A lograr movilización y crear conciencia popular

A lograr movilización y crear conciencia popular

El MAPU no se rinde

El MAPU no se rinde

56 años de lucha

56 años de lucha

«

MAPU: 54 AÑOS LUCHANDO, CREANDO PODER POPULAR

«

POR LOS DERECHOS DE LOS PUEBLOS Y LOS TRABAJADORES

«

No + AFP, No + migajas, renacionalización del cobre y del agua, educación gratuita, estatal y de calidad:

A ORGANIZAR UN GRAN PARO GENERAL


«

EL MAPU SALUDA AL MPT
EN SU 14° ANIVERSARIO 5 de abril 2009-2023

UNIR LAS LUCHAS PARA QUE LOS PUEBLOS Y LOS TRABAJADORES MANDEN

Mostrando entradas con la etiqueta Eduardo Frei Ruiz-Tagle. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Eduardo Frei Ruiz-Tagle. Mostrar todas las entradas

domingo, 15 de noviembre de 2015

Tres personajes: Donald Trump, Sebastian Piñera y Mauricio Macri

En más de 30 años de democracia en Argentina existe la posibilidad de que llegue a gobernar la derecha, aunque no por intermedio del Golpe de Estado o el terror. Mejor dicho por el cansancio. Muchos en Argentina se preguntan si esta Derecha que representa Macri difiere mucho al Peronismo de Menen, que con su ola privatizadora solamente le faltó privatizar el aire.
En Estados Unidos se ve algo similar. El payaso de Donald Trump empezó muy fuerte en las encuestas hasta que hoy se ha desinflado un poco, aunque no tanto para seguir infundiendo su política fascista.
En Chile el fenómeno ocurrió en el año 2010. Sebastián Piñera derrotó al oficialista Eduardo Frei Ruiz Tagle, en unos comicios muy reñidos y que el ciudadano optó por el cambio a seguir gobernados por  la Concertación. Frei representaba casi lo mismo que Piñera, ya que en su gobierno terminó por privatizarse todo lo que la dictadura de Pinochet no había logrado, es decir logró vender las compañías eléctricas y las sanitarias, sin ninguna oposición en el Congreso donde era mayoría.
Todos estos nombres y personajes tienen un denominador común, se declaran abiertamente de derecha y son millonarios. Una combinación fatal para el interés público y para la masa electoral.
“A mí no me interesa la política” dijo una estudiante hace unos meses en Estados Unidos. “Votaré por un presidente que haya sido un exitoso hombre de negocios. Eso es lo que necesita América para volver a ser grande”.

Esta es una respuesta de moda en el país del Tío Sam: la sola frase “volver a ser grandes” disipa muchas dudas ideológicas, pero tal vez lo nuevo sea la abrumadora presencia de la ideología de los negocios, al punto que ha logrado que se confunda a un país entero con una empresa. No es raro, ya que los ciudadanos de ayer hoy son empleados o consumidores, que viene a ser lo mismo que vemos en un supermercado “Líder” o un “Jumbo” o en un mall.

Los seguidores del millonario Trump comparten algo con su candidato, porque la empatía es la base de la política del consumo: la pobreza intelectual, la glorificación del Ego y su reivindicación de la arbitrariedad. La catarsis colectiva del insulto personal y su correlativa negativa a la disculpa, revela mucho de grupos sociales, tradicionalmente dominantes, que se sienten amenazados por una creciente diversidad étnica, cultural y probablemente ideológica. Esto no ocurre solamente en USA sino también en Argentina o Chile, donde la discriminación racial y el rechazo a los inmigrantes ya es evidente.

Los que siguen a Trump comparten con él y con el resto de la población la cultura del individuo alienado que se cree original siendo copia. Pero hay algo, un detalle, que los seguidores de Trump no tienen en común con su candidato: no son millonarios. Aunque lo quieren ser a como de lugar.

La población se siente cautivada por estos personajes que se llaman a si mismos “exitosos”. Como si el éxito dependiera exclusivamente del dinero que se tenga y nunca cuestionando como lo obtuvieron. Se sabe que Trump heredó los millones de su padre, un especulador financiero que dejó en la miseria a miles de estadounidenses. Su hijo Donald no lo ha hecho mal y aparte de ser inescrupuloso para los negocios es también un declarado racista.

El ciudadano común siente una atracción casi enfermiza por estos tipos, que son dueños de la riqueza de los países. La mayoría de los habitantes, es decir aquellos que lo hacen más ricos, sueña, algún día pertenecer a ese selecto grupo de millonarios. 

En Argentina la política como espectáculo es un fenómeno. Macri ha alcanzado la cúspide. Pueden ocurrir dos cosas: que ese orgasmo dure lo suficiente como para que le gane a Scioli. A quien la prensa etiqueta como “populista” o como continuista de Cristina Kirchner.

El recurso dialectico de estos candidatos millonarios consiste en decir que todo ha empeorado en este país y que la solución consiste en “yo lo haré”. Aunque sin dar la mínima pista de cómo piensa hacerlo. Como no puede explicar cómo piensa hacer lo que dice que va a hacer recure a algo que muchos estadounidenses hacen muy bien: creer. ¿Por qué debe la gente creer que él sabrá cómo hacerlo? Porque es rico. Si alguien tiene dinero, entonces es un ganador, y si es un ganador es porque tiene razón.

No es raro, entonces, que casi todo el mundo hoy asuma que el progreso científico, tecnológico y social del que disfrutamos se debe a los ricos y a hombres de negocios, cuando cualquier lista de científicos, inventores y activistas sociales que promovieron libertades que hasta no hace mucho estaban vedadas y resistidas por los conservadores en el poder, no tiene nada de ricos sino todo lo contrario: la mayoría ha trabajado siempre en universidades, en organismos públicos o privados, o son asalariados de compañías privadas. Casi todos pertenecen a la clase media y casi ninguno se dedica a los negocios ni tiene tiempo para invertirlo en la bolsa de valores ni en ninguno de los negocios de los señores ricos como Trump, Macri o Piñera.






No obstante, Donald Trump, como Macri o Piñera tienen un mérito enorme, tan grande que se protegen solos contra la inteligencia de su propio electorado. Un slogan que le gusta repetir es “Soy rico, inmensamente rico”. Como si esto bastara para lograr hipnotizar a las masas. Ya sabemos que Trump es un idiota que no sabe hablar, no tiene discurso coherente, que se enoja fácilmente cuando los periodistas inteligentes lo aprietan un poco. Con Macri en Argentina ocurre algo similar. Se hizo famoso por ser Presidente de un club deportivo más famoso aun y, valga decirlo nuevamente, por ser rico. En la última elección presidencial Argentina se puso a bailar con su señora en el escenario, donde precisamente debía dar un discurso. Con Piñera ya es algo anecdótico. Ya famosas fueron las “Piñericosas” del Semanario The Clinic durante su gobierno. En cada ciudad o acto oficial terminaba por mandarse una chambonada. Memorables fueron el “marepoto” o el “tusunami”. Aun así esto no les basta para tener la mayor ambición de poder.
Una reflexión a estos personajes. Cuando el neoliberalismo se confunde con la centro izquierda viene el terreno fértil para que estos señores del dinero confundan a la masa electoral. En Chile se dio algo similar cuando estaba la lucha por la Presidencia entre Eduardo Frei y Sebastian Piñera. Un trabajador de una obra me dijo: ¿Cuál es la diferencia entre Frei y Piñera? Él mismo me respondió. No hay ninguna diferencia porque en el gobierno de Frei se privatizó todo lo que había, es decir, el agua, la educación, los teléfonos y la electricidad. Ni hablar de los índices de cesantía que llegó a 12%. Ninguna diferencia con la Derecha.
Hugo Farias Moya




domingo, 2 de octubre de 2011

GABRIEL SALAZAR Y EL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL


Salazar: “Si la crisis se resuelve con una negociación entre Piñera y los estudiantes el modelo neoliberal seguirá intacto”




Fuentes: elrodriguista.cl Bellopublico.cl. Escrito por Romina Reyes


El Premio Nacional de Historia 2006 conversó con Bello Público en su oficina de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Chile. El académico habló de la crisis que vive el país y de las salidas del conflicto estudiantil. Con ustedes, Gabriel Salazar.

La secretaria advierte que el profesor se demora. Día a día son varios los estudiantes que se sientan a esperarlo afuera de la pequeña oficina que tiene en el departamento de Historia de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, pero esta vez fue la excepción. Gabriel Salazar entra raudo por la puerta cargando un maletín. Se dirige a su oficina donde su vecino de escritorio, el profesor Pablo Artaza le anuncia que alguien lo espera.

“Ah, usted fue la que me escribió”, dice. Le confirmo mi identidad y sin más vuelve donde su secretaría a pedirle las llaves de una sala donde podremos conversar tranquilos. El llavero tiene una decena de llaves, por lo que hace falta probarlas todas antes de entrar a las oficinas que en otros días, se encuentran más pobladas. No podemos olvidar que la Facultad de Filosofía se encuentra en paro hace más de 3 meses. Y eso, de alguna manera, se hace sentir.

Una vez adentro, la secretaría aparece pidiéndole las llaves. Gabriel le pide que se las deje, que luego tendrá una reunión con unos alumnos. Al poco rato, ellos se asoman y se sientan afuera a esperar al profesor. El tiempo que Gabriel Salazar dispone es poco, por eso entramos de lleno a la conversación.

Actualmente, el conflicto estudiantil se ha dado en un contexto donde la clase política ha sido fuertemente cuestionada. ¿Es correcto hablar de una crisis representatividad política?

Estamos viviendo una profunda crisis de representación política, proceso que se viene dando de forma creciente yo diría desde mas o menos los finales del gobierno de Eduardo Frei Ruíz-Tagle, y ha venido acrecentándose, porque en términos puramente estadísticos la confiabilidad y credibilidad que tiene la ciudadanía en las instituciones políticas y en los políticos ha venido cayendo en picada con mucha fuerza ya a partir del 2005, con el término del gobierno de Ricardo Lagos y el inicio del gobierno de Bachelet.

Pero esto va más allá de la aprobación a un presidente…

El Congreso Nacional, por ejemplo, en todas las encuestas que se han hecho a partir del 2005 apenas tiene un 15, 16% de confiabilidad y credibilidad ante a la ciudadanía. Entonces el Congreso tienen una representatividad promedio del 17%, que es un porcentaje muy bajo. El poder judicial tiene menos, 11 ó 12 %; los partidos políticos 8 ó 9% y los políticos 4% ó 5%. Estamos hablando de que no sólo los políticos, sino las instituciones del Estado y el Estado mismo están pasando por una crisis de pérdida de confiabilidad y credibilidad por parte de la ciudadanía. Entonces es una crisis de representación, pero suficientemente profunda para pensar al mismo tiempo que hay otras crisis también dentro del sistema que son tal vez más profundas aún, porque si uno deja de creer en algo no es sólo por un aspecto externo, sino por cuestiones más de fondo.

Sin embargo, aún cuando diagnosticamos una crisis, no hay inestabilidad democrática.

Es que hay que ser muy fino en el análisis, porque las crisis de los partidos políticos, incluso las crisis terminales nunca aparecen con el autoderrumbe del sistema. El sistema se defiende, y los que son beneficiados por el sistema -en este caso la clase política civil y la clase política militar- de una u otra manera nunca van a reconocer que hay crisis. Para defenderse de la crítica y de la acción corrosiva que les lanza encima la sociedad civil, ellos tiene aparatos de defensa que son las leyes que defienden la estabilidad, y defienden de los eventuales cambios que le introduzcan al sistema. Son las leyes de defensa permanente de la democracia: la Ley de Seguridad del Estado o la Ley Antiterrorista, que son todas leyes que procuran impedir que la crisis produzca el colapso. Por eso las crisis de los sistemas se pueden alargar al infinito, de ahí que el tema de la crisis en ultima instancia hay que referirlo al otro actor de la crisis. En la crisis hay dos actores: un sistema que se corroe, se corrompe y entra en crisis objetiva y por otro lado, el único poder capaz de darle fin a ese Estado que esta en crisis. Y ese poder es la ciudadanía.

MOVIMIENTO CIUDADANO

Hoy estamos viviendo un movimiento social muy fuerte, pero se considera que aún el movimiento no penetra por completo a la sociedad, ya que es una lucha de la clase media. ¿Cómo ve eso?

Hay varios problemas que se cruzan. Hay que tomar en cuenta que cuando surgen movimientos sociales frente a una crisis y estos movimientos se plantean cambiar el sistema en su totalidad, normalmente lo que ha ocurrido es que el sistema reacciona, reprime el movimiento y lo aplasta. Más encima construye un discurso post-mortem, donde los vencedores explican el por qué de su triunfo y lo establece como verdad oficial, historia oficial y queda en los textos escolares. Entonces fueron los subversivos, fueron los anarquistas, fueron los antisociales, los desquisiadores del sistema. Eso ha ocurrido siempre. Cada vez que la ciudadanía ha intentado cambiar un sistema porque le parece que está agotado ha sido reprimida. No tenemos memoria ni experiencia ni sabiduría para cambiar un sistema enfermo. Por eso no sabemos exactamente qué hacer; y cuando esto está ocurriendo, por un lado pasa un largo periodo en que estás descontento con el sistema, y lo criticas, pero no haces nada. Y cuando llevamos 40 años ya con esto, te comienzas a organizar, pero lo normal es que la ciudadanía, como no tiene experiencia en cambiar al Estado, reacciona sólo como un movimiento de masa. Desfila por las calles, protesta, levanta el puño, saca carteles grita, cacerolea. Pero eso es movimiento de masa y la masa siempre sale a protestar, a pedir, a exigir. Y en el mejor de los casos para forzar al gobierno o negociar con ellos. Pero un movimiento de masa no es lo mismo que un movimiento ciudadano.

¿Cuál es la diferencia?

Un movimiento ciudadano ejerce soberanía, porque ahí está la soberanía. La soberanía no radica en el Estado, no radica en la ley, no en la justicia, menos en los partidos políticos. Radica en la ciudadanía, pero lo que pasa es que en Chile la ciudadanía no ha aprendido a ser soberana. Le enseñaron a ser solo masa que pide y patalea en las calles y protesta y rompe cosas. Por eso que este movimiento actual se caracteriza porque tiene aún restos de movimiento de masa: marchas, concentraciones que han sido bastante importantes, etc. Lo diferente está que en las masas por ejemplo que nos movilizamos en los ’50, ’60 y ‘70 se movieron porque fueron dirigidas, vanguardizadas por caudillos, por partidos políticos, por presidentes o por el Estado. Pero hoy no. Este no es solo movimiento de masa, porque no está siguiendo a una vanguardia de partidos políticos ni nada. Se automueve sola y esta pidiendo cosas, proponiendo cambios importantes en el sistema pero a la vez hay un proceso que es muy importante, un proceso de deliberación. La masa no delibera. La masa social está en la calle, saltando, brincando. Le tiran discursos encima, le dan instrucciones, pero no delibera. En cambio, estos movimientos sí. Sobre todo los estudiantes que tienen sus asambleas de base y ahí deliberan. Y tienen sólo voceros, sobre todo los estudiantes.

¿Entonces es como una mezcla de movimiento ciudadano y movimiento de masa?

Este movimiento tiene de ciudadano el hecho de que delibere, de que no tenga conducción político-partidista y que esté pidiendo cosas pero a la vez deliberando y proponiendo. La ciudadanía propone e impone, porque es soberana, por eso este movimiento ciudadano tiene dos caras: la vieja cara de las masas que peticionan, dialogan y negocian; y el de la masa que sólo reclama. El movimiento estudiantil, junto al movimiento de pobladores, está deliberando y esta proponiendo cambios profundos. Pero no sólo en educación, también con otros problemas. Entonces en ese sentido hay un movimiento ciudadano que está apuntando más lejos. Estamos dentro de un movimiento mixto, medio híbrido.

Hace algún tiempo, el analista político Patricio Navia opinó que el movimiento social actual no pedía cambios profundos en el sistema, sino que sólo mayor participación. ¿Qué opina usted?

Esto tiene que ver con qué tipo de cultura social se ha desarrollado en Chile en los últimos 40 años. La cuestión fundamental que hay aquí es que lo que hizo Pinochet fue destruir el Estado populista. Lo des-socializó, lo despopularizó y lo redujo al mínimo. Quedó convertido en un Estado estrictamente neoliberal que es un Estado prácticamente pilucho, absolutamente reducido casi sin poder real de nada que no sea el poder militar. Entonces como quien dice todo el Estado lo alejó, lo metió en la globalización y ahí lo diluyó. Y por el otro lado nos dejó solos, a la ciudadanía y a la clase popular. O sea, sin Estado, sin Estado protector, sin Estado social benefactor. Metió al medio el mercado, y ni siquiera el mercado nacional, el mercado global. Entonces la ciudadanía desde el ‘73 ha tenido que arreglárselas sola, con un Estado que no la proteje ni la ayuda y un mercado que trata de integrarla pero en las condiciones usureras que le pone el mercado. O sea, no es amigo, no tiene nada de populista.

Pero al parecer, la organización ciudadana está de regreso.

Cuando son 40 años que se va acumulando una cultura de este tipo lo que aprende la ciudadanía -sobre todo las mujeres de población y los jóvenes de ahora- es a participar activamente en resolver los problemas localmente. Por eso que se han formado estas asambleas territoriales, ha habido huelgas de ciudades enteras y de regiones enteras. Eso es es un fenómeno mundial. Qué quiero decir con eso: es cierto. La gente quiere participar, pero no es que este participando a la cola de grandes políticas nacionales. Está participando en proyectos que ella misma elabora, lo local desafiando cada vez más lo global, porque el conflicto no es de una clase social o entre una comunidad y el Estado nacional, es entre las comunidades locales versus la globalización.

¿De qué manera puede entonces la ciudadanía acceder a mayor participación?

Hay que perder de vista un poco el tema de que el Estado coincide con la acción. Ese concepto está poco a poco deteriorándose por la disolución del Estado nacional en la globalización. En casos de Estados liberales como el chileno -o bien en términos de que el Estado se entiende a sí mismo como Estado liberal- no responde a una población que se ha empoderado a un nivel en que casi no necesita del Estado. Por ejemplo, el movimiento de los Sin Tierra: ellos no necesitan el Estado. Negocian con ellos, lo chantajean y lo friccionan, porque ellos ya son autosuficientes. Por eso que teóricamente hay que ajustar un poco las ideas a esta nueva realidad y por eso los movimientos sociales caminan un poco en esa dirección y en Chile también.

LOS PARTIDOS POLÍTICOS

¿Cree que el actual movimiento estudiantil podría derivar en un partidos politicos o algo similar?

Los partidos políticos, cuando se habla en plural, como partidos políticos, suponemos que hay un mercado de partidos políticos que compiten entre si no y eso es propio y exclusivo del estado liberal. El Estado liberal se caracteriza porque admite corrientes de opinión y competencias dentro de sí. Para eso esta el Congreso nacional, ahí todos parlotean, cada uno pa’ su santo. Pero en las asambleas de estudiantes no tienen sentido los partidos. Están todos cara a cara discutiendo un problema, entonces ahí el consejo, la asamblea, la local, la regional y de ahí pa’ arriba, reemplaza al partido.

¿Cómo vislumbra la salida al conflicto estudiantil?

Si la crisis se resuelve -por ejemplo- con una negociación donde Piñera cede un 40%, el movimiento otro 40%, el modelo neoliberal seguirá intacto. En ese caso los partidos también y este movimiento va a tener que acomodarse entre los partidos existentes o intentar inventar algún otro al margen, como ME-O quien lo ha intentado sin éxito. Eso ha ocurrido, pero el modelo sigue igual, ganó la pelea. Yo diría que el destino del movimiento estudiantil si va a triunfar en esta crisis, su destino consiste en aliarse con otros actores sociales para en conjunto imponer una solución soberana a través de una asamblea constituyente o algo por el estilo. Y ese proyecto significa que la vigencia de los partidos se suspende por mucho tiempo, porque el acuerdo de los actores sociales entre sí, una coordinadora, una asamblea, cualquiera que sea la organización no requiere de partidos, porque cada movimiento se basa en asambleas y arriba se unen todos en otra asamblea y ahí pueden hacer muchas cosas y no requieren partido.

¿La educación podría ser, entonces, la punta de lanza de muchas otras demandas?

Yo creo que si el movimiento estudiantil -que no es sólo uno, son dos: universitarios y secundarios-, se une con los trabajadores, profesores, empleados públicos y pobladores, pueden armar un poderoso movimiento de actores sociales que nadie va a tener ánimo de pararlo, porque es la mayoría de la población.

viernes, 22 de enero de 2010

¿Por qué ganó Piñera?

Andrés Figueroa Cornejo Publicado en: Rebelión 1. Más de un 40 % de las personas habilitadas para sufragar en las elecciones presidenciales 2009 en Chile, no acudieron a las urnas, no están inscritas o anularon o dejaron el voto en blanco. La crisis de participación de la democracia tutelada y puramente ritual y formal del país testimonia los límites del presente formato político, y su baja representatividad. Paradójicamente, este mismo estado de cosas, fortalece la gobernabilidad transitoria de la clase en el poder. 2. En el último tercio de la década de los 80, en Chile se selló a fuego un pacto de gobernabilidad que, en términos sustantivos, continúa vigente, y que puso término al régimen militar y abrió el ciclo de gobiernos civiles. La dictadura pinochetista sirvió, de manera inmediata, para contener violentamente el avance de las fuerzas populares y una de las clases trabajadoras más organizadas y concientes del mundo en aquella época. Al respecto, la Unidad Popular encabezada por el doctor Salvador Allende fue expresión de la lucha de clases y el protagonismo del pueblo y sus intereses, y no al revés. El golpe de Estado terminó con las conquistas asociadas al cuestionamiento estructural del reinado del capital por el poder popular condensado en sus masivos destacamentos políticos y autoorganización propia. La dictadura militar, digitada por el Pentágono, inauguró una fase de contrarrevolución capitalista y desde mediados de los 70, se impuso en Chile el programa del estadio más brutal del capitalismo, muy distinto al conocido hasta ese momento en la historia. De este modo, se ejecutó la ultraprivatización de los derechos sociales, los recursos básicos, el territorio mismo. Se amplió y precarizó el empleo asalariado y se desmanteló el sindicalismo (que, por otra parte, hoy apenas responde a una organización del trabajo anterior, y no a una nueva regimentada por un capitalismo sin contrapesos, la deslocalización y fragmentación laboral. Por tanto, el actual sindicalismo es apenas una rémora adjetiva de una fase del capital más bien desarrollista que ya no existe). La crisis de la deuda externa de fines de los 70 e inicio de los 80 gatilló en el país la protesta social explícita y la exigencia mayoritaria del fin del régimen de Pinochet. Antiguas representaciones políticas, como la Democracia Cristiana, guardianes de los intereses de la burguesía y el imperialismo, y que jugaron un papel fundamental en la legitimación del golpe de Estado, se pasaron al bando de la oposición a la dictadura, sin más contenidos que el retorno a la democracia representativa. La izquierda de la época, fuertemente influida por la revolución nicaraguense y el apoyo internacional, radicalizó la protesta social, amplió sus organizaciones político-militares (FPMR, MIR, MAPU-Lautaro, fracciones del Partido Socialista) con el objetivo de romper con el monopolio burgués de las armas y presionar hacia una salida lo más adelantada posible –en términos democrático populares- de acuerdo a las circunstancias. Sin embargo, luego de 1986, la hegemonía de conciliación de la clase propietaria en la oposición de los partidos democrático burgueses y en tendencias al interior de la propia izquierda lapidarían la posibilidad de un levantamiento insurreccional, y años después compondría la Concertación de Partidos por la Democracia. Esos partidos, tutelados por el imperialismo norteamericano y algunos Estados europeos, ante la polarización de la lucha de clases y la inminente crisis de gobernabilidad, pactaron una agenda de consenso, a espaldas del pueblo y los trabajadores, con la dictadura. Así, el itinerario de Pinochet se mantuvo intacto, y ganó el NO a la continuación del régimen militar en 1988. Un año después obtuvo la mayoría en las primeras elecciones presidenciales luego de 17 años, el DC y uno de los principales alentadores del golpismo durante el gobierno de Allende, Patricio Aylwin. En 1990 comenzaron los gobiernos civiles sobre un poderoso acuerdo de gobernabilidad por y para bien de los de arriba. La dictadura ya había cumplido sus objetivos de exterminio popular y contraemancipador, y ahora sólo ofrecía crisis sociales y superior descontento. 3. El nuevo consenso de gobernabilidad de los que mandan tuvo por fin inmediato descomprimir la organización y la protesta social; cautelar el patrón de acumulación capitalista inaugurado durante el período dictatorial; y despolitizar, desmantelar y descalcificar todas las organizaciones construidas por los trabajadores y el pueblo al calor de la lucha antidictatorial. Con la operación concreta de desarticular, domesticar y extinguir las expresiones más avanzadas de los de abajo, y con el argumento aterrador de evitar nuevas asonadas golpistas, los gobiernos civiles de la Concertación capitalista, provocaron el reflujo del movimiento real del pueblo. Cooptaron y desmoralizaron a la mayoría de sus cuadros dirigentes, y de manera progresiva, infantilizaron políticamente a las grandes mayorías. Al final del primer gobierno de la Concertación el trabajo estaba hecho. Se consolidó la paz de cementerios requerida por el modo primario exportador de una burguesía rentista, parasitaria, especulativa y subordinada al capital transnacional. Se hipotecó, una vez más, el desarrollo industrial y soberano del país, condenando a Chile al extractivismo, la acumulación por despojo de los recursos naturales, y la dependencia económica y multidimensional respecto de los Estados corporativos titulares del capital mundial. El pueblo y los trabajadores se convirtieron en meros consumidores fuertemente endeudados y los distintos momentos de la realización de la valorización del capital (producción-distribución-consumo-producción), al igual que en casi todo el planeta, fueron y son dominados por el capital financiero especulativo. Los dispositivos simbólicos de representación y legitimación de masas de la versión del mundo dominante de la clase dominante, obraron de manera inmejorable a través de las instituciones educativas, militares, eclesiásticas y mediales. El mensaje es el miedo, la resignación, el consumo compulsivo, la competencia insolidaria, la mansedumbre popular, y la conversión de los potenciales sujetos de transformación en simples clientes, objetos de crédito, endeudamiento, explotación y reproducción general del capitalismo. 4. Del proceso constituido históricamente de acuerdo a condicionantes en el campo de las relaciones de fuerza mundiales, y su manifestación determinante en el territorio chileno, coyunturalmente se presenta con la imposición de los candidatos presidenciales del poder, Sebastián Piñera (quien, junto a sus hermanos, se enriqueció gracias a la dictadura, la venta a precio absurdo de la propiedad estatal, la privatización de la seguridad social y la salud) y Eduardo Frei Ruiz-Tagle (cuyo gobierno soldó los lazos de dependencia estructural en relación a los intereses corporativos transnacionales y, justo antes de Ricardo Lagos, terminó el proceso de privatización de los derechos sociales, los recursos naturales y el empeoramiento de las condiciones de trabajo de la mayoría chilena). Ambos representan los mismos intereses de clase y son notas de una similar composición antisocial y antipopular. Casi está de más recordar que los dos son instrumentos de las políticas emanadas de los centros imperialistas y sus políticas de ajustes estructurales, desregulación económica, el Estado subsidiario y aval de la burguesía en aprietos, la “autonomía” del Banco Central, programas sociales focalizados y absolutamente insuficientes, etc. 5. Mientras tanto, el padrón electoral –viejo, clientilizado y loteado políticamente sobre la base de los resultados del plebiscito del SÍ y el NO de 1988- repite una y otra vez sus resultados ante la crisis de representatividad, credibilidad de la actual democracia, y despolitización del conjunto del pueblo. Hasta ahora, y después de 20 años, el Ejecutivo estuvo en manos de la Concertación. En la última elección concurrió una batería de variables que explica el empate de las dos derechas en competencia, resuelto a favor de Piñera. 6. De los aproximadamente 12,5 millones de electores potenciales en Chile, emitieron un voto válido 6.942.601. Piñera sacó 3.582.800 y Frei 3.359.801. 244 mil personas anularon el voto. Es decir, del total de electores posibles, Piñera tuvo el sufragio del 28,66%. Normalmente en la segunda vuelta la abstención disminuye en al menos un 4% respecto de la primera. En esta ocasión se dio al revés: aumentó en un 2%. 7. El pueblo chileno no es más derechista o conservador que hace 4 años. El continuismo concertacionista, el nepotismo, la imposición de Frei como candidato único de la Concertación sin pasar por primarias en un período de crisis de esa componenda; la fragmentación y desgajamiento de la fracción del bloque del poder en el Ejecutivo de MEO (cuya propaganda y mercadotecnia lo ligaron hábilmente al cambio generacional y al relevo sin contenidos, demostrado por el fenómeno de que un tercio de su votación se fue a Piñera y el resto a Frei); la inteligente, pero desconcertante e insuficiente maniobra de que Jorge Arrate, ex líder concertacionista, facilitara el ingreso de tres miembros de la dirección del Partido Comunista al parlamento a través de un pacto por omisión; y la propia figura de Frei –el peor de los candidatos posibles- son parte del problema. A lo anterior, es preciso añadir el populismo más efectivo mediáticamente de Piñera (el 90 % de los medios de comunicación en el país son propiedad de la vieja derecha), su promesa de un millón de empleos y fin de la delincuencia (?), el trabajo añoso de la ultraderechista UDI en territorio popular, la apatía galopante de la población ante un panorama electoral sin alternativas, etc. 8. Sin duda, acaso desde abajo, como sugiere mi querido Pedro Echeverría (extraordinario y prolífico analista y académico mexicano), una de las variables sustantivas para el triunfo de Piñera se encuentra en que la izquierda anticapitalista, el eventual continente político de los trabajadores y los pueblos, todavía no se convierte en alternativa política desde, con y para las grandes mayorías. Es cierto, luego de un largo reflujo, descomposición política y orgánica, desesperación y depresión, el socialismo anticapitalista recién comienza a escribir el prólogo de la reconstrucción política de la conducción de los intereses de los trabajadores y los pueblos. Ello se hace paulatinamente, con audacia y, al mismo tiempo, ofreciendo confianza, claridad y fortaleza a los futuros protagonistas de la transformación profunda, independiente y popular que demanda la inmensa mayoría de Chile. Por eso sus tareas principales son la participación en los movimientos y luchas auténticas del pueblo trabajador, su ampliación dinámica y comprensiva de las luchas anticapitalistas que se manifiestan en la gesta de los pueblos originarios, el feminismo, el ambientalismo, la diversidad sexual, las nuevas sensibilidades solidarias de las generaciones actuales. Para el caso, la izquierda anticapitalista debe rimar su unidad resumida en el Movimiento de los Pueblos y los Trabajadores (MPT) con las condiciones actuales de fuerza, las demandas auténticas de las mayorías, una representación y producción simbólica que termine con la nostalgia (que no con la memoria), eche al tacho de la basura las prácticas discursivas hacia adentro y atrás, y proyectarse creativamente de cara al futuro y con las maneras de la actualidad y los y las actuales. Frente a la alternancia de los dueños de todo por arriba, es preciso propugnar la alternativa desde abajo y en todos los terrenos en disputa de la lucha de clases. El calendario de la izquierda convencional recuerda buenamente los santorales inolvidables, pero es la lucha real de los trabajadores y el pueblo la agenda rectora del MPT y sus fuerzas amigas. El desafío de la creación de un proyecto político cuyo horizonte sea la felicidad humana, la igualdad y la libertad, y que en su aterrizaje táctico se base sobre el análisis concreto de la realidad concreta, debe arrojar por la borda todos los manuales, los dogmatismos estériles e incluso la simbología que ya nada dice a los chilenos de hoy. Se acabó la guerra fría, y la contradicción dictadura / democracia es foto en sepia para los sujetos actuales. De no ponerse al día, con rigor, alegría y compromiso poliético insobornable, el socialismo anticapitalista corre el riesgo de esclerotizarse rápidamente, mientras la burguesía no duerme en su objetivo estratégico de mantener incesantemente el infame estado de cosas.

lunes, 18 de enero de 2010

La Concertación perdió debido a la ABSTENCIÓN

Rodolfo Aravena especial para G80 Las conclusiones para mí son clarísimas y son inobjetables. - La Concertación, aparte de todo un modelo perfeccionado de neoliberalismo, le entrega al país un Sistema Electoral profundamente ENFERMO. Donde hay un segmento enorme de la población que está fuera (41%), principalmente jóvenes, que son ya más de 4 millones de compatriotas. - En esta 2ª vuelta, ha votado menos gente que en 1989 - En esta 2ª vuelta, ha votado menos gente que en la 1ª vuelta. - En esta 2ª vuelta, los votos Nulos bajaron, lo que habla de un buen trabajo de última hora ("No a la derecha") (del 2,4% al 2,2%) - Piraña sólo aumentó en 67 mil votos la votación de Lavín el 99. y finalmente, encontré la variable clave........... - Frei, la Concerta han perdido debido a la ABSTENCIÓN. Habitualmente en 2ª vuelta la abstención ha disminuido en al menos un 4% respecto a la 1ª vuelta, en esta ocasión se dió al revés: aumentó en un 2%. Síntoma inequívoco de que no calentó para nada a los indecisos o esta gente no vió diferencias que valieran la pena, para ir a votar. Columnas 2010-01-18 394 lecturas Rodolfo Aravena especial para G80 La Concertación perdió debido a la ABSTENCIÓN Las conclusiones para mí son clarísimas y son inobjetables. - La Concertación, aparte de todo un modelo perfeccionado de neoliberalismo, le entrega al país un Sistema Electoral profundamente ENFERMO. Donde hay un segmento enorme de la población que está fuera (41%), principalmente jóvenes, que son ya > de 4 millones de compatriotas. - En esta 2ª vuelta, ha votado menos gente que en 1989 - En esta 2ª vuelta, ha votado menos gente que en la 1° vuelta. - En esta 2ª vuelta, los votos Nulos bajaron, lo que habla de un buen trabajo de última hora ("No a la derecha") (del 2,4% al 2,2%) - Piraña sólo aumentó en 67 mil votos la votación de Lavín el 99. y finalmente, encontré la variable clave........... - Frei, la Concerta han perdido debido a la ABSTENCIÓN. Habitualmente en 2ª vuelta la abstención ha disminuido en al menos un 4% respecto a la 1ª vuelta, en esta ocasión se dió al revés: aumentó en un 2%. Síntoma inequívoco de que no calentó para nada a los indecisos o esta gente no vió diferencias que valieran la pena, para ir a votar. Rodolfo Aravena http://g80.cl/noticias/columna_completa.php?varid=7098

EL TRIUNFO DE LA ALIANZA POR CHILE ES SÓLO UN CAMBIO DEL ROSTRO DE LA DESIGUALDAD Y LA INJUSTICIA SOCIAL

EL MPT DECLARA: 1. El candidato de la vieja derecha, Sebastián Piñera, ganó las elecciones presidenciales 2009 con menos del 30 % de los votos de los chilenos habilitados para sufragar. Alrededor de 3 millones 500 mil personas marcaron la preferencia por Piñera, no superando la votación habitual de la derecha tradicional desde el inicio de los gobiernos civiles en 1990. Por su parte, el candidato de la nueva derecha, el democratacristiano, Eduardo Frei, obtuvo alrededor de 150 mil votos menos. La suma de votos nulos y blancos, abtenciones y personas en edad de votar, pero no inscritos en los registros electorales, son más del 40 % 2. Desde fines de los 80, en las postrimerías de la dictadura militar, los partidos políticos que luego formarían la Concertación, y la dictadura, a espaldas de las grandes mayorías nacionales, pactaron un acuerdo de gobernabilidad que, estratégicamente, cautelara y cautela en la actualidad el sistema de explotación y despojo capitalista fundado durante el régimen de Pinochet. Las características esenciales del modo de explotación antipopular iniciado en la década de los 70 y mantenido hasta hoy, se fundan sobre la privatización extrema; el término de los derechos sociales conquistados –educación y salud públicas, vivienda, seguridad social-; la ampliación y precarización del empleo; la flexibilidad laboral; el despojo de los recursos naturales; la concentración de la riqueza en un puñado de corporaciones mundiales asociadas a los capitalistas criollos; la consolidación del modo primario exportador de recursos básicos no renovables, renunciando a la industria propia y al desarrollo y la soberanía nacional; y una forma de representación democrática estrictamente formal, funcional, no participativa, tutelada y antisocial. Lo anterior, coronado por los ajustes estructurales y la superdependencia de Chile a las enonomías capitalistas centrales y sus instituciones tutelares, como el el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Organización Mundial del Comercio. 3. Tanto la vieja derecha, como la derecha nueva resumida en la Concertación, buscan la gobernabilidad de un sistema estructuralmente antipopular y que sólo favorece a una minoría privilegiada. Por eso, la alternancia en el Ejecutivo es sólo una fórmula consensuada que ofrece continuidad al mismo sistema explotador y opresor, y también la necesaria apariencia de “cambio” ante el agotamiento de la coalición en el Ejecutivo. Con Piñera a la cabeza del Ejecutivo y con relaciones proporcionales en el parlamento entre las dos derechas, no habrá ningún cambio en beneficio del pueblo. Es más, el único cambio posible a favor de los intereses de las mayorías será obra de los propios trabajadores y los pueblos. 4. Ante los resultados de la elección presidencial 2009 en Chile, las fuerzas anticapitalistas tienen el desafío histórico de convertirse, al fragor de las luchas reales y la reorganización popular, en la alternativa política de las grandes mayorías. Una alternativa política independiente respecto de los intereses de las clases en el poder y sus expresiones políticas. Desde ya, el Movimiento de los Pueblos y los Trabajadores se impone la tarea histórica de convertirse desde y con el pueblo y sus organizaciones en la alternativa política en relación a los poderosos, y en la verdadera y consecuente oposición política de las dos derechas. 5. Es altamentamente probable que con el gobierno de Piñera se sinceren las posiciones de subordinación real y formal de la clase que manda en Chile en relación a la estrategia ofensiva del Pentágono para América Latina, y su articulación explícita-y ya no solapada- al eje imperialista formado por México, Honduras, Haití, Panamá, Colombia y Perú. Al respecto, el MPT renueva su compromiso internacionalista y antiimperialista. 6. La independencia política de los intereses de los trabajadores y los pueblos que el MPT se propone cautelar se expresa de manera autónoma de cualquier componenda política proveniente de los partidos de la Concertación, de su ampliación hacia la dirección de la izquierda tradicional; fórmulas políticas promovidas al estilo MEO, y naturalmente, de la denominada Alianza por Chile, o derecha ahora en el Ejecutivo. El MPT, creciendo con el pueblo profundo y en lucha, junto a las fuerzas sociales y políticas que enfrentan al capital con el objetivo estratégico de su superación en un Chile socialista y gobernado por los trabajadores y las mayorías oprimidas, no colaborará con la alianza de gobernabilidad de la minoría en el poder, sea cual sea su sabor. 7. Una sociedad de iguales y libres, donde desaparezca la explotación y las inequidades, sólo puede realizarse a través de la más amplia unidad de los trabajadores y los pueblos, el protagonismo popular, y la lucha permanente y en todos los escenarios de disputa de la hegemonía de los pocos que mandan. 8. Ante los falsos cambios que pretende ofrecer el piñerismo y la simulada oposición de los partidos de la Concertación (o el nombre que adquieran sus futuras componendas), que sólo ocultan un acuerdo de sangre contra los explotados y oprimidos, el MPT únicamente confía en las fuerzas de los trabajadores y las mayorías nacionales que luchan y se organizan para decidir soberanamente sobre su propio destino y felicidad. ¡Unidad, organización y lucha! MOVIMIENTO DE LOS PUEBLOS Y LOS TRABAJADORES – MPT CHILE Enero 17 de 2010

lunes, 11 de enero de 2010

Artículos sobre la hora actual. Los pueblos, sin opciones ante las dos derechas.

El MPT continúa en su campaña por el voto nulo. El viernes en la mañana se leyó una declaración llamando al voto nulo en la Plaza de la Constitución y luego en la tarde cerca de 40 mptistas estuvieron en Plaza de Armas convocando al voto nulo con muy buena aceptación de los transeúntes. El domingo 10, en el parque La Bandera, distintos colectivos de izquierda, entre ellos varios federados en el MPT, llamaron a votar nulo en las elecciones. Titulares .- MPT Llama a votar nulo en segunda vuelta y convoca a una marcha para el 14 de enero.. .- Entrevista al periodista Máximo Kinast: “Votar por Frei es absurdo, como inocular el VIH SIDA para combatir al cáncer”. .- Un Pueblo sin opción por Héctor Vega .- Carta abierta del sociólogo Felipe Portales. "¡No se puede engañar eternamente a un pueblo!" por Felipe Portales .- La inevitable derrota de Frei y lo que viene (II) por Roberto Avila DESARROLLO DE NOTICIAS MPT Llama a votar nulo en segunda vuelta y convoca a una marcha para el 14 de enero. Frei y Piñera no son la solución para Chile y los trabajadores. Chile nuevamente esta frente a la opción de dos tendencias electorales empresariales, representadas por Eduardo Frei Ruiz-Tagle y Sebastián Piñera Echeñique. Son dos tendencias, que con matices no sustanciales, no son opciones válidas para el pueblo y los trabajadores. Piñera y su gente son herederos de Pinochet y su legado de muerte y represión, impulsores del capitalismo más brutal; de la precariedad, explotación y miseria de los trabajadores; del matrimonio por conveniencia entre “política y negocio”; de la represión al movimiento social, y del saqueo de nuestras riquezas naturales. Por otro lado, Frei representa lo más retrogrado de la Concertación y otra parte del empresariado. Frei es el impulsor del Tratado de Libre Comercio “TLC” con EE.UU. (lo que ha vuelto a Chile más dependiente de las corporaciones extranjeras); salvó a Pinochet de la justicia internacional y lo trajo desde Londres; no fue capaz de recibir en todo su gobierno a las agrupaciones de DD.HH; es responsable de profundizar la Educación y Salud privadas en desmedro de las públicas; de la destrucción del medioambiente con Ralco, Pascua Lama; y de la privatización del agua y las carreteras, entre muchas otras barbaridades antisociales. En definitiva, Piñera y Frei son caras aparentemente distintas de un mismo sistema injusto, que reproduce el modelo económico creado por la dictadura y su andamiaje institucional, y que consagra –para mal de las grandes mayorías- la violación permanente de la soberanía nacional y popular. Un sistema que reprime y asesina a mapuche y trabajadores; un sistema que mantiene sueldos indecentes para los trabajadores y groseras ganancias para un puñado de transnacionales y grupos económicos que se enriquece a costa de la gente, del pueblo. Nos asiste la convicción de que de los candidatos en carrera no representan ninguna solución para los graves problemas sociales y políticos que vivimos a diario. Por todo esto y mucho más, hacemos un llamado a todos y a todas, a anular el voto en esta segunda vuelta. Nuestra opción de anular es una opción propositiva, no solo contestataria. Es la opción de luchar por la renacionalización del cobre, la banca, el cambio del Código Laboral, un sueldo mínimo que alcance para vivir con dignidad, y en perspectiva de la elaboración popular de una nueva Constitución, que cambie a Chile de raíz y represente los intereses del pueblo y los trabajadores. Es un llamado a organizarse y levantar demandas sociales que impliquen el protagonismo real del pueblo y los trabajadores en la formación de un nuevo país. Por esto en segunda vuelta, el 17 de enero de 2010 Anula a los candidatos del empresariado Organízate y exige soluciones reales a tus problemas. Marcha junto a nosotros este jueves 14 de enero a las 18 horas desde Ahumada con Alameda a Plaza de Armas. MOVIMIENTO DE LOS PUEBLOS Y LOS TRABAJADORES Entrevista al periodista Máximo Kinast: “Votar por Frei es absurdo, como inocular el VIH SIDA para combatir al cáncer” Mario Casasús El Clarín de Chile / Rebelión.org En entrevista exclusiva con Clarín.cl Máximo Kinast Avilés (1938), corresponsal de Le Monde Diplomatique.cl en Perú, desenmascara el espejismo electoral chileno: “ Ganará la derecha y tendremos un Presidente ultra neoliberal. El nombre del futuro Presidente de Chile es lo de menos. Cualquiera de los dos da lo mismo. Eso de votar por Frei para parar a la derecha es tan absurdo como inocular el VIH SIDA para combatir al cáncer. La oligarquía concertacionista ya es historia. Vendrá el gatopardismo de excelencia, para que todo siga -y seguirá- igual con cualquiera de los dos” Egresado de la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile y Diplomado en Antropología por la Universidad de Concepción, Máximo Kinast fue cofundador de la ONG Attac-Perú y de la Asociación Educativa Hispanoamérica; hasta el año pasado coordinó el programa: Una biblioteca para mi Pueblo; en la actualidad asesora al Movimiento Indio Peruano. Y ante la imposibilidad de ejercer su derecho al sufragio, porque ningún chileno que viva en el extranjero puede votar, aclara: “Efectivamente, en Chile hay diversas categorías de chilenos. Los primeros viven arriba del Canal San Carlos. Los segundos viven como pueden. Los terceros subsisten a duras penas. Los cuartos son mapuches y están siendo asesinados por el Estado. Los quintos somos los que no tenemos derecho ni a pataleo por vivir ‘ajuera’”. MC.- En Chile se percibe una política xenofóbica en contra de los migrantes peruanos, ¿es recíproco el maltrato para los chilenos en Lima? MK.- Me parece que en Chile hay un fuerte rechazo, como lo hay en cualquier país que cuente con una minoría importante de extranjeros. No es recíproco el maltrato. Quizás porque somos pocos los chilenos en Lima. En el Perú el tema de Chile es recurrente y ha sido utilizado por muchos gobernantes para justificar problemas que no guardan relación con la Guerra del Pacífico. Hay un fuerte rechazo popular a las inversiones chilenas, pero paradójicamente los peruanos compran en las grandes superficies de los supermercados chilenos. MC.- ¿Qué seguimiento periodístico has leído en Perú sobre la farsa electoral chilena?, ¿la prensa escrita y televisiva dedica espacios al país vecino? MK.- Te puedo asegurar que todos los días, por lo que sea, los diarios peruanos hacen alguna referencia o una comparación con Chile. Hay interés por lo que ocurre en Chile. Hace unos días, la revista “Caretas” dedicó su portada al asesinato de Frei Montalva. Los temas que más interesan, en la prensa como en Internet son el caso del espía, la frontera marítima y las elecciones. MC.-Entrando en materia, ¿qué está en juego el 17 de enero?, ¿un ajuste en el paradigma neoliberal?, ¿o el desempleo de la nueva oligarquía concertacionista? MK.- No hay absolutamente nada en juego. Ya está cocinado. Ganará la derecha y tendremos un Presidente ultra neoliberal. Lo que hayan prometido se olvida y no se cumple. El nombre del futuro Presidente de Chile es lo de menos. Cualquiera de los dos da lo mismo. Eso de votar por Frei para parar a la derecha es tan absurdo como inocular el VIH SIDA para combatir al cáncer. La ‘nueva oligarquía concertacionista’ ya fue. Muchos nombres de vacas sagradas ya son historia. Cualquiera que sea el resultado la Concertación ya fue. Habrá profundos reajustes y cambios de líderes y de nombres. Vendrá el gatopardismo de excelencia, para que todo siga -y seguirá- igual con cualquiera de los dos. MC.- ¿La presidenta Bachelet vive con el síndrome de Estocolmo?, ¿o se trata de un entreguismo maquiavélicamente pactado con la derecha? MK.- Pobre mujer. Me da pena su maldad. Creo sinceramente que padece el síndrome de Estocolmo. Su “miliquismo” es aberrante, puesto que los uniformados asesinaron a su padre, y ella misma y su madre pasaron unos días en Villa Grimaldi. Aunque le hayan dado un tratamiento ‘universitario’ y no el normal que aplicaban a todos los huéspedes, Grimaldi no es Punta Peuco. Creo que algo se le debe haber roto, un chip, un cruce de cables, y por eso Michelle Bachelet ama a los militares. No creo que haya pactado con la derecha. Ella es de derecha. De lo contrario ¿cómo es posible que se le ocurra privatizar el mar y aplicar la Ley Antiterrorista en contra de los mapuches? MC.- La gran noticia de fin de año fue el encarcelamiento de los médicos que envenenaron al Presidente Eduardo Frei Montalva, ¿estamos siendo testigos de una manipulación electoral de la Justicia para darle pantalla a Frei Jr?, ¿por qué los grandes medios de comunicación no mencionan que Frei Jr rescató a Pinochet? MK.- El Poder Judicial chileno es bastante corrupto. Recuerda al Ministro que rechazó la extradición de Fujimori copiando los textos de los abogados defensores. Y la denegación histórica durante el pinochetismo de los recursos de amparo; excepto uno, el de Sebastián Piñera por el desfalco al Banco de Talca. Pero en este caso no creo que haya habido un acuerdo. Simplemente algún día debía salir la sentencia. Es evidente que en la estulticia crónica del chileno medio, el asesinato del padre le dará votos al hijo. Exactamente como al padre le dio votos la muerte de su hermana, pocos días antes de la elección del 64, en un accidente de tránsito. Frei Jr es un excelente administrador de los bienes de la derecha y de las transnacionales. Por eso nuestra prensa –en el lavado diario de cerebro- no menciona este tema. Sencillamente a la derecha no le conviene recordar que un candidato es el mayor defensor del asesino de su propio padre. MC.- ¿Por qué nunca votarías por Sebastián Piñera?, ¿anularás tu sufragio?, olvidaba que los chilenos no pueden votar en el extranjero… MK.- Nunca votaría por el Piraña, desfalcador del Banco de Talca, por sinrazones viscerales. El asco me provocaría un ataque de asma y no podría ni moverme. Podría ir a votar a Iquique, donde estoy inscrito, pero me da casi igual. Entre marcar mi voto con Asamblea Constituyente y No votar, es mejor la primera opción, pero no dispongo de ganas ni del tiempo para hacerlo. Efectivamente Mario, en Chile hay diversas categorías de chilenos. Los primeros viven arriba del Canal San Carlos. Los segundos viven como pueden. Los terceros subsisten a duras penas. Los cuartos son mapuches y están siendo asesinados por el Estado. Los quintos somos los que no tenemos derecho ni a pataleo por vivir ‘ajuera’. MC.- ¿Qué pronóstico tienes para el 17 de enero si ya cogobiernan la extrema derecha y la Concertación? MK.- Obvio, ganará el que más plata invierta en publicidad y marketing político. No olvides que Chile es una plutocracia donde los cargos públicos cuestan dinero. Dinero que nuestros gobernantes han de recuperar durante su mandato, pero en eso ellos son expertos. En la primera vuelta acerté todos los puestos basándome en las inversiones de cada candidato. MC.- Quería preguntarte dos temas de coyuntura: ¿a qué conclusiones llegas con el caso del espionaje chileno en Perú?, ¿son residuos de la mentalidad dictatorial de las Fuerzas Armadas chilensis? MK.- Parece que esto se sabía desde hace un par de años en Lima. Posiblemente lo destaparon para cubrir otro desaguisado de Alan García. Estoy convencido de que los militares –en todo el mundo- son antidemocráticos, y más en Chile; pero no creo que esa sea la causa del absurdo espionaje. Es algo que los Gobiernos no pueden evitar. Les gusta jugar a los espías. Imagino que intentan averiguar la coima que han cobrado los del otro país por la compra de armas, para controlar a sus proveedores. Porque información bélica o útil para una guerra es más fácil hallarla con lujo de detalles en Internet. Es cosa de combinar Google Earth con páginas especializadas en ejércitos. MC.- ¿Por qué en Perú condenaron a Fujimori, en cambio la Justicia no llega a Chile?, lo pregunto porque Alfonso Podlech está siendo procesado en Italia y bueno vos sabés que el Caso Pinochet se resolvió en Londres a petición de la Justicia española… MK.- Te confieso que lloré de alegría cuando leí el email de Ronald Gamarra en la madrugada del domingo, con la noticia de la condena de 25 años para Fujimori.. También de rabia porque recordé que nuestro Cerdo Innombrable se murió libre y con la bendición del Cardenal. En el Perú, a pesar del alto grado de corrupción de la clase política y del Poder Judicial, hay jueces honestos, como los Ministros de la Corte Suprema. En Chile también hay uno que otro juez que merece respeto y admiración, pero la inmensa mayoría son momios y todavía hay muchos pinochetistas. La conclusión es que si queremos justicia la hemos de conseguir en el extranjero. El juicio a Fujimori ha sido un ejemplo de transparencia y con abundancia de razones jurídicas y pruebas. Algo impensable en Chile. MC .- Finalmente, la Fundación Neruda se quejó porque Piñera publicó un poema sin autorización: “Es u na piratería cultural, Piñera se está vistiendo con ropaje ajeno, con una cultura que jamás ha defendido ni ha apoyado; la Fundación Neruda se ha centrado en el pensamiento latinoamericano alejado del poder” (sic). Juan A. Figueroa es ideólogo de la Ley Antiterrorista y pretendía asesorar a MEO, ¿y eso no es intervenir en una política de Estado? MK.- Son peleas entre ratas del mismo pelaje. El fondo del asunto es la plata. El Piraña toma lo que encuentra a mano y si puede hacerlo sin pagar lo toma con más gusto. El Figueroa es un canalla, inmoral e inverecundo que se ha apropiado de los bienes y de la memoria del Poeta para su propio peculado. En mi blog http://Neruda.blogia.com estoy recopilando algunos poemas de Neruda para difundir los menos conocidos, pero me sentí obligado a intercalar denuncias contra Juan Agustín Figueroa. REBELION.ORG Un Pueblo sin opción Héctor Vega Fortin Mapocho Con inteligencia, la derecha del pasado –primitiva, expoliadora– supo adaptarse al modelo que el Imperio vendió al mundo. Uno de sus mayores logros fue venderlo a los que ayer se proclamaban partidarios del cambio y peor aún, a algunos que se decían revolucionarios. Esto permitió la increíble alianza por el sistema neoliberal entre los grupos que apoyaron la dictadura militar hoy reciclados al juego político en la Alianza y la Concertación. Los primeros dividendos de esta alianza están a la vista: partidarios de Marco Enríquez Ominami, hasta algunos meses militante de la Concertación, se apresuraron a engrosar las filas de la candidatura de Piñera en la segunda vuelta. Tampoco queda excluido que la derecha de la democracia cristiana apoye a Piñera y que juntos gobiernen en un eventual gobierno de este. Estos trasvasijes políticos tienen historia que la clase política en su conjunto aparenta ignorar. TRAICIÓN AL PUEBLO Recordemos que en 1989, cuando el pueblo celebraba el triunfo del NO, la Concertación negociaba con la dictadura y los partidos de la derecha, a puertas cerradas, los candados y cerrojos que impedirían reformar la Constitución de un Estado antidemocrático. Así se ha mantenido hasta ahora, entre muchas otras instituciones de la dictadura, el antidemocrático sistema binominal de elecciones; la ley Orgánica Constitucional de Concesiones Mineras [LOCCM] que entrega el cobre a las transnacionales y hasta el cuarto gobierno de la Concertación, la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza [LOCE], hoy reemplazada por la Ley General de la Educación [LEGE] que da al traste con las reivindicaciones que se exigieron durante el movimiento de los pingüinos y que refrenda una vez más una educación regida por el libre mercado. La negociación así descrita significó una verdadera traición a la tradición republicana de los partidos que forman la Concertación, pues concretamente decidió no tener mayoría parlamentaria para no verse obligada a cumplir su propio programa resumido en las postulaciones de la Asamblea Democrática en la lucha contra la dictadura en los años 80. El resultado fue que en 20 años de gobiernos de la Concertación, la sociedad y la economía se siguieron rigiendo por el modelo político y social que instauró la derecha pinochetista. Esta es la cuestión de fondo a la cual se enfrenta el electorado en la segunda vuelta, a saber la falta de opción, o más claramente, un voto que fatalmente deberá dividirse entre las dos derechas de la política chilena. Aquella en el gobierno, continuadora del modelo político y socio-económico del pinochetismo, o bien la derecha creadora del modelo. Dura verdad a asumir por las bases de los partidos de la Concertación y que estas no pueden ignorar. CINISMO ELECTORAL Aclaremos todavía. Nunca la clase política de la Concertación buscó seriamente realizar las grandes transformaciones que hubiesen definido la transición hacia la democracia. Esa clase política siempre creyó que resolvía los problemas sociales mediante la política. Nunca entendió que la política surge de lo social, de la realidad de problemas cotidianos, de los cuales, los partidos políticos, Concertación y Alianza, el aparato estatal y la burocracia en estos últimos 20 años han estado alejados. Su despertar surge en las elecciones para luego volver al modelo neoliberal en el cual realmente creen. Lo de Lagos, cuando en segunda vuelta buscaba los votos del electorado, “he escuchado la voz del pueblo”, prontamente olvidado al día siguiente de la elección, retrata nítidamente las intenciones y el actuar de la clase política. En el mismo tono es la propuesta de 12 puntos de Frei para lograr el apoyo del Partido Comunista. Sus verdaderas intenciones quedan claras cuando quien firma el documento no es él sino Carolina Toha. Lo cual revela que se está dispuesto, cínicamente, a borrar con el codo lo que se firmó con la mano. En resumen, después de 20 años de sistemática indiferencia a propuestas de cambio del modelo, la ciudadanía no tiene otra alternativa que constatar su falta de opción frente a las dos derechas de la política chilena. Esa es la cuestión de fondo que el sainete de las renuncias de los presidentes de los partidos políticos –Auth [PPD] y Gómez [PRSD] renuncian y Escalona [PS] y Latorre [DC] rehúsan– no logra ocultar.. Sin embargo, no puede excluirse, que estos dos últimos, como último recurso politiquero también renuncien. TEMAS NO RESUELTOS Los temas no resueltos, que Bachelet pretendió ocultar mediante subsidios y jubilaciones para los sectores desposeídos del modelo, y que sólo fueron posibles por el alto precio del cobre en los mercados mundiales, surgirán recurrentemente en 2010, a saber: la reforma al sistema de educación, que la LEGE no logró soslayar; la deuda histórica de los profesores; la recuperación de las riquezas básicas [cobre entre otros] hoy en manos de las transnacionales; los grandes temas de los conflictos laborales [negociación colectiva y por rama de producción; el trabajo precario; el derecho a la huelga sin reemplazo entre muchos otros]; la Asamblea Constituyente y la modificación del sistema electoral, y en fin la recuperación de los bienes públicos: salud, educación, vivienda popular, el agua, el mar [hoy privatizado en beneficio de los especuladores/deudores de la explotación del salmón], las semillas… JAQUE MATE AL PUEBLO Es duro decirlo pero este NO es el momento del pueblo. El juego político de las dos derechas predominó por sobre sus urgencias. Para el pueblo, que no es parte de partidos políticos, hoy convertidos en agencias de empleo, no queda sino votar en conciencia, libremente, pues su verdadera opción no es parte de un acto que se agota en la emisión de un voto que no tiene valor, sino en el inicio de un proceso por la participación en las grandes transformaciones sociales que nuestra Patria exige. Lo que hoy aparece como una derrota circunstancial no es sino un desafío. Asumámoslo. * Héctor Vega es Secretario General del Movimiento de Saneamiento Político y Social www.fortinmapocho.com/detalle.asp?iPro=2080 Rebelión.org Carta abierta del sociólogo Felipe Portales "¡No se puede engañar eternamente a un pueblo!" Felipe Portales Fortin Mapocho Sin una convocatoria a Asamblea Comstituyente, cualquier promesa del liderazgo concertacionista para ganar votos para Frei Ruiz-Tagle en segunda vuelta no valdrá nada. Esto porque simplemente no tiene hoy, ni tendrá a partir de marzo, mayoría parlamentaria en ambas cámaras. Es decir, aunque dicho liderazgo experimentara una súbita reconversión democrática, sus promesas legislativas no tendrán sentido alguno porque no dispondrá del Poder Legislativo para hacerlas realidad. O sea, estaríamos en presencia de un nuevo engaño, continuador de los anteriores: El hasta hoy inconfesado regalo a la derecha tradicional de la mayoría parlamentaria, en virtud del acuerdo plebiscitado en 1989; la promesa incumplida hasta hoy de anular el decreto-ley de autoamnistía, pese a que la propia Corte Interamericana de Derechos Humanos -en fallo de septiembre de 2006- le ordenó al Estado chileno llevarla a cabo; el demagógico [porque se sabía que la derecha tradicional lo rechazaría] proyecto de ley de negociación colectiva presentado por Frei Ruiz-Tagle para lograr votos para Lagos en la segunda vuelta presidencial de 1999, y que fue 'olvidado' en agosto de 2000 cuando la Concertación obtuvo la mayoría en las dos cámaras por los desafueros de Pinochet y Errázuriz; el 'olvido' del conjunto del Programa Presidencial de 1989 luego que la Concertación obtuviera aquella mayoría entre agosto de 2000 y marzo de 2002, y posteriormente varios años con Bachelet; el denodado esfuerzo de Frei Ruiz-Tagle y Lagos por salvar a Pinochet de su condena en Europa, arguyendo que se lo debía juzgar en Chile, para luego presionar pública y privadamente a los tribunales chilenos para que lo dejaran libre por manifiestamente falsas razones de salud mental; la suscripción de Lagos y de todos sus ministros de la Constitución del 80 enmendada, para hacernos creer que ya estábamos logrando una Constitución democrática: la 'Constitución de 2005'; etc. etc. ¡No se puede engañar eternamente a un pueblo, por muy crédulo que este sea! Solo una Asamblea Constituyente podrá establecer una auténtica democracia en nuestro país! * Felipe Portales es sociólogo, autor del libro 'Chile una Democracia Tutelada'. Clarín.cl La inevitable derrota de Frei y lo que viene (II) por Roberto Avila Estar mucho tiempo en el poder hace a las personas arrogantes y asì como han dispuesto , licita e ilicitamente, mas de lo segundo, del erario fiscal, por tantos años, creen que pueden disponer de la conciencia de los otros. Por estos dìas, la camarilla concertacionista, ante el terrible especto que se le acerca , de tener que trabajar dìa a dìa, como hacemos millones, para ganarse el sutento, nos emplazan en tonos arrogantes, a los que votaremos nulo, a que debemos votar por la derecha gubernamental. Su derecha. Por ellos. Nos dicen que si no ganan, será nuestra culpa. Que hay que impedir que la derecha llegue al poder gubernamental. Nos faltan el respeto, insultan nuestra inteligencia con argumento tan pueril. La arrogancia, el cinismo y la mentira se funden aquì en la betonera de la sinverguenzura. Si la concertación y su apático candidato pierden, como todo parece indicar, serà por: 1.- Por no haber cumplido jamás con sus propios programas de gobierno. 2.- Por su férrea voluntad por profundizar y legitimar el modelo neoliberal. De lo cual dio plena fé don Eduardo Frei privatizando las sanitarias de la Región Metropolitana. Dicen defender a Codelco pero permiten que el 70 % de nuestras riquezas mineras se las lleven gratuitamente empresas extranjeras. Todo el estado se ha privatizado en externalizaciones y programas que sólo han servido par llenarle los bolsillos a los propios concertacionistas. La salud, el empleo, la previsión, la educación y toda la inversión pública son fuente de lucro y corrupción. Cuando el suscrito era miembro del Comité Central del Partido Socialista le tocò debatir sobre educación y recibiendo los peores ataques por algunos “compañeros”, por su defensa de la educación pública y gratuita, pudo comprobar que eran sostenedores de colegios.. La corrupción es total. Coimearon hasta en la adquisición de armamentos, en contubernio delictual con quienes, dicen, son sus adversarios, poniendo en riesgo la seguridad de la patria. Hasta el “ mejicaneo” entre ellos, los 9 millones. Así en todo. 3.- Por su cinismo monumental en materia ede Derechos Humanos que los llevó a rescatar a Pinochet de Londres, Frei don Eduardo, a la vez que se emplaza a la derecha opositora por sus crímenes. Era tan fácil, simplemente no defender al dictador. El funcionario Rosende orginario del Partido Nacional da catedra sobre DDHH, él, que no hìzo nada por ellos, porque muy probablemente estaba lejos, muy lejos, de las vìctimas y dice además que los mapuches lo tienen hasta la coronilla. Gobierno inclusivo?. El presidente de “Oceanos Azules”, un académico muy respetable por cierto, pero pinochetista de tomo y lomo los cinco años que fuimos compañeros de curso en la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile, pregúntenle a quien quieran, como pretenden vendernos el balurdo del progresismo concertacionista. Por favor , no tenemos síndrome de down. La presidenta se autodesigna como parte del directorio del Instituto de Derechos Humanos, tambièn a sus amiguis, pero sus abogados del Consejo de Defensa del Estado van a escamotearle las indemizaciones a los familiares de las víctimas. Más de sesenta mapuches están en las cárceles por razones políticas, varios de ellos han sido asesinados por la policìa gubernamental. Hay una niñita mapuche de diez años con toda su familia presa y asilada en Suiza, como me pueden pedir que vote por esta basofia ?. 4.- Perderán por su inpetitud en el despliegue de políticas públicas. El Transantiago no requiere mayores comentarios, sòlo decir que el vicepresidente del PS apareció de súbito como presidente del directorio de una de las empresas concesionarias. En educación Chile es uno de los países que mas gasta, peros su resultados son de los peores, la seguridad pública es un desastre, hicieron una reforma procesal penal que defiende los delincuentes pero no a las víctimas, pero cuya utilidad económica cayó, curiosamente, en el marido de la ministra que impulsó la reforma. Para que hablar de ferrocarriles, Chiledeportes, MOP-GATE. Y no les da vergüenza pedir el voto. 5.- La política internacional de Chile, que es la de la concertación, es cínica torpe y reaccionaria. Se justificó el golpe de estado en Venezuela, se cerró la embajada para que no entraran posibles asilados, se prestó la embajada para reuniones golpistas. Se ha gredido sistemáticamente a Cuba, se ha llegado al chascarro de ofrecerse para la lucha contra Al-kaeda que tenemos nosotros que ver en aquello?. Uh antiguo meserito de la picada del Hoyo de la Estación Central presidio la comisión mundial. Ahora, claro, entuba la voz. El arribismo sin escrúpulos se hace política y quieren ingresar a la OCDE y abandonar el G-77. 6.- La llamada protección social no es sino el cohecho impúdico que corrompe a nuestro pueblo. Los bonos son una vergüenza. Lo que hay que hacer es aumentar el sueldo mínimo, parar el saqueo de las AFP, frenar los abusos de las empresas de servicios básicos, establecer al gratuidad de la educación y la salud, y ya no se necesitaran esas miserables limosnas. Un pueblo necesita dignidad no mendicidad. 7.- Si a cualquier persona venida del exterior se le relataran las políticas de la concertaciòn y se le preguntara de que orientaciòn son estos gobiernos, seguramente, muy seguramente, nos dirìa que son de derecha. 8.- Hay una camarilla concertacionista amancebada en el erario fiscal. Todos conocemos los que “boletean” en cinco o seis instituciones o empresas estatales. Corre en Internet un listado con 16 familiares del Eduardo Frei con sueldos directa o indirectamenbte estatales. El candidato nada dice, salvo que hay que “ parar a la derecha”. El, que donò sus joyas a la dictadura, en medio de la masacre. Cinismo monumental. 9.- Han gobernado en pleno consenso neoliberal con la derecha, contubernio polìtico y del otro, yo te salvo a Pinochet y tu me salvas en MOP-GATE, eso a la vista de todos, a la luz del día, que otras complicidades, que preciso el termino, habrá, que no conocemos. Ingresé a los 17 años al Partido Socialista ,año 1977, estuve dos veces preso en la dictadura, fui abogado colaborador de la Vicaría de la Solidaridad, presentè la primera querella contra Pinochet el 26 de Junio de 1986 en el 5 Juzgado del Crimen de Santiago, vivì y aprendí de Cuba durante seis años, fui del Comité Central del PS elegido por mis compañeros, colaboré con las luchas democráticas de Amèrica Latina, por eso porque creo en el socialismo y la democracia no votaré por la derecha, jamás, ni por la derecha opositora ni por la derecha en el gobierno, que con una sinverguenzura sin par se autodenomina progresista. Para luchar eficazmente contra el neoliberalismo hay que deshacerse de los traidores, de los que se encubren discursivamente como nuestros, cuando estàn del otro lado. No hay proyecto polìtico decente que prospere en cohabitación con los que te engañan.. R. AVILA TOLEDO

domingo, 10 de enero de 2010

El caso de Asel Luzarraga y la práctica sobre derechos humanos del Estado chileno.

Por José Venturelli Barón 8 de Enero de 2010 El breve artículo de hoy en Clarín indica que “La solidaridad con Asel Luzarraga se hace sentir en Argentina” (1). La prensa controlada en Chile poco y nada dice. Nos permite también discutir la nueva herencia que deja cada gobierno en DDHH’s. El primer presidente de la Concertación entró haciendo un rayado de la cancha que ha permanecido: “Se hará justicia en la medida de lo posible”... El Presidente Frei: nada, salvo que se negó a recibir a los familiares de los detenidos desparecidos y gobernó sin preocuparse por los DDHH’s ni por la Constitución actual, la de Pinochet. De Lagos quedó una pretendida reforma constitucional que le aplaudió la derecha. Él armó, detalladamente, la militarización de la Araucanía y criminalizó las demandas del pueblo Mapuche, dejando la herencia adicional de una guerra que ya se esbozaba como a largo plazo. De Michelle Bachelet tenemos: un muy bien orquestado sistema de “beneficencia” pero que no altera para nada la inequidad del país ni las condiciones de tener una de las peores legislaciones contra los trabajadores y sus derechos fundamentales. Se ha inaugurado tanta cosa antes de estas elecciones... Incluso está la entrada apurada, antes de la elección, de Chile a la OCDE. En esa pretensión “tan chilena” de siempre ponernos entre los poderosos de las grandes economías y para la que no tenemos la ropa que se necesitaría. También ha sido tremendamente servicial para el sector privado que domina la minería y en la que el Cobre sigue controlado por extranjeros y privados y de lo que el pueblo chileno no saca casi nada. Dado que la repartición de la torta presupuestaria se hace en el barrio alto y se discute con la Alianza y su gente, harto poco pasa para que los chilenos tengan sus derechos fundamentales realmente respetados. “Los chilenos siguen teniendo la economía con la mayor flexibilidad laboral del mundo”, nos dicen... pero es esa “flexibilidad” la que permite que los trabajadores chilenos hayan perdido todos su derechos laborales. Además, queda una bien instalada Guerra Sucia contra el pueblo Mapuche. Ésta sirve a las grandes fortunas de la madera, hidroeléctricas, celulosa, bancos. Apoya la destrucción del medio ambiente. Luego, nos deja un Instituto de Derechos Humanos, hecho entre cuatro paredes, con presupuesto controlado políticamente y sin independencia y, además, con un Director designado que es el Subsecretario del Interior... de un ministerio que en Chile ha sido históricamente más parte del problema de los DDHH’s y no de su solución. Lo mismo sucede con un Ministerio de Asuntos Indígenas gestado sin respetar el Convenio 169 de la OIT que ella misma firmó. Su organización no respetó a los pueblos originarios, especialmente al Mapuche, a quienes han caracterizado como enemigo y no como hermano. Con el estilo y soberbia tradicional se olvidaron de son una fuerte base cultural y humana de todo Chile y de cada uno de nosotros. El gobierno actual, como los anteriores, ha sido consistente en haber mantenido a los Mapuche confinados a la exclusión y a seguir siendo el sector más pobre del país. Y, si miramos en estos mismos temas al presidenciable Piñera, recordemos que cuando Pinochet estaba preso en Londres, él lloraba lágrimas de cocodrilo –como lo han mostrado los vídeos de sus discursos de la época- para que se lo soltaran. Fue el gobierno de su contrincante de la elección del domingo 17 de enero, el que se lo trajo a casa. Piñera no muestra nada para tranquilizar a nadie en lo que a DDHH’s se refiere. Él mismo “candidato del cambio”, para recordar, es quien se escondía de la ley, -bajo una dictadura que lo protegió-, por sus fraudes financieros que lo llevaron a ser una de las mayores fortunas del país. Nada allí, tampoco, para predecir una verdadera corrección de la inequidad... este producto tan “chileno” de estas últimas décadas. El caso de este escritor, periodista y cineasta vasco, Asel Luzarraga, detenido con montajes que tienen la marca dictatorial ya tan conocida en estas tierras, vuelve a reflejar como en Chile el Estado (nuevamente, Poder Judicial, Gobierno, Ministerio del Interior, Fuerzas policiales) habla con la boca chueca: Hoy ponen al Subsecretario del Interior, Patricio Rosende, (y cualquier subsecretario del Interior que venga) como Director del Instituto de Derechos Humanos. Es decir, en Chile, el Estado, que es un claro infractor de los DDHH's es, al mismo tiempo, el que determina lo que ese Instituto hará, pese a haber sido hecho a puertas cerradas y sin que participen los más interesados. Incomprensible y un contrasentido. El actual subsecretario del Interior, ha sido la punta de lanza en la guerra sucia contra el pueblo Mapuche y en perseguir a quien solidarice con él y sus justas luchas. Luchas que, además de ser respetadas por Naciones Unidas, nunca han podido configurarse como terroristas salvo en la cabeza de Rosende, de su jefe Edmundo Pérez Yoma o de otros frenéticos del gobierno, o de voceros de las “justicias” de marras que la Constitución ilegítima actual protege. Curiosamente, justo antes de la elección del 17 de enero próximo, a Rosende lo hacen aparecer mostrando cara de cordero bueno... Habla de 24 casos de presos políticos que fueron asesinados en la dictadura y por los que la dicta-blanda nada hizo en 20 años!... Casos reales y que hay que verlos como un sentir legítimo para los DDHH’s. Pero, ¿por qué justo antes de la elección? Apurado el hombre y el gobierno para presentar una nueva cara... Hmmm, suena como llamado a la centro derecha para que voten por la Concertación... Sin embargo, nada se hace sobre crímenes que incumben a este gobierno por haber ocurrido bajo su autoridad. Me refiero a la desaparición de José Huenante en el 2005, ese niño que Carabineros detiene, golpea en público y luego hace desaparecer: caso cuyos autores son conocidos. Tampoco sobre Alex Lemún, joven que recibió un balín disparado a quemarropa por un oficial que está feliz y sigue haciendo carrera en carabineros. Tampoco el de Matías Catrileo, estudiante de agronomía de la UFRO cuyo asesinato por la espalda es conocido o el de Jaime Mendoza Collío. Todos ellos con asesinos identificados. Y el Estado, con un aparato de Justicia Civil inmoral, se permite pasar todos los casos, -aunque sus autores sean ya conocidos- nada menos que a la Justicia Militar, verdadera e infalible agencia para la impunidad de los crímenes perpetrados por los cuerpos represivos del país. Esta colusión del ESTADO, dirigido por el gobierno, es algo que un legítimo Instituto de DDHH's debería poder impedir. Pero, ¿con un jefe como el subsecretario del interior –Rosende hoy o el que venga de turno- cómo vamos a asegurar imparcialidad alguna? Los que no han respetado los DDHH’s no van a cambiar aunque se pongan ropaje de inocentes. ¿COMO? La libertad para Asel Luzarraga (2) es importante y debe permitir quebrar el brazo ya rutinario del Estado chileno que a un extranjero que se preocupa por el pueblo Mapuche se le monta una acusación, se le roba, humilla y luego, "como favor, aceptan expulsarlo” del país. Junto a su liberación debemos exigir que no sea expulsado. Sería bueno saber que dirían al respecto hoy y luego pasada la elección, ambos candidatos... ¡Bravo, Clarín! por saber y expresar que la solidaridad es fundamental! (1) http://www.elclarin.cl/index.php?option=com_content&task=view&id=19720&Itemid=45 (2) Al cerrar, debo decir que mi carta al Embajador de España solicitando su intervención para liberarlo y rechazar una probable expulsión como es el estilo abusivo del Estado chileno, enviada al día siguiente de la detención de Asel, no ha tenido respuesta alguna. Italianos, franceses y españoles, entre otros, han sufrido del mismo trato. Incluso los hay que han sufrido graves daños físicos y materiales por “las fuerzas del orden”.

IMPUNIDAD Y CONCERTACION

Por Felipe Portales Estimad@s Amig@s: Algunas personas han planteado como fundamento para votar por Frei –y no anular el voto- el No al Punto Final, olvidando, sin embargo, que quienes han luchado persistentemente a favor de la impunidad en estos años han sido la derecha tradicional y LOS GOBIERNOS DE LA CONCERTACION. En efecto, desde 1990, con el Acuerdo-Marco, el liderazgo de la Concertación ha promovido -infructuosamente, gracias a diversos factores que sería largo analizar- el aval legislativo del decreto-ley de amnistía o leyes de sustantivas disminuciones de penas a autores de crímenes de lesa humanidad. Han sido los casos -además de dicho Acuerdo- del proyecto de ley Aylwin (1993); el proyecto de ley Frei (1995); el Acuerdo Figueroa-Otero (1995); el proyecto de la Comisión de DD. HH. del Senado (1998); el proyecto de ley de inmunidad (2003); el proyecto de rebaja de penas de senadores concertacionistas y aliancistas (2005); y su reflotamiento por el propio Gobierno de Bachelet (2007) A lo anterior hay que añadir las disposiciones -desgraciadamente aprobadas en 48 horas por el Congreso, sin que la sociedad pudiera siquiera informarse... hasta el día de hoy- propuestas por Lagos y que ¡le prohiben al Poder Judicial interiorizarse de las denuncias de torturas efectuadas ante la Comisión Valech!; consagrando en la práctica la impunidad de la tortura en dictadura y violando de paso la Constitución, los tratados de DD. HH. y los principios más elementales del Derecho y la Justicia. Asimismo, hay que tener presente los intentos de los Gobiernos de la Concertación de obstaculizar los procesos judiciales, ¡en casos de gran repercusión internacional y que afectaron a connotadas personalidades democráticas!, como los de Carmelo Soria (Ver "El Mercurio"; 27-9-1996), Carlos Prats (Ver "El Mercurio"; 9-6-1999) y Bernardo Leighton, en el que los Gobiernos de Frei Ruiz-Tagle, Lagos y Bachelet no hicieron nada para lograr la extradición de Contreras e Iturriaga, luego que la Justicia italiana los condenara a largas penas de cárcel; ni por abrir un proceso en Chile, luego que nuestra Corte Suprema rechazó el pedido de extradición italiano. Para que hablamos del caso Pinochet, donde el Gobierno de Frei Ruiz-Tagle hizo todo lo posible, exitosamente (¡superando evidentemente todo lo que un Gobierno de derecha política pudiera haber hecho en su favor en el ámbito internacional!), para salvarlo de una segura condena en Europa; y luego el Gobierno de Lagos logró su impunidad nacional, efectuando fuertes presiones públicas y privadas al Juez Guzmán y a los Tribunales en general, para que lo eximieran de juicio por manifiestamente falsas razones de salud mental. Por razones de tiempo no me referiré en detalle al reiterado envío de agregados militares y embajadores gravemente involucrados en violaciones de derechos humanos y que le causaron enormes bochornos a la propia imagen de Chile en el exterior; ni a numerosos otros hechos que demuestran que los sucesivos Gobiernos de la Concertación han buscado persistentemente -más allá del discurso y las apariencias- lo que podríamos denominar "la impunidad en la medida de lo posible". No podría, sí, dejar de referirme a un hecho reciente de la mayor gravedad. Se trata de la negativa de la generalidad de los senadores concertacionistas ¡de aprobar la virtual revocación del decreto-ley de autoamnistía en marzo del año pasado, desconociendo con ello incluso la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos de septiembre de 2006 (Caso Almonacid-Arellano) que obligaba al Estado chileno a hacerlo! En dicha votación, sólo Carlos Ominami y Alejandro Navarro aprobaron el proyecto; 11 senadores coalicionistas votaron en contra Y TODOS LOS PROPIAMENTE CONCERTACIONISTAS DE LA EPOCA –INCLUYENDO A FREI RUIZ-TAGLE- NO ASISTIERON; avalando con ello hasta el día de hoy la vigencia de dicho decreto de impunidad. (Ver Universidad Diego Portales; Facultad de Derecho; Centro de Derechos Humanos.- "Informe Anual sobre Derechos Humanos en Chile. 2009"; p. 31) Es decir, la impunidad ha sido clara y eficazmente promovida, tanto por la derecha tradicional como por el liderazgo derechista de la Concertación, y notoriamente por Frei Ruiz-Tagle. Cordialmente Felipe Portales