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sábado, 15 de junio de 2019

Falleció Marta Harnecker, el MAPU la saluda



Lamentamos enterarnos del fallecimiento de Marta Harnecker. Su inteligente y revolucionario pensamiento-acción, sus claros escritos fueron determinantes para colaborar a la construcción de nuestro bagaje cultural y pensamiento, tanto de nuestro partido como de toda una generación.




Autora de "Conceptos Elementales del Materialismo Histórico"

Falleció Marta Harnecker, una de las más grandes figuras de la izquierda latinoamericana


Como autora, Marta Harnecker publicó más de 80 libros entre los que figura “Conceptos Elementales del Materialismo Histórico”, escrito en 1969 y que ya superó las 70 ediciones.
Este sábado falleció la escritora, psicóloga y periodista chilena, Marta Harnecker.

Esta activista nació en Chile en 1937 y es reconocida como una de las principales figuras de la izquierda latinoamericana. Vivió en primera persona el gobierno socialista de Salvador Allende y logró sobrevivir a la violencia del golpe militar de Augusto Pinochet.

Son muchos los que se formaron políticamente con sus obras. Su libro “Conceptos Elementales del Materialismo Histórico”, escrito en 1969 y que ya superó las 70 ediciones, ha formado parte de la formación de los militantes de los partidos de izquierda.

De raíces austríacas, Harnecker estudió Psicología en la Universidad Católica de Chile en 1962. Hizo estudios de posgrado en París con Paul Ricoeur y Louis Althusser. A su regreso a Chile en 1968, fue profesora de Materialismo Histórico y Economía Política en Sociología de la Universidad de Chile y fue directora del semanario político Chile Hoy.

Después del golpe de 1973, se exilió en Cuba, donde se casó con el Comandante Manuel Piñeiro con quien tuvo una hija.

Allí vivió el desgarrador “período especial” de ese país, y calificó como “admirable la forma como Cuba afrontó la caída del socialismo en Europa del Este y la URSS.

Luego de quedar viuda en 1998, Harnecker continuó con su carrera investigativa y se nutrió de los testimonios y experiencias de dirigentes políticos latinoamericanos que  forman parte de los artículos y textos que son hoy material de estudios en múltiples universidades del mundo.

Entre esas experiencias se encuentra la de Venezuela, ya que fue asesora del expresidente Hugo Chávez y del Ministerio del Poder Popular, donde formó parte del equipo de dirección del Centro Internacional Miranda [CIM] en Caracas.

Durante su estancia en el país suramericano pudo analizar el florecimiento de las luchas populares en América latina.

Marta Harnecker, una auténtica marxista

Marta Harnecker demostró que el socialismo no es un «proyecto» pensable sin la lucha y que no se puede hacer «desde arriba», ya que debe ser el producto de las luchas del movimiento de los pueblos y clases dominadas.

«En este sentido, ella es una auténtica marxista, continuando la labor iniciada por Marx, sin temor de enriquecerla —con la toma en cuenta permanente de lo que es nuevo en la realidad del mundo, del capitalismo, del imperialismo, de las luchas—, renovando así las conceptualizaciones, las propuestas teóricas y las relativas a las estrategias de acción», señaló el periodista Samir Amin en una rtículo publicado por La Haine.

«Ella ayudó a dar al marxismo vivo una dimensión latinoamericana, como otros le han dado una dimensión asiática o africana. Marta Harnecker ayudó a dar al marxismo la dimensión universal que debe ser la suya; ayudó a que sea oído por la gran mayoría de los pueblos del mundo, que son los de los tres continentes. Ella logró hacer escapar al marxismo de una reclusión euro céntrica mortal. La experiencia de los avances en las luchas de los pueblos de América Latina, han allanado el camino en las últimas décadas, a través del pensamiento teórico de Marta Harnecker, el cual ha sido decisivo en este sentido», subrayó.


Obras más reconocidas

Como autora Harnecker publicó más de 80 libros entre los que destacan: El capital: conceptos fundamentales (1971), Cuba: ¿dictadura o democracia? (1975), Pueblos en armas (1983), La revolución social (Lenin y América Latina) (1985), ¿Qué es la sociedad? (1986); Indígenas, cristianos y estudiantes en la revolución (1987); América Latina: Izquierda y crisis actual (1990); Haciendo camino al andar (1995); Haciendo posible lo imposible: La izquierda en el umbral del siglo XXI (1999); Reconstruyendo la izquierda (2006) y Un mundo a construir (nuevos caminos)  (2013), por el que obtuvo el Premio Libertador al Pensamiento Crítico .

Harnecker, quien sufría de cáncer, pasó sus últimos años entre Cuba donde reside su hija y  Canadá,  junto a su esposo, el destacado intelectual, Michael Lebowitz.


domingo, 28 de octubre de 2018

LIBROS Y CARTILLAS DE MARTA HARNECKER

Las obras de Marta Harnecker han sido publicadas en Internet, de acuerdo a las nuevas ediciones que la autora ha ido entregando después de que salieran impresas en la recordada Editorial Quimantú entre 1971 y 1973.



Se trata de un material indispensable para la difusión de las ideas-fuerza del socialismo científico.

Se pueden hacer observaciones de tipo teórico o teórico-práctico a algunos planteamientos, pero el todo constituye un edificio intelectual sólido y, lo más importante, con lenguaje al alcance de las grandes mayorías populares. 


Para entrar a la página y ver cada título: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=87882


  
Difundimos aquí las cartillas de educación popular, con el fin de que sean recuperadas, "bajadas", impresas y puestas a disposición de las organizaciones populares. Obténgalas, "antes que se agote" como decía la antigua propaganda, o antes que una mano siniestra las haga salir de las redes o hackee la página.


Copiado de la página:
Recopilación de la colección "Cuadernos de Educación Popular" de Marta Harnecker, publicados por primera vez durante el gobierno de la Unidad Popular en Chile y editados por Rebelion.org en formato PDF. Una excelente herramienta de probado valor pedagógico que pretende facilitar el acercamiento a los instrumentos teóricos más importantes para afrontar la transformación social.


sábado, 28 de abril de 2018

LIBRO PARA DESCARGAR: EL CARÁCTER DE LA REVOLUCIÓN CHILENA

UNA MUY BUENA NOTICIA:

Desde hace tiempo, estábamos por digitalizar y compartir el libro EL CARÁCTER DE LA REVOLUCIÓN CHILENA, elaborado por la Secretaría Nacional de Educación Política del MAPU, por encargo de la Comisión Política Copol. La primera edición salió en los primeros meses de 1971.

Leer "El carácter..." fue una tarea de educación política para todas y todos los mapucistas, tarea que se cumplía individual o colectivamente con mucho agrado, ya que nos entregaba dirección u orientación política y aclaraba temas que nos eran de importancia, ayudándonos en la asimilación de elementos básicos del materialismo histórico y entregándonos un cuadro cabal de la situación económica y social de Chile,. especialmente explicándonos lo que era la estructura de las clases sociales. De esta caracterización de las clases se derivaba el carácter de la revolución, es decir las tareas estratégicas a cumplir, la política de alianzas a adoptar, las prioridades para avanzar en la construcción del socialismo.

Un tema de plena actualidad es introducirnos a cuáles son las clases sociales: define correctamente lo que son la burguesía y el proletariado, explicándonos, por ejemplo, que burgués no es cualquiera al que le gusta "vivir bien" o que tiene mucho dinero, sino que burgués es el propietario de medios de producción, que utiliza mediante la apropiación de gente que él explota en su beneficio. Y proletario no es sólo la persona que trabaja en una industria, sino quien no tiene otro medio sino su propia fuerza de trabajo, y la tiene que "vender" a un burgués. Claro, eso es el ABC del materialismo científico o marxismo, pero este libro lo explica "aterrizado" a la realidad chilena. Nos llama la atención que proletario, entonces, es el trabajador industrial o no industrial, del campo o de la ciudad,  como el obrero agrícola, el empleado particular o estatal, el profesional que trabaja contratado por otros. Hoy escuchamos decir que cada vez hay menos trabajadores... ¿entonces quienes hacen todas las cosas con que comemos, nos vestimos, desarrollamos la vida en general? Conviene releer El Carácter de la Revolución Chilena, por supuesto que adecuando ese análisis a la realidad actual.
Terminado el "Estado benefactor", hoy vivimos la era del Imperio, del neoliberalismo o capitalismo salvaje, de la precarización de los trabajos, de la externalización, de la desterritorialización, palabras largas pero que la o el trabajador subempleado y mal remunerado, entiende de inmediato porque vive y sufre esta realidad encarne propia. Por eso hay que preparar una nueva versión de este libro.

La Biblioteca del Congreso Nacional ha publicado una copia digital de este libro. Tenemos que bajarlo, antes que llegue una orden de sacarlo de circulación.



Ya han sido sacadas de circulación otras publicaciones de este libro, como se veen el siguiente enlace:
WordPress.com


lunes, 23 de febrero de 2015

El dinero, talón de Aquiles del capitalismo

por Nazaret Castro
EL CIUDADANO

Todos sabemos que el dinero tiene un papel central en nuestras economías y en nuestras sociedades; intuitivamente, le atribuimos una idiosincrasia mezquina, tal vez amoral. Lo que no todos imaginamos es que esa centralidad del dinero es tan nueva en la historia como lo es el capitalismo, con sus dos siglos de historia. Porque antes, muchísimo antes, ya existía la moneda, el dinero como forma de facilitar los intercambios, pero la gran novedad que trajo el capitalismo fue la normalización de la tasa de interés, el hecho de que el dinero hace dinero, y así, el dinero se transforma en capital; en una mercancía que, si se acumula, produce ganancia. Fue con la consolidación del capitalismo en los siglos XVII y XVIII cuando, en Inglaterra, comenzó a darse un cambio fundamental en las subjetividades y las normas sociales que acabó con la aprobación social del cobro de interés. Y a día de hoy es sobre las tasas de interés que se configura nuestro sistema monetario globalizado, ese que, bajo la apariencia de complejidad técnica, se apoya en premisas muy sencillas.

La primera es que el dinero es fiduciario, es decir, que se basa en la confianza. En nada más que la confianza. El dinero no es una cosa: es la creencia en una cosa. Desde el fin del patrón oro en los años 70, nada hay que respalde el valor de un billete, o de un depósito bancario electrónico, que no sea la confianza del resto de la sociedad en que esa moneda tiene valor. Por eso decía Lietaer1 que el dinero no sólo es el sistema nervioso central del capitalismo; es también el talón de Aquiles del sistema. De ahí el esfuerzo por hacer del dinero algo incomprensible: “Más que cualquier otro campo de la economía, el estudio del dinero utiliza la complejidad para encubrir la verdad o evadirla, pero nunca para revelarla” (Lietaer, 2005, p. 100).


Esa opacidad que rodea al dinero se explica porque esa magia sostiene una estructura de poder que ha convertido a las entidades financieras -y, en última instancia, a las personas que hay tras ellas- en los dueños del mundo. Pocas personas saben cómo se crea el dinero; aunque es el Estado el que acuña monedas y billetes, son los bancos los que crean el dinero de la nada -¡de la nada absoluta!- cuando un particular pide un préstamo. Por eso se dice que el dinero es deuda: cuando alguien pide una hipoteca por 200.000 euros, el banco crea mágicamente 200.000 euros, que esa persona deberá pagar con el fruto de su trabajo, más los intereses. Durante décadas, con el fruto de su trabajo, el trabajador le estará pagando al banco un dinero que ese banco nunca tuvo, que creó de la nada, y que además prestará varias veces en virtud del llamado sistema fraccionario. En Europa, una entidad bancaria sólo debe retener en depósitos el 1% del total del dinero con el que especula.

Desde su creación en el siglo XIII, los bancos descubrieron el “secreto de los alquimistas”: de la nada creaban oro, pues fueron capaces de persuadir a la gente de aceptar como medio de pago la promesa de un pago futuro, un pagaré, que después evolucionó hacia los modernos billetes, monedas, y después, dinero electrónico. El cobro de intereses, que durante siglos había sido denostado y castigado en diferentes civilizaciones, se generaliza y trae profundos impactos sobre las sociedades capitalistas: fomenta la competencia y la necesidad de un crecimiento constante e infinito. Además, el funcionamiento del sistema monetario hace que las inversiones cortoplacistas resulten más rentables, lo que desincentiva invertir, por ejemplo, en tecnologías más amables con el medio ambiente; más aún: fomenta sustituir la inversión productiva por la pura especulación financiera. El sistema monetario se nos suele presentar como algo dado, neutral, al margen del mundo real; pero tiene consecuencias directas tan desastrosas como la destrucción ambiental y la desigualdad social.

El dinero es, para Marx, la mercancía equivalente específica, esto es, la medida del valor del tiempo de trabajo que contiene una mercancía. Fue necesario el dinero y la objetivación del tiempo para colocar las bases del trabajo asalariado, que nació con el capitalismo, y en esa abstracción, que reduce lo cualitativo a lo cuantitativo, se fundamenta la fetichización de la mercancía: el proceso por el cual las relaciones sociales entre las personas -relaciones de producción y consumo- se transmutan en relaciones materiales entre cosas, porque el trabajador resulta enajenado del producto de su trabajo. Y es de este modo que, como dijo Habermas, el dinero pasa a ser “el medio a través del cual el sistema económico coloniza el mundo de la vida social rutinaria”.


La situación adquiere tintes dramáticos a partir de la desregulación del sector en los años del neoliberalismo. Se les da absoluta libertad a las entidades financieras para que conviertan el sistema monetario en un casino global. Como señala Lietaer, el dinero especulativo (hot money) se está convirtiendo en una especie de gobierno mundial fantasma. El 98% de las inversiones son meramente especulativas. La globalización de los mercados financieros implica que cualquier persona, aunque lo ignore, forme parte del juego monetario mundial y esté sujeta a las consecuencias de su fragilidad. Las comunidades del África subsahariana ven cómo aumentan los precios de los alimentos porque los bancos decidieron que era rentable especular con los precios del trigo, el arroz o el maíz. Son urgentes medidas como limitar el tamaño de los bancos -esos que son “too big to fail”- y limitar la especulación, comenzando por bienes básicos como los alimentos y la vivienda, para terminar por erradicarla y volver a la consideración del cobro de interés como comportamiento inmoral, indebido e ilegal.

Si el dinero es un acuerdo social, entonces basta que una comunidad acepte un papelito para que éste adquiera valor. Es lo que hacen las monedas sociales, que no dejan de crecer en España. Su potencial emancipador es enorme, pues subrayan esa mística que rodea al dinero: muestran que los pumas, ekhis o soles pueden ser tan funcionales como los euros. Con una diferencia clave: las monedas sociales ayudan a recolocar los intercambios en las relaciones sociales de proximidad; nos ayudan así a acabar con el mayor de los fetiches del capitalismo, el del dinero, que homogeniza mercancías, que sustituye cualidades por cantidades, y que va calando en las subjetividades hasta imponer la lógica de la mercancía a las personas y a las relaciones afectivas.


Si quieres saber más:

Documental Dinero es deuda: https://www.youtube.com/watch?v=zigHDdIosM8



1Lietaer, B. (2005) El futuro del dinero, Buenos Aires, Lonseller.


El dinero es deuda:
https://mail.google.com/mail/u/0/#inbox/14bb1c287db8c257?projector=1