ALGUNOS ENLACES sobre vinculación del MAPU y las enseñanzas de Paulo Freire:
MAPU en la Lucha: “Reflexión. Vigencia de Paulo Freire”.
Sofía Ocampo Torrejón. La alfabetización de Paulo Freire en Chile y la alfabetización digital del siglo XXI: Una mirada comparativa. Liberación versus inserción. Tesina para optar al grado de Licenciada en Historia. Seminario de Grado: Historia Social contemporánea de Chile. Profesor: Gabriel Salazar Vergara.
Irma Bravo y Felip Gascón. Paradojas comunicacionales y espacios de convivencia.
“Sangre sobre la Esmeralda”. Capítulo cinco.
“El MAPU era un partido de origen cristiano; muchos antiguos miembros de grupos de Acción Católica se afiliaron a él. Tenía una atracción especial para los intelectuales, de ahí su fuerza entre maestros y profesores de universidad. Ponía mucho énfasis en el papel de la educación en la reforma socioeconómica, y estaba influenciado por la teoría de concientización de Paulo Freire, es decir, la necesidad de las clases trabajadoras de comprender su situación y ver cómo la podían cambiar”.
Paulo Freire y la
historia de un manuscrito
Por: Pablo Gentili 22 septiembre 2014
Fuente:
Fue hace 46 años, cuando en el Sur comenzaba, como ahora, la
primavera.
Paulo Freire estaba exiliado en Chile, donde había llegado después
del golpe militar que daría origen, en Brasil, a una de las más largas
dictaduras latinoamericanas. Era un día como tantos otros en Santiago. Paulo
Freire había invitado a sus amigos Jacques Chonchol y María Edy para conversar
y compartir su plato predilecto: la “galinha
cabidela”, una especialidad de origen portugués y muy popular en el
Nordeste brasileño, que su compañera Elza preparaba magistralmente. Freire
había conocido a Chonchol al llegar a Chile y éste le había ofrecido trabajo en
el Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP), del cual era vicepresidente.
Freire desarrollaría allí parte de su experiencia de educación popular con
sectores campesinos.
Se hicieron amigos entrañables.
Esa tarde, al despedirse, Freire dijo que quería ofrecerles un
recuerdo como agradecimiento por los años de trabajo compartidos: el manuscrito
de un libro escrito en una perfecta letra cursiva, casi sin tachaduras y
dividido en cuatro capítulos. En la dedicatoria a sus queridos Jacques y Maria
Edy, escribiría: “quería que
Uds. recibieran estos manuscritos de un libro que quizás no sirva, pero que
encarna la profunda creencia que tengo en los hombres”.
Al año siguiente, Freire se trasladó a los Estados Unidos, pasando
once meses en la Universidad de Harvard. Llevaba consigo una copia del
manuscrito dejado a Chonchol y su esposa. El texto sería publicado por primera
vez en inglés, a comienzos de 1970. Nacía así una de las obras que mayor
importancia e influencia ha tenido en el pensamiento pedagógico y social
mundial de la segunda mitad del siglo XX: la Pedagogía del Oprimido.
Paulo Freire, 1921-1997.
Jacques Chonchol había conocido a Freire cuando aún era militante
de la Democracia Cristiana y trabajaba en el gobierno de Eduardo Frei Montalva,
del cual se alejaría políticamente, siendo fundador del Movimiento de Acción
Popular Unitaria. El MAPU fue uno de los principales partidos de la izquierda
chilena, que contribuyó al triunfo electoral de Salvador Allende en noviembre
de 1970. Chonchol se desempeño como Ministro de Agricultura del gobierno de la
Unidad Popular.
El golpe de estado que derrocaría a Allende y daría inicio a la
dictadura del general Pinochet, obligará a Chonchol a exiliarse en Francia por
más de 20 años, donde fue director del Instituto de Altos Estudios de América
Latina de la Universidad de París.
Antes de partir para el exilio, Chonchol estuvo nueve meses
refugiado en la embajada de Venezuela. Su casa, como la de tantos otros
militantes e intelectuales de izquierda, fue saqueada por las fuerzas militares
nacionales en numerosas ocasiones, su biblioteca destruida, sus libros quemados
y todo lo que tuviera valor, robado.
El manuscrito de Pedagogía del Oprimido sobrevivió a todos estos atropellos.
Desconociendo su importancia o ignorando de qué se trataba, ningún militar
destruyó la carpeta que contenía las más de 200 páginas escritas por Paulo
Freire. La madre de Chonchol, por intermedio de su hermana, le mandaría el
documento a París, algunos años más tarde. “Cuando regresé a Chile, lo traje
conmigo, y aquí continué guardándolo religiosamente”, sostuvo en una entrevista
que le realizara José Eustaquio Romão.
En Chile, la dictadura trabó una lucha encarnizada contra el
pensamiento crítico, asesinando intelectuales y estudiantes, docentes y jóvenes
dentro y fuera de las universidades. Decretos y órdenes marciales censuraban
libros y autores. “Mataban palabras y mataban personas”, como sostuvo la gran
escritora argentina, Laura Devetach.
En las hogueras de libros pensantes, la dictadura chilena
alimentaba su esperanza en un mundo dominado por el silencio, el miedo y la
opresión.
Militares
chilenos quemando libros. Koen Wessing / Nederlands Fotomuseum.
La dictadura argentina, trataba de emular a sus vecinos, en ese
curioso ejercicio que casi siempre han realizado dos países dispuestos a
despreciarse por sus virtudes y acercarse en los espantos de una historia que
los vuelve trágicamente parecidos. Miles de libros fueron censurados en la Argentina,
miles incendiados, sus autores y sus lectores, brutalmente asesinados y
desaparecidos, por el imperdonable delito de soñar con un mundo más justo, más
igualitario y libre.
“Si usted
manda a su hijo a un colegio -religioso o laico- cumple apenas con una
obligación civil. Eso no es lo más importante. Lo importante es que cumpla
también con las leyes morales de su sociedad y de su cultura.
¿Cómo? No
es tan difícil. Interésese por los libros que los profesores o los sacerdotes
recomiendan a su hijo. Sea cauteloso ante las actividades escolares que no son
estrictamente materias de promoción, como por ejemplo Catequesis o Moral. No
mire con indiferencia o con absoluta conformidad otras actividades que se
prestan a desviaciones: los campamentos, los encuentros de convivencia, los
retiros espirituales, las visitas a villas miseria. Usted tiene una gran
responsabilidad en esto.
Porque
usted no sabe -no puede saber- qué cara tiene el enemigo. O de qué se disfraza.
Usted le entrega, le regala su hijo a la escuela durante muchas horas por día
-a veces durante semanas enteras-, e ignora qué ocurre. Seguramente lo estarán
educando como corresponde. Pero cabe la posibilidad de que no sea así. Y un
día, cuando su hijo empieza a discutir con usted, cuestiona sus puntos de
vista, habla de “brecha generacional”, afirma que todo lo que aprende en la
escuela es bueno y todo lo que aprende en la casa es malo o está equivocado, ya
es demasiado tarde. Su hijo está hipnotizado por el enemigo. Su mente es de
otro. De allí a la tragedia hay un corto y rápido paso. Si eso ocurre y un día usted
tiene que ir a la morgue a reconocer el cadáver de su hijo o de su hija, no
puede culpar al destino o a la fatalidad. Porque
usted pudo haberlo evitado.
Por
ejemplo: ¿Usted sabe qué lee su hijo? (…) Por eso, por todo eso y por mucho
más, prudencia. Cautela. Vigilancia. Analice las palabras que su hijo aprende
todos los días en la escuela. Hay palabras sonoras, musicales, que forman
frases llenas de belleza. Pero que encierran claves que el enemigo usa para
invadir la mente de su hijo. Cierto tono clasista en los comentarios, la
palabra "compromiso”, descripciones del mundo como un mundo de pobres y de
ricos, y de la historia como una eterna lucha de clases.”
Enseguida, la “carta” atacaba la obra de Paulo Freire, a quien
acusaba de producir “anarquía”. El 25 de octubre de 1978, el Ministerio de
Educación argentino, por medio de la circular Nº 250, prohibió la lectura y la
distribución de las obras de Paulo Freire en todo el país.
La crueldad inquisidora era de tal magnitud que el mismo
ministerio publicó, en 1977, el folleto: “Subversión en el ámbito
educativo (conozcamos a nuestro enemigo)”, donde se afirmaba que el
accionar subversivo comenzaba en la educación preescolar, ya en la primera
infancia, “a través de maestros ideológicamente
captados para incidir sobre las mentes de los pequeños alumnos, fomentando el
desarrollo de ideas y conductas rebeldes, aptas para la acción que se
desarrollará en niveles futuros. (…) Teniendo en cuenta estas bases esenciales,
las editoriales marxistas pretenden ofrecer ‘Libros útiles’ (…) que los
ayudarán a no tener miedo de la libertad”.
Destruir libros para destruir el futuro. Reducir a cenizas el
pensamiento.
Trataron de hacerlo. No lo consiguieron. No lo conseguirán.
Esta es la historia del manuscrito de Pedagogía del Oprimido, que resistió
al tiempo protegido por un misterio que algunos llamarán “milagro” y otros
atribuirán a la persistente supremacía de la libertad sobre la opresión.
Desde Río de Janeiro
Nota 1: A comienzos de este año, en febrero de
2014, el manuscrito dePedagogía
del Oprimido, que aún estaba bajo la protección de Jacques
Chonchol, fue donado a la Biblioteca Nacional de Brasil.
El Instituto Paulo Freire y su director, Moacir Gadotti, así
como José Eustaquio Romão, el ex ministro de educación de Brasil, Aloizio
Mercadante, y el actual secretario ejecutivo adjunto de dicho ministerio,
Francisco das Chagas Fernandes, fueron los responsables de este hecho
histórico. Una edición facsímil fue publicada por aquellas instituciones y por
la Universidade Nove de Julho,
de San Pablo.
Nota 2: La Biblioteca Nacional de Argentina ha publicado un excelente trabajo de
investigación, realizado bajo la coordinación de Gabriela Pesclevi. Libros que muerden realiza un inventario detallado de la
literatura infantil y juvenil censurada por la dictadura que asoló el país
entre 1976 y 1983. Se trata de una obra fundamental por su rigurosidad
documental, además de estar excelentemente editada.
Nota 3: La Escuela de Artes y la Biblioteca
Nicanor Parra de la Universidad Diego Portales de Chile, al cumplirse los 40
años del golpe de estado que derrocó al presidente Salvador Allende, organizó
la exposición: “Libros quemados,
escondidos y recuperados a 40 años del golpe”. El evento ha
sido una importantísima forma de dar visibilidad a una de las dimensiones de la
política represiva llevada a cabo en el país durante la dictadura militar.
Jacques Chonchol, ex ministro de Salvador Allende y uno de los
grandes intelectuales chilenos contemporáneos.
Compartir
·
0
Hay
12 Comentarios
Excelente artículo, Freire
al igual que muchos intelectuales latinoamericanos gracias a la dictadura
perseguidos por sus ideas. Pero lo mas sentido, es que poco acceso se tiene a
los pensadores de nuestro Sur. Y la inadecuada distribución de textos de pensamiento
critico.
Rolando quisiera hacerle
una consulta. ¿Ud. sabe porque el libro se publicó en Montevideo y no en Chile?
¿Quién era la persona de la editorial que decidió la publicación de la 1era
edición de la Pedagogia del Oprimido? Me gustaría tener la posibilidad
conversar con ud. del periodo del ICIRA. Le envío mi correo para establecer
contacto. antoromano@gmail.com. Muchas gracias.
Gracias Rolando Pinto por
los comentarios. Complemento los datos de la edición que se público en la
Editorial Tierra Nueva, en noviembre de 1970 y la segunda edición en junio de
1971. La edición estuvo a cargo de Marcela Gajardo y José Luis Fiori; la
traducción a cargo de Jorge Mellado, quien la realizó en 1968 en el ICIRA. Esa
edición tiene la introducción de Ernani Maria Fiori que fue publicada en la
edición en portugués.
Buen artículo, voy a leer
más sobre Paulo Freire.Saludos
Gracias por este texto.
Conmovedor y con un gran valor histórico
gracias !!
Simplemente Gracias por
enseñarme la historia de este libro...
Gracias Pablo.
Excelente historia,
gracias por compartirlo ¡¡¡¡
Algunas precisiones
históricas al artículo de Pablo Gentilli, efectivamente Jacques Chonchol
mantuvo en sus manos una copia del manuscrito de Pedagogía del Oprimido de
Paulo Freire; otra copia se la llevó Paulo a USA y una tercera copia fue
publicada por ICIRA, en el año 1968, con un prologo excelente del Filosofo
Brasilero, que también estaba exiliado en Chile, Ernaní Fiori.
Otra precisión, mientras Paulo trabajo en ICIRA (1967-1969) y escribía su libro
"Pedagogía del Oprimido" tuvo la generosidad de compartir la
elaboración de los diversos Capítulos que tenía el original con su equipo de
trabajo en esa institución, entre otras/otros María Edy Ferreira, Marcela
Gajardo, José Luis Fiori, Jorge Mellado, Sergio Villegas, Rolando Pinto y otros
que se me escapan a mi memoria.
Una tercera precisión,
hubo también una edición en español de ese manuscrito, en el año 1970, en
Montevideo (Uruguay), que mantuvo las características del texto editado
previamente en ICIRA y todo ello antes de la primera edición en Inglés.
Con estas precisiones la historia es más fidedigna y correcta.
Interpelarse ....momento
olvidado. Muy buen artículo, ojalá su alcance sirva para sacudir la
indiferencia y golpear la puerta de aquellos rincones olvidados de la memoria.
Excelente escrito, gracias por ello
Hola Pablo, gracias por
compartir y mantener la memoria atenta... Hoy el discurso de los medios es mas
"refinado" y la acción ideológica mas sutil...
saludos
Pablo