La Memoria va traspasándose a nuevas generaciones.
miércoles, 30 de marzo de 2011
Los crímenes de la dictadura en marzo de 1985
Homenaje a Nattino, Guerrero, Parada, los hermanos Vergara Toledo y Paulina Aguirre.
La Memoria va traspasándose a nuevas generaciones.
Carlos Ruiz
MPT
En
1985, ya estaban en ejercicio las líneas centrales de las propuestas
insurreccionales de la izquierda más consecuente con la situación de Chile: el
PC mantenía vigente la línea de Rebelión Popular, en la que el mayor esfuerzo
le tocaba al Frente Patriótico Manuel Rodríguez; el Movimiento Juvenil Lautaro
estaba perfilando desde 1983 la Guerra Insurreccional de Masas (GIM). El MIR ya
había definido en 1978 su diseño de Guerra Popular. Otras fuerzas de izquierda
estaban desperfilándose como tales, día a día, se estaban “renovando” y
aceptando el capitalismo como presente y futuro, renunciando a cualquier forma
de cambio, que no fuese el relevo al interior de La Moneda, para cambiar el
garrote “fascista” por la zanahoria de la Renovación Socialista: de la
“Convergencia Socialista” pasarían a constituir la Concertación para
administrar el mismo sistema.
Los
grandes reprimidos por la dictadura, en los 80 fueron el PC, el FPMR, el MIR y
el MAPU-MJL.
Desde
1982, los pueblos estaban reaccionando con valor ante la persistencia de la
dictadura, sus políticas económicas antipopulares, la represión castigadora de
los cuerpos, las ideas, los libros, las canciones. Las peñas populares y
juveniles, se hacían como el festival que aparece en “La Novicia Rebelde”, en
los días de la ocupación nazi de Austria. Los y las artistas tenían que cantar
¡y arrancar!
Una
enorme cesantía, disfrazada de “empleo mínimo”, echándole la culpa a una
recesión mundial desde 1981, pero que no afectaba a los que cada vez más se
enriquecían con los negocios de la “economía social de mercado”, nada de social
y mucho de mercado (tanto como para exportar momias, claro que rellenas con
harta cocaína, comprar tierras baratas a los mapuche (recién hechos
“propietarios privados” y vendérselas a las transnacionales de la madera,
comprar y vender bancos, actividad en que tiró para arriba Piñera, el mismo que
vende hoy lo que queda de recursos del Estado). El mundo popular resistía
heroicamente, apareció una economía alternativa y solidaria, de ollas y
comedores populares, talleres laborales, confección y venta de artesanías,
huertos familiares, vegetarianismo a la fuerza. Bastante ayuda desde el
extranjero, que agradecíamos mucho, y que lamentablemente hoy escasea, por la
desconfianza, ya que no faltaron los aprovechadores que han hecho dudar de la
capacidad de solidaridad y de la honradez del mundo popular.
En
diciembre de 1982 se hizo pública la existencia del Movimiento Juvenil Lautaro,
que se había desarrollado al interior del MAPU. Se realizó una acción conjunta,
de agitación y propaganda, con cortes de calles en Vicuña Mackenna, Recoleta y
Lo Ovalle. Poco después hubo una manifestación en el centro de Santiago, con
varios detenidos. También ya pre-existía lo que fue el FPMR, que se manifestó
públicamente un año después, el 14 de diciembre de 1983.
El 25
de marzo de 1983 coincidió una protesta popular en la Alameda con la
conmemoración del asesinato de Monseñor Romero. Con amigos y compañeros de
grupos parroquiales, fuimos a la misa en San Francisco. A la salida y de
regreso a casa, sin haber estado en la protesta, a un grupo lo detuvieron en la
calle por los pacos: un amigo que andaba sin carnet fue detenido y pocos días
después salía relegado por tres meses a Pisagua.
Llamados
a protestas, entonces, hubo varios, pero la determinación de seguir un proceso
ascendente y sostenido, se fue tomando desde mayo de 1983, con los llamados a
protestas populares a nivel del país. El 1º de mayo de 1983 hubo una marcha (no
autorizada) por el Día de los Trabajadores, la que fue brutalmente reprimida
por carabineros vestidos de civil, que fueron apodados los Gurkas, por su
brutalidad que recordaba los a mercenarios al servicio de los ingleses en la
Guerra de las Malvinas. Quedaron heridos graves, con TEC y compromiso de
conciencia, el doctor Manuel Almeyda Medina, hermano de Clodomiro, y el
compañero Raúl Arcos Sandoval, de Renca.
El brutal atentado de agentes de la Dictadura contra civiles manifestándose en una fecha mundialmente conmemorada desencadenó el llamado a una
“protesta nacional” para el 11 del mismo mes, y seguirían de 11 en 11 hasta
provocar la caída de la Dictadura, según la convocatoria inicial. Por este consecuente acto de manifestarse pese a la fuerte represión y a los amedrentamientos de todos los días, y en especial en ese 1º de mayo, el doctor Almeyda y mi compadre Raúl -que sigue hoy dando guerra al sistema opresor- merecen nuestro reconocimiento, entre los que hicieron bastante por cambiar la situación, cuando no se le veía salida. Después de ese reprimido 1º de mayo, empezaría a verse otro país, otra forma de actuar de parte de la gente popular, acrecentándose el concepto del Chile Popular hacia el cual dirigíamos nuestra lucha.
Las protestas
populares marcaron la agenda de la oposición en 1983, para decaer en 1984, pese
a que iban en ascenso, junto con el entusiasmo popular por expresarse contra la
dictadura; pero los líderes de esa hora fallaron, algún día se sabrá cómo los
fueron “apaciguando”. Como dijimos, el Frente surgió a la acción pública en
diciembre de 1983, lo que marcó el carácter que iría tomando la expresión
popular: una combinación de actividades de masas con un accionar militar
revolucionario. El accionar del Frente y del Lautaro, hicieron que Pinochet
cambiase al Ministro del Interior, poniendo en el cargo al nazi Sergio Onofre
Jarpa, a quien se le encargó dirigir la represión contra las expresiones de
rebeldía popular.
El año
1985 fue muy movido: socialmente, políticamente, y hasta la Madre Tierra se
sacudió, formidable como una insurrección general, terrible con la gente. El
terremoto del 3 del mes 3 azotó la zona central del país, con grado 7.7 y hubo
177 muertos (los cabalistas no dijeron nada, al parecer el Imperio no usaba
tanto este tipo de discursos como ahora para alimentar el control ideológico
sobre la psicología de masas).
Otro
gran terremoto sucedería en México el 19 del 9. Poco después, el representante
de ese país ganó el Festival de la OTI. Según se dijo, el premiado fue México
para mitigar el dolor de la catástrofe; dos años después, el epicentro de los
conflictos era de nuevo Chile, y entonces se nos aplacó con la visita del Papa
y la elección de Miss Universo; ambos salieron a su turno por un balcón de la
Moneda a saludar al público, junto con el tirano, que se refocilaba como play
boy de estar, sin mérito alguno, en tan santificadoras como legitimadoras
compañías. Este tipo de “premiaciones” sí parece haber sido hecho conforme a
directrices del Imperio, táctica que ya no se está usando tanto, excepto en el
caso de los Premios Nobel.
En
enero de 1985, fueron detenidos cinco compañeros de la Dirección del MAPU:
Guillermo Ossandón con otros cuatro. Quedaron en recintos de Carabineros.
La
represión siguió en contra de los compañeros del PC y del MIR. Hubo secuestros
y prisiones contra miembros de la AGECh, Asociación Gremial de Profesores de
Chile. Los aparatos de exterminio (porque decirles represivos es minimizar su
función) prepararon a conciencia un golpe que estaba planeado como “ejemplar”
contra la oposición verdadera. Y entonces sucedió la detención y matanza que
estremeció a Chile tan fuerte como el terremoto: secuestran a los Manueles,
Parada y Guerrero, en el Colegio Latinoamericano de Integración, el viernes 29 de marzo por la mañana, en
medio de un espectacular operativo que incluyó corte de calles y apoyo aéreo de
un helicóptero. Asimismo secuestran a Santiago Nattino a las 13 horas en calle
Badajoz con Apoquindo. Otros carabineros asesinan a Eduardo Antonio y a Rafael
Mauricio Vergara Toledo, de 19 y 18 años, en Las Rejas con Cinco de Abril, en
un supuesto enfrentamiento. En la noche, la CNI asesina a Paulina Alejandra
Aguirre Tobar, del MIR, de 20 años, al volver a su domicilio. La aparición de
los cuerpos puso al descubierto el drama. El Estado de Sitio con Toque de Queda
buscó intimidar y cubrir los hechos, que se conocerían de todas formas.
La
intervención de carabineros, en el secuestro y muerte por degollamiento de los
tres compañeros comunistas, se logró saber y demostrar gracias a que unos pacos
se fueron de lengua dentro del recinto donde estaban presos los cinco dirigentes
mapucistas presos en enero. Con las informaciones que éstos interceptaron, ayudaron
mucho a atar cabos sueltos y a lograr que el régimen no pudiese desentenderse. El
juez Cánovas investigó el hecho, ante la evidente presión. El 2 de agosto del
85, ante las evidencias, renunciaba a la Junta el paco Mendoza por su
responsabilidad en los crímenes, lo que no se podía ocultar ante la indignada
opinión pública nacional e internacional.
El
beodo vicealmirante Merino (el mismo que hizo el mayor lobby para traer a Chile a los
Chicago Boys a experimentar el ultraliberalismo que no se aceptaba en otros regímenes),
echó la culpa a comunistas infiltrados en Carabineros y sobre la salida de
Mendoza, dijo como algo natural, que “se desgranó el choclo”. En eso tuvo razón,
la situación se hizo más insostenible para el dictador.
Los
asesinatos de opositores siguieron, de todas formas, y el mismo hecho acrecentó
el descontento y se fueron sucediendo nuevos llamados a protestas populares;
como la del 2 de julio de 1986, día de Paro Nacional, en que una patrulla
militar quemó vivos a Rodrigo Rojas Denegri y a Carmen Gloria Quintana; Rodrigo
murió el 6 de julio, Cecilia sobrevivió y su rostro habla de los horrores del
régimen militar.
Desde
entonces, no podemos sino decir que soldados y policías no sirven sino para
degollar profesores y quemar estudiantes. Perdieron la guerra contra la
delincuencia y perderán la guerra que sostienen contra los pueblos a los que
dicen proteger.
Pero en
vez de atemorizarse y paralizarse con tanto crimen, el movimiento popular
siguió adelante, creyendo posible derrotar al régimen dictatorial. El error
acaso fue confiar en que todos los “de izquierda” seguirían un camino similar y
seguirían creyendo que había que abrir las alamedas por donde habíamos pasado
en defensa del gobierno popular. Pero para entonces, buena parte de la
dirigencia socialista, radical, mapucista (de Gazmuri y de Garretón) y no pocos
miristas, ya hacían cola para retirar su bolsa de 30 denarios. Se impuso una
conducción “pacifista” para salir de la dictadura; a la larga, pasaríamos en
1990 de Guatemala a Guatepeor. Salimos de las llamas pero no escapamos de las
brasas. De todas formas, aunque cuesta harto, vamos saliendo, de a poco, como
nuevos Fénix, o como las cigarras, verdes-rojos, rojos-verdes, rojos-negros,
amarantos...
Foto: Velatón en Los Leones, 29 de marzo de 2010. Agradecimientos a Juan Carlos Cáceres.
Para recordar:
Más información:
Cápsula histórica sobre los
hechos de marzo de 1985:
VELATON DE AYER MARTES 29
La compañera Ana González de Recabarren, siempre presente, da el ejemplo.
La Memoria va traspasándose a nuevas generaciones.
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Muy buena la pagina, mucho me gustaria que preparemos una pagina
ResponderEliminardedicada a la Compañera Cecilia
Magnet F.Pues hay que mantener su
memoria viva, yo estuve el dia 9 de Septiembre en su departamento, donde
pernocte esa noche.