Informaciones de prensa alternativa sobre pres«s
polític«s
lautarino«s
y datos conexos.
En vista del interés del público en general, por todo lo relacionado con el Movimiento Juvenil Lautaro MJL, está bien volver a hacer circular algunas informaciones de prensa oficial (especialmente La Nación) de años anteriores, para que se sepa cómo ha sido la vida para l«s pres«s polític«s
lautarino«s, cómo se gestionó un indulto y porqué much«s de ell«s han tenido que volver a la clandestinidad.
Que haya pres«s hoy en día como Juan Tapia, Delfín Díaz e Ilse Jofré, es resultado del incumplimiento de los beneficios carcelarios y del acuerdo de indultar delitos subversivos, es decir de origen político.
No se les ha dejado rehacer sus vidas, se burla y frusta la "reinserción", ya que cuando logran sobreponerse a la prisión, dedicarse al trabajo, criar hij«s, los vuelven a aprisionar y se les aplican las condenas iniciales. Como los deudores al sistema financiero, que nunca terminan de pagar y siempre se les cobra la deuda completa.
Hay una deuda social con quienes se alzaron contra la dictadura y comprendieron que el gobierno civil iniciado en 1990 no era sino la continuación de lo anterior. Piense uno lo mismo o algo distinto, hoy hay un problema social y de rango humanitario, reconocido hasta por parlamentarios de la derecha, lo que motivó a que se aprobase un indulto en 2005. Ahora se trata de que l«s que ya pagaron con cárcel puedan acogerse a estos beneficios.
Libertad
Cuando cantas yo canto con tu libertad
Cuando lloras también lloro tu pena
Cuando tiemblas yo rezo por tu libertad
En la dicha o el llanto yo te amo
Recordar días sin luz de tu miseria
Mi canción olvidó por un tiempo quién eras
Cuando cantas yo canto con tu libertad
Cuando tú estás ausente yo espero
Es tu religión o quizás realidad
Una idea que a todos nos cambia
Creo yo que eres tú la única verdad
La nobleza de nuestra humanidad
Por tenerte se debe luchar
Esperarte sin desfallecer
Cuando cantas yo canto por tu libertad
En la dicha o el llanto yo te amo
La canción de esperanza
Es tu nombre y tu voz
Y la historia nos lleva
Hacia tu eternidad
Libertad libertad
Fuente de las informaciones:
Domingo 11 de noviembre de 2007
Por Ana Verónica Peña / La Nación Domingo
Guillermo Ossandón, el líder más
emblemático del movimiento
“El Lautaro todavía existe”
El que fuera en los noventa el
hombre más buscado de Chile por la policía se transformó esta semana en uno de
los más buscados por la prensa nacional. Condenado a cadena perpetua, fue uno
de los favorecidos por la ley de rebaja de penas aprobada en 2004. Ahora, en
exclusiva para los lectores de LND, habla por primera vez sobre sus compañeros
acusados del asalto al Banco Security, de los acuerdos que les permitieron
salir de la cárcel y de la lucha actual de su grupo.
Esta fue una semana loca. Una
semana que empezó con una cacería brutal de cuatro personas, una cacería tan
desatada que perfectamente podía terminar en muerte, violando todas las
garantías del llamado Estado de Derecho", dice Guillermo Ossandón Cañas,
quien saltara a las portadas de la prensa nacional en la década de los noventa
como el hombre más buscado de Chile, el jefe del Lautaro. Una semana tan loca,
ejemplifica, que "un asalto, como titula La Tercera este miércoles,
termina derribando un acuerdo para indultar a militares; una idea bacán, por
cierto, pero que demuestra el grado de descontrol del Gobierno y de las
policías".
Ossandón acusa que los ahora
sindicados como autores del asalto al Banco Security, los más buscados de los
últimos días, "han sido juzgados e incluso condenados
mediáticamente".
"El jueves, familiares y
amigos de los buscados, en conferencia de prensa defienden el derecho a la
inocencia hasta que se pruebe lo contrario. Me parece que es una demanda del
todo justa, no entiendo cómo el Gobierno es capaz de actuar de manera tan
irreflexiva, por decirlo de alguna manera", agrega.
En una entrevista en la revista
"Página Abierta", en 1991, dijo que usted era el jefe del Lautaro, de
las Fuerzas Rebeldes y de todo "este complejo mapucista-lautarista".
¿Todavía existe ese complejo?
Existe el Lautaro. Ya no soy el
jefe, porque hay que abrirle paso a las nuevas generaciones, pero el Lautaro
todavía existe. Lo que pasa es que ahora tiene una nueva modalidad, otra manera
de hacer las cosas. Estuvimos el 8 de octubre con el "Che", estuvimos
el 12 de octubre, para el Día de la
Raza, en un trawun con los mapuches de la zona de Lleu-Lleu,
y estuvimos el 30 de octubre en el aniversario de la población La Victoria. Somos
unos subversivos y soñadores sin vuelta.
¿Qué capacidad de incidir
políticamente tiene ahora el Lautaro?
No pretendemos dirigir
absolutamente nada. Nuestra capacidad, obviamente, no es para dirigir nada.
Estamos buscando un camino nuevo que no lo hemos encontrado aún. La onda es el
contacto y, en ese marco, nuestra lucha hoy día tiene dos sentidos: uno, de
carácter estratégico, es el contacto entre el pueblo mapuche y el pueblo
chileno. Estamos muy comprometidos con la libertad de los presos mapuches, que
son hoy día, como antes lo fuimos nosotros, los presos de la democracia. El
otro contacto es al interior de nosotros y el movimiento popular urbano, en
torno al descontento de la gente por las alzas, por el problema del
Transantiago, los pingüinos, las forestales, los subcontratistas. Esa es parte
de la búsqueda que estamos haciendo con esos movimientos sociales.
¿Pertenecen a la Coordinadora
Arauco-Malleco?
No, esa es una organización
mapuche. Nosotros no somos mapuches. Nosotros somos chilenos. Pero sí estamos
comprometidos con la desmilitarización y la preservación de Lleu-Lleu, porque
la desaparición de Lleu-Lleu sería la derrota definitiva del pueblo mapuche, rompería
con toda su cosmovisión. Son cuestiones serias, son problemas de fondo en los
que estamos involucrándonos y con los cuales estamos comprometidos.
¿Qué es eso de la
desmilitarización de Lleu-Lleu?
Bueno, ese es un proceso que
comenzó hace como tres años y que ha ido in crescendo, en el que las fuerzas
policiales se han puesto al servicio de las forestales, cuidando sus
plantaciones y, simultáneamente, hostigando de manera cotidiana a las
comunidades locales. Son fuerzas policiales instaladas de manera permanente en
al menos diez puntos de la zona. Hablamos de retenes, de fuerzas del GOPE, las
fuerzas especiales de Carabineros, de personal de Inteligencia, de fuerzas de
Investigaciones y de la
Marina. Esta militarización es inédita y responde a una verdadera
estrategia de guerra. Las comunidades están resistiendo esta pelea, y nosotros
apoyamos esta lucha.
"CIERTAMENTE, NO
GANAMOS"
Usted, en esa misma entrevista
que dio mientras estaba en la clandestinidad, sostenía que no lo querían vivo,
que si lo encontraban lo iban a matar.
No me mataron. Efectivamente
estoy vivo. Pero si no me mataron es producto de las circunstancias y no es
culpa mía. Estar vivo es un gran logro.
Tener que firmar una solicitud
para acceder a una Ley de Indulto, comprometerse a dejar las armas y someterse
a las normas de vigilancia de Gendarmería para recuperar la libertad, ¿no es
una derrota?
No, en ningún caso. No es una
derrota. Los indultos se dan en 2004 y nosotros decidimos dejar de pensar la
realidad en términos político-militares en 1998, después de una reflexión
política que se hizo en prisión. Cuando se concreta el proceso del indulto y se
plantea como requisito firmar un papel en el que nos comprometíamos a no usar
más las armas, fue un trámite más, sin ningún costo, porque nosotros ya
habíamos hecho nuestra opción en 1998. La cosa está clarita, entonces.
¿Es un éxito, entonces?
Nosotros peleamos una guerra y
estamos orgullosos de haberla peleado. Peleamos esa guerra y ciertamente no la
ganamos. Ahora, si nos ganaron a nosotros o no, eso es relativo; murió mucha
gente, y los que quedamos, bueno, terminamos todos presos. Pero haber peleado
esa guerra nos llena de orgullo. Estamos aquí, cuando la intención era hacernos
mierda.
¿Se puede ser subversivo sin usar
las armas?
No hay ninguna contradicción. Se
puede ser subversivo con armas y sin armas.
Pero en el conflicto mapuche sí
existe una lucha armada.
Yo no sé de lucha armada de los
mapuches. Pero si así fuera, ellos son libres de elegir las formas que se les
ocurran. Nosotros apoyamos su lucha.
¿El Lautaro no volverá a tomar
las armas?
Esa es una pregunta hipotética,
cuya respuesta también es hipotética. Claro, si mañana nos invaden los
estadounidenses, nosotros volveríamos a tomar las armas dice con un tono de
sarcasmo. LND
“Aliste y yo fuimos grandes amigos”
–¿Juan Aliste Vega firmó el papel
para acceder a la Ley
de Indulto que aprobó el Congreso?
–No existía un formulario que
firmar, era una carta que cada uno de nosotros tenía que escribir solicitando
el indulto y asumiendo sus compromisos. Aliste no firmó ni escribió nada,
porque cuando se concretó el indulto él no estaba preso y además ya no
pertenecía al Lautaro. Aliste había dejado el Lautaro en 2003. Es cierto lo que
decía en su diario el otro día, Aliste y yo fuimos grandes amigos, le tenía
mucho cariño, estuvimos presos juntos y lo conocí bastante, conocí a su
familia. Me acuerdo perfectamente de su situación. En 1999, Aliste fue
trasladado a Buin, de ahí salió porque cumplió su condena. Cuando volvió a caer
preso en 2003, acusado de varios asaltos, tengo entendido que los tribunales lo
absolvieron. No fue indultado.
–¿Cómo se entiende, entonces, que
se haya instalado como un hecho cierto que Aliste fue indultado?
–Eso se entiende sólo porque
[Felipe] Harboe es un chanta. Esta no es la primera vez que se equivoca, porque
se apresura en tratar de aparecer. Todos recordamos el patético show que hizo
con los sables de utilería que encontró en la Usach. Harboe es un
incompetente, por eso ahora lo han sacado de escena. Aliste no fue indultado y
el propio obispo [Alfonso] Baeza lo ha aclarado.
–¿Y los otros sindicados como
autores del asalto al Banco Security?
–Aliste fue lautarista hasta
2003; Villarroel lo fue hasta 1996, cuando un grupo de lautaristas se fue para
formar un grupo de carácter anarquista, pero de eso yo no sé mucho, porque no
me interesa.
Gutiérrez fue lautarista hasta
que salió de la cárcel, no me acuerdo si el 2001 o el 2002, pero tampoco estaba
preso cuando se concretó el indulto. De Fuentevilla no sé nada, nunca fue
lautarista y hasta donde sé tampoco estuvo preso con nosotros, sino el que
estuvo preso fue un hermano de él, que de todas formas nunca fue lautarista. De
“Danny Devito”, ése sí que nunca tuvo contacto con nosotros, y lautarista no fue
jamás. El único de ese lote que estaba preso cuando se concretó el proceso del
indulto era Villarroel. Él fue el único indultado, aunque ya no era del
Lautaro.
Domingo 11 de noviembre de 2007
/ La Nación Domingo
Ossandón cuenta cómo se gestó la Ley de Indulto de 2004
El largo camino hacia la libertad
“Es necesario destacar la
coherencia, firmeza y seriedad del entonces ministro del Interior, José Miguel
Insulza, ya que él monitorea personalmente la evolución del asunto hasta lograr
las mayorías parlamentarias necesarias”.
"El indulto fue un proceso
largo y no se da por casualidad. En rigor son dos procesos paralelos, que van
de a poco coincidiendo en el tiempo. En primer lugar están los sucesos de lucha
en prisión, dirigida por Lautaro, y el rol de nuestros familiares en libertad,
muy particularmente el jugado por Irma Véliz, que encabezó este proceso de
principio a fin. El otro es el armado del rompecabezas de apoyos políticos y
eclesiásticos que terminaron configurando el proyecto de ley y las votaciones
respectivas en la Cámara
y el Senado. El trasfondo inicial, que da cuerpo a todo esto, son las múltiples
aberraciones jurídicas cometidas en nuestros enjuiciamientos y condenas por la
mal llamada justicia militar. Y, en el caso específico de los lautaristas, las
brutalidades contenidas en el llamado caso Dreyse".
"El proceso del indulto
comienza en 1998, cuando Jaime Castillo Velasco decide presentarle a Irma a
Francisco Cumplido, que se reunió con ella y revisó nuestros casos. La
respuesta de Cumplido vino poco después: dijo que en nuestros casos existían
claros vicios jurídicos. En particular cuestionó el concepto de terrorismo,
afirmando que no era aplicable a nuestra situación. Cumplido había sido el
ministro de Justicia que había creado la Cárcel de Alta Seguridad [CAS], y fue a vernos a
la cárcel, donde tuve una reunión con él en la que reiteró sus afirmaciones.
Con estos antecedentes, Irma solicitó una entrevista con el cardenal Errázuriz,
quien, después de revisar los antecedentes y las afirmaciones de Cumplido,
decide comprometer a la
Iglesia de Santiago con nuestra situación. Errázuriz nomina a
monseñor Baeza como su delegado personal, que nos acompaña hasta el día de
nuestra libertad".
"El cardenal Errázuriz
visitó la CAS en
Semana Santa de 1999 y ahí pudimos conversar directamente con él. En 2000 se
realiza la primera reunión con un grupo de parlamentarios, a la cual asiste
Cumplido, además de Baeza, Irma y otros familiares, y ahí se empieza a
conformar el primer grupo de apoyo a nuestra libertad, en el que están Gabriel
Valdés, Hernán Larraín, José Antonio Viera-Gallo y otros".
"En 2002 se hacen los
primeros borradores del proyecto de ley, y en el 2003 el Gobierno entra de
lleno a buscar su resolución positiva. Es necesario destacar la coherencia,
firmeza y seriedad del entonces ministro del Interior, José Miguel Insulza, ya
que él monitorea personalmente la evolución del asunto hasta lograr las
mayorías parlamentarias necesarias. Insulza actuó como un verdadero panzer con
nosotros, lució sus mejores dotes de negociador, sabía perfectamente cuándo
debía votarse el proyecto, sabía a quién había que presionar, a quién apretar,
aseguraba la asistencia a la sala aunque tuviera que ir a buscarlos al baño.
Insulza fue clave".
"En 2004 se llega a una
resolución positiva, conocida como el actual indulto, aunque no en los términos
que nosotros queríamos, que abarcara las calificaciones terroristas. No alcanza
el quórum para aquello, dada la mezquindad de la derecha. Sólo Larraín y
[Antonio] Horvath votan a favor del proyecto. Entonces, el indulto son seis
años, y supone una movilización permanente y varias huelgas de hambre de los
prisioneros y de los familiares. Y también la suma de voluntades externas a
nosotros, que se van convenciendo de la justeza de este tipo de soluciones. No
olvidemos que el piso básico que se exige para esta clase de libertad son diez
años de prisión. El indulto no fue gratis. Para nosotros, el mismo es una
victoria, y nuestra libertad nos la ganamos con creces".
Domingo 11 de noviembre de 2007
Los subversivos que no fueron
indultados temen volver a la cárcel:
Las razones por las que los
lautaristas están retomando la vida clandestina
Claudia Guzmán
Llevan meses en estado de
agitación. Pasaron años en libertad condicional, se reinsertaron y ahora la
justicia militar comenzó a dictar sentencias por causas abiertas hace años. Los
ex subversivos interpretan esta oleada de condenas como una nueva persecución.
Algunos han vuelto a la clandestinidad y otros llegan a explicarse acciones
delictuales como las del Banco Security.
Los datos que maneja la Corporación de
Asistencia Judicial hablan de no más de una decena. Pero ellos dicen que
llegarán a 40.
En el último año, los ex miembros
del Movimiento Juvenil Lautaro han retomado el contacto para reaccionar ante lo
que consideran una nueva persecución: la justicia militar comenzó a cerrar
causas que mantenía abiertas desde inicios de los 90 y que -como no
corresponden a los delitos indultables por la hoy cuestionada ley 19.965 de
2004- han significado condenas de prisión para ex subversivos que llevaban años
en libertad condicional.
Es el caso de Flora Pavez, quien
desde 1992 pasó 5 años y medio recluida por atentar contra carabineros. Salió
con libertad condicional en 1998 y ahora, tras la sentencia por otro caso, está
recluida desde el pasado 4 de septiembre en la cárcel de mujeres.
Más esquiva resultó Ilse Jofré.
Fue detenida en Osorno en julio de 1994 por atentar contra un templo mormón y
contra las instalaciones de una empresa de TV cable en Temuco. Tras pasar 5
años en la cárcel de San Miguel, recibió el beneficio de la libertad
condicional. Pero este año, tras siete de libertad, se dictó sentencia en su
contra condenándola a otros 13 años de presidio. "Es un caso lamentable.
Ella tenía un trabajo estable y había formado una nueva familia", comenta
el abogado del departamento de DD.HH. de la Corporación de
Asistencia Judicial, Julio Barría. "Hoy tiene una orden de aprehensión
pendiente y no la hemos vuelto a ver", agrega.
Los ex lautaristas Víctor Zapata,
Juan Tapia y Pablo Contreras estarían en la misma situación de clandestinidad.
"Qué más les puedes pedir a cabros que han crecido en la rebeldía.
Obviamente vuelven a ser rebeldes", comenta una fuente del movimiento.
Julio Barría cree que la decisión
de volver al ocultamiento tiene más que ver con el grado de conciencia en que
cada persona siguió sus procesos: "Hay dos grupos de personas: los que se
lo toman mal y los que saben en qué situación están y entienden que existe una
posibilidad de resolverlo bien".
El abogado cita el caso de Delfín
Díaz Quezada, quien en 2004 fue favorecido por el indulto, pero que en octubre
de 2006 fue condenado por el Segundo Juzgado Militar de Santiago a 10 años de
cárcel por el robo de unos fusiles ocurrido en 1993 (Rol N° 190-04). "Es
un delito indultable, así que hicimos la presentación ante la Justicia Militar
y se dejó la orden de detención sin efecto mientras se resuelve", cuenta
Barría.
El caso Security detona la
reorganización
Los ex lautaristas han seguido
con preocupación las consecuencias del asalto al Banco Security y del asesinato
del cabo Moyano. Los más combativos parten por poner en duda que sean
efectivamente ex miembros del movimiento quienes participaron en el hecho.
Sobre las publicitadas imágenes de Juan Aliste, Marcelo Villarroel, Carlos
Gutiérrez y Freddy Fuentevilla comentan: "El aparato represivo del Estado
puede trucar las fotos".
Aún así, hay quienes creen que
"retomar la actitud rebelde es entendible en este contexto de
persecución".
De hecho, fuentes ligadas a la
investigación cuentan que dentro de los sospechosos que hoy se mantienen
prófugos hay uno que tenía una orden de aprehensión pendiente. Se trata de
Carlos Gutiérrez, quien en 2006 fue condenado a 5 años por un robo con
intimidación cometido en 2003 y quien además tiene un proceso en la justicia
militar por infracción a la ley de armas y explosivos en 1993.
Los ex subversivos insisten en
que no se ha probado que sean ellos. Otros alegan que no todos los sospechosos
son legítimos Lautaro. Pero en lo que todos coinciden es en que se les terminó
por perjudicar a todos por igual: "Con esta condena pública que se hace de
ellos se terminó por desatar una nueva caza de brujas".
Los otrora Lautaro han sentido en
estos días cómo las policías han empezado a rastrearlos nuevamente. Por
ejemplo, los registros comerciales de ex subversivos como Pablo Contreras
comenzaron a ser consultados por Carabineros el 21 de octubre, tres días
después del asalto. Y los padres de Ilse Jofré -que aseguran no saber de ella
hace meses- fueron visitados por la fuerza policial este jueves en la localidad
de Lautaro. "Pero no fue un allanamiento. Vinieron sólo a preguntar",
precisa el padre.
"Hemos decidido realizar
acciones para informar nuestra situación", cuenta una fuente ligada al
movimiento. Están preparando una comunicación pública para dar cuenta, caso a
caso, de su realidad: "La mayoría nos hemos reinsertado, hemos estudiado
en la universidad gracias a becas que nos dieron en la cárcel. Y hoy, cuando
tenemos trabajo y familia, nos dicen que estos 15 años no sirvieron de
nada".
Felipe Harboe, subsecretario de
Interior: "Los más perjudicados con esta acción delictual son los
reinsertados"
El Gobierno dice estar al tanto
de la situación de los ex subversivos que se habían reinsertado y que, en el
último año, comenzaron a recibir condenas pendientes en la justicia militar.
Así lo confirma Felipe Harboe, subsecretario de Interior.
-¿Saben que varios están
volviendo a la clandestinidad?
-Efectivamente. Entendemos que es
porque se han reinsertado y ven estas condenas como algo desfasado en el
tiempo.
-¿Es esta la explicación de
hechos violentos como el del Security?
-No lo creemos. Aunque no
descartamos ninguna hipótesis, pensamos que los más perjudicados con esta
acción delictual son los que efectivamente se habían reinsertado. Porque esto
acaba con la posibilidad de que se reconsiderara su situación.
-¿El Gobierno pensaba hacer algo
por ellos?
-No, no corresponde.
Harboe comenta que la única vía
de solución para ellos sería lograr un acuerdo parlamentario similar al
cuestionado indulto de 2004. Y, según entienden en Interior, algunos ex
lautaristas ya han tomado contacto con legisladores para conseguir que se
revise su situación.
Frente a este escenario, el
senador Alberto Espina adelanta que no estará disponible para reconsiderar la
situación de nadie que haya cometido delitos en democracia: "En RN hemos
tenido una sola línea en este sentido. El único indulto que aprobamos fue en 1990
para delitos cometidos en una situación excepcional, como el régimen militar.
Creemos que todo delito en democracia es delincuencia común, por eso no
participamos en el indulto de 2004 como sí hicieron, de muy buena fe, senadores
como Hernán Larraín (UDI)".
Espina comenta que piensa pedir
antecedentes de todos los ex subversivos que mantienen casos abiertos o que,
estando en libertad condicional y habiendo recibido condenas recientes,
decidieron volver a la clandestinidad.
Esta semana el senador ya impulsó
que la comisión de Constitución del Senado oficiara al Gobierno para pedir
información sobre la situación actual de los 23 indultados, entre los que se
encontraba Juan Aliste Vega, supuesto autor material del asesinato del cabo
Moyano.
SERGIO GONZÁLEZ, EX LAUTARISTA:
"La muerte del carabinero es horrible"
RODRIGO BARRÍA REYES
Sergio Manuel González González
tiene hoy 40 años, está casado, es padre de 5 hijos y trabaja como artesano en
metales en un taller de Puente Alto.
Nacido y criado en la zona sur de
la capital, Sergio pertenece a una familia humilde, encabezada por un padre
obrero más cuatro hermanos.
Sergio tenía apenas 14 años
cuando ingresó al Movimiento Juvenil Lautaro (MJL). Pintó murallas y llegó a
asaltar cuarteles policiales.
A los 19 años, el muchacho pasó
definitivamente a la clandestinidad.
Cuatro veces cayó detenido. La
última fue el año 1994, cuando ingresó a la Cárcel de Alta Seguridad.
Seis años estuvo encerrado en el
penal junto a otros lautaristas, entre ellos, algunos de los sospechosos de
participar en el asalto al Banco Security en el que murió el cabo Moyano.
"Estuve con Aliste y otros
presos. Los conocí mucho. Me cuesta pensar que hasta por un problema económico
puedan haber recurrido a una acción de este tipo. La muerte del carabinero es
horrible. No tiene justificación alguna. Y lo sé porque así murió también mi
hermano, que perteneció al Frente Patriótico Manuel Rodríguez. A veces el
silencio es el máximo respeto que podemos expresar", dice convencido.
Encerrados, ahora cada uno hace y
piensa lo que quiere según lo que más le conviene.
"Cobraba más importancia lo
que sentíamos como personas, y ya no tanto lo doctrinario o político",
aclara.
El lautarista salió un día de
marzo de 2000.
González comenzó el duro trabajo
de reinsertarse, buscar trabajo y encabezar una familia que no paró de crecer.
Junto a su pareja se endeudó en
una casa, e inició un proyecto de arte asociado al reciclaje del hierro.
"Es reconfortante seguir
soñando con una vida más acogedora de la que nos ha tocado vivir",
reflexiona.
De los viejos ex compañeros,
apenas sabe de ellos.
"No me gusta eso de juntarse
con ex presos. Algunos hasta se quedaron con eso de seguir tomando mate como
costumbre de cárcel. No me gusta", aclara.
Pese a su nuevo espíritu,
González está en libertad bajo fianza y con procesos aún abiertos.
Hoy, Sergio González no puede
votar, ser elegido, debe firmar cada mes en Gendarmería (cosa que cumple en
realidad cada dos o tres meses) y tampoco puede salir del país.
Postulando a proyectos Corfo para
convertirse en microempesario, González intenta llevar adelante su idea llamada
"Reciklarte", una iniciativa de artesanía industrial que ya ha
comenzado a exponerse en algunos centros culturales.
"Ahora lo que me interesa es
compartir mis nuevos sueños con otra gente", comenta esperanzado.
González está en libertad bajo
fianza y con procesos aún abiertos. No puede votar, ser elegido, debe firmar
cada mes en Gendarmería y tampoco puede salir del país.
TÉRMINOS: Nomenclatura subversiva
del Lautaro
El Mapu Lautaro surgió a mediados
de los años 80 para luchar contra el régimen militar con organización armada y
trabajo en las poblaciones, y continuó su acción en democracia hasta 1994, año
en que fue desarticulado tras la detención de su líder, Guillermo Ossandón
Cañas, quien fue detenido en Cartagena, condenado a cadena perpetua y luego
indultado en 2004.
Las acciones que el propio
movimiento reconoce de su autoría están recogidas en el libro "Rebeldía,
Subversión y Prisión Política", de Pedro Rosas.
Entre ellas destacan cerca de un
centenar de asaltos a bancos, más de 30 ataques a cuarteles de Carabineros e
Investigaciones y recuperaciones a camiones de pollo, leche o cecinas. Eso
además del asesinato de veinte "agentes del Estado", entre los que se
cuentan gendarmes, carabineros y detectives.
La nomenclatura más
característica del grupo subversivo era la siguiente:
Copamientos territoriales armados
(CTA):
Eran acciones que concentraban la
totalidad de la fuerza político militar. Se realizaban en un solo momento y
lugar por medio del control armado territorial. Estas acciones se efectuaban
preferentemente en un área comercial y central de una comuna, sustrayendo
productos para ser llevados a otro lugar y distribuidos entre el público del
cual se espera simpatía, colaboración y que eventualmente reproduzca por sí
solo este tipo de actividades.
El CTA surgió de las acciones de
saqueo a lo locales de zapaterías y la repartición de sus productos durante
1988 en Santiago.
Levantamientos populares:
Se implementan a partir de 1991 y
constituyen una variante más compleja de CTA. Se realizaban en sectores
considerados "Frentes o Territorios Bastión", donde por las
condiciones sociales o políticas del lugar, existiría mayor apoyo, receptividad
y colaboración de la población.
Combates estratégicos:
Operaciones político-militares
urbanas, tipo comando, de acción rápida y alto impacto, realizadas por unidades
especializadas y con experiencia. Significaban una elevación del nivel de la
"Guerra Insurreccional de Masas" (GIM), impulsando a otros sectores
del pueblo y otros grupos rebeldes a elevar su combatividad. El grupo operativo
principal se componía de no más de cinco militantes o combatientes que se
desplazaban en un mismo vehículo. En estas acciones se utilizaba todo tipo de
armamentos y era frecuente el enmascaramiento (ocultamiento) y la
caracterización (disfraz).
El rescate del lautarista Marco
Ariel Antonioletti del Hospital Sótero del Río, en 1990, se considera el primer
"rescate estratégico" del grupo. En la acción fueron asesinados 4
gendarmes.
Recuperaciones:
Se trataba de la obtención bajo
compulsión armada de diversos elementos y recursos considerados necesarios para
el desarrollo de la lucha rebelde o para su distribución en la población. Entre
este tipo de acciones se cuentan: asaltos a entidades bancarias y financieras;
extracción de armamento a fuerzas policiales; intercepción y sustracción de
camiones con alimentos y otros productos, entre otros.
Propaganda armada:
Transmisión de una proclama a una
población por diversos medios. Fue muy característico de los lautaristas la
repartición de condones, ropa, dulces, panfletos en asaltos bancarios y otras
acciones.
Preparativos y concentraciones:
Eventos breves o prolongados (de
minutos o varios días), de bilaterales a grupales, como puntos de contactos
para comunicaciones, planificaciones, normalizaciones y traspaso de elementos
de información, propaganda o combativos, además de reuniones de dirección
política, ampliados, plenos de Comité Central y Congresos.
Domingo 11 de noviembre de 2007
Testimonio exclusivo de
detenido por el robo al banco Security
Cristián Gómez: "Se ha
comprobado que no tengo participación"
ÓSCAR SAAVEDRA
Tras recuperar la libertad,
revela detalles de su detención, de su amistad con el prófugo Freddy
Fuentevilla y del proceso judicial que enfrenta.
Veinticuatro horas demoró en
entregar sus respuestas el profesor Cristián Gómez Canales (33), el presunto
colaborador del grupo criminal que dio muerte al cabo segundo de Carabineros,
Luis Moyano.
Ayer lo hizo en su domicilio en
Peñalolén. Tras quedar en libertad, el dueño de la motocicleta amarilla en que
huyeron los lautaristas, respondió un cuestionario que "El Mercurio"
le hizo llegar a través de su defensa.
"Esta es mi verdad",
dijo el profesor.
-¿Obtiene la libertad por falta
de méritos o por su inocencia?
"Yo siempre lo fui
(inocente) y todo el proceso señaló que soy absoluta y totalmente
inocente".
-¿Qué piensa al quedar libre?
"Estaba feliz porque al fin
terminaba esta pesadilla".
-¿Qué recuerda de su detención?
"Pésimas noches, durmiendo
sentado y esposado. También en el suelo y con luz artificial. Recuerdo
interrogatorios interminables, una gigantesca presión psicológica y jornadas de
hambre".
-¿Cúando y cómo es detenido?
"Fui detenido el viernes 2
de noviembre, en la casa de mis padres. Allanaron su domicilio en busca de la
moto, sabiendo que no la tenía. Un capitán me dice que estoy retenido sólo para
prestar declaración. Sin embargo, una vez que la firmé, me indicó que estaba
incomunicado hasta el 7 de noviembre".
-¿Que explicación le da usted?
"Mi detención se explica
porque fui a Carabineros a informar que mi moto correspondía a las
características de la que buscaban. Entiendo razonablemente que sospecharan de
mí, atendiendo a la enorme connotación pública del evento. Es entendible la
detención, pero es injustificable el tratamiento que se me dio como a un
delincuente".
-¿Se imagina que es sospechoso
del robo al banco Security?
"Nunca me vi en esa
situación, por cuanto jamás se me imputó delito alguno. Es más, mi declaración
es como testigo y nunca como imputado".
-¿Qué siente al ser acusado?
"Impotencia por la
difamaciones. Fui tratado como delincuente y no como inocente, como lo ordena la Constitución.
-Tras resultar libre, ¿la
justicia queda en deuda con usted?
"En lo absoluto, es ella
quien resuelve mi libertad".
-¿Qué antecedentes lo vinculan
con el robo al banco?
"Ninguno; si hubiese alguna
relación, me habrían interrogado como imputado y no como testigo".
-¿Tiene vínculos con movimientos
subversivos?
"No, pero tengo arraigados
profundos principios democráticos y soy sensible a las desigualdades sociales.
Y mientras estuve en la universidad, fui un activo partícipe del movimiento
estudiantil".
-¿Es amigo del lautarista Freddy
Fuentevilla? ¿Cómo lo conoce?
"Freddy jamás ha sido ni es
miembro lautarista. Tiene una filosofía de izquierda, como todos los que
participábamos del movimiento estudiantil universitario. Nos conocimos a
mediados de los noventa, en ese contexto".
-¿Es víctima de la confianza que
le tuvo?
"Si Freddy participó en el
asalto con mi moto, obviamente me sentiría absolutamente defraudado".
-¿A qué se dedica Freddy?
"Tengo entendido que
trabajaba en artesanías en madera".
-¿Cuando conversan por última
vez? ¿Sobre qué? ¿Le advierte algo?
"El 17 de octubre en la
noche. Quería invitarme a tomar una cerveza, que no acepté por ser día de
semana. Tenía que estudiar y levantarme temprano a trabajar. No me advirtió
nada".
-¿Qué le diría a Fuentevilla?
"De comprobarse su
culpabilidad, que me da pena, que siento mucha decepción y que debe pagar su
deuda por el delito cometido".
-¿Por qué su motocicleta aparece
relacionada con dos robos a bancos?
"Lo ignoro, es parte de la
investigación policial".
-¿En qué circunstancias entrega
su vehículo? ¿A quién?
-"Se la entregué al mecánico
'Jimmy' González para que reparara la moto que tenía un desperfecto".
-¿El mecánico tiene alguna
relación con Fuentevilla?
"Pensaba que no tenía
vínculos con él, pero ahora tengo mis dudas".
-¿Conoce usted a los otros
lautaristas miembros de la banda?
"No, a ninguno. No existe
relación".
-¿Teme ser condenado injustamente
en el asalto al banco?
"Para nada, porque se ha
comprobado que no tengo participación en eso".
-Sin ser parte de la banda, ¿Qué
le diría a la viuda del carabinero?
"Lamento profundamente su
pérdida. Soy profesor de colegios en riesgo social y sé bien lo que es la
vocación de servicio. Valoro enormemente la labor de los carabineros. Que
confíe en la Justicia"
¿Y
SI NO QUE?
Jefe policial advierte
que si los delincuentes se resisten, sus hombres están autorizados a disparar.