El enriquecimiento súbito de Sebastián Dávalos Bachelet no pasó inadvertido para la prensa de derecha, incluso cuando faltaba casi un año para que la madre de éste ganara las elecciones para llegar a su segundo período. El tema "reventó" justo cuando el gobierno hizo frente al escandaloso asunto de Penta y los ilícitos cometidos por empresarios y miembros de la UDI.
No sería "malo" en sí el ascenso económico, basado en el emprendimiento, en el juego limpio de los negocios, pero esto se transforma en un asunto de preocupación pública cuando involucra el uso de redes de poder.
Dávalos mantiene vínculos con Agrosuper, la empresa que contamina todos los lugares donde tiene plantas de crianza de cerdos. El caso de la contaminación de Freirina es un ejemplo: el problema aún no es resuelto debidamente, a pesar de que los habitantes de la ciudad se movilizaron con todas sus fuerzas: basta un telefonazo de un lobbista, dirigido al poder judicial o al gobierno regional o a la policía, para que el esfuerzo de la ciudadanía quede anulado.
Desde antes del segundo gobierno de Bachelet, la alianza de esta "familia real" con Luksic, quedó sellada. Entonces, el poderoso clan Luksic tiene al gobierno de la señora Michelle en su bolsillo.
Estas redes de lucro, de permisividad ante lo ilegal, lo ilícito y lo éticamente condenable, hacen imposible un gobierno de las mayorías, pensado en el bien común. Los gobiernos chilenos, hasta los años 70-80, dieron la imagen ante el mundo de probidad y de incorrupción. Pero con el advenimiento del neoliberalismo y los pactos de impunidad entre la clase política civil y la dictadura saliente, echaron por tierra esa imagen de honradez. Usando la nomenclatura de México (paraíso de la corrupción estatal), en Chile hoy predominan la "mordida" (1)y la "piñata" (2).
¿Qué diferencia hay, entonces, entre un gobierno de la ultraderecha tradicional, y uno "progresista", "humanista", "socialista", "izquierdista"? Uno de los problemas de fondo es la corrupción que domina el campo de la clase política gobernante. Gobernar es tener acceso a fuentes de poder, principalmente económico. Gobernar (hasta ahora) es entrar al saqueo del Estado y a asociarse con los grandes explotadores, responsables de la infelicidad de las mayorías.
1.- Mordida = coima, cohecho, el provecho que saca un funcionario por alguna actuación en el límite de lo lícito.
2.- Piñata = Por similitud con el juego infantil, es el reparto de cargos públicos que se produce en cada cambio de gobierno, donde "el que pesca, pesca".
El buen pasar del hijo de Bachelet
El primogénito de la ex Presidenta de la República cuenta con seis sociedades, cuatro automóviles Lexus y un domicilio comercial en la Torre Santa María.
La
revista Qué Pasa hizo mención de un hecho que no pasó inadvertido el día en que la secretaria general de ONU Mujeres, Michelle Bachelet, salió de su casa en La Reina para asegurar: “Hablamos en marzo”. Los periodistas que se encontraban esperando a la ex mandataria se percataron de la llegada del hijo mayor de Bachelet y lo hacía conduciendo un descapotable negro del 2012, de marca Lexus modelo New IS 250. Vehículo que está avaluado en Chile en 27 millones de pesos.
La publicación consigna que Sebastián Dávalos Bachelet y su esposa, Natalia Compagnon, participan desde hace años en —al menos— seis sociedades comerciales que tienen entre sus giros la asesoría y representación de empresas nacionales y extranjeras. A través de la sociedad Caval Limitada se compraron el automóvil que conduce el hijo de la ex presidenta y otros tres Lexus, un New IS 250 y dos Station Wagon 4×4 modelo RX 350, cada uno avaluado en $ 30 millones.
Entre los clientes de la empresa está, por ejemplo, el empresario Gonzalo Vial Concha, controlador de Graneles de Chile e hijo del dueño de Agrosuper.
Según Qué Pasa, la creación de la primera sociedad se remonta a diciembre de 2006, cuando Dávalos, cientista político de la Universidad Central, trabajaba como asistente de la Unidad Asia de la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales (Direcon), y a inicios del gobierno de su madre, Michelle Bachelet.
Entonces, el hijo de la ex jefa de Estado integró el equipo negociador del TLC con Japón. En esa misa fecha, su pareja, Natalia Compagnon, constituyó con el académico de origen taiwanés Yun-Tso Lee la sociedad “Comercial, Inversiones & Consultorías Asia Pacific Brokers”, cuyo nombre de fantasía es Inversiones APB Limitada y realiza asesorías a empresarios chinos que vienen en busca de inversiones mineras. El académico es director del Centro de Estudios Internacionales de la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo (UDD) y tiene una vieja amistad con Dávalos, la que data desde la época en que le hacía clases en la Universidad Central. Más tarde, ambos firmarían juntos un documento sobre las relaciones entre Chile e India, y Dávalos haría clases en la UDD.
Mientras Dávalos fue asistente del departamento OMC de Direcon se asoció con un grupo de amigos para crear CBR Group Ltda., con un capital de $ 4 millones, cuyo objeto era importar equipos de audio y video. Sin embargo, el proyecto no dio resultado y, aunque la sociedad sigue vigente, está inactiva. La segunda sociedad, C&D Asociados, la creo Dávalos con Manuel Contreras Chamorro con un capital de $ 3 millones para asesorías informáticas.
En febrero de 2012, el hijo de Bachelet y su pareja crearon dos empresas de asesorías en el mismo domicilio: Exportadora y de Gestión Caval Limitada, y Compagnon y Dávalos Sociedad Anónima. Ambas ubicadas en Los Conquistadores 1700, oficina 9 B (en la célebre Torre Santa María). El noveno piso es propiedad de una figura conocida en el bacheletismo, el ex ministro del Interior Belisario Velasco.
Por último, está la empresa “Inmobiliaria e Inversiones San Lucas S.A” con un capital de $ 5 millones, de los cuales $ 4,5 fueron depositados por Compagnon, y el resto por su madre, Margarita Soto.
Según Qué Pasa, Dávalos además solicitó un crédito hipotecario de 5.000 UF para comprar una casa vecina a la que tiene Bachelet en La Reina.
(Foto: Revista Qué Pasa)
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