jueves, 24 de mayo de 2012
De chanchadas (pidiendo perdón a los chanchos)
Con Freirina en el Corazón
Freirina
nos ha dado el más elocuente ejemplo del Chile que viene.
Se
alzó, puso en grito en el cielo, parece que hasta allá llegó el mal olor y la
indignación ciudadana.
Los
ineptos, corruptos y coludidos que debieron solucionar el problema nada
escucharon, porque que no hay peor sordo que el que no quiere oír.
La
culpa no la tiene el chancho, la tiene el que le da el afrecho.
Chile
se ha convertido así, en un país de chanchadas:
Con
los estudiantes, en Punta Arenas, en Aisén y Coyhaique, en Concón y toda la
costa central contaminada, las salmoneras en el Sur, Pascua Lama destruyendo
los glaciares, las mineras envenenando el agua de los poblados del Norte, las
hidroeléctricas amenazando la vida, para favorecer a los señores de la mina.
Protestas
en distintos lugares. El denominador común, los derechos ciudadanos conculcados.
Todos
los depredadores igual que los chanchos, buscan su provecho personal.
Se
aprecia a la distancia, que los movimientos sociales organizados, en pie de
lucha, son un adelanto del Chile ciudadano que viene y retoma su fuerza.
Aprendamos
la lección.
Freirina
no pidió esos chanchos, los estudiantes no pidieron estudiar 5 años para quedar
debiendo 15. Los aiseninos no pidieron las represas. Los calameños no regalaron
su cobre.
Entonces
¿por qué unos patudos tienen que pensar y resolver por nosotros?
Ya
no sirve pedir humildemente al gobierno que solucione algo, porque estamos
frente al gobierno de los empresarios, por los empresarios y para los
empresarios y para ellos el provecho es el que vale.
¿Los
ciudadanos qué pitos tocan? Tengan paciencia.
Lo que
está mal hay que hacerlo de nuevo.
Hay que ponerse de pie y comenzar a refundar
Chile. Todo de nuevo.
Viva Freirina y todos los que
luchan.
Atte.
Ismael Hernández V., X Región, por el derecho a vivir.
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