jueves, 4 de marzo de 2010
Militares a las calles. ¿Para qué?, ¿Para quienes?
DECLARACION PÚBLICA DEL SINDICATO SITECO
Ayer, 2 de marzo, a cuatro días del terremoto, recién llegó la luz y el agua a algunos lugares afectados por el sismo; todavía quedan cientos de miles que no tienen comida.
La desesperación es extrema, sobre todo en los más ancianos, que ven de cerca lo que pasa y no pueden correr siquiera para alcanzar un pan en la hora de las recuperaciones de los supermercados, mal llamadas saqueos y delincuencia.
Mientras el Gobierno y la Derecha, que gobernará desde el 11 de marzo, siguen discutiendo qué hacer para ayudar, el Pueblo se organiza, se arma de palos, se cuida, se ayuda y recupera lo que le corresponde por derecho humano: alimentos y abrigo.
Todavía no llega el pan a muchos chilenos, y la prensa burguesa aprovechándose de los mismos delincuentes que han generado con la más grande desigualdad impuesta, la privatización de la educación, el sálvese quien pueda institucionalizado y el culto al acaparamiento, los que obviamente actúan instruidos por los poderosos, habla de desborde civil, delincuencia extrema, caos y anarquía; sus justificaciones ideales para sacar los militares a las calles de chilito herido. Es decir, antes que el pan el garrote, por no saber aguantar el hambre y para que los postergados esperen sumisos hasta que decidan darles algo.
Impresiona lo listos y rápidos que son para armar el cuadro perfecto, con sus notas periodísticas, sus crónicas y las entrevistas a la gente que clama por las fuerzas armadas. Pero para organizar la ayuda tardan como si se tratara de un asunto sin importancia, de las migas para las palomas.
No señores, el pueblo no puede morirse de hambre esperando que los burócratas se pongan de acuerdo en socorrer a los damnificados; el pueblo tiene que armarse y defenderse, sobre todo cuando los efectivos policiales son destinados a cuidar las empresas, la propiedad de los ricos y no a prestar colaboración a la población. El pueblo debe organizarse y tomar lo que es suyo, como lo han hecho miles, sin llevar más que lo necesario para alimentar su familia. El pueblo no debe ni puede aceptar militares en las calles, si estos salen a reprimirlo cuando se organiza para sobrevivir.
Bajo condiciones represivas, menos querrán esos viejitos salir a buscar su comida, y quizás los estén condenando a morir de inanición encerrados en sus casas. Las bombas lacrimógenas no sólo los harán llorar, sino que también los ahogaran hasta el desmayo ¿y quién los asistirá, si ni siquiera son capaces de darles abrigo y asistencia médica?
Denunciamos la planificación de una represión que se viene fuerte y la rechazamos con todas nuestras fuerzas y pedimos urgentemente al pueblo que siga organizándose, que se levante todavía más, que se defienda, que se cuide, ahora sí de los verdaderos delincuentes: los poderosos y sus burócratas que no hallaron mejor cosa que hacer ante su incapacidad, que reprimir con garrote y fusil al pueblo que sólo quiere comer y olvidar el 27 de febrero y su terremoto.
Rancagua, 03 de marzo de 2010
SINDICATO SITECO
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Sindicato Siteco
Calle Unión Obrera 592,
Población Rubio,
Rancagua.
Fono: 072 - 96 18 27
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