Don Domingo Santa María González fue presidente de Chile entre 1881 y 1886. Cualquier semejanza o coincidencia con la realidad actual es pura casualidad.
Dice la historia que era un político liberal, muy ambicioso y resuelto, y que tenía en su hoja de servicio, como mérito, haber gestionado y conseguido, la cesión y anexión a Argentina de los territorios chilenos de la Patagonia Oriental.
Anota, también, entre sus méritos, buenos líos políticos, por su carácter revoltoso y molesto. Su participación en dos revueltas (1851 y 1859), contra el gobierno, le significó el destierro a Europa. Estuvo desterrado.
Volvió y fue elegido Presidente de la República de Chile.
Kawesqar en exhibición pública en Paris
La historia dice, como para callado, que ese año 1881, un grupo de 11 kawésqar fue capturado, secuestrado contra su voluntad, en Tierra del Fuego por el empresario alemán Carl Hagenbeck, y llevados a Francia, para exhibirlos como animales salvajes, parecidos a los hombres, en un Museo de Paris y posteriormente, en diversas ciudades de Alemania.
Al igual que los kawésqar, otros dos grupos de fueguinos (selk'nam y tehuelches) y uno mapuche fueron llevados a Europa a fines del siglo XIX. Todo esto con permiso e indiferencia de las autoridades chilenas.
Exportación de la vergüenza nacional.
Un crimen de lesa humanidad que nos enloda y que gozó y goza de la más absoluta impunidad.
Hoy suceden cosas muy parecidas, especialmente relacionadas con la explotación de la desgracia ajena, ejemplo, el anuncio de que los mineros de San José estaban vivos tuvo que esperar horas hasta que llegara el protagonista y dar a conocer la noticia.
Se apresuró el rescate, como un parto con fórceps, por conveniencia presidencial.
Posteriormente, aprovechando el viaje, el protagonista se llevó a 3 de los 33 modestos mineros, para ser exhibidos en Europa, incluso alguno sin ropa, en España.
Frente al dinero, la fama, el rating, el reality y el royalty, el provecho es el que vale, y sobra protagonismo.
La diferencia, con la presidencia de don Domingo Santa María está en que la exhibición en Paris de los Kawesqar, Onas y otros fue el presagio del gran genocidio y exterminio de esos pueblos originarios de la Patagonia, a manos de los mercenarios y esbirros de los grandes terratenientes, y ganaderos, especialmente en la isla grande de Tierra del Fuego.
Totalmente exterminados. Una carnicería por encargo.
El protagonismo presidencial chocó, en Paris con protestas de proporciones, estudiantes, trabajadores, mapuches, nada de realities, farándula ni montajes.
Lo más melodramático o tragicómico es que parece que los sabios consejos del presidente de Chile para su “amigo” Sarkozy, presidente de Francia, no fueron más que un verdadero salvavidas de plomo.
Colón presentando cautivos indígenas a Isabel la Católica en Barcelona, 1500
Atte. Ismael Vallejos H., por el derecho a vivir.
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