N° 1.
Martes, 29 de
octubre de 2019.
En el día de
ayer apareció un gabinete recauchado, Piñera intenta demostrar que aún le queda
capacidad de manejo de la situación. Sin cambios importantes, lo que nos
demuestra que la consigna es la destitución de Piñera y no su simple renuncia,
tras la cual esta camarilla seguiría gobernando.
A Piñera le interesa
mantenerse en el gobierno, dando una imagen engañosa de que él sostiene la paz
en el país; “celebra” la manifestación de un millón de personas en su contra,
como maniobra para invertir el sentido de esta expresión de descontento
popular. Hace un llamado a limpiar las ciudades y una condena de la violencia.
Pero a la vez, los poderosos
siguen tramando que es necesario que la “ciudadanía” crea que hay un enemigo
“alienígena” al que hay que liquidar. Por eso mandan comandos especializados a
hacer operaciones de falsa bandera, atentan en el Metro y cometen otros actos
de vandalismo que ningún grupo de izquierdas sería capaz de ejecutar. Así, el
“pequeño burgués enfurecido”, cansado de desórdenes e inseguridad, les hará el
llamado a poner mano dura.
Los políticos tradicionales y
las ONGs, por su capacidad tecnológica y económica, han estado en mejores
condiciones que la izquierda anticapitalista para liderar la situación actual.
No es de extrañar ni de lamentarse. Tenemos la honradez de no ir a golpear
puertas de poderosos que terminarán siendo nuestros enemigos.
Un hipócrita llamado de
concertacionistas a presentar un proyecto de reforma constitucional, es solo un
volador de luces para hacer creer que ellos con un nuevo gobierno podrían hacer
cambiar la situación general del país. Todo proyecto de ese tipo nace muerto,
ya que no tendrá los 4/7 (el 57,15 %) para ser aprobado. Este parlamento
gobernará hasta marzo de 2022 y el mundo popular ya no aguantará más. Sería muy
raro que la oposición de hoy, por muy unida que estuviese, llegase a tener ese
57,15 % en el parlamento. Ya no contemos a la DC, que es parte de la derecha,
ni con muchos traidores tipo Pepe Auth, que se venden al que tenga más poder,
lo que significa dinero, como lo vimos en la fallida acusación contra la
Cubillos, la que está blindada por su condición de sionista.
Los grupos anticapitalistas
se mantienen manifestándose en las calles. Desconfían en los cabildos
municipales y optan por llamar a asambleas territoriales. Esa es la parada que apoyamos.
Las protestan por todo el
país siguen con bastante masividad, lo que es necesario para que no vuelva a
quedar todo igual o peor que antes del inicio de estas jornadas de protesta y
lucha.
Mañana miércoles 30 debemos
seguir presentes. Marcha, movilización, en Santiago desde las 11 hacia Plaza
Italia.
Conclusiones:
O Destitución de Piñera es nuestra consigna. Por eso hay
que seguir en las calles, asambleas territoriales o locales, agitación y
propaganda.
O Denunciar los crímenes de lesa humanidad de
Carabineros y Fuerzas Armadas.
O Asistir a las convocatorias populares, mantenerse
constantes en la expresión de descontento.
O Seguir reprobando al lumpen y hacer claridad que sus
hechos no tienen que ver con la manifestación de rebeldía popular. Por el
contrario, hacer claridad a la “ciudadanía” común, a las y los vecinos, de que
la rebeldía es necesaria y no tiene que ver con la falsa imagen de inseguridad
que intenta instalar el gobierno.
O Seguir exigiendo el término del Estado de Emergencia.
O Desconfiar de toda salida pactada con los criminales
del gobierno y sus pacos y milicos.
A CONVERTIR EL DESCONTENTO EN
REBELDÍA POPULAR Y LA REBELDÍA EN PODER POPULAR
NUEVA CONSTITUCIÓN PARA UNA
NUEVA DEMOCRACIA EN UN CHILE POPULAR