El presidente boliviano, Evo Morales, no solo venció en las elecciones de este domingo, sino que logró su conquista tras superar todos los obstáculos que le impusieron desde Estados Unidos, con la complicidad de la débil derecha nacional, para frustrar el liderazgo que ha logrado en esa nación andina, en Latinoamérica y a nivel internacional.
Desde intentos de golpes de Estado y campañas mediáticas hasta tratar de amedrentarlo durante una gira europea, en la cual se le impidió a su avión sobrevolar varios países europeos, no fueron suficientes para impedir que el bautizado Gran Jefe Indio Latinoamericano continúe la lucha al frente de su pueblo y la Pachamama (Madre Tierra).
Incluso horas antes del inicio de los comicios, los adversarios de Morales hackearon varios medios de prensa nacionales, y difundieron informaciones falsas en las redes sociales sobre un eventual accidente o atentado sufrido por el actual mandatario boliviano, con el propósito de torpedear la consulta electoral.
Sin embargo, el Tsunami Azul, como le llamaron durante su campaña electoral, aplastó a sus contrincantes mediocres financiados por la Casa Blanca, y demostró una vez más a Washington que es un líder indiscutible regional y mundial.
Como prometió, Morales les propinó una goleada De Zurda, y proseguirá con su Proceso de Cambio iniciado cuando ascendió al poder en 2006. Entonces Bolivia era el segundo país más pobre de América Latina, después de Haití.
Hoy la Pachamama figura en la vanguardia de la Patria Grande con mayor crecimiento económico, y es la que más ha reducido la pobreza, con 32,2 puntos porcentuales, según un informe divulgado recientemente por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Acorde con ese documento, Bolivia se sitúa además a la cabeza en esta región en cuanto a la transformación de la población vulnerable (16, 9 puntos porcentuales), y ha incrementado al mismo tiempo la cifra de habitantes con recursos financieros holgados.
Morales la ha convertido en una potencia energética, tras nacionalizar los hidrocarburos, e impulsar esa importante industria generadora de riquezas, como similar ha hecho en otras esferas de la industria, el comercio y los servicios.
A la misma vez, el victorioso Gran Jefe Indio Latinoamericano ha promovido numerosos programas sociales en diferentes sectores como la salud, la educación, el deporte y la construcción de viviendas, entre otros, con notorio impacto en una población de 11 millones de habitantes, que en su mayoría vivía en la miseria, sin acceso a un techo ni a agua potable, y sin derechos a una asistencia médica y enseñanza dignas.
Actualmente Bolivia preside el importante Grupo G-77+China, que integran 133 países miembros de las Naciones Unidas, y su política exterior es bien clara: solidaridad, paz, integración, independencia, no injerencia en los asuntos internos, defensa de la Madre Tierra ante el Cambio Climático, reivindicación de la comunidades indígenas, y lucha por su derecho soberano a una salida al mar.
En cuanto a Estados Unidos, Morales ha demostrado no teme a sus amenazas y agresiones, y que tiene lo que tiene que tener para decirle al imperio lo que merece, por ello seguirá siendo otra espina en la garganta de Washington.
Como escribí en un anterior artículo, con su triunfo este 12 de octubre, que es también de la Patria Grande, Evo continuará dignificando en el siglo XXI la Bolivia por la que Ernesto Che Guevara luchó y soñó en la centuria pasada.
- Evo Morales y el MAS ganan por más del 60% de
los votos, seguido por Unidad Demócrata con aproximadamente 18%; el
Partido Demócrata Cristiano con un 17%, de acuerdo con los primeros
resultados entregados por el Tribunal Supremo Electoral y por las
proyecciones de la agencia IPSOS.
- Evo gana en todos los departamentos del país,
excepto en el departamento del Beni, que lo hace Samuel Doria Medina de
Unidad Demócrata.
- En el Departamento de Santa Cruz el MAS
obtiene 49,9% seguido por Doria Medina con 38% de los votos emitidos.
- 130 diputados y 36 senadores han sido elegidos
por un poco más de 6 millones de electores y una participación de más del
80% del padrón electoral.
- Este resultado es mayor del previsto al
obtenerse un % que está alrededor del 60%, con lo que el MAS de mantener
estos datos podría garantizar el control absoluto de la Asamblea
Plurinacional de Bolivia.
- Llama la atención el pobre resultado obtenido
por el ex aliado del MAS, Juan del Granado, del Movimiento Sin Miedo que
según estos primeros resultados no obtendría el 3% de piso exigido por la
ley electora
- Para esta elección fue muy importante la
participación electoral de bolivianos residentes en el exterior, con más
de 30 países donde se abrieron mesas y más de 7000 jurados electorales.
- El empadronamiento de personas en el exterior
llegó a la cifra de 272 mil empadronados y habilitados para votar.
- Entre los residentes bolivianos en el exterior
destacan los que viven en países como Argentina, Brasil, Estado Español y
EEUU, donde se concentra el 90% de los electores en el exterior. Solo en
Argentina estaban empadronados 90 mil personas.
La Paz, octubre 12 - El presidente Evo Morales agradeció el domingo por la noche al pueblo boliviano por el apoyo en las elecciones generales que ganó con más del 60% de los votos, según datos a boca de urna, y dijo que es un triunfo de la liberación, del anticolonialismo y del antiimperialismo.
Desde el histórico balcón del Palacio de Gobierno situado en la plaza de armas de La Paz, Morales recibió el cariño de miles de bolivianos que se congregaron en inmediaciones de la Casa de Gobierno a la espera de su discurso.
"Muchas gracias por este nuevo triunfo del pueblo boliviano", afirmó en medio de vítores y cánticos y aseguró que ese respaldo mayoritario compromete más "para seguir integrando no solamente a los bolivianos sino a los latinoamericanos".
"Ha ganado la dignidad y la soberanía del pueblo boliviano y está dedicado a todos los pueblos del mundo que luchan contra el imperialismo", subrayó y afirmó que también está dedicado al líder histórico de la revolución cubana, Fidel Castro y al extinto presidente de Venezuela, Hugo Chávez.
El Presidente que parecía abrochar su tercer mandato consecutivo desde 2006, ganó en 8 de los 9 departamentos de Bolivia.
Sólo en el amazónico Beni perdió a manos del empresario Samuel Doria Medina, que cosechó el 25,1% de los sufragios, siempre según Ipsos, aunque Morales dijo que todavía "se disputa voto a voto".
En tercer lugar de la votación en Bolivia llegó el expresidente conservador Jorge Quiroga con 9,6%.
El exalcalde de La Paz, Juan del Granado, quedó en el cuarto lugar con 2,9%.
El dirigente de los indígenas de una reserva amazónica en el nordeste del país, Fernando Vargas, acaparó, por último 2,7% de los votos.
El rector de los comicios, el Tribunal Supremo Electoral, difundirá a medianoche los resultados oficiales.
En 2006 inició un mandato al frente de la República, que no terminó porque se cambió la constitución en 2009. Ese mismo año se convocaron elecciones para el Estado Plurinacional y resultó electo con posibilidades para una reelección.
El miércoles pasado, el representante en las urnas por el Movimiento Al Socialismo (MAS) cerró su campaña y apenas tres días después, el sábado, en vísperas de los comicios, se difundió en Twitter un mensaje apócrifo sobre un supuesto atentado en su contra, lo cual él lamentó y dijo que se trataba de una maniobra de la oposición.
En su caso, ya tiene a su favor las políticas públicas para mejorar los estándares de vida de sus conciudadanos y de la recuperación de los recursos naturales y de empresas clave para el desarrollo de la nación boliviana, y de la inédita medida de reducir su propio sueldo.
El reto de este indio aymara será superar lo conseguido en tres votaciones anteriores, en las cuales siempre sobrepasó el 50 por ciento de los sufragios.
Los últimos tres sondeos de las empresas Estudios Mori, Tal Cual e Ipsos, dan a Morales ganador con comodidad en primera vuelta, con cifras que se acercan en algunos casos al 60 por ciento de la intención de votos y en otras rondan el 55.
En todas aventaja en más de 40 puntos al candidato de Unidad Demócrata, el empresario cementero y otrora ministro de Planeamiento, Samuel Doria Medina, quien en los últimos días se dedicó, sobre todo, a atacar al tercero en los sondeos, el expresidente Jorge Tuto Quiroga, del Partido Demócrata Cristiano.
En 2005, cuando resultó electo presidente de la República, Morales alcanzó el 53,74 por ciento de los votos, cifras inferiores a lo que le otorgan para las próximas elecciones la totalidad de la encuestas.
En 2009, al ganar los comicios para encabezar el Estado Plurinacional, luego de aprobarse la Nueva Constitución Política del Estado, el actual mandatario compiló el 64,22 por ciento de los votos, una cifra que, según sus propias declaraciones, espera sobrepasar esta vez.
El primer presidente indígena del país enfrentó un referendo revocatorio en 2008 y salió adelante con el 67,43 por ciento del sufragio, cifras que hablan del nivel de aceptación de sus políticas de gobierno, desde que llegó al Palacio Quemado el 22 de enero de 2006.
Al otrora líder cocalero le basta para reelegirse el 50 por ciento más uno de los votos o sacarle una ventaja de 10 puntos a su oponente mas cercano, de lo contrario será necesario efectuar un balotaje, previsto para el 7 de diciembre venidero.
De ganar los comicios, cumplirá su primera reelección al frente del Estado Plurinacional, la única que establece la Carta Magna y deberá abandonar el Palacio Quemado en 2020.
Morales es visto como el artífice del salto importante en la economía nacional tras nacionalizar los hidrocarburos y varias de las llamadas empresas estratégicas, además de convertir a Bolivia en centro energético de la región.
Más de seis millones de bolivianos, desde el país y el exterior, elegirán este domingo a quien será su presidente para el período 2015-2020, además de 36 senadores -cuatro por cada departamentos- y 130 diputados.
Además de los observadores internacionales, entre estos una comisión de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), están acreditados unos 2.000 nacionales, por primera vez en la historia electoral de la nación andina.
Linda Calderón Marín· 5 días atrás 11:10 EL CIUDADANO
- Reducción
de la extrema pobreza,
con una meta del 9% para 2020 y 0% para el 2025; 2.Universalización de
los servicios básicos, con una cobertura de 100% de agua potable y
electricidad para las zonas urbanas para 2020, y un 90% de cobertura de
estos servicios para el área rural; 3.Acceso a la vivienda, educación y
salud, donde se propone que para 2020 el 70% de la población esté
respaldada por el Seguro Universal de Salud; 4.Revolución
tecnológica y científica, donde se aspira a producir energía nuclear
con fines pacíficos que asegure la independencia energética de Bolivia; 5.Inversión
para la profundización de la industrialización, productividad y empleo en
busca de soberanía energética para el país, donde destaca una
millonaria inversión para la explotación de litio; 6. Producción
de alimentos que asegure la soberanía alimentaria de Bolivia; 7.Agua
para la vida como una propuesta para el manejo del riego y del agua, la
biodiversidad y los recursos forestales; 8.Vías de comunicación,
conexión e integración con el desarrollo de carreteras, terminales aéreos,
ferroviarios, fluviales y de transporte por cable, donde destaca el
proyecto de ampliación del teleférico en La Paz; 9. Cuidar el
presente para asegurar el futuro a través de distintas propuestas
como los bonos y la ampliación del salario; 10. País soberano y
seguro, como propuesta que apunta a mejorar la seguridad ciudadana, la
lucha contra el narcotráfico, los problemas en el sistema de justicia y la
corrupción; 11. Instalación de la Asamblea por la Revolución de la
Justicia Digna con participación social y la Ley de Reforma y Referéndum
Constitucional para el cambio judicial en busca de la Revolución del
sistema jurídico con participación del pueblo, basado en la trilogía
aymara de “Ama Suwa, Ama Llulla, Ama Quilla” (no robar, no mentir, no
vagar); y por último, 12. Diplomacia de los Pueblos como un
desafío boliviano por un orden mundial por la vida y la humanidad, en
miras de aportar para una reforma de las Naciones Unidas y una nueva
arquitectura mundial financiera internacional, donde Bolivia busca el
retorno al mar con soberanía, proteger y promover los derechos de los
pueblos indígenas y la defensa de la hoja de Coca a nivel internacional.
Ganó Evo exactamente un emblemático 12 de octubre, que es como darle una soberana patada en el trasero a todos los colonialistas que desde 1492 con el genocida Cristóbal Colón a la cabeza, intentaron -pero no pudieron- humillar, aniquilar y hacer desaparecer a las comunidades originarias.
Ganó Evo, con las consignas históricas de Tupak Katari y Bartolina Sisa, y la del Che heroico que sembraron su sangre en esa Bolivia que los devuelve hechos millones.
Gano Evo, y la coca pudo reivindicarse como lo que siempre fue para los pueblos indígenas de todo el continente, y no en lo que los narcos imperiales han querido transformarla.
Ganó Evo, y sin titubeos le dedicó el triunfo a ese “abuelo sabio”, como él denomina al comandante revolucionario Fidel Castro y al comandante Supremo, Hugo Chávez. Pero también priorizó “a todos los pueblos que luchan contra el capitalismo y el imperialismo”.
Ganó Evo y su triunfo nos ilumina a todos los que seguimos insistiendo en el continente que las soluciones a nuestros males no pasan por esgrimir discursos vacilantes y más bien claudicantes en el plano ideológico. Al pan, pan y al vino, vino. Revolución Plurinacional y Socialismo.
Ganó Evo porque con su pueblo hecho vanguardia, sabe muy bien hacia dónde caminar, tiene una meta y no la resigna por nada. Se llama socialismo y no de otra manera. Los demás rótulos (capitalismo “serio”, “humano”, y otras bobería de poco calado) son atajos para seguir consolidando la dependencia.
Ganó Evo porque llevó adelante una política de nacionalizaciones necesarias, y con las regalías obtenidas impulsó decenas de proyectos sociales.
Ganó Evo porque no fue oportunista ni mentiroso y cuando habló de inclusión de los más pobres, los incluyó en todos los niveles del Estado. Por primera vez las mujeres “con polleras” (al decir boliviano), los indígenas con ojotas, los mineros con casco y los trabajadores del campo y la ciudad, se vieron dignificados. La wilphala dejó de ser un símbolo clandestino y se convirtió en bandera de liberación en esta Abya Yala irredenta.
Ganó Evo porque con el apoyo de Cuba alfabetizó a toda Bolivia, que es como haberle impuesto el sol a las sombras de siglos.
Ganó Evo porque le dio luz verde a los movimientos sociales y los empoderó de tal manera junto a su ministro Alfredo Rada, que se hizo realidad esa consigna zapatista de “mandar obedeciendo” que es la señal más clara de que jamás en sus dos mandatos dejó de escuchar la voz del pueblo.
Ganó Evo porque en una decisión de plena soberanía decidió expulsar de Bolivia a los gringos de la USAID y al embajador yanqui, y en un hecho de valentía incalculable declaró como terroristas de Estado a los gobernantes israelíes y exigirles a sus ciudadanos una visa de entrada al país.
Ganó Evo porque no se calló la boca ante el discurso fascistoide del ex presidente chileno Sebastián Piñera ni ante el comportamiento claudicante de Michelle Bachelet frente al reclamo legítimo de Bolivia de salida al mar.
Ganó Evo porque no le falló a su pueblo, y cuando cometió algunos errores y sintió el reclamo de los de abajo, supo rectificar y ejercer una autocrítica profunda, como pocos gobernantes acostumbran a hacer frente a circunstancias similares.
Ganó Evo porque siempre apostó a la integración latinoamericana y caribeña, se integró al ALBA y brega desde allí en todo momento por un planteo de independencia plena frente al discurso imperial. En ese aspecto, no dudó en denunciar a la Alianza del Pacífico como la nueva amenaza contra nuestros pueblos.
Ganó Evo y más allá de que seguramente mañana o pasado tengamos que seguir apretando los puños frente a los sicarios de todo el continente que asesinan a nuestros hermanos luchadores, o los repriman en las bloqueos de rutas, o los encarcelen por no ceder ante los poderosos, quien nos quita esta alegría de que en ese rinconcito del planeta llamado Bolivia, la dignidad y el coraje se vistan con el rostro de Evo Morales Ayma.
En una rueda de prensa en la ciudad central de Cochabamba, Morales sostuvo que “siempre es importante la participación de la comunidad internacional en las elecciones”.
“Aunque también hay que reflexionar si una comisión de Bolivia, una comisión de la OEA puede ir a Europa a supervisar las elecciones, o una comisión de Bolivia o del Alba puede ir a supervisar las elecciones en EE.UU. o en Canadá”, añadió.
El mandatario planteó esta crítica tras reunirse con representantes de las misiones electorales de la Organización de Estados Americanos (OEA) y del Parlamento Europeo (PE), que llegaron a Bolivia para observar los comicios generales del domingo.
Morales, que aspira a la reelección para un tercer mandato hasta 2020, pidió a ambas delegaciones su “total participación, supervisión y seguimiento” porque, según dijo, “no tenemos nada qué ocultar en estas elecciones nacionales”.
“Qué mejor (que haya) presencia de todas las instituciones y organismos internacionales. Nunca hemos rechazado, ni antes estando en la oposición, ni ahora en el Gobierno rechazamos”, insistió.
El mandatario, a quien las encuestas muestran como favorito a ganar las elecciones, compite por la silla presidencial contra el empresario Samuel Doria Medina, el expresidente Jorge Quiroga (2001-2002), el exalcalde de La Paz Juan del Granado y el líder indígena Fernando Vargas.
Morales también recordó que hoy se cumplen 32 años del retorno de la democracia a Bolivia, tras varios años de dictaduras militares.
Aseguró que el “mejor regalo” a quienes lucharon por recuperar la democracia en el país es lograr una alta participación en las elecciones del domingo.
Al estar permitida su participación en actos gubernamentales, Morales no está obligado a cumplir con el llamado “silencio electoral”, una norma que prohíbe a los candidatos aparecer en los medios o hacer campaña 72 horas antes de las elecciones.
El Gobierno anunció hace dos días que el mandatario se sometería voluntariamente a esa medida tras una exhortación del órgano electoral en ese sentido.
No obstante, Morales incumplió este viernes ese compromiso al aparecer en un acto en la región norteña de Pando y, posteriormente, en una rueda de prensa en Cochabamba.
El gobernante dijo además que encabezará mañana una “caravana” de vehículos con periodistas que viajarán desde Cochabamba hasta la zona central del Chapare, su feudo sindical y político, donde votará el domingo.
Morales informó que tiene previsto jugar fútbol sala el sábado en la tarde con productores de hoja de coca del pueblo chapareño de Chimoré y el domingo a primera hora se trasladará hasta la vecina Villa 14 de Septiembre, donde siempre ha votado.
El mandatario estará en el Chapare hasta el mediodía del domingo y luego viajará en avión a La Paz, donde aguardará los resultados de las elecciones. EFE
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