DECLARACIÓN ANTE EL PROCESO
CONSTITUYENTE
La Coordinación General del MAPU llama a la militancia,
adherentes, amigas y amigos de nuestro Movimiento, así como a toda la
resistencia anticapitalista, movimientos sociales, a los pueblos en general,
asumir como arma de lucha las transformaciones estructurales que necesita
nuestra Tierra de Chile, la participación decidida y entusiasta por hacer valer
la voluntad popular, de sustituir la constitución impuesta por Pinochet, el
gran capital y la tiranía cívico-militar en 1980.
Nos hemos manifestado desde que comenzamos nuestra
reconstrucción en 2007 a favor de generar el proceso indispensable, para lograr
la instalación de la ASAMBLEA CONSTITUYENTE. Es un camino difícil, cuyo éxito
no lo asegura el simple manejo de los cambios por quienes nos han oprimido
desde antes, durante y después del régimen de la dictadura.
Esto significa que queremos y debemos participar en el
plebiscito llamado, para manifestar que queremos la APROBACIÓN de este cambio
de constitución e ir avanzando en la institucionalidad que los pueblos quieren.
Pese a todas las legítimas desconfianzas en el proceso
constituyente cocinado entre gallos y medianoche por Piñera y los
parlamentarios, tenemos que manifestar que la inmensa mayoría del país se
decidió por cambiar la constitución pinochetista. La forma de hacerlo visible,
es continuando con la movilización popular, trabajar unitariamente en las
organizaciones territoriales e ir a votar por el APRUEBO porque para vencer al
capitalismo es necesario dar todas las batallas derrotando al capital incluso
como en esta oportunidad en su propia cancha.
Con respecto al camino y la modalidad para decidir cómo y
quiénes redactarán la nueva constitución, reiteramos que estamos a favor de la
ASAMBLEA CONSTITUYENTE.
Esta opción fue desechada por el cínico acuerdo entre la
ultraderecha, la derecha y los traidores de la centro-izquierda. Nos imponen
definirnos entre una Convención Constitucional formada por representantes
elegidos en votación, o por una Convención Mixta Constitucional: mitad elegida
por la gente en votación, mitad escogida entre los mismos parlamentarios.
Optamos por escoger CONVENCIÓN CONSTITUCIONAL,
convirtiendo nuestro voto en una herramienta de lucha. No confiamos de una
convención que va a ser elegida con las reglas de la Constitución Pinochetista
donde ha prevalecido el soborno y lobby de los grandes capitales, una votación
más, como todas las anteriores, en un ambiente donde los votos se compran,
donde dinero y poder atrae más dinero y más poder, pero donde nuestra opción,
debe ser votar por una Convención elegida popularmente. Otra opción, como NO
VOTAR o ANULAR, es sumarse a los que rechazan el anhelo mayoritario de los
pueblos, significa renunciar a la esperanza de plasmar esta voluntad soberana.
Nuestra esperanza y convicción está en la activa participación masiva y
vigilante de los pueblos, es lo único que garantizará un proceso realmente
Democrático y Popular.
Pero iremos más allá, y llamamos a marcar en nuestro voto
las iniciales AC (o la frase ASAMBLEA CONSTITUYENTE). El voto con una opción
válida (como lo es Convención Constitucional) no es nulo.
Llamamos a las y los apoderados de la opción Convención
Constitucional, a defender cada voto con esta expresión de nuestra voluntad
soberana.
Nuestra gran aspiración es que la Convención Constitucional
no sea una burla más a la ciudadanía y que, por el contrario, sea la que actúe
como una verdadera Asamblea Constituyente donde sean rotas todas las cadenas
que la dictadura y la oligarquía nos han impuesto.
Por lo tanto, llamamos a informar a la ciudadanía, a
manifestarse en este plebiscito, paralelamente al ejercicio de toda forma de
rebeldía popular que sirva para lograr una derrota estratégica del bloque del
gran capital, que nos gobierna.
Nos sumamos para garantizar un verdadero cambio
institucional, la legitimidad de éste proceso estará dada por la acogida de las
aspiraciones de los pueblos.
Si creemos que va a haber fraude, dependerá en buena
medida de nuestra capacidad de movilización, que podamos ser parte del proceso
vigilando los dos fraudes posibles: el de las urnas y el de la selección de las
y los constituyente, de los que dependerán los resultados reales del proceso.
Incluso puede ser que el gobierno postergue una y otra
vez el llamado al plebiscito. Pero habremos hecho nuestra parte, que es
trabajar para obtener una arrolladora mayoría a favor de los cambios
estructurales, con o sin plebiscito. Si no hay una verdadera refundación de
Chile, habrá rebeldía popular por todo el país.
No somos electoralistas, tenemos la experiencia del
Plebiscito de 1988, donde los etiquetados de “izquierdistas” se sacaron la
careta y se abrazaron al Neoliberalismo implantado por la dictadura, engañando
a la ciudadanía. Pero esa vez, los llamados a las alternativas más
radicalizadas no tuvieron la oportunidad de ser escuchados y no fueron tomados
en cuenta, sin embargo el tiempo les ha dado la razón en no creer que Chile
cambiaría en 1990: no ha habido cambios profundos, en cambio se profundizaron
las desigualdades y se ha concentrado más el poder. Sin embargo, esta vez con
la masificación de las redes sociales e Internet es más difícil la manipulación
de las masas lo que ha quedado en evidencia a partir de la Rebelión Popular de
Octubre.
Vamos a dar la pelea electoral para sumar a los deseos de
los pueblos y trabajadores(as), porque no hacerlo equivale a autoanularnos, a
declararnos vencidos antes de batallar.
Y vamos a dar la pelea para defender la voluntad soberana
sin más engaños, exigiendo que la Convención Constituyente asuma el papel de
una verdadera Asamblea Constituyente, impidiendo toda acción que pretenda que
siga vigente el sistema injusto impuesto por la dictadura. Un día votando y
desde el otro día en la más profunda y formidable movilización popular hasta
que la nueva constitución se haga real.
Por eso, es necesario establecer un serio y efectivo
PROCESO CONSTITUYENTE POPULAR.
Por tanto, llamamos a establecer grupos de acción popular
constituyente en todos los territorios: barrios, lugares de trabajo,
comunidades, colectivos de todo tipo. A generar propuestas de redacción de la
nueva constitución, desde algún artículo hasta el texto enterito.
Y estos mismos grupos constituyentes, junto a otros
colectivos por temas específicos o generales, deberán ir poniendo en ejercicio
las nuevas formas de poder popular desde la base.
Este es nuestro pronunciamiento, estas son nuestras
ideas-fuerza. Ahora debemos llevarlas a la práctica con toda creatividad.
A encontrar las vías de enlace y unión en la lucha, con
todas las organizaciones populares dispuestas a trabajar por una nueva
constitución.
A CONVERTIR EL DESCONTENTO EN
REBELDÍA, Y LA REBELDÍA EN PODER POPULAR
Coordinación
General del MAPU
Agosto
de 2020