domingo, 16 de febrero de 2014
Las causas de la campaña de violencia desatada por factores fascistas en Venezuela
Estimad«s
amig«s,
Enviamos
documento que en buena parte explica las causas de campaña de violencia
desatada por factores fascistas en Venezuela.
Las corporaciones mediáticas, nada nuevo, toman partido por las fuerzas
neoconservadoras desatadas ante la eminencia de que el Gobierno venezolano tome
el control definitivo de los petrodólares. Chávez tomó el control del petróleo,
e inició un proceso de control financiero estableciendo el control cambiario,
ahora corresponde al Presidente Maduro finalizar la tarea. Tomar el pleno
control de las riquezas financieras es absolutamente indispensable para un
nuevo modelo económico productivo.
…Miren las manos del Comandante”
Lo
que no se ve en el conflicto por el dominio del petróleo y el afán imperial en
destrozar proyectos liberadores en América Latina.
La edición que usted tiene en sus
manos contiene la suma de aquellas áreas y aspectos de la realidad venezolana y
en buena parte de Latinoamérica que reflejan, sin duda, el avenimiento de
cambios, algunos mas, otros menos, pero en su conjunto, reveladores de un
resurgir de fuerzas y acciones políticas que dan a esta inesperada Latinoamérica,
un nuevo perfil de rebeldía y retoma de las siempre postergadas ansias de la
integración como iniciativa indeclinable ante la histórica necesidad de espacio
y mapa propio.
Desde cualquier punto de vista,
incluso considerando los defectos y limitaciones, errores y omisiones, inevitables
en cualquier obra humana, sobre todo cuando se trata de la política, son
transformaciones sustanciales, algunas trascendentes para el continente nuestroamericano
y para el pueblo venezolano.
La principal, la más valorable,
quizá por ello la más incómoda para Washington y los centros del poder
imperialista mundial, es el grado avanzado de soberanía alcanzado por República
Bolivariana de Venezuela. Esto es inestimable en términos geopolíticos e
históricos, porque siembra el principal de los temores: que otros pueblos sigan
el ejemplo bolivariano y sumen más soberanía a Latinoamérica, o lo que es lo
mismo, que EEUU pierda más poder sobre nuestros territorios, pueblos y sistemas
de gobierno, y por supuesto, dominio neocolonial sobre nuestros recursos
naturales.
En el corto lapso de década y media,
América latina logró configurar un espacio geopolítico de influencia,
determinación endógena y resistencia. Ejemplos avanzados de ellos son UNASUR,
CELAC, ALBA y PETROCARIBE. Organismos impensables hasta finales del siglo XX. La
mejor medida de su valor histórico se revela en que todos contienen todo
aquello que Estados Unidos rechaza. Y lo que más enfada: tienden a sostenerse
en el tiempo como entidades latinoamericanistas con voz tronadora ante sus
propios pueblos y ante el mundo. Y resalta claramente que el proceso
revolucionario venezolano ha tenido mucho que decir en esta inédita situación.
Ni a sus enemigos más enconados les
cabe duda, que Hugo Chávez estuvo en el centro de estos procesos y en la
determinación del andamiaje de las principales iniciativas sociales, políticas,
económicas y geopolíticas de esta época de cambio. Su insurgencia, proyecto, propuestas
y sus apuestas, coinciden cronológicamente con la aparición de la nueva y
sorprendente relación de América latina con EEUU. Allí siguen latiendo señales
fuertes, claras y sostenidas de la decadencia del gran hermano, o como mínimo
de una reducción de su capacidad anterior. Ya no puede, aunque quiera, oponerse
a sangre y fuego con la misma impunidad que lo hizo durante un siglo, a la
libre determinación de los pueblos latinoamericanos, o por lo menos, de una
parte de ellos.
Por
primera vez desde los tiempos de Lázaro Cárdenas y algún otro como el general
peruano Juan Velasco Alvarado, el petróleo, esa poderosa arma del siglo XX,
pudo servir como apuntalador de una geopolítica opuesta a la del imperialismo.
Por lo menos desde tres vertientes:
A) PetroCaribe, por ejemplo, no se
limita al comercio, se trata de un pacto geopolítico a largo plazo, sin control
de EEUU,
B) Venezuela logró desplazar con
PetroCaribe, a los consorcios mafiosos instalados en Miami, dedicados a
expoliar con la factura energética a los pequeños países del Caribe continental
e insular,
C) Para Washington resulta insoportable
que 100 años de dominio neocolonial sobre el petróleo venezolano, se esfumen en
sus narices, en apenas 14 años de estrategia "chavista", tanto que
hoy se ve obligado a extraer recursos en su propio territorio, acción que va
contra los conceptos y propósitos de
capitalismo y sus modalidades de expoliación a países y pueblos
latinoamericanos.
La
revolución bolivariana junto a los proyectos progresistas continentales logró perforar los esquemas de dominación de
organismos imperiales como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial,
el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, el CIADI y el CIDH.
La
suma y la dinámica de los avances abrieron una nueva oportunidad histórica para
despojarnos del dominio del Norte. Esa novedad tiene como un componente
subjetivo, la aparición de líderes creíbles, formados y convencidos; al mismo
tiempo que la insurgencia de un discurso aglutinante, proyectos nacionales y de
integración continental.
Uno
de los resultados ideológicos más importantes, es que por vez primera vez se
puede hablar abiertamente en América latina, del socialismo como la opción al
desastre económico, social y ecológico del capitalismo depredador. Esta
consideración e irrupción histórica genera serias perturbaciones en el esquema
tradicional ultraconservador con el que los EEUU impusieron su ley y trastorna
en grado no menor el funcionamiento del sistema mundo en Latinoamérica.
Este
debate tiene vivencias inconfundibles. Bill Clinton, expresidente norteamericano,
dijo una vez: "La economía, estúpido, la economía". En los mismos
años, desde la acera contraria, con otra concepción de la vida y la sociedad,
Hugo Chavez le respondió: "La política, pueblos, la política". Y fue
la política. Es que en el fondo de este debate se enfrentan dos modelos. El del
capital contra todas las especies vivientes, el capital que acumula dinero y
destruye la naturaleza, que castiga pero no combate la pobreza, y el otro
modelo, el que contribuye a la búsqueda de la felicidad social. Ha tocado
nuevamente a Venezuela ser el escenario del enfrentamiento entre modelos, solo
que los venezolanos, esta vez, y desde 1989 decidieron convertirse en actores y
decisores.
Fue
en Caracas el 27 de febrero de 1989 cuando un pueblo reverberante advirtió a los exégetas neoliberales que no les daría
paso franco, no al menos en Venezuela. Luego llegó Chávez y dio rostro a ese
histórico reclamo. Arbenz, Allende, Bishop, Goulart, Torrijos, Velasco y otros
fueron apartados con violencia dejando en mengua los proyectos de liberación
política y económica. Chávez, al contrario resistió y propuso acciones audaces
exitosas, y lo más acuciante para los EEUU, durante quince años Chávez
desarrolló el ideario de que era posible ser nosotros mismos.
A
modo de ejemplo. La revolución bolivariana; la revolución ciudadana liderada
por Rafael Correa en Ecuador; la revolución indígena boliviana con Evo Morales
motorizando; Daniel Ortega en Nicaragua; y antecediéndoles, Fidel desde la
bloqueada Cuba; y por algún tiempo Manuel Zelaya en Honduras, todos en conjunto
han roto un mito liberal, según el cual, “la...inclusión solo se logra con
crecimiento de la economía", o como lo llaman los especialistas, el PBI.
Hugo
Chávez invirtió esa lógica. Impulsó la tesis de la inclusión social como una
fórmula viable al mundo en desarrollo para alcanzar el crecimiento sostenido,
sustentable y decente. El punto de partida de ese cambio fue el involucramiento
del pueblo en la política, la mejor manera de mostrar el corporativismo tal
cual es: una manada de capitalistas ansiosos de poder político, para acceder al
reparto de las riquezas creadas por el pueblo y el Estado.
El
capitalismo demuestra su debilidad, fragilidad y contradicción letal en su basamento
económico al apoderarse de la riqueza por acumulación y por apropiación dejando
a los pueblos en orfandad pero tal condición, por constante histórica humana,
siempre generó la reacción revolucionaria, especialmente en Latinoamérica:
Europa, carente de recursos naturales y agotada como estaba al culminar la
segunda guerra se echo a los brazos del gran hermano, lo demás, es conocido.
Frente
a eso, el gobierno bolivariano decidió recuperar el petróleo y su industria.
Modificar la propiedad de la tierra, restándole capacidad de apropiación al capital.
Y fue por mucho más. Comenzó a competirle, desde el Estado en la producción de
bienes y servicios. Misiones como Agrovenezuela y la de Vivienda, dos ejemplo
reveladores, son parte de las grandes inversiones para la producción y
reproducción social de escala.
Para cambiar la relación de fuerzas
impuesta hasta 1999, se redujeron paulatinamente, pero sin pausa, las
estructuras neoliberales de Venezuela. Logró la revolución reducirle capacidad
operativa a sus principales operadores y quintas columnas institucionales: FEDECÁMARAS,
LA CONFERENCIA EPISCOPAL, CONSECOMERCIO, VENANCHAM, CEDICE, IESA, SECTOR
BANCARIO, FEDENAGA.
Al
mismo tiempo, mediante procesos dolorosos, esforzarse hasta el colapso físico
en la insalvable tarea de desmantelar los enclaves de poder fácticos que
influían decisivamente en PDVSA y en las Fuerzas Armadas Nacionales. Así Chávez
logró revertir el proceso sostenido de dominación ideológica por el
Departamento de estado y el Pentágono en estos dos factores claves.
El
odio imperial no se hizo esperar. Consiguió en Venezuela voluntades políticas y
económicas díscolas que le hacen el juego a los intereses foráneos. Desde el
inicio del Gobierno de Chávez los EEUU no dan respiro al proyecto bolivariano
que ha llegado mucho más allá de lo imaginable y soportable para Washington.
Por
estos días candentes, la violencia desatada por los factores neoconservadores
venezolanos resalta el hecho de que Chávez logró arrebatarle el petróleo a los
EEUU y a los satrapillas locales, no así, le quedó corto en el tiempo el
propósito de quitarles también los petrodólares, es la tarea que corresponde
ahora al Presidente Nicolás Maduro, y lo ha asumido con mano férrea. El control
de cambio financiero entró en fase de no retorno, afinando mecanismos y estrategias
que, innegablemente, ha traído inconvenientes, pero el plan de apoderamiento de
las divisas por parte del estado es clave para un cambio en las estructuras
económicas.
Y
no es poco quitarle al imperio el manjar de más de de 300 mil millones de barriles
de petróleo a flor de tierra y cerca, muy cerca de las refinería usamericanas.
La familia Saud ha complicado la papeleta geopolítica a los EEUU en el Golfo.
China y Rusia acechan. Hoy las potencias más proclives a perder influencia
sobre las reservas energéticas del medio oriente son los entramados
geopolíticos occidentales. En nuestro hemisferio está la respuesta a la avidez
petrolera de Washington, específicamente en Venezuela. El problema es que los
venezolanos han aprendido en quince años a aferrarse con uñas y dientes a su
petróleo.
Los
EEUU y la burguesía importadora venezolana, no teniendo el petróleo y los
petrodólares pasan a ser una entelequia política; he allí la furiosa reacción.
Fracasó la MUD, patético Frankenstein sucesor de la no menos patética
“coordinadora democrática”, a la vez digna hija de la estrafalaria súmate. Con
estos engendros, los EEUU, dos gobiernos europeos y una multitud de tenebrosas
ONGs han echado dinero en masa en saco roto.
Desaparecida
la MUD, tres corrientes neoconservadoras se disputan los favores económicos
provistos por los entes mencionados, Quien mas violento, mas favorito a
quedarse con la torta. Tres millones de dólares ingresaron durante el período
2011 a 2013 a las arcas de la satrapía y el proconsulado criollo para
propósitos anclados en más iracundo fascismo.
A
John Maisto, un ex embajador yanky en Caracas, se le ocurrió decir en un cable
privado al Departamento de Estado: "...No presten mucha atención a lo que
Chávez dice, miremos sus manos...".
Quince
años después, sin que Maisto lo hubiera imaginado y con Chávez ausente, su
informe resultó revelador, y su frase, "miremos sus manos", se convirtió
en un homenaje involuntario e indeseado, a la obra del Comandante, y los
proyectos liberadores antineoliberales avanzan, a veces bajo fuego e iracundia,
pero avanzan.
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