trabajadores.
Homenaje a las mapucistas
detenidas-desaparecidas,
Elizabeth Rekas Urra y Cecilia Magnet Ferrero,
las que
simbolizan nuestra acción popular unitaria por verdad y justicia.
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Ejecutados de Buin y
Paine
PEDRO MENESES BRITO
30
años. Ejecutado. Paine, Octubre 1973.
Militante
del MAPU-OC, soltero, agricultor. Presidente del Asentamiento El Vínculo, de Paine.
Es detenido en el asentamiento el día 21 de octubre, luego de que el día
anterior fueran detenidos otros agricultores de la localidad.
Desde
entonces sus familiares no pudieron obtener información sobre su paradero. En
el mes de noviembre de 1973, se enteraron a través del Servicio Médico Legal
que había sido remitido hasta ese lugar y sepultado en el Patio 29 del
Cementerio General. Sus familiares gestionaron el traslado al Cementerio de
Aculeo.
En
el certificado de defunción se indica como fecha de la misma el 23 de Octubre
de 1973 a las 10.00 horas en el puente Maipo y como causa de ella heridas de
bala.
En
un relato publicado por el Museo de la Memoria aparece como militante
socialista, lo que es falso y sólo se ha difundido para minimizar la memoria
del MAPU[1].
ALBERTO LEIVA VARGAS
N.
el 4 de abril de 1940, 33 Años. Detenido Desaparecido. Paine, Septiembre 1973.
Militante
del MAPU, el 14 de septiembre de 1973 fue detenido por Carabineros de Paine
desde su domicilio (Baquedano 806, Paine), a las 17:00 horas. La cónyuge al consultar en la Comisaría
por el detenido, fue informada que había sido puesto a disposición de efectivos
militares. En una oportunidad apareció en una lista de detenidos del Estadio Nacional,
donde señalaron que no era posible verlo. Al día siguiente ya no aparecía en
dichas listas. Desde esa fecha se desconoce su paradero.
Casado,
5 hijos, funcionario (promotor) del Instituto de Educación Rural (IER),
profesor del Instituto Politécnico de Melipilla, alumno de la Carrera de
Filosofía de la Universidad Católica de Chile y Secretario Político del MAPU
(Movimiento de Acción Popular Unitaria) en Buin, fue detenido el día 14 de
septiembre de 1973 en su domicilio, en presencia de su familia y de la propia
administradora del inmueble, por Carabineros de la Subcomisaría de Paine y
civiles de la localidad. Su detención se efectuó sin orden de autoridad
competente. Junto a él fue detenido su vecino Andulfo López García. Ambos
fueron aprehendidos en sus respectivos domicilios ubicados en la localidad de
Paine. Andulfo López García atestiguó la detención de Leiva Vargas. "Estuve
como 2 horas detenido y pude ver como maltrataban a Leiva. Le sacaron los
zapatos y lo desnudaron de la cintura para arriba sacándolo de la celda unas
tres veces para interrogarlo mientras lo golpeaban. Cada vez volvía más
maltratado y adolorido. La última vez lo vi muy mal y después de eso llegó una
orden de afuera y a mí me llamaron para interrogarme. Me preguntaron sobre las
actividades de Leiva, si era comunista, si tenía armas...".
Andulfo
López tres horas más tarde quedó en libertad. Esa fue la última vez que vio a
Leiva Vargas. Su esposa al día siguiente concurrió hasta el Cuartel Policial,
informándole el Capitán Nelson Bravo Espinoza, que el detenido había sido
entregado a Militares de San Bernardo. Desde esa fecha no se ha sabido más de
él". Hoy podemos asegurar que Alberto Leiva fue uno de los que Pinochet
mandó "desaparecer" en el océano Pacífico. Así lo ha comentado el
ínclito Conteras "Leiva Vargas fue lanzado al mar frente a la costa de
Pichilemu", dijo.
Conmemoración en Buin.
Participación de concejales, dirigentes de partidos políticos, grupos de danzas andinas -Tinku y sayas-, poetas y cantantes populares. Velatón en la entrada del Centro Cultural de Buin.
Palabras clave: homenaje, memoria,
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