UNA DEMANDA POPULAR RECORRE EL PLAN Y LOS CERROS DE VALPARAÍSO:
FUERZA VALPO, FUERA CASTRO
Reflexión y acción popular unitaria por un nuevo Valparaíso.
Carlos Ruiz
"POR AHÍ PASÓ LA MUERTE TANTAS VECES,
LA MUERTE QUE ENLUTÓ A VALPARAÍSO"
EN LO CONCRETO:
Apoyar la campaña "Fuerza Valpo, Fuera Castro" y hagamos solidaridad con los y las damnificadas, y con la ciudad toda, a través de las organizaciones populares y alternativas al sistema opresor. Nada con la Municipalidad ni el Gobierno.
Buscar la campaña en las redes sociales. Facebook, etc.
LA REFLEXIÓN:
Los poderes estatales han trabajado para el enriquecimiento de sus mandamases y no para el bien común. No solo bajo la alcaldía de Castro, desde luego esto viene de antes, con Pinto y los que han manejado la alcaldía y el gobierno regional.
Los corruptos logran hacerse elegir, y no es menor decir que el alcalde es UDI, porque los electores/as porteños no hallaron nada mejor que elegirlo, para castigar el mal manejo de la Concertación (además el PC el 2008 llevó a las elecciones de alcalde a a un "Catapilco", también para castigar a la Concerta y conseguir negociar mejor los cupos parlamentarios, que llegaron el 2009, al precio de que la ultraderecha se había montado en la alcaldía por la dispersiòn de votos entre el PC y la Concertación).
Si una mayoría eligió a Castro como alcalde, es porque la Concertación no supo gobernar; ambos se compran los votos con chatarra, pero la Concerta es más mezquina y la ultraderecha más astuta. ¿Y la izquierda alternativa? No ha presentado opciones serias, no ha construido ni confianzas ni orgánicas con altura de miras y generosidad.
Algunos quieren culpar a los propios pobladores/as de los cerros, por el abandono, la falta de recursos y de higiene ambiental. O sea, ¡son unos mal educados! Pero... ¿quién estableció el actual sistema educacional, en manos de los municipios? La ultraderecha no sabe educar ni gobernar. Si la gente no tiene conciencia ambiental, es porque el sistema educacional conduce a eso. Porque todo el sistema capitalista es sucio y corrupto, la ciudad, la gente, la educación, sólo reflejan la esencia del sistema.
Ahora, a Castro se le debe juzgar por la brutalidad de rechazar la ayuda solidaria. Entre muchos desechos, también hubo quienes enviaron mucha ropa buena. ¿No será que el alcalde actuó en favor de los comerciantes del Retail? ¿por qué hacer destruir la ayuda, ropa, alimentos? Si la ayuda se le acumuló, si hubo cosas que se echaron a perder, fue porque la emergencia fue mal abordada desde un principio. Y si decidió la destrucción de la ayuda, es porque además de indolente, no quiere que se llegue a manifestar la solidaridad entre la gente: para él y su sistema, la solidaridad es un peligro.
¿Causaron el incendio un par de jotes? ¿Qué más habrá? ¿Qué hacen esos cables de alta tensión entre medio de bosques, pastizales, y cerca de las casas? ¿Quién tiene el deber de supervisar? Aquí hay al menos un cuasidelito de homicidio por negligencia.
¿Y cómo los poderes se van a aprovechar del incendio? Leamos acerca de la implantación del neoliberalismo, del capitalismo más salvaje, después de una catástrofe. Leamos a Naomi Klein y su planteamiento sobre la "terapia de shock". El shock puede ser un golpe de Estado, como en Chile, un terremoto, como en Haití, un incendio dantesco.
Entonces, ¿no vendrá ahora una gigantesca especulación inmobiliaria, algún negociado, un plan de remodelación en favor de los intereses del capital? ¿Cómo va a quedar la gente damnificada?
Por todo eso, nada con Castro, fuera del gobierno municipal. Solidaridad organizada y gestionada por el mundo popular. Educación estatal, gratuita, humana, solidaria y de alta calidad, ¡ahora!
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"¡Machas, choros y erizos! ¡MAPU Valparaíso!" |
LAS CAUSAS PROFUNDAS DE LA TRAGEDIA DE VALPARAÍSO [1]
Por Sergio Grez Toso
El incendio que ha afectado a Valparaíso y, sobre todo, sus terribles consecuencias para la población más desvalida de sus cerros, tiene como causas estructurales la pobreza, la gigantesca desigualdad social imperante en Chile, el capitalismo dependiente, el modelo neoliberal y el desinterés real de quienes han gobernado el país durante las últimas cuatro décadas por disminuir la desigualdad social y tomar medidas eficaces que reviertan la profunda decadencia en que se encuentra el otrora principal puerto del país. Lo anterior, no es ni más ni menos que el producto de la instauración del actual modelo económico.
Valparaíso, que siempre ha abrigado una población mayoritariamente pobre, ha visto acentuarse su pobreza en las últimas décadas. Como consecuencia de ello, han proliferado las construcciones precarias, de material ligero, incluso de deshechos, levantadas en lugares no aptos para el hábitat humano (las laderas de ciertas quebradas), donde no llegan servicios básicos (agua, electricidad, alcantarillado, remoción de basuras, alumbrado público, calles y escaleras) en la forma adecuada, sino precariamente y lo que es peor aún, a menudo de manera "salvaje", solo por iniciativa de los propios pobladores y, por ende, con medios materiales inadecuados. Esto redunda en hacinamiento humano, habitaciones insalubres amén de precarias, además de acumulación de grandes cantidades de basura en las quebradas, lo que en caso de incendio, se convierte en combustible que acrecienta el área y las consecuencias del siniestro.
La culpa principal de situaciones como esta, recae en el Estado y en el municipio. En el Estado, en tanto no ha atendido con grandes obras de infraestructura las necesidades más urgentes de Valparaíso, y no ha establecido un plan maestro destinado a salvar la ciudad de su, hasta ahora, imparable decadencia. Asimismo, es responsabilidad del Estado y de la casta política que lo administra, la nula adopción de medidas eficaces tendientes a revertir el monstruoso proceso de centralización en torno a la capital, en desmedro de las regiones y de ciudades como Valparaíso. Igualmente, han faltado gravemente a sus deberes los distintos gobiernos municipales (tanto de la Alianza o coalición de la derecha clásica, como de la Concertación), que se han sucedido a la cabeza del gobierno municipal de esta ciudad durante los últimos veinticuatro años, por no haber administrado de manera eficiente y proba los recursos disponibles, y por no haber implementado plan alguno destinado a solucionar de raíz los males de su ciudad. Cabe señalar, por ejemplo, que la ciudadanía se pregunta, qué sehizo con los recursos aportados por la UNESCO a partir de la declaratoria de una parte importante de esa urbe como "Patrimonio de la Humanidad", ya que además de la pintura de algunas fachadas y la restauración de un número limitado de obras arquitectónicas, no se nota un efecto claro de la llegada de esos recursos. La degradación de la ciudad ha continuado, sucediéndose incendios, explosiones de gas, derrumbes e inundaciones que cobran vidas humanas, destruyen edificios públicos, casas y barrios enteros. La basura, suciedad y malos olores se acumulan en calles y quebradas, haciendo más precaria y desagradable la vida de sus habitantes, además de afear una ciudad que, por su entorno natural, debería ser una de las más bellas de Chile.
En este contexto, la intervención de bomberos ha tenido ribetes heroicos. Como es sabido, en Chile este cuerpo está compuesto únicamente por voluntarios no remunerados (lo que es un orgullo nacional) y, aunque el Estado y las municipalidades les entregan algunos recursos, estos son absolutamente insuficientes para hacer frente a todas las necesidades de un país que, por su alta concentración urbana, sus desigualdades sociales, la condición de pobreza de una parte muy importante de su población, su clima y geografía, presenta en algunos lugares, condiciones particularmente favorables para la propagación de incendios. Los bomberos deben realizar frecuentes colectas públicas para remediar, parcialmente, sus carencias. Similares faltas de recursos sufren las brigadas que combaten incendios forestales. Motivos suficientes para afirmar que la máxima responsabilidad de la falta de medios que permitan luchar más rápida y eficientemente contra estos siniestros que, invariablemente, afectan casi exclusivamente a los sectores más pobres y desprotegidos de la población, recae sobre las autoridades estatales y municipales.
Sintetizando lo anteriormente dicho, podemos afirmar que la desgracia de Valparaíso no es producto de una fatalidad histórica ni geográfica, sino el resultado de una estructura social profundamente polarizada, de una odiosa distribución de la riqueza y de la abulia e inepcia de la casta política cuyo norte no es el servicio público, como afirma de manera majadera en sus discursos, más bien, el usufructo personal y colectivo de los beneficios derivados de su rol de administradora del modelo de economía y sociedad instalado por la dictadura.
[1] Declaraciones reproducidas parcialmente en el reportaje “Incendie meurtrier à Valparaiso: une catastrophe pas si ‘naturelle’”, del periodista Mathieu Dejean, publicado en la página web francesa Lesinrocks, 14.04.2014:
VALPO EN LLAMAS
Holita a todos y todas; ya
deben tener imágenes y artículos sobre lo que está pasando por estas tierras;
pero les envío de todos modos mis impresiones y también una poesía que hizo una
gran amiga y compañera, también poetisa, que después de 30 años de vivir en el
exilio, hace algunos meses volvió a vivir por estos lados. ….. y no se
arrepiente…
Qué es peor? Un terremoto o un incendio? Acá en Valparaíso, hay experiencia en
los dos, pero casi de forma unánime la gente dice que un incendio es peor,
porque en un terremoto aunque se te caiga la casa, algo queda, algo se puede
recuperar bajo los escombros, ropa, algo de muebles, libros y sobre todo,
fotos, las fotos que son la historia, la historia de la familia, tanto
documento familiar, la memoria …… pero en un incendio, todo queda reducido a
cenizas.
Tsunami de fuego…. Así tituló un diario lo que estaba ocurriendo en
Valparaíso…. Tsunami, vías de evacuación, palabras que se han agregado a
nuestro vocabulario común, desde el terremoto del sur de 2010, y que también
llegó por nuestra zona. Y con el reciente terremoto en el norte de nuestro
país, en que se decretó alerta de tsunami en toda la costa de Chile; yo estaba
en el plan de Valparaíso, cuando se dio la alarma, se comenzaron a cerrar los
negocios, todos corrían, por suerte tomé rápidamente movilización a la casa, y ya
cuando la micro comenzó a subir el cerro, creo que todos los pasajeros
respiramos…… al final no hubo tsunami, pero nos tocó correr.
Y realmente este incendio era como un tsunami por arriba de los cerros y que
bajaba en un segundo, cerro abajo. Lo que comenzó como un incendio de
pastizales, en un fundo, pasó a un vertedero de propiedad de CONAF (Corporación
Nacional Forestal), por lo que fue el equipo contra incendio de la CONAF el que comenzó a
apagarlo. Pero ese día había esos típicos vientos de Valparaíso, de mucha
fuerza y un día de mucho calor. Los últimos años han sido poco lluviosos, por
lo que hay mucha sequedad….. como dijo alguien, el incendio perfecto.
Porque que a esas condiciones, hay que agregar, en este Valparaíso hecho de
cerros divididos por quebradas, con árboles y vegetación –que son necesarias,
porque si se desforestan, con las lluvias se nos vienen los cerros abajo- el
hecho que en lo alto de los cerros, hay casitas de “campamentos”, de “tomas”
(tomas de terreno), levantadas en forma “ilegal”, muy precarias, y que no
solamente aprovechan lo que puede haber de plano, sino que se van colgando en las
paredes de las quebradas. Y como el servicio de aseo no llega por esos lados,
la basura se va acumulando en las quebradas también. Estuve viendo en la TV como mostraron un plano de
los cerros de Valparaíso, desde la altura, y se ven como se van juntando los
cerros en lo alto, y las casitas están una junto a la otra, con un pequeño
espacio, pero todas cerquita. Claro que cuando lo mostraron, no habían casitas,
había puras cenizas…
Y el viento cada vez más fuerte, las llamas saltaron de donde estaban y llegaron
a lo alto de los cerros y fueron saltando de un cerro a otro, a medida que
también iban bajando por los cerros. Hoy explicaban que en las quebradas se
juntaban los vientos que vienen digamos, de arriba, con los vientos que salen
del mar, y que eso provoca que el viento cambie la dirección caprichosamente.
Hay una explicación con palabras más científicas, pero así lo entendí... Y eso
sí que lo vivimos, los pobladores evacuando con lo que tenían puesto, y
nosotros a través de la TV,
pero sintiendo la angustia de la gente que corría. Yo recordaba la angustia que
habíamos tenido hacía un año, del gran incendio que comenzó en el cerro
Rodelillo, también un día de tanto viento y calor y que comenzó a saltar el
fuego, empujado por el viento, llegando a nuestro cerro Placeres, en la dirección
donde estaba nuestra casa… esa angustia, de mojar la casa, de subirse arriba
del techo, mojándolo, y rogando que pararan el incendio, que el viento cambiara
de dirección…. Esa vez se quemaron 190 casas en Rodelillo y 100 en nuestro
cerro.
Pero esta vez, el viento no paraba, era tremendo ver como se quemaban las
casas, pasando de las casitas de tomas, a casas sólidas, casas de barrio, casas
de familias que vivían años allí… estuve escuchando el testimonio del Director
del Instituto de Geografía de la Universidad Católica
de Valparaíso, al que se le quemó todo, quedaron en pie solamente las paredes
que eran sólidas, estaban blancas, vacías, y todo lo que había en las paredes,
incluso su gran biblioteca, las cosas de su hogar, todo convertido en cenizas.
Se preguntaban que cómo era que los pobladores habían salido solamente con lo
puesto… es tan impresionante, se ve el incendio lejos, en el otro cerro,
arriba… y de repente el fuego está bajando a toda velocidad por tu cerro y
tragándose, literalmente, una casa tras otra.
Esto ocurría el sábado en la noche, es decir, el fuego comenzó como a las 16
horas del sábado, y de ahí en adelante, pobladores corriendo, salvando sus
vidas, en un cerro, luego sabías que era el cerro de al lado, luego el que
quedaba un poco más arriba, y así se seguía, 6 cerros ardiendo, creo que en la
noche casi nadie durmió, con la angustia que el fuego no paraba, aunque
llegaban refuerzos de otras ciudades, de otras provincias, que los aviones
(avioncitos realmente) no podían volar y lanzar agua, por el humo que había, el
centro de Valparaíso lleno de cenizas, la gente no podía respirar, se decretó
ley seca, se cerraron los locales, era como un … no sé cómo explicarlo, el
miedo, la angustia… mucha gente de otros cerros, donde no había incendio,
durmieron vestidos, era miedo, angustia, dolor, impotencia... y ver las caras,
el dolor, los llantos, al otro día cuando la gente volvió a ver sus casas y no
había nada, excepto cenizas algunos palos parados, algunas murallas, y nada,
nada, nada…. Parecía esas fotos que hemos visto de los bombardeos…
No se entendía mucho cómo era que el fuego prendía tan rápido, hasta que un par
de equipos de periodistas que estaban en lo alto de una de las quebradas, donde
había un fuego chiquito, de repente prendió en una tremenda lengua de fuego,
que casi los envolvió….se pegaron un susto, arrancaron como pudieron, pero
dieron testimonio cómo es que el viento sopla, se calma, cambia de dirección y
no se sabe cómo, ya está el fuego al lado tuyo. Y el domingo en la tardecita,
se volvió a prender el incendio en los dos cerros que seguían, y se quemaron
otras 25 casas. Estaba escuchando recién que hay 2.500 casas destruidas, más de
1000 hectáreas
quemadas, 15 fallecidos, 11.000 personas damnificadas, pero no son las cifras
finales.
Dicen que ahora es la ocasión para que Valparaíso se ordene un poco, no deje
que vuelvan a construir en algunos sectores, pero van a tener muchos problemas,
porque la gente quiere volver donde estaba su casa. En muchos sectores lo van a
poder hacer, pero en otros no... No sé cómo se solucionará eso, porque
finalmente las tomas de terreno existen, porque la gente no tiene donde vivir,
no tiene cómo arrendar, producto de este famoso sistema que tenemos, de esta
desigualdad que existe en Chilito, de esta realidad que vivimos.
Los bomberos se pasaron, ustedes saben que ellos son voluntarios (pero tienen
cursos de capacitación, incluso van equipos a capacitarse a otros países, son
profesionales en lo que hacen). Pero ya no daban abasto, por suerte comenzaron
a llegar de otras ciudades, de otras regiones, lado a lado con la gente de
CONAF, apoyados por la marina y los carabineros, creo que en un momento habían
más de 2000 personas combatiendo el fuego… el domingo pudieron trabajar los
aviones… Es decir los avioncitos, porque no han querido comprar esos grandes
aviones, que es lo que se necesita, porque es “muy cara la mantención” … Un
ahorro estúpido, no sé si ahora lo volverán a pensar. Los avioncitos tiran el
agua y tienen que ir a llenar los estanques una y otra vez y se ve como lanzan
una columna de agua casi ridícula para el fuego que había, pero qué importante
fueron de todos modos… Igual que los bomberos, ya que los grifos no tenían
agua, faltó agua, agua, se terminaba el agua que llevaban las bombas,
hasta subieron los “guanacos” que, por una vez, hicieron algo útil, en vez de
perseguir a manifestantes… pero hay que seguir atentos, porque hay rebrotes y
todavía hay varios días en que hay que vigilar.
Y no hay que olvidar las mascotas, muchas fallecidas, muchas heridas,
veterinarios atendiendo gratis, no sé, pienso que tienen que estar tan
choqueados, desorientados … y van a hacerle falta a las familias que los
perdieron. Tantas historias dolorosas, tantas historias de vidas, habían
levantado con tanto esfuerzo su casa, autos y camionetas que eran de su
trabajo… creo que no hay nadie en Valparaíso, que no tenga algún familiar,
algún conocido, compañerxs de trabajo, de estudio, etc. con casa destruida.
Y cosas negativas? Por supuesto, incluso en estas condiciones, hubo casas que
quedaron en pie, pero que les robaron….. qué mentalidad tienes que tener para
esto? Por suerte no hubo tanto robo, porque desplegaron carabineros por todos
lados, y así y todo……lo otro, es que aparte de los periodistas que envían los
canales de TV, llegaron figuras de la “farándula”… que desubicación, una
preguntaba a una persona que miraba el sitio vacío donde había estado su casa,
mientras se arreglaba el pelo y el vestido para las cámaras, lógico… cómo se
siente? Tiene mucha pena?... preguntas idiotas como esas, cómo farandulizan el
dolor?... me encantó cuando a una de estas figuritas la insultaron de vuelta…
Bien merecido se lo tenía. Y les diré que hay periodistas que también hacen ese
tipo de preguntas tontas…
Y el otro lado de la moneda, una solidaridad que te llega a apretar el corazón,
de todos lados de Chile, se ven pasar camiones, camionetas, autos, llenos de
paquetes, bolsas, con letreros de La
Serena, del Quisco, de Concepción, etc., etc., y todo eso,
hace que tengamos un pequeño caos en la movilización, pero nadie se queja… Veía
a una familia completa, que venía de Tongoy, todos con una camiseta que decía
Tongoy ayuda a Valpo., venían en un par de vehículos llenos de cosas; no conocían
a nadie, pero sintieron que tenían que aportar… Y subieron a lo más alto de los
cerros (la última parte, de todas maneras a pie, es una tremenda subida) para
repartir directamente lo que traìan….ver a la gente joven, lolos y lolas, con
guantes, bototos, palas, subiendo cerros, para sacar todo el material que hay
que retirar, verlos volver en la tarde, sucios, pero se ven” lindos” y
“lindas”… y también la gente de la “barra” del Wanderers, el equipo de futbol
porteño, también paleando firme para que los camiones suban a buscar los
escombros y despejar los caminos, para que puedan llegar los bomberos, las
ambulancias o lo que se necesite. Equipo médicos, a los que se han agregado los
estudiantes de medicina, ayudando a vacunar contra el tétano, examinando a los
enfermos; psicólogos y psicólogas ayudando a contener el dolor, el miedo, la
angustia, … en todos lados gente aportando, como decía, es emocionante.
También saber que algunos bomberos, trabajadores de la salud, municipales,
etc., a los que se les había quemado la casa, seguían trabajando en el
incendio…
No hay clases, porque muchas escuelas son albergue de damnificados, aunque hoy
ya comenzaron a llegar las primeras mediaguas… Pero ya se sabe, toda esta
semana no hay clases, también está Semana Santa este fin de semana, hay una
campaña para juntar huevitos de chocolate para la gente menuda.
Tenemos también un problema de medioambiente, hay todavía muy mala calidad del
aire, que durará algunos días todavía, para qué decir en la zona de los incendios,
pero también en el plan de Valparaíso, mucha gente con mascarillas… Hay alerta
sanitaria, que dicen durará mínimo un mes… ojala este año llueva bastante,
porque también hay todo un problema de la tierra donde ha ocurrido el incendio,
que parece guarda calor, cenizas, por ahí va la cosa, pero no sé explicar
mejor.
Esto por el momento, gracias mil por la preocupación de lo que está pasando en
este paisito, en esta ciudad, pero como dicen tantos carteles: YA NOS ESTAMOS
LEVANTANDO… FUERZA VALPO… banderitas chilenas en muchos sitios, como una muestra
de que se comienza otra vez…
Un abrazo desde este puerto lindo, de cerros, mar, sol y viento, viento que en
esta ocasión nos jugó chueco, pero es también parte nuestra…
Eli
El historial de negligencia y corrupción
que hizo arder a
Valparaíso
Por Alberto Arellano y Boris Bezama en CIPER, Actualidad y
Entrevistas
Publicado: 16.04.2014, CIPER
Este artículo fue actualizado el jueves 17 de abril de 2014.
Fuente>: www.ciperchile.cl
El gigantesco incendio que devoró un enorme sector de Valparaíso, sumiendo a
miles de sus habitantes en el desamparo, fue alertado el 12 de diciembre de
2012 por el jefe de Emergencia del municipio porteño. El acta de esa sesión lo
certifica, así como la urgencia por realizar trabajos preventivos que nunca se
hicieron. Porque los dineros no llegaron. Pero las arcas regionales han sido empobrecidas
por sucesivos escándalos de corrupción cuyos protagonistas son de todos los
colores. Esta es la historia de los dos estallidos –el fuego y los ilícitos-
que están en el origen de la tragedia.
Eran las 16 horas del 12 de
diciembre de 2012 cuando el nuevo Concejo Municipal de Valparaíso se reunió
por primera vez luego de las elecciones comunales de octubre. Debido a la
ausencia del reelecto alcalde Jorge Castro (UDI), producto de una operación
ambulatoria a la que sería sometido esa misma tarde, la sesión fue presidida
por el concejal Carlos Bannen (UDI).
A este concejo llegó el jefe de Emergencias de la Municipalidad de
Valparaíso, Ricardo Valdés. Sólo tres días antes, el domingo 9
de diciembre, se había desatado un grave incendio en el Cerro Toro, parte del
casco histórico de la ciudad. En cosa de minutos, el fuego que se inició en una
vivienda ubicada en el Pasaje Benavente, se propagó hacia el inmueble contiguo.
Ambas viviendas quedaron completamente destruidas. Cuatro personas murieron,
entre ellas dos menores de edad, y 25 resultaron damnificadas.
Cuando le tocó el turno de intervenir, el jefe de Emergencias de
la municipalidad no se guardó nada:
-Nosotros tenemos un problema: la continua falta de recursos
para enfrentar una emergencia, lo que para nosotros se traduce en un desastre
(…) En este momento, todas las emergencias se traducen en desastre (…) Todo nos
afecta: corre viento fuerte, se cae una muralla; nos caen unas gotas de agua, y
se producen aluviones.
Ricardo Valdés, jefe de Emergencia del municipio de Valparaíso (Fuente: UCV)
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Pero ese día, una de las mayores preocupaciones de Ricardo
Valdés eran los incendios forestales. Y no solo por el incendio que
se había desatado en el Cerro Toro tres días antes. Faltaba muy poco para el
inicio oficial de la temporada estival y, por esa razón, el jefe municipal se
tomó casi todo el tiempo de su exposición para alertar a los miembros del
Consejo Municipal de Valparaíso sobre el inminente riesgo de un siniestro de proporciones.
–Se está haciendo un desmalezado con mucho sacrificio y eso me consta porque
hay 20 personas trabajando para toda la ciudad. Como mandato, este
municipio tiene que hacer cortafuegos por una cantidad de 45 kilómetros de
distancia. Debemos haber ejecutado un 5% o 6% de eso. El resto no ha se ha
podido hacer por falta de recursos –afirmó.
La emergencia que describió Ricardo Valdés ese 12 de diciembre de 2012, exigía
una reacción inmediata de las autoridades. No fue así. Lo dramático es que este
escenario se mantuvo sin avances hasta la tarde del sábado 12 de abril de 2014,
cuando el fuego se desató sin control arrasando con todo lo que encontró a su
paso a los largo de 1.145
hectáreas.
Valdés le describió a los concejales la conveniencia de que el
programa de desmalezamiento se realizara al menos una vez al año. Para que ello
sucediera, advirtió, la municipalidad debía conseguir recursos extra con la
intendencia regional o en instancias superiores, aludiendo al gobierno central.
–Como dato de la causa, por lo menos hace un par de años, el
desmalezado de la ciudad le costaba al municipio $170 millones, dinero
que en las arcas municipales no está –agregó Valdés.
Según sus cálculos, había un déficit de al menos 80 personas
para los trabajos de desmalezamiento y una carencia evidente de herramientas,
maquinarias y camiones. Ello explicaba el poco avance en ese frente, según lo
recomendado por distintos organismos, entre ellos la Corporación Nacional
Forestal (CONAF).
La preocupación de Valdés era apremiante. En Valparaíso,
entre las quebradas y las laderas de cerros, había vuelto a incubarse una bomba
de tiempo. Y eran varios los estudios e informes que refrendaban la inquietud
del jefe de Emergencias. En 2012 la
Revista Territorium publicó un artículo del
académico de la
Universidad de Chile Miguel Castillo, en el que, entre otros
problemas, alertaba de la alta carga combustible acumulada principalmente en
lugares de muy difícil acceso de los cerros costeros de Valparaíso y Viña del
Mar: “La alta carga de material disponible para la combustión supera
largamente las 8-10 toneladas por hectárea, cifra que podría provocar
intensidades calóricas superiores a 500 Kcal/m/s”, señala el
estudio.
–Espero equivocarme, pero yo creo que este año vamos a
tener serios problemas con respecto a los incendios forestales –fue la
conclusión principal que Ricardo Valdés le comunicó a los miembros del Concejo
Municipal.
El diagnóstico del jefe de Emergencias de la municipalidad
porteña se hizo realidad casi con precisión milimétrica. Sólo dos meses
después, la bomba estalló. El 14 de febrero de 2013 casi 300 casas fueron
arrasadas por las llamas en el sector de Rodelillos y el Cerro
Placeres de Valparaíso, dejando a 1.200 personas damnificadas. Hasta
hace poco, este siniestro era considerado el peor desastre ocurrido en
Valparaíso desde el incendio de la noche de Año Nuevo de 1953.
Pero eso no fue todo. En abril del mismo año, un incendio
originado en el sector El Vergel, en la quebrada que une los cerros La Cruz y Mariposas, consumió 40 hectáreas,
destruyendo 35 casas y obligando a la evacuación de 150 personas.
Serían exactamente esos mismos sectores los que volverían a
ser los principales focos del megaincendio que se desató este último fin de
semana, y que está dejando un saldo de 2.500 viviendas destruidas, 11 mil
damnificados y 15 víctimas fatales. La peor pesadilla de Valdés se
hacía realidad.
Lo que revela el acta de la sesión del Concejo Municipal del
12 de diciembre de 2012, es que el municipio porteño estaba completamente al
tanto del riesgo inminente de desastre en Valparaíso (ver acta municipal). La labor de
remoción de la carga combustible –arbustos, maleza y desechos- más la
construcción y mantención de cortafuegos, mostraba un mínimo progreso y no
había presupuesto para completar la mayor parte de esa urgente tarea. La
precaria situación de las arcas municipales quedaba una vez más al descubierto.
11 mil damnificados ha dejado el incendio en el Puerto.
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La carencia de dineros en la Municipalidad e
Intendencia de Valparaíso es un problema de larga data. Y no sólo por falta de
recursos. Por décadas los escándalos de corrupción han sido la tónica en las
distintas administraciones de los gobiernos regionales y comunales. El más
reciente se ventila aún en tribunales y en la Cámara de Diputados por un fraude que alcanza a
los $1.000 millones de los fondos de la intendencia. Tres de los cuatro grandes
escándalos de corrupción que han remecido a la Quinta Región en las
últimas dos décadas, totalizan más de $2.389 millones en hechos dolosos.
La municipalidad no se ha quedado atrás en este terreno. Los
desvíos de fondos públicos que se iniciaron con la nueva democracia en 1990,
con el alcalde Hernán Pinto (DC), quien se mantuvo 14 años en el
cargo, perduraron con sus dos sucesores. Así, la deuda de la Municipalidad de
Valparaíso creció como una lengua de fuego: a fines de diciembre de 2002, el
déficit era de $1.600 millones, la que aumentó en junio de 2003 a $4.100 millones.
Actualmente la deuda alcanza a los $35 mil millones.
LOS MILLONES QUE NUNCA LLEGARON
En conversación con CIPER, el jefe de Emergencias de la Municipalidad de
Valparaíso desde hace diez años, Ricardo Valdés, señaló que su crudo
diagnóstico de 2012 dio pie a la elaboración de un oficio municipal enviado a
la intendencia regional con el fin de obtener los recursos necesarios para
hacer frente a las urgentes labores preventivas.
–En ese informe detallaba el número de personas, los
materiales y las maquinarias que se requerían para ejecutar las recomendaciones
de la CONAF
respecto de la prevención de incendios. Eran como $238 millones los que
necesitábamos para emprender esa tarea –dijo Valdés.
-¿Y qué se hizo con esa información?
–El alcalde (Jorge Castro) elaboró un oficio que fue enviado
al Intendente (Raúl Celis) solicitándole los recursos para hacer lo que había
que hacer.
-¿Fueron atendidas sus demandas?
–No, esos recursos nunca llegaron.
–Entiendo, entonces, que el desmalezamiento, construcción y
mantención de cortafuegos; es decir, la escuálida contención frente a los
incendios que presentaba Valparaíso en la tarde del 12 de abril, no era muy
distinta a la de diciembre de 2012.
–Lo que estoy diciendo es que en el Concejo Municipal expuse
las sugerencias de la CONAF
respecto de los cortafuegos y el desmalezamiento para contener los incendios
forestales, y que respecto de eso íbamos con un avance menor porque no teníamos
los recursos. Esa alerta se transformó en un oficio para solicitar los recursos
en la intendencia.
–Le insisto: si no hubo una inyección de dinero para las
labores preventivas que usted mismo describió en diciembre de 2012, la
situación no cambió desde entonces. ¿Me equivoco?
–Sí, claro, eso es verdad. Hice la mención, se transformó en
una solicitud a la autoridad regional y nosotros no recibimos los recursos para
abordar eso.
400 millones de pesos era el monto que pidió la municipalidad para limpiar
los basurales
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El envío del oficio a la Intendencia de
Valparaíso fue confirmado a CIPER por el alcalde Jorge Castro, quien
aseguró que se despachó con antelación al incendio de febrero de 2013 en Rodelillos.
Castro afirmó también que, a propósito de la alerta sanitaria decretada en
noviembre del año pasado, luego del paro de los funcionarios encargados de la
recolección de basura y aseo municipal, se volvió a insistir pidiendo los
recursos.
–Nosotros tuvimos acá al ministro Jaime Mañalich (ex ministro
de Salud), quien prometió que se sacaría toda la basura del fondo de las
quebradas. Nos decretaron alerta sanitaria y al final no trajeron ni un peso,
ni siquiera para esterilizar un perro. Mañalich pasó y prometió frente a la
prensa y al final no sacó ni un kilo de basura. Nunca tuvimos respuesta de la
intendencia frente a nuestras solicitudes –dijo Castro.
CIPER le solicitó al alcalde Castro copia de los dos oficios
que dice haber enviado a la
Intendencia de Valparaíso. Del primero, no hay rastro, aunque
la concejal Paula Quintana (PS), afirmó a CIPER que “ese petitorio nunca se
formuló”. Sólo obtuvimos copia del segundo, fechado el 20 de noviembre del año
pasado (ver Oficio Nº 468). En ese escrito se solicita que
se gestione -ante el Ministerio del Interior- la entrega de $400
millones para paliar “la imposibilidad del retiro de los deshechos
domiciliarios dispuestos en las quebradas de la ciudad, lo que conlleva un
latente foco de infecciones… y probabilidades de incendio”. En uno de sus
acápites se afirma: “la limpieza de quebradas es urgente de
implementar”.
PRIORIDAD: MUSEO BABURIZZA
En septiembre de 2009, la CONAF y el Programa de Recuperación y
Desarrollo Urbano de Valparaíso (PRDUV) -dependiente de la Subsecretaría de
Desarrollo Regional- firmaron un convenio para la ejecución de un plan de control
de microbasurales en la parte alta de Valparaíso, a través de procesos
de educación ambiental y participación ciudadana (ver documento).
Ese importante programa contó con un financiamiento inicial de $1.779
millones. Cuando se habían ejecutado obras por $780 millones, el
gobierno decidió cortar el programa. Hasta entonces (septiembre 2009 – febrero
2011), con ese dinero fueron limpiados 102 microbasurales en toda la
comuna, abarcando una superficie de 177.289 metros cuadrados, equivalentes
a 25 veces la cancha de fútbol del Estadio de Playa Ancha.
El plan permitió por primera vez incorporar la educación
ambiental en 33 colegios de Valparaíso (más del 50% de las escuelas
municipales) y dio empleo a más de 200 personas. Pero su logro más importante
fue que, con que esa intervención, se disminuyó el peligro que representan los
vertederos clandestinos, el mismo foco de los incendios que se repiten todos
los años en el Puerto.
Los mil millones de pesos que se le quitaron en 2011 al plan
de limpieza de microbasurales, fueron destinados a acciones de “mayor
visibilidad”, como aseguró a CIPER un ex encargado del programa. Entre las
obras que se financiaron con esos dineros figura la remodelación del Museo
Baburizza en el Cerro Alegre, y la reparación y compra de ascensores.
CORRUPCIÓN SIN CORTAFUEGO
Los casos de corrupción en la Quinta Región se
arrastran desde comienzos de la década de los ‘90 y sus protagonistas
atraviesan todo el arco político. Los miles de millones que se le han
escamoteado a los fondos regionales y municipales y que salieron a la luz
pública en los sucesivos escándalos de corrupción, fueron acrecentando las
deudas de la ciudad al mismo tiempo que la pobreza de sus habitantes.
Hernán Pinto, Aldo Cornejo, Jorge Castro, Iván de La Maza, Raúl Celis.
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Según el último estudio de empleo de la Fundación Sol, que mide la Tasa de Desempleo Integral
(calculado de las cifras de desempleo abierto u oficial; desempleo oculto y
desempleo equivalente por subempleo), la Región de Valparaíso sobrepasa el 13%,
compartiendo el primer lugar de la tabla con las regiones de Bío Bío, La Araucanía y Los Ríos.
El historial de las denuncias por malversación de fondos
públicos y fraude al Fisco comenzó en abril de 1993, cuando el entonces
diputado Raúl Urrutia (RN) alertó sobre el pago de $389 millones por
el desmalezado de 320 hectáreas de la Refinería de Petróleos
de Concón. Seis personas fueron sometidas a proceso por los ilícitos
descubiertos. La investigación judicial determinó que hubo desviación de
dineros para financiar campañas políticas. Las redes alcanzaron al entonces
senador Juan Hamilton (DC) y al que fuera diputado y luego alcalde de Valparaíso,
Aldo Cornejo (DC).
Una década más tarde, en 2005, el alcalde de Quillota, Luis
Mella (DC), denunció el uso de fondos públicos del Programa de
Generación de Empleo (PGE) para pagar a 45 trabajadores de obras
viales que nunca se realizaron. Los dineros se habían destinado a paliar la
crisis económica que galopaba en Valparaíso, con un plan que buscó disminuir la
cesantía, una de las más altas del país.
Fue así como estalló el llamado caso de los “empleos
brujos”. El entonces fiscal jefe de Quillota, Pablo Bravo, descubrió
que esos fondos habían sido desviados a otras provincias para financiar
campañas políticas de dirigentes socialistas. Los protagonistas de este nuevo
hito en la corrupción que ha azotado la región fueron el seremi del Trabajo
José Manuel Mancilla (PS) y el ex presidente del PS regional, Edgardo Lepe. El
juicio se cerró en 2009, condenándose a seis de los nueve imputados.
En 2010, un mes después del inicio del gobierno de Sebastián
Piñera, el intendente de Valparaíso, Raúl Celís, presentó una denuncia por
malversación de fondos por sobre los $1.000 millones. En estos
ilícitos resultaron involucrados tres funcionarios de la división de Administración
y Finanzas del gobierno regional anterior, liderado por Iván de la Maza (DC).
En la indagación se detectaron diversos sistemas para
apropiarse de los recursos del gobierno regional, los que al igual que en los
otros casos serían destinados para financiar campañas políticas. Los
involucrados en la operación fueron, entre otros, Lorenzo Leiva, jefe de
Finanzas del gobierno regional y Eugenio Aubele, empresario contratista de la
zona y uno de los particulares que cobró cheques de la intendencia. Ambos fueron
condenados por la justicia. El ex intendente Iván de la Maza (DC), quien no fue
procesado, debió declarar ante la fiscalía y la comisión que constituyó la Cámara de Diputados para
investigar los desvíos de fondos.
“Aquí no hay ninguna persona de carácter político
involucrado. Esto es un delito puro y simple que enloda al gobierno que yo
presidí. Es un fraude al Estado y si no tienes información no puedes suponer
que la gente con que trabajas es sinvergüenza o ladrona. Yo no sabía nada”,
aseguró de La Maza. Y
eso fue todo pues el hilo se cortó por lo más delgado.
CÓMO SE DISTRIBUIAN LOS FONDOS REGIONALES
En medio de las secuelas que ha dejado el megaincendio en
Valparaíso, una nueva comisión investigadora deberá constituirse en la Cámara de Diputados durante
esta semana. El objetivo: determinar los montos y los responsables del último
gran escándalo de corrupción en la Intendencia de Valparaíso y que ahora tiene en el
banquillo de los acusados al ex intendente, Raúl Celis (RN).
Puede que la investigación de este nuevo escándalo regional y
que nuevamente centra su atención en otros $1.000 millones que habrían sido
desviados a campañas políticas, sea la que grafique con mayor crudeza las
prácticas de corrupción enquistadas en el gobierno regional y de la cual no se
escapa ni un solo partido.
Los comités parlamentarios de la Cámara se reunirán en los
próximos días para elegir al presidente de esta instancia investigadora. Esta
es la segunda comisión que investigará la misma operación de fraude al Fisco ya
que en 2013 hubo una primera comisión que indagó los ilícitos sin llegar a
ningún resultado.
Intendencia de Valparaíso.
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En este juicio ya se encuentran procesados y en prisión
preventiva el ex jefe de la división de Administración y Finanzas de la
intendencia, Sergio Núñez; y Enrique Kittstteiner Yovanini, jefe
de gabinete del intendente Raúl Celis. Otro protagonista de este nuevo fraude
al Fisco es el recién asumido diputado por Quillota y Petorca, Christian
Urízar (PS), a quien se le indaga por su presunta participación en la
malversación de caudales públicos mientras se desempeñó como consejero
regional. Hasta ahora, Urízar se había negado a declarar ante la comisión
investigadora de la Cámara
de Diputados, pero “ahora se comprometió a hacerlo”, recalcó a CIPER el diputado
Marcelo Schilling (PS).
Desde que asumió como diputado el 11 de marzo de este año,
Urízar ha debido declarar ante la fiscalía en dos ocasiones, ya que aparece
como uno de los beneficiados del desvío de dineros públicos de la intendencia
regional. Su ex jefe de campaña y presidente regional de la ANEF, Luis
Vásquez (PS), también declaró pero como imputado.
La incautación de 10 computadores personales en la Intendencia de
Valparaíso fue la diligencia clave que le permitió a la fiscalía empezar a
desentrañar el modus operandi del nuevo fraude que sacudió a la Quinta Región. En
el notebook del jefe de la división de Administración y
Finanzas de la intendencia, Sergio Núñez, se encontró uno de los
denominados “libros de cuotas”. Allí estaba el detalle de los
proyectos que el gobierno regional tenía en carpeta con los respectivos montos
asignados. Y junto a cada ítem los porcentajes que se repartirían entre los
consejeros regionales.
En los hechos, el llamado “libro de cuotas” era la
contabilidad paralela de la distribución que acordaron los miembros del CORE de
Valparaíso, de los $1.000 millones del Fondo Nacional de Desarrollo Regional
(FNDR).
“Una serie de diligencias, más las declaraciones del señor
Kittsteiner, nos permitieron establecer la existencia de una especie de cuoteo
en el gobierno regional para la asignación de los proyectos. Tenemos actas y
archivos al respecto, y estamos investigando este sistema de distribución que
sería de antigua data”, dijo el fiscal del caso, José Uribe.
El 13 de marzo de este año, la fiscalía pidió condenas de
hasta 10 años de cárcel por malversación de caudales públicos y fraude al Fisco
con dineros destinados al financiamiento de 57 proyectos de interés social. En
ellos, aparecen facturas por cerca de $150 millones por trabajos que nunca
fueron ejecutados o no tuvieron un fin público. Entre los imputados se
encuentran cuatro personas que habrían facilitado las facturas falsas para que
en la intendencia se justificaran los millones de pesos que se desviaban hacia
los consejeros regionales.
DE PINTO A CASTRO
La alcaldía de Valparaíso también ha sido epicentro de
irregularidades financieras partiendo con el ex alcalde Hernán Pinto
(DC), quien después de tres periodos debió retirarse temporalmente de
la política luego de estallar en 2004 el Caso Spiniak, en el que fue un
protagonista lateral.
El abogado Pinto fue designado en 1990 por Patricio Aylwin
como alcalde de Valparaíso (aún no había elecciones municipales) y hasta el
2004 mantuvo el control total del municipio por elección popular.
Su historial político incluye un fuerte despliegue de trabajo
en los cerros y también duras acusaciones de corrupción en el municipio. Una
señal que grafica lo que ocurrió en su período es el aumento de la histórica
deuda de la municipalidad porteña. A fines de diciembre de 2002, el déficit del
municipio era de $1.600 millones y cuando asumió su sucesor Aldo Cornejo la
deuda llegaba a $7.613 millones. Pese a que logró bajarla a $5.299, ello fue a
punta de venta de recintos municipales, como el Estadio de Playa Ancha y el velódromo
(a Chiledeportes) y la ex cárcel de Valparaíso (a Bienes Nacionales), entre
otros. Actualmente la deuda de la Municipalidad de Valparaíso, bajo la
administración de Jorge Castro, alcanza a los $35 mil millones, lo que incluye
el déficit de la
Corporación Municipal ($25.000 millones).
Palacio Baburizza fue remodelado con fondos destinados a limpieza de
microbasurales.
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En su tercer período como edil de Valparaíso (2000-2004),
Pinto comenzó a gestionar un préstamo del BID de US$50 millones para “la
remodelación de la
Plaza Echaurren, el entorno de la Iglesia La Matriz (…) y
convertir el edificio Luis Cousiño en un centro de convenciones, capaz de
recibir visitas como los reyes de España”, según declaró a El Mercurio de
Valparaíso el propio Pinto el 11 de marzo de 2004. Nada de eso se concretó
mientras duró el programa.
Entre las irregularidades del Programa de Recuperación y
Desarrollo Urbano de Valparaíso que se han denunciado se cuenta la contratación
de operadores pagados con dineros provenientes de ese programa otorgados por el
BID para levantar el área patrimonial de Valparaíso, que obtuvo la acreditación
de la UNESCO
en julio de 2003. La estrategia de intervención integral que se hizo entonces
para realzar el valor del casco histórico, no logró materializarse
completamente.
La corporación no se ha escapado a las prácticas de
corrupción que se han convertido en una plaga en el Puerto. Según reveló una investigación de CIPER, la Contraloría detectó
que cerca de $1.300 millones provenientes del fondo de Subvención Especial para
Uso Educativo (SEP) fueron utilizados para fines distintos a la educación de
los niños de sectores más vulnerables, como el arreglo de la sala municipal del
Cine Condell.
En ese escenario era imposible que la basura y el material
combustible acumulado en los cerros de Valparaíso, sumado a la carga
combustible de corrupción que se enquistó en sus gobiernos regionales y municipales,
no estallara. Y así fue.
Por Alberto Arellano y Boris Bezama en
Actualidad y Entrevistas Publicado:
16.04.2014, CIPER Este artículo fue actualizado el jueves
17 de abril de 2014.
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