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UNIR LAS LUCHAS PARA QUE LOS PUEBLOS Y LOS TRABAJADORES MANDEN

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jueves, 20 de noviembre de 2014

Memorial por alumnos y abogados de la Universidad de Chile, víctimas de la dictadura

Fue inaugurado este miércoles 19 el memorial por los alumnos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, que fueron víctimas de la dictadura, como detenidos desaparecidos o ejecutados políticos.

Su construcción comenzó a gestionarse en 2012 por iniciativa del colectivo 119 Familiares y Compañeros, contando con el apoyo del decanato y del Programa de Derechos Humanos del Ministerio del Interior” (noticia en página de la Facultad de Derecho, derecho.uchile.cl).

La actividad comenzó con un homenaje en el Aula Magna a los alumnos (estudiantes y abogados) que pasaron por la Facultad, donde se leyeron sus nombres e información básica sobre su participación social y política, detención, ejecución o desaparición. Como familiares, intervinieron Fabiola Letelier, quien relató una secuencia de la vida de su hermano Orlando,y Ximena Soto, hija de Juan Soto, quien destacó que ella ha seguido en las luchas, apoyando al pueblo palestino contra el bloqueo y demás crímenes que comete en su contra el régimen israelí.

Luego fue inaugurado el memorial, situado en el patio de la Escuela de Derecho y constituido por un grupo escultórico y una placa con los nombres de los estudiantes y abogados. Previo al descubrimiento del memorial y a las intervenciones, fue realizada una ceremonia espiritual por parte de Keyuk Yantén -selk’nam- y Juan Carlos Chávez Pilquil –Relmulikan, mapuche-, hijo de Ismael Darío Chávez Lobos, estudiante de Derecho al momento de ser secuestrado y hecho desaparecer en 1974.

Los homenajeados son:
Carlos Berger, Julio Cabezas, Rubén Cabezas, Arnoldo Camú, Cecilia Castro, Ismael Darío Chávez, Roberto Guzmán, Orlando Letelier, Germán Moreno, Patricio Munita, Guillermo Pinto, Sócrates Ponce, Reinaldo Poseck, Arsenio Poupin, Littre Abraham Quiroga, Carlos Salazar, Mario Silva Iriarte,  Juan Soto, José Tohá, Fernando Valenzuela y Guillermo Vallejos.

Fotos de Agencia Chile Nuevo: 
























Selk'nam, MAPU, MIR, Mapuche: no podrán declararnos extintos.


El escultor: en su obra quiso hacer visible la condición juvenil de las víctimas

Rosita Silva: siempre en la lucha por la verdad y la justicia




Fotos: Esteban Garay, de La Nación:




La verdad prevaleció: Ismael Darío estudió.
ENLACES RELACIONADOS:

www.derecho.uchile.cl/.../inauguran-nuevo-memorial-en-la-facultad
o     ... El memorial, que tiene como precedente un monolito erigido en 1987, se comenzó a gestionar en 2012 ...



sábado, 15 de febrero de 2014

El PC y las reformas en el gobierno de Bachelet


DEBATE

El PC impulsará las reformas que harán posible el programa de cambios que ha prometido la Presidenta electa, Michelle Bachelet.

Pero lo hará en el marco del programa y de la gestión de gobierno.

Para algunas promesas, habrá que esperar la totalidad del gobierno, para ver resultados. En otros casos, el PC sabe que los cambios no se harán en estos cuatro años.

Es decir, habrá reformas y cambios "EN LA MEDIDA DE LO POSIBLE".

Estimad@s:
En esta entrevista de Teillier a medios alternativos, sostiene que, aparte de otras joyitas que se mandó, que en los 4 años del próximo gobierno de la Nueva Mayoría, no habrá ningún avance en minería y menos aún en la renacionalización del cobre. Por supuesto que el mismo Teillier y el ex glorioso Partido Comunista de Chile están convencidos de lo mismo y nos quieren convencer a nosotros.
Así que pueden estar tranquilos los empresarios y las mineras extranjeras que en estos 4 años de gobierno de Michelle Bachelet no habrá avance alguno en recuperar estas riquezas para Chile.
Esto viene de ser corroborado con el nombramiento de la ministra de Minería, que no tiene conocimientos ni experiencia en minería.
Al parecer tenemos un duro camino por delante de lucha y movilizaciones.
Cordialmente

GUILLERMO TEILLIER, PRESIDENTE DEL PARTIDO COMUNISTA, RESPONDE 12 PREGUNTAS DE MEDIOS ALTERNATIVOS.
(El Desconcierto, Le Monde Diplomatique Chile, DiarioRedDigital, Reporte.cl, El Ciudadano, Radio Nuevo Mundo)

Ø     Hay que remontar la relación con los países vecinos.
Ø     Los comunistas contribuiremos a que se cumpla el programa.
Ø     Lo fundamental es que estamos impulsando y trabajando por una nueva Constitución.

Patricio López.
“El Desconcierto”.

1.- En política exterior latinoamericana, Chile privilegió durante los gobiernos de la Concertación la sintonía con Estados Unidos. Esto ha continuado durante el actual periodo. ¿Sería aceptable para el Partido Comunista formar parte de un gobierno que mantuviera esa línea? ¿Qué esperan de las relaciones de una eventual administración de Bachelet con la Alianza del Pacífico y con otras instancias como la Unasur y Celac?

-Lo que está en el programa de Michelle Bachelet es privilegiar las relaciones con América Latina. No hay duda de que se hará todo lo posible por fortalecer organismos como el Unasur, el Mercosur, y la Celac. Requerimos fortalecer los mecanismos y los organismos que posibiliten la colaboración, la solidaridad, la integración y la defensa de los sistemas democráticos en la Región.
Específicamente, nosotros hemos sostenido que Celac debe cumplir un papel en la concertación política e impulso de la integración, sobre todo porque estamos todos los países Latinoamericanos y los Caribeños. Hay que remontar la relación con los países vecinos. En esa materia fue deplorable lo realizado por el gobierno de la derecha y hay que corregirlo. Con Perú, como sea, las cosas quedarán zanjadas con el fallo de La Haya y luego tendremos que priorizar por las buenas relaciones con los peruanos. Nos parece que con Bolivia hay que volver al camino del diálogo. Y tenemos que refortalecer los vínculos con Argentina. Sobre Estados Unidos, no veo una relación de suma excepcionalidad. Usted comprenderá que con esa potencia hay que tener una agenda, eso es parte de la política exterior. Por distintas razones esas agendas la tienen Cuba, México, Brasil y otras naciones. Pero no creo que sea algo muy excepcional. No creo que dentro de las prioridades esté lo de la Alianza del Pacífico.

2.-El Partido Comunista ha dicho que apoyó la candidatura de Bachelet porque encarna el programa de cambios. ¿Cómo delimitaría usted ese gobierno de cambios? ¿Cuáles serían los mínimos aceptables y los máximos?

-Mire, lo hemos reiterado: nosotros estamos porque se cumpla el programa de cambios de la Nueva Mayoría. Eso es lo esencial. Michelle Bachelet ha dicho que cumplirá con ese compromiso. Hay temas esenciales como llegar a nueva Constitución, realizar la reforma tributaria, avanzar en las transformaciones en salud y vivienda, avanzar en educación gratuita y de calidad, tomar medidas para una nueva institucionalidad laboral. Los comunistas contribuiremos a que se cumpla el programa, ese fue el objetivo de ponernos a disposición para estar en el gobierno. Ese es nuestro objetivo. Cumplir el programa es la única manera de que el gobierno de Michelle Bachelet sea exitoso. Quiero agregarle algo. Este programa se hizo en función de cuatro años. Eso hay que tenerlo claro. Si nos va bien, podremos mantener la convergencia política y social para darle proyección a nuestros objetivos de transformación del país. En esto, por lo demás, tiene un papel fundamental el Parlamento, donde hay que hacer las reformas. Y las demandas del movimiento social. Para enfatizarle, lo determinante para nosotros es el cumplimiento de los ejes fundamentales del programa.

Víctor Hugo de la Fuente.
Le Monde Diplomatique.

1.- La encuesta CEP de noviembre estableció que el 83% de los encuestados aprueba la nacionalización del cobre. ¿El PC promoverá la recuperación de los recursos naturales y en particular la nacionalización del cobre?

-El Partido Comunista está a favor de la renacionalización del cobre, sin ninguna duda. También está a favor de la recuperación de recursos naturales como el agua. Lo vamos a plantear, los vamos a argumentar y vamos a defender esa posición, que es compartida por la inmensa mayoría del país. Ese planteamiento lo hicieron nuestros candidatos a diputados.
Ahora bien, nosotros somos parte de un acuerdo político y programático, la Nueva Mayoría, donde muchos profesionales, expertos y parlamentarios consideraron y evaluaron que no era posible avanzar en eso hoy -en términos reales-, en estos cuatro años de gobierno. Eso es un hecho real, concreto, y no se pueden construir programas en base a retóricas o consignas.
Pero eso no quiere decir que no tengamos una estrategia progresista y democrática, y seguiremos demandando la recuperación de nuestros recursos naturales. Me parece que lo que logremos avanzar ahora, permitirá los avances futuros. Por ejemplo, al cambiar la Constitución, se abrirán oportunidades excepcionales.

2.- Importantes sectores de la ciudadanía piden una Asamblea Constituyente para una nueva Constitución. ¿El PC impulsará la Asamblea Constituyente?

-Lo fundamental es que los comunistas estamos impulsando y trabajando por una nueva Constitución. Esa es una bandera decisiva para nosotros y así lo planteamos en la construcción del programa de gobierno. Estamos por una Asamblea Constituyente, lo que en lo esencial es estar porque todos los estamentos de la sociedad participen en la elaboración de la nueva Carta Magna. Lo que ocurre es que hay que dar con mecanismos que impliquen avanzar y no estancarnos. Hablamos en algún momento de una Asamblea Ciudadana, porque en el marco actual puede facilitar la participación, pero sobre todo, la resolución de la nueva Constitución. Lo que tenemos claro es que tiene que haber participación del pueblo. Nos opondremos a que esto se decida entre cuatro paredes, sólo en el Congreso o en otra instancia sin participación de la sociedad.

Francisco Herreros.
Diario RedDigital.

1.- Como planteó el académico José Luis Ugarte, en columna en El Mostrador, el pasado 21 de noviembre, los votos en el Parlamento para “una reforma laboral decente” están. ¿Cree que también esté la voluntad política para impulsarla?

-Le puedo decir que en el programa de Michelle Bachelet y en las palabras de parlamentarios de la Nueva Mayoría están las propuestas y la voluntad de mejorar las condiciones de la institucionalidad laboral. Esperamos que en el Parlamento actuemos unidos los partidos de la Nueva Mayoría, junto a independientes y hasta quizá con gente de la derecha y con eso es posible avanzar hacia modificaciones “decentes” en el mundo laboral.

2.- En columna de opinión publicada en Diario RedDigital, el economista Jan Cademártori planteó que el aumento de la tasa de impuesto a las empresas, del 20 al 25 por ciento, no tendrá mayor efecto, toda vez que el impuesto que pagan las empresas (Primera Categoría), es devuelto al capitalista como persona natural, cuando declara sus ingresos personales (Global Complementario). Y agrega: “Técnicamente, a esta devolución se le llama crédito tributario. Este crédito tributario aumentará automáticamente con la tasa de impuesto a las empresas (en este caso del 20% al 25%). Como se mantiene este crédito tributario, la mera alza del impuesto a la empresa no tendrá otro efecto que pedir prestado lo que tendrá que devolverse en los años siguientes a mayor valor, cuando estas ganancias empresariales se vayan transformando en retores personales”. Si no fuera porque al mismo tiempo, se propone en el programa reducir la tasa del Global Complementario en su tramo máximo de 35% a 30% que apunta a personas muy ricas en Chile, en el mismo momento en que se alza el Impuesto de Primera Categoría. Sumando y restando, olvidando el mayor valor del dinero presente, la combinación de estas dos medidas permite bajar los impuestos a las personas de mayor ingreso y mantener el resto”. ¿Se puede hablar de reforma tributaria con este doble sistema de tributación?

-Bueno, su larga pregunta es la referencia a un artículo de un economista sobre temas que, sin duda, entrarán en las discusiones del contenido de la reforma tributaria. Sería extenso ponerse a hacer un análisis detallado o avanzar en precisiones ahora, pero va a existir una preocupación para que la reforma tributaria permita captar más recursos. No es, por cierto, un tema agotado y existen temas de impuestos, por ejemplo de las trasnacionales, que se tendrán que ir abordando y perfeccionando.

Osciel Moya.
Reporte.cl

1.- ¿Será el PC un dique de contención de las movilizaciones sociales en el gobierno de la Nueva Mayoría, como lo estiman sectores de izquierda?

-Mire, para ir más allá de prejuicios y desinformaciones. El Partido Comunista está por la autonomía y la independencia del movimiento social y sus organizaciones. Los comunistas seguiremos estando en el movimiento sindical, estudiantil, profesional, de derechos humanos, como lo hemos estado siempre, al igual que los otros partidos de la Nueva Mayoría. Por lo demás, lo hemos demostrado en estos meses. Aspiramos a que el movimiento social contribuya al cumplimiento del programa de cambios del gobierno de Michelle Bachelet. Ante demandas, estamos por el diálogo y la solución. Militantes nuestros están en primera línea de organizaciones como la CUT, el Colegio de Profesores, la FECH y otras decenas de agrupaciones, y usted comprenderá que no se nos pasa por la cabeza contener el trabajo que hagan ellos.

2.- ¿Qué garantiza que la Nueva Mayoría cumpla con el programa de gobierno?

-Primero, el compromiso de la Presidenta Michelle Bachelet de que cumplirá con ese programa. Segundo, el compromiso de senadores y diputados de aprobar las leyes y las reformas que propone ese programa, y en eso esperamos la unidad y la convergencia con independientes. Tercero, el trabajo que haremos los siete partidos. También el movimiento social y la sociedad civil tendrán un papel en la demanda y el apoyo para que se cumpla el programa. Será importante un trabajo de calidad profesional, de sentido político progresista y democrático y de proyectos viables que se hagan desde todos los estamento del Estado. Yo estoy optimista, me parece que están las mejores condiciones para cumplir con el programa. No olvidemos que la derecha, sobre todo la UDI, y sectores conservadores harán todo lo posible por frenar o frustrar el plan.

Sergio Reyes.
Radio Nuevo Mundo
1.- ¿Cuáles deben ser las primeras medidas, gestos, acciones, de un gobierno de la Nueva Mayoría para la integración latinoamericana y el fortalecimiento de CELAC y UNASUR.

-Lo explicaba en una respuesta anterior. Tenemos que reestablecer una buena relación con los países vecinos, priorizar por la Región y contribuir al fortalecimiento de CELAC y todos los organismos regionales e internacionales. Chile puede ser parte de los procesos de integración y colaboración en América Latina y El Caribe e incluso beneficiarse en áreas como la energía. Además, tendremos que jugar un papel en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, donde espero que defendamos las posiciones de respeto al derecho internacional, a la paz, a la no injerencia en asuntos internos y, por cierto, a evitar planes de guerra o intervención en naciones.

Bruno Summer.
El Ciudadano

1.- ¿Camina el PC en Chile hacia donde caminó el PC en Italia? ¿Qué riesgos ve en ello?

-Los contextos históricos y políticos son muy distintos. Italia vivía una realidad política que tenía elementos distintos a los que tenemos hoy en Chile. Por tanto, no veo riesgos de analogías políticas negativas. Si usted se refiere a la alianza con la Democracia Cristiana, parto diciendo que es parte de un acuerdo con otros cinco partidos y en base a un programa con objetivos bien definidos. Esto no es algo del PC o la DC, es una convergencia política y social del progresismo, el centro y la izquierda sustentado en un programa concreto, realista y viable. Nuestro acuerdo tiende a la transformación y a la gobernabilidad. Otro factor es el inmenso apoyo de la ciudadanía expresado en las elecciones, en las movilizaciones, en las encuestas y sus demandas. Le cuento que hace pocos días se dio a conocer un documento firmado por profesionales de la DC y el PC donde se establece la coincidencia en derechos humanos, en un sistema electoral proporcional, en la participación ciudadana, en el derecho de las minorías. No veo por dónde se pueda producir, en base a la realidad y los hechos concretos, algo similar a lo de Italia. El único riesgo es que alguien no cumpla lo comprometido, que alguien no quiera cumplir con el programa. Por el lado nuestro, como ha sido en toda nuestra historia, seremos leales y contribuyentes a este proceso.

2.- ¿Es para el PC la Asamblea Constituyente el mecanismo legítimo para tener una nueva Constitución?

-Es legítimo. Y también debe ser viable. Reitero que nosotros comunistas estamos porque la nueva Constitución sea obra de la amplia participación de toda la sociedad civil.

3.- Ya sabemos que con Bachelet, que no habrá educación gratuita, sino hasta el siguiente periodo presidencial. El PC hizo suya también la demanda estudiantil, hoy quienes fueron dirigentes del movimiento son parlamentarios al igual que usted, a quien personalmente ví varias veces marchando en las calles por la sentida demanda. ¿En el gobierno de Michelle Bachelet, seguirá estando el PC en las calles junto a las demandas sociales o bien hará de bombero de La Moneda?

-Los comunistas van a estar en las movilizaciones sociales, en las marchas sindicales, en los actos de apoyo al programa de la Nueva Mayoría, en la construcción de una sociedad civil activa. Por cierto que los comunistas seguiremos respaldando las demandas del movimiento estudiantil y del Colegio de Profesores. Le quiero precisar que la idea es que terminado el gobierno de Michelle Bachelet la educación gratuita esté instalada a lo menos en un 70% y dejar las bases de educación de calidad, gratuita y universal. Esto es un proceso. La correlación de fuerzas y las condiciones políticas del país no permiten un cambio radical en poco tiempo, pero vamos a avanzar hacia una profunda reforma de la educación en Chile. Mire, no hay una dicotomía entre estar en el gobierno y en el movimiento social, hay una complementación. No siempre habrá coincidencias, pero eso es natural. El tema es dialogar y avanzar. Tener sentido de responsabilidad y de realidad. Yo sé que dentro del movimiento estudiantil hay demandas radicalizadas y de avanzar de manera inmediata. Eso hay que verlo en el contexto que tenemos; ahora, si alguien me dice que está la correlación de fuerzas, las condiciones reales u objetivas, que hay un camino para concretar todas las demandas en poco tiempo, bueno lo asumimos. Pero estamos trabajando precisamente en el sentido de realidad concreta, no de falsas expectativas. Al gobierno entraremos a colaborar para que se cumpla el programa, para que haya reforma en educación, no para servir de bomberos. Por lo demás, vamos a respetar la autonomía y la independencia del movimiento social.-

martes, 28 de enero de 2014

ANÁLISIS DE COYUNTURA, ENERO 2014

ENERO 2014 EN CHILE: EL FACTOR PORTUARIO, LAS INEQUIDADES Y UNA PÉRDIDA

Andrés Figueroa Cornejo

1. Los principios metálicos del imperialismo dictados durante la administración de George W. Bush (2001-2009) para los países dependientes se sintetizan en la multiplicación de tratados de libre comercio donde el sur es reprimarizado y se consolida como objeto de saqueo y expoliación de naturaleza y trabajo humano barato, mientras el norte monopoliza las finanzas y el conocimiento científico y tecnológico estratégico. Así también se impone que los territorios periféricos sancionen leyes antiterroristas para reprimir preventiva y ejemplarmente cualquier gesto popular que lastime de verdad, en potencia o imaginariamente al capital en general y a los intereses del Estado corporativo norteamericano en particular; y el establecimiento de democracias sin pueblo y de sistemas de partidos políticos funcionales al poder geopolítico central del planeta.

En la actualidad EEUU permanece conflictuado por la emergencia de China y Rusia y su competencia en mercados comerciales y financieros tradicionalmente considerados de su propiedad. Como parte vital de la guerra económica por arriba, EEUU apura un pacto de sangre con los Estados cruciales de la Unión Europea (Asociación Transatlántica de Comercio e Inversiones) para enfrentar la arremetida asiática. Lo anterior se dibuja con tiza fresca en la lucha interimperialista de la repartición del mundo.

Subordinado a los principios previos -cumplidos sobreactuadamente- se explica y desenvuelve la clase hegemónica en Chile a enero de 2014.

2. Un 30 % menos que el 2012 acumuló el superávit comercial fundado sobre la exportación de minerales y otros commodities secundarios. Si bien ese guarismo se mantiene aún favorable, así como el crecimiento y los índices macroeconómicos –pese a una tendencia gradualmente descendente-, Chile es uno de los países del planeta donde la desigualdad social y asimetría en la distribución de los ingresos resulta más tangible y brutal, e incluso se manifiesta geográficamente en la organización territorial de los empobrecidos y los pocos enriquecidos, tanto en las ciudades capitales como en la provincia profunda.

Respecto de las inequidades, el economista Marco Kremerman de la Fundación Sol afirmó que “Acá, según un sondeo, el 1% más rico concentra el 31% de los ingresos, cifra que puede verse como escandalosa si se considera el caso de Suecia, donde el número llega al 9% o en Alemania (11%). Incluso en Estados Unidos, reconocido por su alta desigualdad, este valor asciende a un 21%.”

La misma entidad informó que el promedio de los ingresos no alcanza los USD 450 dólares al mes, que el 75 % de los hogares (4 personas) obtiene USD 1400, y que desde 2010, de cada 10 empleos asalariados, 7 son tercerizados.
La sobrevivencia económica de la inmensa mayoría de la gente sólo se explica por una de las dinámicas motoras de la reproducción capitalista: la deuda y la expansión y diversificación de la industria crediticia. El capitalismo tiene su primavera ganancial en el momento financiero, sorteando el momento productivo y donde el momento comercial (intercambio) en el retailer opera como respaldo y excusa para vender deuda.

La asimetría abismal entre los magros ingresos del pueblo trabajador y sus precarias condiciones laborales respecto de la minoría enriquecida a su cuenta y espalda, sólo es el termómetro del estadio de las relaciones de fuerza entre opresores y oprimidos en la sociedad chilena. Es decir, la fotografía de la lucha de clases en un momento determinado.

Asimismo, las políticas estatales de contención social hacia la población más empobrecida a través de programas asistenciales resultan muy acotadas en relación a otras economías de la región.

Como en Chile todo es mercancía –todo en su sentido más estricto y literal-, las relaciones sociales resultantes condicionan correlativamente el acceso precario a la salud y la educación de excelencia, a los derechos sociales, a la recreación y al tiempo para la producción y consumo de bienes simbólicos. Este fenómeno redunda particularmente en el no ejercicio de la política –en términos ampliados-, la ignorancia cívica y en una de las dificultades principales para los polos anticapitalistas en sus tareas contra-hegemónicas. Junto a la eficaz usina de la alienación explotada por la minoría gran propietaria, la falta de tiempo libre de los trabajadores y los pueblos atentan contra su organización, disposición de lucha y autoconciencia de sus intereses históricos. Si para el capital el tiempo es oro, para el trabajo y los oprimidos el tiempo es uno de los requisitos de su recomposición como sujeto y promesa de protagonismo político.

Por otro lado (de la totalidad sistémica), la uniformidad de los ingresos de la mayoría social –más allá de la segmentación aparente y balanceada por la deuda- debería colaborar objetivamente con la unidad orgánica y, por tanto, de sentido de las clases subalternas a la hora del combate social. De hecho, esa misma uniformidad obra como un facilitador provocado contradictoriamente por la forma nacional de la acumulación y reproducción capitalista en Chile.

3. Una semana antes del fin de 2013 y todavía cuando se escribe este artículo, los trabajadores portuarios de San Antonio y Mejillones, marcando a fuego las primeras líneas de 2014, realizan una paralización de actividades, tanto contra los incumplimientos del empresariado, como contra una de las formas más eficientes de la apropiación privada del excedente producido por el trabajo: la tercerización o subcontratismo o trabajo basura.

La pelea dura de alrededor de 4 mil trabajadores de los puertos ha obtenido la adhesión y solidaridad militante de los asalariados de 9 puertos chilenos, sectores estudiantiles y organizaciones populares de todo tipo. 

Si la demanda central –la superación de la precarización contractual, laboral y salarial de los trabajadores- es una reivindicación transversal para la mayoría de los asalariados del país, por causas asociadas a la coyuntura de la recomposición orgánica de la clase trabajadora, hasta el momento otras áreas del extractivismo y los servicios sólo han manifestado una solidaridad declarativa.

Sin embargo, las condiciones materiales para una huelga general están dadas. Los portuarios han ofrecido poderosa resistencia a la represión policial y política. El poder estatal y empresarial los criminaliza desde el gremio de los dueños (Confederación de la Producción y el Comercio), como desde el Ejecutivo de turno en su ocaso anunciado, empleando policía militar, rompehuelgas, falsos representantes sindicales, celda y amenaza.

El capital exagera sus pérdidas y como desde el nacimiento del movimiento obrero en Chile, acusa a los trabajadores de ‘anarquistas’ y digitados por la ‘infiltración’, como si sus demandas no fueran genuinas.

Pero lo anterior es repertorio conocido de los opresores. El dato grave es el silencio obsecuente de la dirección de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), compuesta por militantes de comités centrales y planas mayores de los partidos políticos de Nueva Mayoría (o ex Concertación más el Partido Comunista de Chile). Antes de que asuma Michelle Bachelet en marzo de 2014, la CUT revela una vez más su rol contencioso y complementario de la estrategia antipopular del capital desde el inicio de los gobiernos civiles post tiranía.

Los trabajadores portuarios, los estudiantes secundarios y universitarios, y el pueblo mapuche constituyen el movimiento real visible que contingentemente pugna contra los intereses del empresariado. Su unidad y ampliación de fuerzas sociales es posibilidad para conquistas de los oprimidos. Ningún sector puede alcanzar victorias estructurales por sí solo.

La tragedia tras este enero promisorio capitaneado por los portuarios, es la vuelta de tuerca explícita, formal, real y legal, de la dirección del Partido Comunista chileno al integrarse a Nueva Mayoría, un compuesto apoyado por el empresariado y la embajada norteamericana por su teórica capacidad de gobernabilidad, represión social probada y sin temblores y continuidad ultraliberal. Pero Nueva Mayoría no es el Frente Popular de los años 40 y 50 del siglo XX y su política nacional desarrollista y de sustitución de importaciones. Nueva Mayoría es el instrumento en crisis de representatividad del capitalismo realmente existente arriba descrito de manera apretada.

Resulta tremendamente dolorosa la pérdida de una tienda en cuya cuna se forjó una enorme franja de luchadores sociales que interpretaron, condujeron y protagonizaron episodios extraordinarios para los intereses históricos de los trabajadores y pueblos de Chile. Todavía no se ha basculado suficientemente este vuelco, impensable hace un par de décadas. Al respecto, la conducta reprochable de la dirección de la CUT ante la huelga de los portuarios es sólo un botón de muestra de las negativas repercusiones para el movimiento popular en el presente período y fase de su reestructuración. La propia realidad se encargará de hacer su diagnóstico.

lunes, 9 de julio de 2012

ESTRATEGIA Y TÁCTICA - Informativo MPT Nºs 2 y 3




Informativo Nº 2 
                        
                                                                                    (Nº 3, más abajo)                                                       

MOVIMIENTO DE LOS PUEBLOS Y LOS TRABAJADORES -MPT  MAYO 2012 

INTRODUCCIÓN

En el Informativo Nº 2, se reproduce nuestro documento central para el presente período estratégico, el que fue presentado en el evento del 3º Aniversario de nuestro Movimiento.
El documento “Estrategia y Táctica para el Presente Período”, esperamos que sea un verdadero aporte a las luchas de los anticapitalistas.

¡UNIR LAS LUCHAS PARA QUE LOS PUEBLOS Y LOS TRABAJADORES MANDEN!

Secretariado Ejecutivo MPT

ESTRATEGIA Y TÁCTICA PARA EL PRESENTE PERÍODO

MOVIMIENTO DE LOS PUEBLOS Y LOS TRABAJADORES -MPT

 1. LA ACTUAL COYUNTURA POLÍTICA Y LA TÁCTICA A SEGUIR.

Este año 2012, estaremos ante un aumento de la movilización social en el país y de diversas formas de expresión del descontento popular. Allí está la importante movilización del pueblo de Aysén por sus 11 demandas, una lucha de muchos años, y el apoyo que ya ha concitado a lo largo del país. Por otra parte tenemos las reivindicaciones y lucha de los estudiantes, quienes ya en actuado con diversas movilizaciones al comienzo del año, de hecho la Confech este 21 de abril dará a conocer su Plan de Lucha para el presente año. Allí está también la lucha por el derecho al agua de organizaciones sociales del centro y norte del país. Los trabajadores expresan su descontento a través de las huelgas sindicales, por medio de las manifestaciones y declaraciones de los trabajadores bancarios contra las AFP y el injusto sistema previsional, a través de las tomas de calles de parte de los pescadores artesanales, por medio de huelgas de hambre como es el caso de dos trabajadores en San Antonio. Los pobladores ya han iniciado sus movilizaciones por el derecho a la vivienda propia y digna. Y continúa la lucha de los mapuche en su permanente movilización por el derecho a la tierra y por que se cumplan sus demandas..
A todo esto el gobierno responderá con lo único que sabe hacer en la defensa de sus intereses, del de las grandes empresas y del sistema capitalista: con más y más represión policial y con la aplicación de la llamada ley antiterrorista.
Nuestro llamado es a no amilanarnos ante esto y a enfrentar esta represión con más organización, con más movilización y solidaridad social y con un estado de alerta permanente de los dirigentes y sus bases para que sus luchas avancen hacia una victoria completa, sin transacciones engañosas, sin que se frustren una vez más las esperanzas y la buena fe con que los pueblos, como el de Aysén, han levantado movimientos similares y, por lo general, son engañados por el incumplimiento de las promesas.

El Camino debe ser claro

Pero a no dejarse engañar, este escenario no es nuevo y el que hoy el descontento tenga mayor fuerza, tiene que ver con la incapacidad de los gobiernos de dar respuesta a las exigencias y necesidades reales de la gente.
Por esto debemos evitar a toda costa que el movimiento sea funcional a la lógica pendular de los actuales grupos políticos en el poder, y que sólo crezca el anti-derechismo en favor del retorno de la Concertación.
En este contexto, para enfrentar las próximas elecciones de alcaldes y concejales, hacemos nuestras consecuentemente lo acordado por nuestro movimiento en su evento fundacional: “Rechazamos cualquier acuerdo político con la derecha o la Concertación, desde la independencia política de la clase trabajadora, porque ambas componendas son expresiones de los intereses de la minoría que administra el poder a favor de un puñado de privilegiados que dominan a las grandes mayorías a costa de la explotación y mala vida de los trabajadores y los pueblos” … “En el proceso de acumulación de fuerza una multiplicidad de formas de lucha serán impulsadas, siendo lo electoral un elemento que debe discutirse ampliamente y de acuerdo a los contextos pertinentes, y que puede manifestarse de variadas formas; ya sea a través de un instrumento legalizado o con candidaturas autónomas o candidaturas levantadas por organizaciones sociales, y de ser necesario, con campañas de abstención y/o voto nulo”.
El camino es constituir ya la alternativa popular, que supone un cambio radical del ordenamiento social. Esta fuerza popular debe ser capaz de enfrentarse al poder de las dos derechas y  legitimarse ante el movimiento social como la alternativa viable y necesaria para vencer al sistema dominante. Debe ganar batallas ideológicas ante la desesperanza, la apatía, el escepticismo y la impaciencia.

2.- ANÁLISIS DEL PERÍODO ESTRATÉGICO

El sistema capitalista en el mundo no se agotará si no se le enfrenta por medio de un enorme movimiento social y político, de carácter revolucionario, que se plantee sustituir el capitalismo entendido como cultura, como formación y ordenamiento de la sociedad, por otra formación social sin explotación y con plena justicia e igualdad para toda la sociedad. El Socialismo.

Por eso es fundamental el papel que cumplen las organizaciones políticas de las clases y sectores sociales, y de las minorías culturales y nacionales explotadas y excluidas de los alardeados éxitos del sistema capitalista. No se puede sustituir el papel revolucionario de las clases explotadas por un supuesto protagonismo de sectores reformistas y socialdemócratas que buscan aliviar las penas de las mayorías, por medio de arreglos paliativos al interior del sistema capitalista. Los instrumentos de dominación del imperio, a través de los medios de comunicación, emiten discursos que ocultan y distorsionan la realidad y hacen creer en soluciones que sólo llevan a perpetuar la dominación. Es necesario más que nunca desarrollar la conciencia crítica.

El mundo sigue constituido en torno al trabajo, a la producción y el reparto de bienes. Ha habido cambios bruscos en relación a la imagen de las clases sociales, a la percepción de conceptos como la “pobreza” y la marginalidad, pero el sistema sigue más desigual e injusto que en su etapa anterior, la del Estado benefactor. Es falso que las clases trabajadoras, y en especial el proletariado, no existan ni tengan algo que hacer y decir en el momento actual de la historia mundial. El proletariado vive una clara situación de retroceso, pero sigue siendo la fuerza motora de la vida, que depende de producir para vivir. Un individuo tiene diversos roles, es trabajador, ciudadano, pertenece a una nación, desarrolla una cultura, tiene responsabilidades ante el medio ambiente, tiene un género u opción sexual, pero estas identidades –como elementos del ser- no son contradictorios y no se sustituyen objetivamente unos a otros, sino que en la subjetividad valoramos un aspecto más que otro; el sistema capitalista, hábilmente ha sabido quitar su identidad a las mayorías para ponernos en aparente contradicción y mantener su dominación.

La labor de cualquier organización revolucionaria es superar estas contradicciones y levantar la alternativa del cambio social por encima de las ilusiones reformistas y socialdemócratas que hacen invisible la lucha de clases.

La ilusión derrotista, del reformismo y la socialdemocracia, está basada en un efecto de perspectiva: la mayoría de los que escriben sobre la sociedad, de los que manejan los medios de comunicación o aparecen en ellos, de los que teorizan, el mundo académico, la intelectualidad; suelen ser parte del propio sistema o se dejan arrastrar a los intereses de los poderes dominantes. Su papel en la producción suele ser el propio de la “pequeña burguesía” empobrecida y marginal, sometida por la gran burguesía.

Los que escriben acerca del mejoramiento social en las últimas décadas, por lo general ocultan el drama social de las mayorías: no se rozan con la gente en problemas, no reúnen las últimas monedas para comprar el pan, no tienen los suministros básicos cortados por falta de pago, no conocen la cesantía ni la doble inseguridad frente a los empleadores y a los delincuentes. Si conocen parte de la realidad social, se circunscribe a la capital y algunas grandes ciudades: no conocen ni quieren conocer el drama de las regiones, de los campesinos sin tierra o sin agua, de los pescadores que no pescan, de los enfermos sin servicios de salud, de los adultos mayores desprotegidos por lo insolidario del sistema previsional, etc...

Es necesario que las organizaciones revolucionarias se agrupen por objetivos comunes. Hay que superar el divisionismo, la dispersión de ideas y de fuerzas.

Queremos volver a levantar la dignidad de nuestros pueblos y trabajadores por encima de la cordillera, queremos construir un Chile democrático y popular, creemos posible un mundo y un país mejor, queremos unir todas las luchas para que al final sean los pueblos y los trabajadores los que manden.

3. QUÉ TIENE Y QUÉ LE FALTA A LA IZQUIERDA REVOLUCIONARIA.

Frente a la dominación ideológica y mediática, necesitamos desarrollar la conciencia crítica. No basta con convocar, con reunir gente y llenar calles en protesta contra el sistema o alguna de sus expresiones, sino es imprescindible desarrollar un pensamiento crítico, una actitud revolucionaria de largo aliento, que trascienda la subjetividad y permita ser sujetos capaces, conscientes y activos, en cualquier terreno y coyuntura. Todo esto de llevarnos a desarrollar nuevas y diversas formas de organización popular.
Las organizaciones políticas no han sido capaces de dar mayor conducción al proceso, pero hacen lo que pueden. Hay mucha crítica a las organizaciones y no al sistema, que es quien genera el divorcio entre éstas y el mundo popular. El sistema hace esfuerzos para que nos traguemos el discurso anti-partidos, anti-ideologías, anti-organización. No pocos en las izquierdas se han creído el discurso que nos quiere reducir a individuos, a superhéroes aislados luchando contra el Goliat del Imperio. Ahora es el tiempo de la unión de los muchos y dispersos.

El sistema dominante nos hace correr “como gallina sin cabeza” para todos lados, sin concretar nada. Muchos inadvertidamente han hecho casos a los discursos que el sistema nos introduce maliciosamente: unos quieren un movimiento popular sin partidos, sin conducción, guiados por la mera voluntad y la impulsividad del individuo; otros (los menos) creen furiosamente en el papel rector y mesiánico de sus propias organizaciones, autodefinidas como la vanguardia, la única correcta, la gran fuerza que nos guiará a la tierra prometida. Unos prefieren la dispersión, las tareas inmediatistas, lo emocionante, las causas individuales; otros llaman a centralizar el quehacer en unos pocos temas; unos quieren el activismo sin tareas orgánicas, sin reuniones ni jefes; otros ponen el acento en la construcción de dirección, pero casi nadie puede concretar sus propios discursos, conforme a la capacidad efectiva de cada organización. Unos temas se ponen de moda, hasta que la moda pasa; otros mantienen los discursos de la revolución de octubre o del foco guerrillero, como si no hubiese pasado nada más en el pasado siglo y más exactamente en el último medio siglo. Para unos, una incesante búsqueda de la originalidad, en un barco que no llega a puerto; para otros, calco y copia servil a procesos a veces derrotados y en otros casos difícilmente repetibles fuera de su espacio y tiempo original.

No se hace la síntesis entre democracia y centralismo, entre movimiento social y movimiento político, entre partido de cuadros y organización de masas, entre tareas de largo y de corto plazo. No se hace un esfuerzo por hacer compatibles los ritmos y concepciones del tiempo de las distintas orgánicas: nos criticamos los excesos de lentitud o de aceleramiento con que abordamos los quehaceres. Tampoco aceptamos suficientemente que cada orgánica tiene sus propias prioridades de construcción, de participación, de movilización, y la visión parcializada nos ha dificultado construir alineamientos estratégicos con visión de conjunto, donde cada lucha y todos los destacamentos sean igualmente necesarios, valorables y respetables.
A muchos les falta objetividad, pero les sobran ganas y buena voluntad; hay también entre nuestras organizaciones, gente con intereses individuales, exitistas, usar las causas populares como trampolín para la cooptación y para escalar dentro de la clase política. Necesitamos revalorar y destacar la honestidad, expresada en el buen manejo de las ideas tanto como en el de los recursos materiales.

La búsqueda de acuerdos entre organizaciones se ve entorpecida por las ansias de protagonismo y de conducción individual que ha predominado en algunas de ellas. Nos referimos a las que no quisieron en ningún tiempo formar parte de nuestro empeño, y que no han demostrado mayor voluntad unitaria siquiera para coordinarse ante actividades concretas. La mayoría de las orgánicas, prefiere hacer su discurso por separado, sacarse la foto y enviarla a sus mentores, con eso les basta. Ya se ve que no se trata de agrupar siglas sino de convocar a personas con conciencia propia.

Tareas como las grandes reformas (educacional, previsional, de salud, de los derechos laborales), impulsar la obtención de espacios de poder municipal o parlamentario, o propiciar el llamado a una asamblea constituyente para reformular el Estado, o incluso el llamado a la toma del poder (para unos) o a la disolución del Estado (para otros) serán discursos sin efecto, si no empezamos construyendo un movimiento popular desde la base, un movimiento de cuadros y no solo de manifestantes dispuestos a salir a la calle. Se trata de hacer un aporte a la construcción de un nuevo pensamiento-acción y no solo de responder ante las catástrofes y los crímenes del sistema. Para eso no basta con solo hacer marchas y conformarse con la masividad. Queda pendiente un enorme trabajo de hormiga en lo social y eso lo preferimos construir en conjunto como MPT.

Por todo ello, parece vigente la necesidad de construir el Estado Mayor de los pueblos organizados: unir creativamente las ideas, acogiendo lo mucho que tiene de cierto la crítica a las izquierdas, a la vez de rescatar los valores y la consecuencia heroica de las organizaciones y alineamientos que han puesto las bases para ser lo que somos, tanto en lo positivo como en lo negativo. Se necesita construir una dirección popular, generada con lo mejor de nuestras fuerzas históricas y de nuestros movimientos populares, asumiendo una historia que empieza con la resistencia de los pueblos originarios y ha pasado por la construcción de un sindicalismo ejemplar, encarnado en Recabarren y en don Clotario, por la resistencia de nuestros mejores amigos frente a una de las dictaduras más crueles del último medio siglo, por la resiliencia frente a las derrotas que nos impuso la traición de muchos líderes, que abrió las puertas del país a la barbarie neoliberal, destruyendo mucho del esfuerzo que hicimos por derribar al régimen y abrir las alamedas del país a las clases populares.

Sabemos que son tareas muy grandes para tan pocos cuadros: pocos pero dispuestos a trabajar con visión de grandeza. Queremos volver a levantar la dignidad de nuestros pueblos y trabajadores por encima de la cordillera, queremos construir un Chile verdaderamente democrático-popular, creemos posible un mundo y un país mejor, queremos unir todas las luchas para que al final sean los pueblos y los trabajadores los que manden.

4. EL QUÉ HACER: LAS TAREAS PARA EL REARME DEL MPT.

a)      La propuesta central es rearmar el MPT como una organización que encauce la vocación participativa de personas con y sin militancia política, que comprendemos la necesidad de una dirección revolucionaria ajustada a los intereses concretos de pueblos y trabajadores de estos tiempos.
b)      Se trata de reformular la organización, de modo que canalice la expresión y la voluntad revolucionaria de quienes estén de acuerdo en las líneas centrales y crean en la necesidad de coordinar las acciones para lograr triunfos sociales y políticos.
c)      El MPT tiene que ser realmente capaz de hacer compatible el trabajo social con la conducción política y la participación activa y visible.
d)      Se debe sacar declaraciones del MPT ante los hechos políticos de relevancia nacional, mostrando su opinión y orientación política. La política de comunicaciones, desarrollarla en los siguientes ejes:
n      Difundir ampliamente, vía Internet y en papel, las declaraciones del MPT.
n      A través de Comunicaciones-MPT difundir los hechos políticos nacionales e internacionales de relevancia para la izquierda, los trabajadores y los pueblos, las eclaraciones y documentos públicos del MPT y las declaraciones y opiniones olíticas de los partidos integrantes del MPT como de sus aliados.
n      Actualizar y regularizar el funcionamiento del Blog del MPT.
n      Publicar tri-mensualmente el periódico “La Unidad”. El 8 de marzo se publicó nuestro periódico, La Unidad Nº 10.
e)      Se mantienen en alto los acuerdos tomados en la declaración fundacional del MPT.
f)        Impulsar una amplia unidad y coordinación de las organizaciones populares que trabajan en los distintos frentes sociales. Es necesario construir orgánicas de unidad tanto entre los pueblos originarios como respecto de los derechos ambientales y de las minorías.
g)      Llamamos a reimpulsar la construcción del Frente Amplio de Trabajadores (FAT) y a movilizarnos por un pliego social que incluya el salario ético mínimo, el fin del lucro con nuestros fondos previsionales, por una verdadera limitación de la jornada laboral y por que no se aumente la edad de jubilación, junto a las demandas por las que cada sector laboral ha venido luchando históricamente.




Informativo Nº 3
                        
                                                                                                                                                                    



MOVIMIENTO DE LOS PUEBLOS Y LOS TRABAJADORES -MPT  JUNIO 2012 


INTRODUCCIÓN

En este número del Informativo hemos querido mostrar a los trabajadores y los pueblos el verdadero significado de clase que representan los 100 años desde que se fundó, el 4 de junio de 1912, el Partido Obrero Socialista de Chile.

“EL 4 DE JUNIO ES UNA EFEMÉRIDE DE LOS TRABAJADORES Y TRABAJADORAS EN CHILE. NO PERTENECE A UN PARTIDO O A OTRO, SINO A LA CLASE ORGANIZADA Y CONSCIENTE”

¡UNIR LAS LUCHAS PARA QUE LOS PUEBLOS Y LOS TRABAJADORES MANDEN!

Secretariado Ejecutivo MPT

EL PARTIDO OBRERO SOCIALISTA
DESTACAMENTO PIONERO PARA EL PROLETARIADO EN CHILE

Un pequeño destacamento de trabajadores del Norte de Chile decidió asumir la forma de partido político, comprendiendo que era necesario un instrumento orgánico que mirase más allá de los intereses de un gremio u otro; que tuviese una visión de país y de sociedad y que derrotase al poder de la burguesía explotadora y pusiese los mecanismos del mando en manos de los que concreta y efectivamente generan cada producto, originando la riqueza: la clase trabajadora. Ya había numerosos sindicatos en 1912 y ya había grupos mutualistas y cooperativistas trabajando en forma dispersa pero efectiva en favor de los intereses de la clase obrera. Había obreros con concepción y autoafirmación de su condición de clase: había clase en sí y para sí.

También había partidos que en el siglo anterior habían roto con el esquema dual de conservadores y liberales: existían los radicales (como dice su nombre, eran los radicalizados de mediados del siglo XIX, partido de las capas medias incluyendo parte de la creciente burguesía, junto con latifundistas de nuevo tipo (beneficiarios de la invasión a territorios de Perú, Bolivia y pueblo mapuche) y estaba el Partido Democrático, que reemplazó a los radicales cuando éstos comenzaron a virar a la derecha, y que agrupaba numerosos obreros, concepto que hasta comienzos del siglo XX incluía no sólo al proletariado sino también al artesanado, a pequeños fabricantes, que trabajaban por su cuenta o con el grupo familiar, sin explotar a otros. Los demócratas también fueron radicalizados y ejercieron la acción directa junto con la contienda electoral.

Pero  el  electoralismo,  junto  a  otros  factores  manejados  por la  burguesía,  llevó a la corrupción a los demócratas. El partido de Malaquías Concha y otros próceres, fue dejando su condición de popular y traicionando a la clase obrera en una danza de corruptela.
Ello llevó a demócratas de auténtica convicción revolucionaria, a romper con su partido. Se puede jugar al “entrismo” por tiempos cortos, pero si te quedas décadas tratando de cambiar a tu partido sin lograrlo, es el partido el que te cambia y te hace un corrupto más. Así lo comprendieron Luis Emilio Recabarren y otros defensores de la causa proletaria.

La coyuntura que llega a 1912 se parece en mucho a los tiempos actuales: el capitalismo se desarrolló en forma explosiva en Chile, especialmente a partir de la anexión a Chile de las pertenencias salitreras del Norte Grande y de la expansión al sur del país, donde los militares y colonos expulsaron a las comunidades mapuche para instalar fundos cerealeros y explotaciones madereras. Hubo enriquecimiento de unos, chorreo a los sectores medios y explotación salvaje contra los de más abajo. Los gobiernos reprimieron con sadismo las manifestaciones obreras, como la de Santiago en 1905 (la “semana roja” o “huelga de la carne”) y en Iquique en 1907. El sistema permitió la inclusión de parlamentarios de partidos como el demócrata, y entre ellos a Recabarren, pero no fue mucho lo que pudieron hacer en medio de un sistema que en los hechos era binominal. La “cuestión social”, las desigualdades e injusticias sociales en el Chile del primer Centenario, era denunciada por intelectuales laicos e incluso por eclesiásticos que de la doctrina pontificia conciliadora fueron pasando a la crítica de la sociedad. Hubo un agotamiento de la política tradicional. Por su parte, las organizaciones revolucionarias eran reprimidas, sufrían la infiltración de agentes de la policía (entre provocadores, destructores del tejido orgánico y ladrones de fondos comunitarios), las ideas de cambio radical estaban aisladas y quedaban en minoría frente a un mundo que proclamaba el éxito de la civilización y del progreso, encarnado en la máquina, el ferrocarril y la luz eléctrica. El lujoso y clasista Titanic, inaugurado y desgraciado en 1912, es un símbolo de la época.

Los precisos, los jugados, como decimos ahora, pocos pero consecuentes, se reunieron en Iquique a comienzos de junio de 1912, y decidieron constituirse como partido. El congreso fundacional concluyó el 4 de junio. El nombre adoptado representa su programa de acción en síntesis: Obrero, porque representaba los intereses del proletariado y trabajadores libres, y Socialista, porque más allá de las reivindicaciones gremiales, se proponía reemplazar a la sociedad capitalista por el Socialismo. Antes del POS hubo otros pequeños grupos y partidos socialistas[1], a los que acaso les debamos reconocer un carácter pionero, y cuya historia ha quedado eclipsada por reconocerse en el POS el primer instrumento proletario.
A su vez, la historia del Partido Comunista de Chile ha eclipsado al POS.

El principal constructor del POS fue Luis Emilio Recabarren, quien en sus escritos de los años 1912-1923, hizo una dura y constante crítica a los demócratas y lo que representaban en cuanto a corrupción y defraudación de los intereses proletarios. Combatió la compra y venta de votos que hacían algunos de sus dirigentes, y criticó el hecho de que no faltaron demócratas elegidos para sillones municipales, a los que se fueron a sentar sin hacer nada positivo. Recabarren comunicaba en todas las tribunas, que el trabajador debía asumir cambios personales y no sólo impulsarlos en la esfera social: planteaba una revolución cultural que incluía la acción para rescatar al obrero de las garras del alcoholismo, en que la propia burguesía lo atrapaba; incluía la igualdad de géneros, el respeto del hombre hacia la mujer, en la casa y en el trabajo; la solidaridad de clase, impulsando el cooperativismo e iniciativas de autonomía alimentaria, como la producción de pan y lo que hoy llamamos “comprando juntos/as”. El POS no tenía una concepción militar-elitista del cambio social. No hay alusiones a una política militar en los escritos del partido. La revolución era tarea de los pueblos y no de guerreros selectos. El trabajo del partido no era ni con mucho para ganar uno tras otro los cargos públicos, era una labor de conciencia. Para los que no sabían leer y para la educación popular de todos, había grupos de teatro que difundían las ideas socialistas y mostraban a los espectadores, la realidad vista desde el arte escénico; el propio Recabarren escribió obras teatrales. Estas iniciativas, por supuesto, trascendían el quehacer del POS y eran asumidas por muchos obreros y obreras organizados a algún nivel de lo social. Una gran obra del POS y de Recabarren, fue transformar en 1919 la Gran Federación Obrera de Chile (conciliadora entre capitalistas y trabajadores) en la Federación Obrera de Chile, la FOCH, de carácter clasista.

Cuando  el  POS  se  transformó  en  Partido  Comunista  de  Chile,  en  enero  de 1923, no hubo un mero cambio de nombre; también hubo cambios en cuanto a las concepciones ideológicas por las que se construiría el socialismo. Hubo avances, entre otros el asumir el internacionalismo, y retrocesos, como ir dejando de lado la educación popular y el “trabajo de hormiga” de la construcción de protagonismo y poder de los pueblos: la política se fue haciendo cada vez más labor de oficina, de “bureau”.

El 4 de junio es una efeméride de los trabajadores y trabajadoras en Chile. No pertenece a un partido o a otro, sino a la clase organizada y consciente.

Los y las activistas y militantes de hoy debemos conocer el pensamiento y acción del POS, de Recabarren, de los sindicatos de la época. Tienen mucho que comunicarnos, la historiografía existe para aprender de los aciertos y de los errores de los que nos han precedido en el paso por los espacios y tiempos de este mundo.

Para leer:
§                    Devés, Eduardo y Carlos Díaz.1987, El pensamiento socialista en Chile. Antología 1893-1933Ediciones Documentas. Santiago.
§                    Cruzat, Ximena y Eduardo Devés (recopiladores). Recabarren. Escritos de prensa. 1898-1924. 4 tomos.
§                    Pinto Vallejos, Julio. 1999. Socialismo y salitre. Recabarren, Tarapacá y la formación del Partido Obrero Socialista, en Historia de la Pontificia Universidad Católica de Chile del Instituto de Historia. volumen 32, (1999), páginas 315-366. Santiago. Copia PDF en Memoria Chilena
§                    Ramírez Necochea, Hernán. 1956. Historia del movimiento obrero en Chile. Antecedentes siglo XIX. Editorial Austral. Santiago.
§                    Ramírez Necochea, Hernán. 1965. Origen y formación del Partido Comunista de Chile. (ensayo de historia del Partido). Editorial Austral. Santiago.
§                    Vitale, Luis. Obras escogidas: