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sábado, 28 de abril de 2018

LIBRO PARA DESCARGAR: EL CARÁCTER DE LA REVOLUCIÓN CHILENA

UNA MUY BUENA NOTICIA:

Desde hace tiempo, estábamos por digitalizar y compartir el libro EL CARÁCTER DE LA REVOLUCIÓN CHILENA, elaborado por la Secretaría Nacional de Educación Política del MAPU, por encargo de la Comisión Política Copol. La primera edición salió en los primeros meses de 1971.

Leer "El carácter..." fue una tarea de educación política para todas y todos los mapucistas, tarea que se cumplía individual o colectivamente con mucho agrado, ya que nos entregaba dirección u orientación política y aclaraba temas que nos eran de importancia, ayudándonos en la asimilación de elementos básicos del materialismo histórico y entregándonos un cuadro cabal de la situación económica y social de Chile,. especialmente explicándonos lo que era la estructura de las clases sociales. De esta caracterización de las clases se derivaba el carácter de la revolución, es decir las tareas estratégicas a cumplir, la política de alianzas a adoptar, las prioridades para avanzar en la construcción del socialismo.

Un tema de plena actualidad es introducirnos a cuáles son las clases sociales: define correctamente lo que son la burguesía y el proletariado, explicándonos, por ejemplo, que burgués no es cualquiera al que le gusta "vivir bien" o que tiene mucho dinero, sino que burgués es el propietario de medios de producción, que utiliza mediante la apropiación de gente que él explota en su beneficio. Y proletario no es sólo la persona que trabaja en una industria, sino quien no tiene otro medio sino su propia fuerza de trabajo, y la tiene que "vender" a un burgués. Claro, eso es el ABC del materialismo científico o marxismo, pero este libro lo explica "aterrizado" a la realidad chilena. Nos llama la atención que proletario, entonces, es el trabajador industrial o no industrial, del campo o de la ciudad,  como el obrero agrícola, el empleado particular o estatal, el profesional que trabaja contratado por otros. Hoy escuchamos decir que cada vez hay menos trabajadores... ¿entonces quienes hacen todas las cosas con que comemos, nos vestimos, desarrollamos la vida en general? Conviene releer El Carácter de la Revolución Chilena, por supuesto que adecuando ese análisis a la realidad actual.
Terminado el "Estado benefactor", hoy vivimos la era del Imperio, del neoliberalismo o capitalismo salvaje, de la precarización de los trabajos, de la externalización, de la desterritorialización, palabras largas pero que la o el trabajador subempleado y mal remunerado, entiende de inmediato porque vive y sufre esta realidad encarne propia. Por eso hay que preparar una nueva versión de este libro.

La Biblioteca del Congreso Nacional ha publicado una copia digital de este libro. Tenemos que bajarlo, antes que llegue una orden de sacarlo de circulación.



Ya han sido sacadas de circulación otras publicaciones de este libro, como se veen el siguiente enlace:
WordPress.com


miércoles, 25 de abril de 2018

MEMORIA: LA HISTORIA DE LA PRIMERA NOTICIA PERIODÍSTICA DEL CASO LONQUÉN


PUBLICADO POR CRÓNICA DIGITAL EL 4 DE ABRIL DE 2016

Difundimos esta publicación por la importancia que tuvo esta noticia sobre el suceso de Lonquén, que marcó un antes y un después en la historia de los derechos humanos y de la lucha por la verdad y la justicia.
Los créditos y los méritos pertenecen a Myriam Carmen Pinto y al medio Crónica Digital.




Trabajaba en el Departamento de Prensa de Radio Chilena, cuando el día lunes 4 de diciembre de 1978, mientras preparaba mi grabadora para dirigirme a reportear a los Tribunales de Justicia, Guillermo Hormazábal, director de Prensa, me comunica que mi pauta noticiosa incluye entrevistar al presidente de la Corte Suprema, Israel Bórquez Montero. El propósito era preguntarle acerca de una solicitud de investigar presentada a dicho tribunal, – según dijo – por una comisión de “Hombres Buenos“, tras comprobar la existencia de una pila de cuerpos sin vida al interior de unos hornos de una mina abandonada de Lonquén.

Radio Chilena, reconocida como “La voz de los sin voz“; de propiedad de la congregación Salesiana y Arzobispado de Santiago, siguiendo las directrices del cardenal Raúl Silva Henríquez y su ardua tarea humanitaria en defensa de los perseguidos y promoción de los derechos humanos, condenaba la represión de la dictadura militar y no se sometía a la censura. Sus servicios informativos difundían lo que la mayoría de los medios de comunicación callaban.



En la fotografía, cubriendo una conferencia de prensa presidida por la doctora Paz Rojas, directora del Departamento de Investigación y Tratamiento de la Tortura del Comité de Derechos del Pueblo, Codepu.

Por las banderas de la verdad
Al llegar esa tarde a los Tribunales, me encontré con los periodistas, Miguel Yunisic y Víctor Hugo Albornoz, de los diarios “El Mercurio” y “La Tercera de la Hora”. Ambos estaban sentados en uno de los escaños del pasillo principal del palacio como lo hacían siempre. Era su cocinería periodística judicial que lograba convertir en grandes titulares de portadas y de la crónica roja las sentencias condenatorias destinadas a los autores de espeluznantes crímenes pasionales, y los casos de excarcelaciones de narcotraficantes y estafadores de cuello y corbata.
Estos temas no eran de interés para la radio, pero me reunía con ellos porque dicha repartición no disponía de una sala de Prensa, ni encargado de Relaciones Públicas y por ello enfrentábamos muchas dificultades para acceder a una información. La más a mano era una pizarra que publicaba la tabla de vistas que serían abordadas en cada una de las respectivas salas de la corte Suprema y de Apelaciones. Si no entrábamos a escuchar los alegatos de los abogados había que esperarlos largas y eternas horas o leer fallos y y recursos escritos en unos enormes libracos y gruesos expedientes, cuyas hojas los oficiales cosían unas a otras, pasando una aguja con un cordel de cáñamo.
Pese a las diferencias de líneas editoriales y de propiedad de nuestros respectivos medios de comunicación, según los temas, a veces reporteábamos juntos y nos apoyábamos mutuamente. Según esta lógica, los invité a solicitar una audiencia al presidente de la Corte Suprema, Israel Bórquez. No quisieron acompañarme, señalando que a nivel de pasillo, los rumores circulando indicaban se trataba de osamentas de antigua data. Nadie quería decir nada.
Tampoco nada pude explicar. Y es que no portaba fotocopias de la denuncia, solo sabía lo que me había dicho mi jefe: el escrito firmado por el obispo Enrique Alvear, el vicario Episcopal de la Solidaridad, Cristián Precht y los abogados Máximo Pacheco y Alejandro González, pedía iniciar a una investigación.
– ¡Sígame por aquí!, me dice el secretario del presidente del tribunal supremo, guiándome hacia el despacho del magistrado. Recuerdo que su apellido era Peña y que los periodistas más antiguos le llamaban “Peñita”, reconociendo su buen trato y amabilidad para con ellos durante la solemne ceremonia que daba el vamos al Año Judicial y en la que hasta los días de hoy la más alta autoridad de la judicatura rinde cuentas del quehacer de la justicia y da a conocer los lineamientos a seguir.
Al llegar al despacho, el magistrado me esperaba sentado a la mesa de su escritorio. Sin saludarme, deteniendo su mirada en mis viejos blue-jeans y blusa tipo túnica hindú, me indica con un leve gesto un tanto despectivo dónde sentarme y luego anticipándose a mis preguntas, medio paternalista y bonachón, me advierte que no tiene información acerca del cometido de la audiencia.
De inmediato respondo que no se busca conocer su opinión sino saber el curso que se le ha dado a la denuncia de la existencia de cuerpos sin vida en unos hornos presentada por una comisión de “Hombres Buenos”. También le digo que tenía antecedentes de que dicho escrito mencionaba en calidad de testigos a los directores de las revistas “Qué Pasa” y “Hoy”.
Aún no terminaba la frase – visiblemente molesto – se levanta de su sillón e irguiéndose sobre su sólida contextura de casi dos metros de alto, tozudamente vuelve a señalar que no tenía nada que decir y me aconseja ir a preguntarle al cardenal Silva Henríquez y a sus curitas rojos, pretendiendo convencerme que ellos tenían mayores antecedentes, además de mencionar que eran los dueños de la radioemisora donde trabajaba. Quizás pensaba, no lo sabía.
El magistrado que había asumido la presidencia de la Corte Suprema en mayo de 1978, no se ajustaba a formalismos ni protocolos. Era más bien un hombre de carácter rudo, explosivo. No accedía a entrevistas y de hecho, sabíamos que para evitar el asedio de la prensa, entraba y salía de su oficina a través de un ascensor privado y pasadizos de tránsito exclusivo que lo conducían hacia la zona de los estacionamientos. Un par de años después, atentaron contra su vida en dos oportunidades, quedando levemente herido.


“Los desaparecidos me tienen curco”, le respondió el magistrado Israel Bórquez a la periodista Carmen Johns, una frase marcada a fuego en la memoria histórica que sella el abandono de deberes de la administración de la Justicia. En la fotografía, entrevistando a los abogados Jaime Castillo Velasco, presidente de la Comisión Chilena de Derechos Humanos, y Fabiola Letelier, hermana del canciller Orlando Letelier, asesinado en Washington por agentes de la dictadura.

Para que esta verdad no muera
Sentada a la mesa de su escritorio frente a él, asumiendo, seguiría negándose a responder, me atrevo a encauzar la pregunta hacia la aceptación o denegatoria de investigar. Estaba muy nerviosa, casi tiritando. Era joven, no tenía mucha experiencia en las trincheras periodísticas, llevaba apenas dos años de ejercicio profesional y la misma suma de años radicada en la capital, procedente de la Escuela de Periodismo de la Universidad Católica del Norte de Antofagasta.
Sin saber que más preguntar, de repente vino a mi mente el recuerdo de las sesiones de los alegatos en las salas de las cortes, específicamente aquellos momentos cuando los abogados se dirigían a los ministros, tratándoles de Usía, Su excelencia, Sus señorías, Vuestras señorías. Este lenguaje leguleyo – a estas alturas – me resultaba un tanto familiar y entonces, a modo de última instancia, antes de bajar mis banderas y caer rendida frente a los innumerables intentos realizados, le hablo como si fuera un abogado o al menos como yo creía que era. Y digo algo más o menos así:
– Su Señoría, a nivel eclesial, ni el cardenal como máxima autoridad, ni sacerdotes, ni curas, ni párrocos, ni la iglesia toda, y a nivel judicial, ni el presidente de la Corte de Apelaciones, ni magistrados, ni ministros de corte, ni relatores, ni oficiales de salas. Nadie. Todos. Ninguno de ellos, excepto usted, sólo usted, en su condición de presidente de la Excelentísima Corte Suprema de Justicia de Chile, puede responder a esta única pregunta: ¿El tribunal acogió o denegó la solicitud de investigar el hallazgo masivo de restos humanos en una mina de Lonquén?”.
Un silencio sepulcral invadía la oficina. Tal vez, él tenía temor o una orden del ejecutivo. Estábamos frente al hallazgo del primer cementerio clandestino, que por un lado develaba indesmentiblemente la mano asesina del régimen militar y por otro confirmaba lo que ya muchos sospechaban: los detenidos desaparecidos estaban muertos. Las autoridades militares y civiles hasta entonces los negaban, decían era una farsa, un montaje introducido al país por operadores del marxismo internacional. En 1975, el embajador Sergio Díez, delegado de Chile ante Naciones Unidas, había dicho que algunas personas que se reclamaban como detenidos desaparecidos no tenían identidad legal o sea no existían. Otras explicaciones mencionaban que algunos de ellos habían pasado a la clandestinidad y a sus esposas respondían, despiadadamente, que habían abandonado sanos y salvos el país con otros nombres y con otras mujeres.
¿El tribunal acogió o denegó investigar la denuncia del hallazgo?, insisto nuevamente.
Regresando lentamente a su escritorio, el magistrado por fin admite responderá mis preguntas, pero establece la condición de apagar mi grabadora y reservar la fuente de información bajo secreto periodístico. Obviamente apruebo de inmediato su solicitud, y acto seguido, procede a decir lo siguiente:
– “Los ministros de la Excelentísima Corte Suprema, reunidos en pleno extraordinario, decidieron a la fecha del 1° de diciembre del año en curso, remitir los antecedentes al Juzgado del Crimen de Talagante, a la jueza subrogante, doña Juana Godoy, para que instruya el sumario“.
A continuación, dando por cerrada la audiencia, junto con mostrarme la puerta de salida, mientras ordeno mi bolso y mi grabadora, me amenaza de que si no respeto lo acordado me meterá de un ala a la cárcel.
Venciendo los cercos de la censura
Abrazando mi grabadora hacia mi pecho, salgo rápidamente de allí a la escalera de mármol rosa que conduce a la nave central del primer piso; la de los “Pasos Perdidos”, según le llaman, considerando conduce a todas las galerías, salas y oficinas al interior del palacio. Bajando aquellos majestuosos peldaños, me parecía que estaba siendo seguida por una pareja de guardias de seguridad, pensaba que traían órdenes de llevarme a los calabozos y que quedaría atrapada en las fauces de la injusticia; la misma que rechazaba a ojos cerrados los cientos y miles de recursos de amparo y de protección en tiempos en los cuales dar a conocer un secuestro o una detención resultaba algo así como un pasaporte a la vida; la misma que se negaba a inspeccionar los lugares secretos de prisión o tortura con sus secuelas de muerte y hacía gestos de hastío mientras los abogados batallaban incansablemente sus defensas.
Miguel Yunisic del diario “El Mercurio”, Víctor Hugo Albornoz de “La Tercera de la Hora” y el viejo René Escudero de la agencia de noticias United Press Internacional, UPI, me esperaban en el primer piso para saber los resultados de la audiencia. Por donde se le mirara, la noticia de esta masacre de magnitud era un gran golpe noticioso y si bien en aquellos años no tenía noción de estrategias comunicacionales, llanamente supuse que si la dábamos a conocer todos al mismo tiempo podríamos vencer a los cercos de la censura que se dejaba caer continuamente frente a la prensa opositora. Entonces, sin pensarlo dos veces, decidí contarles todo a los colegas, rompiendo en el acto lo acordado de un santiamén.

En la fotografía, cubriendo noticias del segundo hallazgo de detenidos desaparecidos. Cuesta Barriga, Curacaví (1979).
A esa fecha, Radio Chilena no había sido silenciada como lo fue un par de años después. Recuerdo que a las oficinas llegaban piquetes de Carabineros a requisar sin orden judicial cintas y casetes que contenían informaciones que daban cuenta de muertes de prisioneros ocurridas al interior de retenes y tenencias y que casi todos los días – al cierre del noticiario “Primera Plana”,- a las dos de la tarde, llamaban por teléfono al director de Prensa de la Dirección Nacional de Comunicaciones (DINACOS), presionándolo para que bajara el “tinte rojo de las noticias” y acallara “el circo de las viejas lloronas”, refiriéndose a los familiares de detenidos desaparecidos.
El viejo Escudero, con casi medio siglo de oficio, comentaba que estábamos en presencia de un notición gordo que le permitía dimensionar los alcances de la Ley de Amnistía, promulgada un par de meses antes. Al cabo de otras consideraciones, decidimos embargar el despacho hasta el día siguiente. Así fue como la primera noticia que informaba el hallazgo masivo de cuerpos sin vida en Lonquén salía publicada por primera vez el 5 de diciembre de 1978 en cuatro medios de comunicación: Diario El Mercurio, Diario La Tercera de la Hora, Agencia UPI y Radio Chilena.
Esa noche estaba aterrorizada, me parecía más oscura, de niebla nazi. No pude cerrar los ojos. A mi familia nada dije. Tampoco a mi pololo. Ahora que vuelvo la vista hacia atrás, pienso, debería haber tomado ciertas precauciones de seguridad. Al día siguiente, a primera hora fui al kiosko de diarios más cercano de mi casa, tranquilizándome un poco al constatar que los colegas habían respetado el acuerdo de no revelar la fuente de información.
Días después, la prensa oficialista abordaba el caso como si se tratara de una historia netamente policial. Hablaban de “presuntos”, decían que podría tratarse de caídos producto de enfrentamientos armados y no la vinculaban con el drama de los familiares de los detenidos desaparecidos ni con la Vicaría de la Solidaridad. Este tratamiento fue moderado a partir de las declaraciones del ministro en Visita, Adolfo Bañados, que afirmaba no se trataba de un caso policial común y corriente, que había citado a declarar a los familiares de los quince desaparecidos de Isla de Maipo y que siete carabineros, a cargo del capitán jefe de la Tenencia de Isla de Maipo, habían reconocido que los prisioneros perdieron la vida durante una balacera perpetrada por desconocidos que les dispararon durante una caminata en búsqueda de sus armamentos y que temerosos de venganzas y represalias los habían ocultado en los abandonados hornos.
Ni perdón, ni olvido


Aprovechen de rezar porque los vamos a matar”, les decían al momento de apresarlos, golpeándoles, amarrándoles para luego dejarlos tendidos en el suelo de una camioneta de propiedad del dueño del fundo donde trabajaban como obreros agrícolas. El administrador los había denunciado de organizar reuniones clandestinas y que durante el gobierno del presidente Salvador Allende, algunos de ellos habían liderado tomas de predios y tareas de agitación política.

Muchos años después se supo que los mataron a golpes y que no todos fueron enterrados muertos.
También se supo que este hallazgo desplegó al interior del ejército una alerta que dio lugar a la puesta en marcha del operativo denominado “Retiro de Televisores”, que ordenaba desenterrar todos los cuerpos de prisioneros asesinados que permanecían ocultos para luego lanzarlos de helicópteros al mar abierto y lograr desaparecerlos para siempre.
En septiembre de 1979, luego que los primeros peritajes establecieron que los restos correspondían a los quince detenidos desaparecidos de Isla de Maipo, un juez acogió un recurso y ordenó su entrega a sus familiares para su sepultura. Familiares, vecinos, amigos, integrantes de las agrupaciones y movimiento por los derechos humanos organizaron un funeral masivo que saldría de la iglesia Recoleta Dominica. Yo estaba allí reporteando cuando entre rezos, alabanzas y cantos por la vida, observé a un grupo de sacerdotes y diáconos que hablándose al oído iban de un lado como si se estuviesen traspasándose un secreto.
Mis sospechas de que algo grave sucedía se dilucidaron al ver que uno de ellos se subió al púlpito para dar a conocer la decisión de suspender los funerales debido a nuevas diligencias judiciales. Los familiares estallaron en lágrimas, algunos con los brazos abiertos pedían clemencia hacia el cielo, otros gritaban ¿Hasta Cuándo?, ¿Hasta Cuándo?… otros se desmayaban.
Una iglesia, llena de bote a bote, la gente confundida empezó a correr hacia el sector de la puerta principal y al salir los Carabineros procedían a detenerlas. Por ello, las cerraron y del pódium llamaban a la calma, aconsejando abandonar el recinto de manera ordenada por una pequeña puerta lateral y regresar cuanto antes a los hogares.
Aquella tarde, me vine con mi grabadora al centro en una micro, y de un boliche de café, en medio del asombro y estupor de los presentes, despaché la información a la radio, vía teléfono con voz quebraba y lágrimas en los ojos. Después se supo que el funeral se había suspendido porque la policía civil robó a escondidas los cuerpos del Instituto Médico Legal. De allí, los sacaron envueltos en bolsas plásticas y los arrojaron a una fosa común del cementerio de Isla de Maipo como si nadie los hubiese reclamado.
Entre tanta crueldad suelta, muchas veces observé a las esposas y madres de las víctimas de Lonquén llorar con la fotos de sus seres queridos prendidas a sus ropas, incluso las vi azotar sus rostros contra las frías murallas de los Tribunales de Justicia. Los periodistas y fotógrafos cubríamos las conferencias de prensa de las agrupaciones de familiares en medio de llantos y lagrimas. Lloraban ellas y nosotros, también. Hubo días que no podía contenerme, a veces escribía las noticias llena de rabia. Estaba destrozada. En julio de 1980 murió víctima de la tortura, Eduardo Jara, estudiante de Periodismo que hacía su práctica profesional, ocupando todas las tardes mi máquina de escribir. Por esos días, también mantuvieron un día entero secuestrado al director de Prensa de la radio.
La memoria de un pasado presente


Las diligencias judiciales continuaron sobre la marcha. Los uniformados fueron acusados, amnistiados y posteriormente vueltos a procesar. 25 años después los restos fueron desenterrados de la fosa común y al comprobar fehacientemente eran ellos los volvieron nuevamente a la tierra, desde donde habían brotado, esta vez, con un funeral masivo, homenajes, actos de honor y una liturgia nuevamente celebrada en la Iglesia Recoleta, desde donde partió una interminable caravana fúnebre hasta Isla de Maipo.
Los hornos fueron convertidos en un lugar de peregrinaje, conmemoraciones y romerías por la vida, y aunque años más tarde los dinamitaran, hoy por hoy, en lo que eran los calabozos de la tenencia policial, último lugar que fueran vistos con vida, ahora se levanta un memorial al igual que el sector de la fosa del cementerio parroquial y el mausoleo de Isla de Maipo.
Con ocasión de los funerales de las quince víctimas: don Sergio Maureira (militante del partido MAPU y cuatro hijos, también simpatizantes de dicha colectividad política; don Enrique Astudillo y dos hijos; don Oscar Hernández y dos hermanos, y cuatro jóvenes, Viviana Díaz, presidente de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, comentó que habían vencido todas las soledades y que el viento se encargaría de marcar siempre sus nombres en los valles y montañas.
Esta memoria que se propone quedar intacta busca entrar en la historia de aquellos que quedaron en el camino para que Nunca Más. Lonquén significa en mapudungun En lo Bajo. Víctor Jara, asesinado también por la dictadura militar, nació y creció en Lonquén, en Lo Bajo. En Lo Bajo, los abajistas de abajo allí están. Vicente Huidobro, no se equivocaba al sostener que la justicia chilena es condescendiente, blanda y sonriente para con los de arriba, y dura, cruel e inflexible para con los de abajo.
Sea este mi homenaje a la memoria de: Sergio Maureira Lillo (46 años), sus hijos, Rodolfo Antonio (22 años), Sergio Miguel (27 años), Segundo Armando (24 años) y José Manuel (26 años); Enrique Astudillo Álvarez (51 años), y sus hijos Omar (19 años) y Ramón (27 años); Oscar Hernández Flores, y sus hermanos Carlos (39 años ) y Nelson (32 años); Miguel Brant (22 años), Iván Ordóñez (17 años), José Herrera (17 años), y Manuel Navarro (20 años).
Myriam Carmen Pinto. Zurdos no Diestros. Historias humanas de humanos demasiados humanos.

Marzo de 2016. Fotografías. Archivo Fortín Mapocho; Revista Hoy; Archivo digital DIBAM; web Comité Memoria Mapu y fotografía que muestra a Carmen Johns y Myriam Carmen Pinto, participando en acto de homenaje a periodistas “por su compromiso con el ejercicio de la libertad de prensa, la democracia y los derechos humanos en tiempos de dictadura”. Universidad Central, 2013.
Por Myriam Carmen Pinto
Santiago de Chile, 4 de abril 2016
Crónica Digital

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Decenas de miles marchan por los Derechos Sociales y por el Machi Celestino Córdoba

Andrés Figueroa Cornejo

Cuando el otoño deshoja el territorio chileno, decenas de miles de personas marcharon desde la Plaza Italia de Santiago por la Alameda, hasta el escenario ubicado sobre la arteria principal de la metrópolis. ¿La causa? La lucha por los Derechos Sociales conculcados por el Estado chileno desde hace más de cuatro décadas.

La protesta convocada por el activo No + AFP, logró concitar diversas demandas del movimiento popular, más allá de la pelea por transformar el negocio financiero de las administradoras de fondos de pensiones, AFP. El modelo consiste en un ahorro forzoso de capitalización individual, cuyos montos y valor acumulados, en su mayor porcentaje, se juegan en el casino bursátil internacional. La especulación de una fracción significativa del salario de las y los trabajadores chilenos da como resultado pensiones de miseria que deben ser co-pagadas por el Fisco, esto es, por las propias trabajadoras y trabajadores.

Chile no sólo es uno de los países más desiguales del planeta, sino que también, en el contexto de su participación en la OCDE, el que tiene los peores salarios. En consecuencia, la lucha por el cambio del sistema de pensiones de las AFP por otro que, efectivamente, ofrezca jubilaciones dignas, va de la mano con la lucha por el aumento del salario mínimo y los derechos sociales inexistentes en el país andino (salud, educación, vivienda, trabajo, salario, libertad de prensa y expresión, democracia participativa, recreación, etc.).  De no aumentar los salarios, tampoco existe una capacidad de ahorro que permita distraer una parte o un monto superior para las pensiones jubilatorias. Muy por el contrario, el promedio de las familias chilenas está endeudada en más de un 70% de sus ingresos. La causa es similar a la que se traduce en pensiones de hambre: como el salario no alcanza para sobrevivir, entonces el endeudamiento para el consumo de mercancías básicas se multiplica exponencialmente.

Asimismo, la manifestación estuvo protagonizada por el Frente Urbano Habitacional, que agrupa a organizaciones de empobrecidos sin techo. Su motor articulador se encuentra en la asociación Ukamau, de larga data.

Por el machi Celestino Córdoba

Sin dudas, uno de los actores fundamentales en la marcha se concentró en la solidaridad ampliada con el prisionero político mapuche en huelga de hambre desde hace 100 días, el machi Celestino Córdoba, autoridad espiritual de su pueblo.
En la madrugada del 21 de abril, el machi Celestino, debido a la huelga de hambre, entró en estado de coma y debió ingresar de urgencia a la Unidad de Cuidados Intensivos, UCI, del hospital de Imperial en La región de La Araucanía.

Las organizaciones mapuche y no mapuche comprometidas con la causa de Celestino, comunicaron que en lo inmediato el machi necesita perntoriamente visitar su rewe o lugar sagrado durante 48 horas para bien de su comunidad y para bien suyo, y en el futuro salir en libertad plena de la cárcel luego de haber sido condenado sin pruebas por la quema de una hacienda con resultado de muerte del matrimonio propietario.

Al respecto, hace cinco años, cuando Celestino fue procesado y castigado con 18 años de cárcel por la Fiscalía del Estado de Chile, no se realizaron los peritajes pertinentes para exculparlo de su involucramiento en el incendio en el cual el machi no participó, como ha sido probado. En la actualidad, su abogado está realizando los trámites jurídicos para que se revise completamente la causa.

En estos momentos, Celestino se encuentra en estado de salud crítico, acompañado de un conjunto de machi que realizan rogativas por su vida. La solidaridad reunida por Celestino Córdoba, agrupaciones, familiares y amigos, solicitan a quienes son sensibles a sus requerimientos que envíen toda su energía o newen, para intentar prolongar su vida. De igual forma, piden que se realicen todo tipo de actividades que arrojen luz sobre la situación dramática de Celestino, toda vez que el gobierno de Sebastián Piñera se ha negado a dialogar y, muy por el contrario, ha hecho oídos sordos a los requerimientos humanitarios del machi.

El acto de la jornada fue inaugurado precisamente por una de las voceras (werken) de la autoridad espiritual mapuche, Cristina Romo, quien dio cuenta de la gravedad sanitaria que sufre Celestino y convocó a los Tribunales de Justicia de Santiago, a las 11.00 horas, el lunes 23 de abril, para exigir que le otorguen al machi el permiso de visitar su rewe, y así renovar sus fuerzas vitales. También Cristina Romo responsabilizó de lo que pudiera ocurrirle a Celestino Córdoba, al Estado de Chile y a la administración gubernativa del multimillonario empresario Sebastián Piñera.

Las manifestaciones se realizaron en todas las ciudades principales del territorio chileno y mapuche.

Paulatinamente, el otoño de la geografía más austral del planeta observa los primeros brotes de reorganización popular de 2018.




Acuerdos del ampliado de 24 de abril de 2018





Reunido el ampliado de dirección regional metropolitana del Movimiento de Acción Popular Unitaria MAPU, ha resuelto lo siguiente:

  1. Se ratifica el ordenamiento orgánico político del MAPU, basado en su estructura de colectivos, coordinados por una Dirección Regional, facultada para organizar y coordinar las resoluciones de la presente jornada.
  2. Se ratifica la autoridad de la Coordinación Política, facultada para asumir públicamente la representación del Movimiento.
  3. Se resuelve estudiar la propuesta de estatuto provisorio y avanzar en la convocatoria a un Congreso de Refundación.
  4. Siendo necesario organizar los frentes de masas, de acuerdo al grado de madurez alcanzado a lo largo del proceso de refundación, se resuelve integrar a la Dirección regional a los encargados de cada frente, designando por unanimidad como encargado del frente regional de derechos humanos, al compañero Elio Chepillo, con la misión de coordinar la creación de una orgánica de representación de las reivindicaciones de las y los compañeros que han sido presos políticos desde el golpe cívico-militar de 1973 hasta la fecha. Para constituir esta orgánica se convocará a las y los exPP mapucistas y de todas las orgánicas políticas y sociales, en la búsqueda de una representación efectiva de los intereses de las y los exPP, superando el divisionismo que ha caracterizado el quehacer de algunas agrupaciones de ex prisioner«s y su connivencia y colusión con las autoridades estatales.
  5. Se resuelve avanzar en la constitución de una organización que represente legalmente la continuidad histórica y política del MAPU, superando la dispersión causada por los traidores que tomaron sin representación ni legitimidad, la disolución del MAPU. 
  6. Se convoca para conmemorar los 49 años de la fundación del MAPU, a una romería el sábado 19 de mayo, a las 12 horas, en el Memorial de los Derechos Humanos del Cementerio General, entrada de avda. Recoleta, desde donde nos dirigiremos a la tumba de Rodrigo Ambrosio, pasando por las de Salvador Allende y de otros conductores de la revolución chilena.



En la actividad de conmemoración se presentará públicamente un plan de trabajo para la coyuntura actual, que incluirá:



  1. la propuesta de constitución de una orgánica para las y los exPP.
  2. las propuestas de trabajo de base en diversos territorios populares.
  3. el llamado a constituir otras orgánicas de coordinación de trabajo de base por frentes de lucha.
  4. la adopción de un estatuto provisorio hasta el congreso refundacional.
  5. la publicación de una convocatoria al congreso refundacional, dentro del año 49º, para culminar en el cincuentenario del MAPU, el 18 y 19 de mayo de 2019.



MAPU
Dirección Regional.



sábado, 21 de abril de 2018

HOMENAJE A COMBATIENTES INTERNACIONALISTAS 2018



Compañer«s, familiares y amig«s de los combatientes internacionalistas caídos fuera de Chile, han estado conmemorando cada año, alrededor de la fecha 16 de abril, el Día del Combatiente Internacionalista, con una ceremonia en el Cementerio General de Santiago. El pasado domingo 15 de abril, comunistas, socialistas, miristas, mapucistas y rodriguistas estuvimos presentes rindiendo el homenaje de este año.


Con motivo del homenaje a los Combatientes Internacionalistas chilenos caídos en combate, el MAPU, rinde homenaje a todos los que lucharon por los ideales de una sociedad sin clases y cayeron defendiendo el principio del internacionalismo proletario.

Cuando se cumple el aniversario 57 de la victoria de Playa Girón, por parte del pueblo cubano, y la declaración del carácter socialista de la revolución; no podemos menos que reconocer el carácter señero del proceso cubano y a Cuba como la vanguardia en la lucha por la Patria Grande, Nuestra América Socialista.

El MAPU entregó su cuota de sacrificio de internacionalistas, en la persona de los compañeros Horacio y Nelson, muertos en combate en El Salvador.

Honramos a Sergio Mancilla Caro (Horacio), militante nacido en Punta Arenas, preso político de la dictadura, expulsado del país, vivió en Panamá y en Nicaragua, fue combatiente en El Salvador hasta que, el 5 de octubre de 1981, cae heroicamente cubriendo la retirada de sus compañeros, incluyendo la Dirección de las FPL Farabundo Martí y al Comandante Marcial, en Chalatenango.

Honramos a Juan Roberto Diez Diez (Nelson), de la población Huamachuco de Renca, Santiago, quien era conocido también como el “vecino”, dado su carácter servicial con la comunidad. Obrero calderero, le tocó ejercer funciones en Tejidos Caupolicán y participar en el Cordón Industrial Panamericana Norte y, por tanto, en el desarrollo del Poder Popular durante el gobierno de Allende. Luchador de la resistencia contra la dictadura cívico militar de Pinochet, cae en uno de los combates más heroicos de la guerrilla salvadoreña, en El Paraíso, el 23 de diciembre de 1983.

Ambos compañeros dejaron descendencia: el compañero Horacio dejó un hijo y el compañero Nelson dejó 2 hijos.

Nuestro mejor homenaje a los internacionalistas caídos en lucha, está en la reconstitución del tejido social y político popular, comprometiéndonos en los movimientos sociales, en el trabajo de hormiga en las bases populares, en la resistencia contra la DICTADURA DEL CAPITAL, así como en la solidaridad y la lucha anticolonial, antiimperialista, democrática, popular y nacional; de los pueblos del mundo.

El Programa del MAPU, aprobado en 1972, dice:

“El MAPU entiende que la única garantía sólida del éxito de la edificación socialista en Chile es su integración al campo económico más vasto que será abierto por la revolución socialista en el resto del Continente. Por eso, concebimos a la revolución chilena como parte inseparable de la revolución latinoamericana y reivindicamos el legado bolivariano expresado en el heroico sacrificio del Comandante Che Guevara. Al mismo tiempo, creemos que el mejor aporte que Chile puede hacer a la causa de la revolución latinoamericana y mundial, es avanzar con decisión en Chile por la senda de nuestra propia revolución socialista”.

¡A convertir el descontento en rebeldía, y la rebeldía en poder popular!

¡A unir las luchas, para que los pueblos y las y los trabajadores, manden!

Santiago, Chile, 15 de abril de 2018.
Coordinación Política MAPU






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DECLARACIÓN MAPU FRENTE A INJURIAS DE LA ULTRADERECHA



DECLARACIÓN PÚBLICA
Nuestra organización repudia absolutamente los dichos del Diputado Ignacio Urrutia de la UDI.

Su apología al terrorismo de Estado no tiene defensa o justificación alguna. Calificar a Ex Presas y Presos Políticos de terroristas, ha sido la conducta permanente de la derecha que apoyó y actuó directamente en los crímenes que se cometieron a partir del Golpe de Estado.
La derecha no es otra cosa que los representantes de la gran empresa nacional y transnacional, coludidos en una organización que abarca poderes económicos, socioculturales e ideológicos, con los cuales ejerce la dictadura del gran capital.

Conductas de este tipo de carácter negacionista son contrarias al Derecho Internacional de los Derechos Humanos y sancionadas como delitos en la normativa de diversos países.


El Diputado Ignacio Urrutia de la UDI fue parte de un genocidio brutal, a un pueblo desarmado, que fue víctima de las aberraciones más atroces que civiles y militares cometieron y que se aliaron con el imperialismo norteamericano para derrocar un gobierno constitucional, bombardearon la Moneda, mataron al presidente, detuvieron ilegalmente a miles de Chilenos, cometieron violaciones de lesa humanidad contra hombres, mujeres y niños, asesinaron a personas inocentes, torturaron y persiguieron a compatriotas que solo quisieron construir un Chile más justo, más solidario más humano.

Diputado Ignacio Urrutia: ¡Usted y su clase son los únicos terroristas! Torturaron, encarcelaron, asesinaron, exiliaron, hicieron montajes, hicieron desaparecer familias completas, solo por pensar diferente. ¡Son criminales de lesa humanidad y genocidas! Condenamos absolutamente sus mentiras y ofensas, su incitación a la violencia y a su odio de clase.




Con el retiro del proyecto que otorga un aporte único de carácter reparatorio a las víctimas de prisión política y tortura, reconocidas por el Estado de Chile" (Boletín 11619), el gobierno de Piñera niega el deber del Estado de reparar las graves violaciones a los DDHH, e incumple con ello una obligación internacional. No solo vulnera los derechos de las víctimas, sino que atenta contra una sociedad que requiere de real justicia, verdad absoluta y reparaciones justas, según los tratados internacionales que regulan estas reparaciones.

El MAPU considera que a partir de hoy inicia un nuevo período en donde no solo se han echado a tierra las falsas ilusiones sino que se inicia una ofensiva basada en los insultos y el abuso prepotente del actual gobierno, llamamos por tanto a no dejarse avasallar y por tanto es nuestra voluntad fortalecer la lucha de las victimas sus familiares y todo el pueblo sensible y fraterno  insistiendo y movilizándose en lograr los propósitos de verdad absoluta, justica y reparación. Trabajaremos por reinstalar los 10 puntos sancionados por el conjunto de los Expp y estaremos apoyando con todas nuestras fuerzas a las y los ex Presos Políticos en la búsqueda y concreción de una sola organización unitaria de Ex pp. Dependerá de todos nosotros comenzar a revertir la situación. Las organizaciones y los-as sin orgánicas deben formar una sola instancia que aglutine a todos y comenzar un nuevo camino de impugnar al Estado y a la derecha. Nuestra organización, junto con otras agrupaciones de derechos humanos, ha dicho en todos los tonos que la memoria es un territorio en disputa. La derecha solapadamente intenta borrar la historia.


MOVIMIENTO DE ACCIÓN POPULAR UNITARIA MAPU

Coordinación Política
Regional Bio Bío
Regional Metropolitano



Adhieren a esta declaración:

Corporación DDHH Valles del Maipo.
Organización Expp de Buin.
Comité Habitacional DDHH René Fuentes.
Coordinadora Regional Expp de la Dictadura Militar Región del Bío Bío.
Comando Regional de Exonerados Políticos Región Bío Bío.
Comisión Regional de la Vivienda de los Expp y Exonerados Políticos región Bío Bío.
Comité de Viviendas Rodrigo Ambrosio región Bío Bío.
Elio Chepillo Chepillo. 
Alejandro Parentini Blanco.
Carlos Ruiz Rodríguez.

(Se reciben adhesiones: mapusantiago@gmail.com)


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