véspero, errante aroma de lejana distancia
martes, 14 de febrero de 2012
José Domingo Gómez Rojas, el poeta-cohete: lucha, prisión y muerte
Hace poco se
cumplieron 90 años del asesinato por el estado chileno de José Domingo
Gómez Rojas, estudiante, poeta chileno, anarquista, radical, evangélico; muerto
a los 24 años de vida, producto de la enajenación causada por las torturas
infligidas por agentes del estado de Chile. "Su muerte coronó fatalmente
una época de represión, de persecución y ataques a todo el movimiento popular
de parte de los gobiernos oligárquicos de las primeras décadas del siglo
XX...". Recordemos que eran los tiempos del Manifiesto de Córdoba (1918),
eran los tiempos de la unidad obrero-estudiantil, eran los tiempos que un joven
provinciano de apellido Reyes decía: "...Amo el amor de los marineros, que
besan y se van, dejan una promesa, no vuelven nunca más...".
Se dijo por parte de Antonio Acevedo, uno de los pioneros del teatro
social obrero, que José Domingo Gómez Rojas era "un sembrador de
sueños", ¡y vaya que si lo era! Pero como los sueños son subversivos, fue
víctima de una represión implacable, que le causaría la muerte en el albor de
su juventud. En uno de sus últimos escritos señala:
Mi domicilio es
ahora la “Seccion de Detenidos”
Tal vez sería, porque se hizo
famoso por sus acciones llamadas mítines relámpagos que desde joven practicó.
Su obra poética, desde su
adolescencia, dejan ver la trascendencia de las ideas libertarias. Y es
así como erige una obra poética con fundamentos puestos en los sentimientos más
trascendentes del ser humano, combinando la rabia, la esperanza, la ira,
el dolor, la fraternidad, la amargura.
“…Yo canto porque siento, yo canto porque
lucho,
yo canto porque amo, yo canto porque vibro
y porque se sufrir;
mi canto es para el fuerte, mi canto es
optimista
y es para los que creen en la futura
aurora
que habrá de redimir.
Por todos los que sufren, por todos los
que gimen
mis cantos son protestas, y gestas
formidables
y ayes de rebelión;
por todos los que esperan, por todos los
que piensan,
por todos los que bregan, por todos los
que creen
en la gran Redención.”
Vaya este saludo poético con un poema de
lucha y un poema de amor; y un artículo escrito hace unos meses por el
periódico "El ciudadano" (Chile), sobre la figura y obra de José
Domingo Gómez Rojas.
Saludos y un
abrazo!
Aquiles Córdova
Protestas de
Piedad
José Domingo Gómez
Rojas
I
En esta Cárcel donde los hombres me trajeron,
en donde la injusticia de una ley nos encierra:
he pensado en tumbas en donde se pudrieron
magistrados y jueces que hoy son polvo en la tierra.
Magistrados y jueces y verdugos serviles
que imitando, simiescos, la Justicia Suprema
castraron sus instintos y sus signos viriles
por jugar al axioma, a la norma, al dilema.
Quisieron sobre el polvo que pisaron, villanos,
ayudar al Demonio que sanciona a los muertos
por mandato divino y en vez de ser humanos
enredaron la urdimbre de todos los entuertos.
Creyeron ser la mano de Dios sobre la tierra,
la ira santa, la hoguera y el látigo encendido,
hoy duermen olvidados bajo el sopor que aterra,
silencio, polvo, sombra, ¡olvido! ¡olvido! ¡olvido!
II
Y pienso que algún día sobre la faz del mundo
una justicia nueva romperá
viejas normas
y un futuro inefable, justiciero y profundo
imprimirá a la vida nuevas rutas y
formas.
Desde esta Cárcel sueño con el vasto
futuro,
con el tierno solloza que aún palpita en las cunas,
con las voces divinas que vibran en el puro
cielo bajo la luz de las vírgenes lunas.
Sueño con los efebos que vendrán en cien años
cantando himnos de gloria resonantes al viento;
en las futuras madres cuyos vientres extraños
darán a la luz infantes de puros pensamientos.
Sueño con las auroras, con los cantos infantiles
con alborozos vírgenes, con bautismos lucientes:
que los astros coronan a las testas viriles
y su clamor de seda es un chorro en las frentes.
III
Desde aquí sueño, Madre, con el sol bondadoso
que viste de oro diáfano al mendigo harapiento,
con las vastas llanuras, con el cielo glorioso,
con las aves errantes, con las aguas y el viento.
La libertad del niño que juega sobre un prado,
del ave que las brisas riza con grácil vuelo;
del arroyo que canta, corriendo alborozado;
del astro pensativo bajo infinito cielo.
La libertad que canta con las aves es trino,
con los niños, es juego; con la flor, es fragancia;con el
agua canción, con el viento divino
véspero, errante aroma de lejana distancia
véspero, errante aroma de lejana distancia
Todo es nostalgia, Madre, y en esta Cárcel fría
mi amor de humanidad, prisionero, se expande
y piensa y sueña, y canta por el cercano día
de la gran libertad sobre la tierra grande.
IV
Sin ti, madre, la vida sería un don maldito;
una infame limosna de la carne sufriente;
pero tu amor, es rosa y es cristal inaudito,
es la divina música y es pensarosa fuente.
Hace ya muchos siglos que te vivo y te siento.
Mi tristeza es belleza de un extraño destino,
hacia ti me llevaba este o esotro viento,
hacia tu eternidad ese o aquel camino.
Como tú eras eterna, como tú eras divina,
como sobre tu frente caminaron los astros,
me creaste divino por gracia peregrina:
la eternidad, sumisa, seguirá nuestros rastros.
V
Por ti, la raza humana, madre, se transfigura
ante mis pobres ojos, por tu amor se redime
la carne y la pasión. Por tu inmensa dulzura
nació en mi la piedad para el hombre que gime.
¡Dolor de ser tan triste y tener que ser bueno
porque siempre en mi frente siento que están tus manos!
¡Dolor de ser dulzura para tanto veneno
y de tener el alma puesta en astros lejanos!
¡Dolor, madre, dolor, de escribir mi elegía
por darte en rosas pálidas un secreto tesoro!
¡Dolor, madre, del canto que profanará un día
un mendigo, un tirano y el becerro de oro!
¡Dolor, madre, dolor de tener que cantar
porque un nudo fatal se anuda a la garganta,
dolor de no poder odiar, y amar, amar
a un pueblo vil que deja poner en sí la planta!
¡Dolor, madre, dolor de tener que vivir
y amar la vida cuando lo vulgar mancha el mundo;
y dolor de saber que se ha de revivir
sobre una tierra pura que mancha el rico inmundo!
Sobre Tus Ojos De
Mujer
José Domingo Gómez
Rojas
Sobre tus ojos de mujer
se habrá de cerrar un día
el sol de un atardecer.
En tus dos pálidas manos
se apagarán los fulgores
de los luceros lejanos.
Sobre tus labios marchitos
pasará la eternidad
con sus besos infinitos.
Y cuando yazgas dormida
la muerte dirá en tu oído
que un hombre te amó en la vida:
yo también me habré dormido.
José Domingo Gómez Rojas, el poeta-cohete:
lucha, prisión y muerte
Por estos días, hace 90 años, otro profundo dolor afectaba
a la clase obrera chilena. El 29 de septiembre moría, loco y encerrado, José
Domingo Gómez Rojas, poeta, estudiante, anarquista, fiel representante del
espíritu impetuoso y sensible de la generación de 1920.
Su muerte coronó fatalmente una época de represión, de
persecución y ataques a todo el movimiento popular de parte de los gobiernos
oligárquicos de las primeras décadas del siglo XX, situación que en 1920 afectó
directamente a muchos de los participantes de las numerosas colectividades
anarquistas de la época, perseguidos y violentados, envueltos en montajes y
hechos prisioneros.
Una historia que se repite de vez en cuando y hoy nos suena
como tragicomedia, a propósito del bullado caso “bombas de ruido”.
EL CRISTO DE LOS POETAS
Durante las primeras décadas del siglo XX, la clase
dominante chilena se adjudicaba una muy mala gestión en su intento de llevar al
país a la modernidad capitalista. La llamada “cuestión social” develaba las
víctimas de este proceso. El rápido crecimiento de la fuerza de trabajo y la
concentración en ciudades no preparadas para recibir altos niveles de
migración, agudizaron los problemas sociales (hacinamiento, cesantía,
mortalidad infantil, desnutrición, etcétera) a la par que empujaron a los
trabajadores a fortalecer su organización. Crecidos cuantitativa y
cualitativamente, los explotados salieron a la calle y desafiaron al Estado.
José Domingo Gómez Rojas (JDGR
de aquí en adelante) había nacido en 1896, el 4 de agosto. Hijo de una madre
analfabeta y de un padre ebanista, creció en la pobreza, pululando por el
barrio Yungay y luego por San Diego, Nataniel y Avenida Matta, y conviviendo
con todas las miserias, personajes y valores del bajo mundo, condiciones que
marcarán profundamente su vocación y creación.
En 1908 entra a Humanidades en el liceo Luis Barros Borgoño
y ya a sus dieciséis años publica su primer libro de poesía, el más conocido y
radical: “Rebeldías Líricas”. El mismo año, 1913, viaja a Argentina para
estudiar a sus escritores, principalmente a Almafuerte (Pedro
Palacios). Lector de Oscar Wilde y Nietzsche, JDGR
también escribe comentarios de arte y obras de teatro, destaca por sus arengas
e intervenciones públicas y trabaja activamente en iniciativas culturales y
sociales, como las clases que realiza en un liceo nocturno para obreros (lo que
le ayudaba, por cierto, a obtener algún ingreso).
A juicio del historiador Sergio Grez Toso, su
figura “no da para simplificaciones, porque sus definiciones ideológicas eran
complejas y contradictorias”. Y lo dice en relación a la cercanía de JDGR con
el mundo cristiano protestante, en cuyas revistas publicó sus primeros poemas,
así como por su paso por la Juventud Radical.
Sin embargo, para Diego Mellado, miembro del Grupo de Estudios JDGR, “en la medida en que
comprendemos el pensamiento de su tiempo, y toda la amplitud e intereses que
existía entre los jóvenes, no vemos mayores contradicciones, en tanto que su
postura frente al cristianismo era anticlerical, característica elemental que compartía
con los radicales”.
Como señala Maximiliano Astroza-León, en su
ensayo sobre el poeta, “Rebeldía y Libertad…”, aunque los anarquistas de la
época hacían causa común con radicales y masones en protestas anti-clericales y
anti-religiosas (…) advertían en sus periódicos que esos actos no cambiaban en
nada la situación del pueblo, no tenían nada en común con el anarquismo y la
participación en ellos de los libertarios, debía efectuarse dejando clara sus
posiciones.
Luego de su primera época lírica, en sus postreras
“Elegías”, JDGR adopta una lírica cada vez más mística, con referencias a la
ineludible tragedia de la muerte para el ser humano, pero sin despegar nunca
sus pies de lo terrenal y social.
Sus “Rebeldías Líricas” son gritos en contra de la
explotación y los explotadores, cantos juveniles al amor y a la naturaleza,
exhortaciones a la humanidad, frescos donde se describe vívidamente el
sufrimiento de los miserables (“En el hospital” o “El suburbio”, entre muchos
otros), pero, a la vez, son mesiánicos sones que profetizan la revolución
social, la construcción de un mundo verdaderamente humano que redima del
sufrimiento cotidiano a la mayoría trabajadora.
“Yo, hijo de este siglo hipócrita y canalla / reniego de mi
siglo y salgo a la batalla / con gritos de amenaza y ayes de rebelión, / sean
mis gritos cantos rojos como la dinamita / y como mis dolores, como mi ansia
infinita, / como mi sed eterna de redención”, recitaba en “Renegación”, como un
eco meridional de dadá, como reflejo una época absurda que, en ese momento,
enviaba a los proletarios a despedazarse en los campos de batalla europeos.
Respecto a lo que puede considerarse como su “arte
poética”, JDGR anotaba en su diario el 26 de diciembre de 1916: “Yo he notado
en mi poesía una profunda tendencia a espiritualizar la vida (…) Músicas
ignoradas, o que me han sorprendido como nuevas, bellezas desconocidas, o que
me han parecido revelaciones, momentos que han puesto en mi alma visiones que
me han sido como sobrehumanas, han determinado en mi la convicción de que yo
puedo decir versos eternos, que yo puedo escribir palabras que Dios mismo ha
puesto en mis labios”.
LA ALIANZA OBRERO-ESTUDIANTIL
“JDGR es de esas tantas figuras que llega a la política a
través de la vida bohemia -artística e intelectual- de esos años. En ella se
reúnen poetas, escritores, personas de variada condición social -clases medias
y bajas- que ven en la bohemia un modo de vida, una cultura contestataria
respecto a la cultura oligárquica y católica”, afirma Sergio Grez.
De todas maneras, es necesario agregar que, quizás
paradójicamente, es la propia existencia del poeta en la precariedad del mundo
popular lo que lo lleva a educarse, auto-educarse, luchar por un mundo más
justo, desde un punto de vista libertario, y expresarse de manera sublime a
través de las letras.
“Como el mar que modula sus canciones
-sus canciones formidables, sus tormentas y tormentos-
Es mi alma que modula sus lamentos
Que son cantos que predicen las futuras, las tremendas,
formidables rebeliones!…”
La Federación de Estudiantes de Chile (Fech) fue fundada en
1906 por jóvenes universitarios de ideas avanzadas y en ella rápidamente
confluyeron, además, sectores de obreros y artesanos.
Para Fernando Vallejos, militante del Frente de
Estudiantes Libertarios (FEL), es importante señalar que la relación
que se construyó entre obreros y estudiantes, “no respondió al típico
asistencialismo de los que creen ‘salvar a los pobres’, sino que fue expresión
de una conciencia de clase, que a través de sus propias manos busca la
liberación”.
Gómez Rojas -o Daniel Vásquez, de acuerdo al
alter ego poético más romántico con el que engañó a algunos de sus
contertulios-, estudiante de Leyes y Castellano del Instituto Pedagógico, se
involucró en este movimiento, que contó entre sus filas con destacados
dirigentes como Santiago Labarca, Juan Gandulfo, Daniel
Schweitzer, Alfredo Demaría y Pedro León Ugalde y
a Voltaire Argandoña,Hortensia Quinio, Armando Triviño, Manuel Rojas y José Santos González Vera como
fieles representantes de esa generación de recambio.
En 1918 dan forma a la Universidad Popular Lastarria, donde
trabajadores y estudiantes compartieron conocimientos, en la década que duró, y
que contó con el apoyo de intelectuales y académicos que aportaron su
experticia, como Carlos Vicuña, Augusto D’halmar, Julio Montebruno, Guillermo
Labarca y su esposa Amanda Labarca (feminista),
entre otros.
Así como en las organizaciones de trabajadores, a partir
del primer Congreso de la Fech, ese mismo año, predominará la idea anarquista y
revolucionaria. Incluso el historiador conservador Mario Góngora lo
confirma: “Sus dirigentes, a fines de la década de 1910, son sobre todo
anarquistas y antimilitaristas (…) antibélicos hasta el escándalo”.
Gómez Rojas “fue un enorme, porque en su figura confluían
los mejores valores de ese movimiento estudiantil”, afirma Francisco
Figueroa, actual vicepresidente de la Fech, quien agrega que la Federación
en los últimos años ha hecho varios esfuerzos por recuperar su legado y el de
su generación, “no con la onda de la memoria nostálgica, sino con la idea de
recuperar aquello que en el presente todavía sigue siendo útil”.
Para Vallejos del FEL, si bien el contexto en el que hoy se
inserta el movimiento estudiantil es muy distinto, el carácter de la antigua
Fech “dejó de existir hace mucho tiempo y hoy representa el discurso de ciertos
partidos políticos, no el de los estudiantes”.
“A las organizaciones estudiantiles les queda mucho camino
por recorrer en pos de convertirse en una herramienta poderosa acorde a las
necesidades del movimiento popular, de ahí que muchas veces hemos tenido
reparos a las formas de construir que han asumido la Fech y otras
federaciones”, concluye.
A sabiendas de que la Federación de estos años “es un
legado tremendo”, por los niveles de incidencia y participación en los procesos
políticos nacionales, Figueroa considera que reeditar lo que hicieron “está
fuera de nuestras manos, porque son cuestiones que obedecen a procesos más
grandes. Lo que sí, buscamos revivir su vitalidad política y su íntima y
genuina relación con el movimiento popular”, explica.
Sergio Grez aclara que el anarquismo “hace puente entre
sectores obreros y otros no directamente proletarios, pero sí de las clases
medias y bajas, que son parte de los sectores populares, ancladas más al sector
estudiantil, cultural, bohemio, aún cuando las fronteras entre estos sujetos
sociales son difusas y permeables”.
EL “PROCESO A LOS SUBVERSIVOS”
¡Pobres que van a defender la Patria
Y que nunca han sabido lo que es ella,
Pues sólo han ido a defender terruños
O trapos viejos que llaman banderas;
No saben que es de ricos esa Patria
Y que la Patria de ellos es la Tierra!”
Aunque se estaba articulando desde 1917, a fines de 1919 se
concretó el esfuerzo desplegado por los libertarios en el ámbito sindical con
la fundación de la I.W.W. (Trabajadores
Industriales del Mundo), que en 1922 calculaba que al momento de su fundación
contaba con 6 mil asociados. Triviño, Gandulfo y el poeta-cohete participarán
en esta instancia.
Frente a la amenaza que la organización obrera significaba
para el Gobierno, este utilizó diversas formas de represión en contra de los
agitadores. La Ley de Residencia, por ejemplo, que comenzó a aplicarse desde
1919, persiguió y expulsó a numerosos inmigrantes anarquistas europeos y latinoamericanos
residentes en Chile. Por otro lado, Luis Emilio Recabarren también
fue encarcelado en este período.
Asimismo, el Gobierno de Sanfuentes, generó un
escenario que derivó en el llamado “proceso contra los subversivos”, “un tongo
político del año 20, destinado a desviar la atención de la gran tensión social
y política que reinaba en el contexto de la campaña que llevaría a la
presidencia al caudillo liberal populista Arturo Alessandri Palma”,
explica Sergio Grez.
Este montaje, conocido como “La guerra de don Ladislao”
–por el ministro de Guerra, Ladislao Errázuriz- echó mano al
patrioterismo, movilizando tropas a la frontera con Perú y Bolivia, quienes,
supuestamente, amenazaban atacar, nuevamente complotados, por sus resquemores
tras la Guerra del Pacífico.
Las organizaciones revolucionarias, incluida la Fech y la
IWW, no se plegaron al ambiente bélico, criticándolo, por lo que fueron fácil
blanco de las acusaciones de “antipatriotas”, acusándoles, incluso, de que los
delegados de la IWW eran agentes pagados por el oro peruano.
Este escenario genera el asalto y destrucción de las
dependencias de la federación estudiantil por sectores nacionalistas, en pleno
día e instigados por el Gobierno.
“Todo es nostalgia, madre, y en esta cárcel
Mi amor de humanidad, prisionero, se expande
Y piensa y sueña y canta por el cercano día
De la gran libertad sobre la Tierra grande”
El 20 de julio el local de la Federación Obrera de
Magallanes en Punta Arenas es incendiado por las ligas patrióticas, con la
venia de las autoridades locales y la policía, muriendo varias personas en el
hecho.
El 21 de julio de ese año se allanan varios locales de la
IWW. En Valparaíso, la policía “encuentra” cartuchos de dinamita en la sede de
la sindical (hecho que en el juicio fue aclarado: el Capitán de la Policía, Enrique
Caballero, contrató a dos hampones para que pusieran el explosivo en el
lugar).
En Santiago, por esos días son apresados cerca de 150
sindicalistas y estudiantes, y el 25 de julio cae Gómez Rojas, sólo por su
participación en la IWW, lo que para la justicia era sinónimo de asociación
ilícita terrorista. Cabe decir que tras el juicio la totalidad de los
anarquistas fueron absueltos y, ni la prensa ni el Estado, nunca rectificaron
sus acusaciones.
A pesar del gran movimiento popular en apoyo y presión a la
libertad de los presos, JDGR yace incomunicado en la Cárcel Pública, y bajo el
ensañamiento del juez José Astorquiza, sufre torturas que,
finalmente, lo llevarán a la locura. Trasladado al manicomio, muere la mañana
del 29 de septiembre. Tenía 24 años.
Sus funerales son multitudinarios (fotografía). Se declaró
un paro de tranvías, con el objetivo de que todos los obreros pudieran asistir.
En el Cementerio hablaron dirigentes estudiantiles, obreros, amigos, poetas e
incluso la gente protegió de la policía a algunos sindicalistas que asistieron
a la ceremonia, aun cuando estaban en la clandestinidad.
Tras su muerte, el primer número de la Revista Claridad (órgano
de la Fech) está dedicado a la memoria del poeta. Los textos denotan la rabia y
el sentimiento de sus compañeros, culpando al Presidente, sus ministros, el
Parlamento y la prensa burguesa de su asesinato. Además se incita a la acción
popular vindicatoria, “ante la violencia erigida en ley”.
EPÍLOGO
El Grupo de Estudios JDGR se formó el 1º de mayo de 2009 y
tomó su nombre del poeta, “reconociendo en este hombre el reflejo de una
generación (…) que presenta un pensar y actuar, una ética y moral necesaria en
tiempos donde se impone la explotación económica más aguda, la segregación social,
la alienación cultural más profunda y la falta de libertad”. Desde ese momento,
realizan una labor investigativa, no sólo de la figura de JDGR, sino del
anarquismo en su relación con diversos ámbitos, a través de sus sitio web, la editorial Eleuterio y las
llamadas “Sesiones Ácratas”.
Y respecto al actual contexto represivo, que tiene entre
sus principales víctimas a los antiautoritarios, Grez considera que, guardando
las diferencias de contexto, “cada vez que los sectores populares levantan
reivindicaciones, expresan malestar y se movilizan, el Estado de Chile ha
optado por la criminalización, judicialización y represión. Esto prueba la
debilidad del orden socio-económico y del sistema político chileno”, concluye.
Ante esta situación, Fernando Vallejos del FEL, señala que
“la única alternativa que tenemos pasa por ir creando desde abajo lazos fuertes
y solidarios entre las distintas expresiones del movimiento popular, apostando a
construir colectivamente y al calor de la lucha un proyecto de clase propio”.
El nombre del poeta comenzó a escucharse reiteradamente
tiempo atrás, cuando un proyecto “modernizador” amenazaba con instalar una
enorme estatua de Juan Pablo II en la plaza Gómez Rojas,
frente a la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile, bautizada así, en
homenaje al poeta, en la década del 40.
El proyecto fue fustigado, principalmente, por sus
implicancias estéticas y por la figura religiosa del homenajeado, pero la
importancia de JDGR quedó relegada a un segundo plano en la discusión levantada
por ciudadanos y urbanistas.
Hoy, a 90 años de la muerte de “Chumingo” -como le llamaban
sus amigos- tenemos una doble misión, una vez que la amenaza de un nuevo olvido
de la truncada historia de JDGR se ha aplacado: Imaginar nuevas formas de
potenciar un antagonismo popular que haga suyos los deseos de justicia de todos
los antiautoritarios, y que sea consciente (y conteste) la tergiversación y las
intenciones del poder, al mantener encarcelados a personas sólo por sus ideas.
Por otro lado, difundir por todos los rincones la vida,
obra e ideas de Gómez Rojas, un poeta rebelde y revolucionario que –siguiendo a
Astroza-León- transmitió no sólo los sentimientos respecto de la dura vida
social de su época, sino también la profundidad y complejidad del alma humana.
Por eso ¡larga vida a Gómez Rojas!
BIBLIOGRAFÍA
José Domingo Gómez Rojas, Rebeldías Líricas.
Santiago de Chile: Ediciones Ercilla, 1940.http://www.memoriachilena.cl/temas/documento_detalle.asp?id=MC0014508
Luis Vitale, Contribución
a una historia del anarquismo en Latinoamérica
Maximiliano Astroza-León, Rebeldía y Libertad.
Sobre José Domingo Gómez Rojas, Editorial Eleuterio. Santiago de Chile,
febrero, 2010.
Ignacio Bastías Carvacho, Política
libertaria y movimiento anarquista en Santiago, 1917-1927. Enhttp://www.archivochile.com/tesis/03_tpo/03po0011.pdf
“Revista Claridad”, Nº 1. Disponible en http://grupodeestudiosgomezrojas.wordpress.com
El Surco, periódico mensual anarquista, septiembre 2010.
Otros textos sobre JDGR en http://www.memoriachilena.cl
Por Cristóbal Cornejo González
El Ciudadano
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