Opinión del MPMR: La urgente necesidad del polo popular y la opción revolucionaria
domingo, 18 de septiembre de 2011
UNA PROPUESTA PARA LA UNIDAD EN LA LUCHA POPULAR
Documento para el debate político
Opinión del MPMR: La urgente necesidad del polo popular y la opción revolucionaria
Opinión del MPMR: La urgente necesidad del polo popular y la opción revolucionaria
Lunes, 29 de Agosto de 2011 01:09
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El
pasado martes 23 de agosto, en el marco del día del combatiente rodriguista, el
MPMR entrego su opinión sobre la coyuntura nacional, llamando a la creación de
un polo popular para enfrentar con un carácter revolucionario los escenarios de
movilización social.
El acto
político se realizó en Casa Bolívar y tuvo la asistencia de representantes de
diferentes organizaciones sociales y políticas, como el MPT (MAPU, PT, ARCO),
el CUR, Socialismo Revolucionario, y los Consejos Comunistas.
También
estuvieron presentes jóvenes de la ACES, representantes del Comité de Apoyo a
la Huelga de Hambre estudiantil, del sindicalismo independiente y del Comando
por los Derechos Sociales y Populares (CODESOPO).
El
evento contó con la intervención del Julio Oliva familiar de uno de los héroes
caídos un 23 de agosto de 1984, Carlos Ruiz a nombre del MPT y Leandro Torchio
a nombre de la Dirección Nacional del Movimiento Patriótico Manuel Rodríguez.
También se leyó un saludo del compañero “Maggy”, integrante del DN del MPMR,
que hoy cursa medicina en la Republica Bolivariana de Venezuela.
Intervención del MPMR
“La urgente necesidad del polo popular y la opción
revolucionaria”
Hoy 23
de agosto, nuevamente rendimos un homenaje a todos nuestros héroes y lo
queremos hacer desde la fijación de nuestra política en la actual coyuntura.
Junto
con recordar a Julio Olivar y Roberto González, caídos un 23 de agosto de 1983,
en la recuperación de armas para luchar contra la dictadura en el centro de
Santiago, también rendimos homenaje a todos los luchadores que ya no están
físicamente con nosotros y han muerto en estos años de falsa democracia por
distintos motivos; a Sergio Varas, ex teniente de carabineros; al compañero
José de Calama, un obrero de la construcción, a Rene Salfate muerto el mes
pasado victima del un cáncer en Antofagasta, quien de sus 48 años de vida paso
mas de 20 encarcelado como preso político.
A todos
ellos, a los caídos en la dictadura, en la lucha internacionalista, en acciones
de combate y a todos los que nos están con nosotros que en estos años duros han
fallecido por distintas causas, queremos rendir homenaje y decir que están y
estarán siempre con nosotros.
Vivimos
tiempos difíciles, pero también llenos de esperanza, vuelven a sonar tambores
de combate, que ya hace más de una década recorren nuestra América con el sueño
bolivariano, que encabezan, Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua y
otros países. Desde la Casa Bolívar, saludamos el triunfo de Ollanta Humala en
el Perú, trabajamos desde Chile con los hermanos peruanos en la campaña y
esperamos que este triunfo popular sirva para integración de nuestros pueblos,
unidad que soñó y por la cual actuó Bernardo O’Higgins hace ya 200 años.
El
imperio se la juega día a día para abortar la revolución que recorre el
continente de Bolívar, el Che, y Marulanda, que junto a muchos otros
hombres y mujeres han levantado las banderas de justicia social y de
libertad.
Apoyamos
con fuerza, desde este rincón del cono sur, los esfuerzos de unión
latinoamericana, especialmente la integración de nuestros pueblos. Nos sentimos
parte de esos esfuerzos y junto a los hermanos bolivianos de la casa del ALBA
de Cochabamba, realizaremos como Casa Bolívar, un segundo encuentro de
integración en Cochabamba en Octubre.
También
el Festival Latinoamericano de Integración este año estará dedicado al PERU y
no solo se realizara en Chile, también tendrá una versión en Venezuela.
No
podemos dejar pasar la ocasión para elevar nuestro reclamo, en el marco de
nuestra adhesión bolivariana, a la actitud del gobierno de Venezuela de
entregar revolucionarios al fascismo en Colombia. Esta actitud destruye lo más
preciado que tenemos, la moral revolucionaria. Esperamos que el comandante
Chávez, tan asertivo en muchas cosas, enmiende este grave error.
Exigimos,
junto a miles de revolucionarios latinoamericanos que el cantautor fariano
Julián Conrado no sea extraditado a Colombia.
También
expresamos nuestra solidaridad con el pueblo de Libia, que esta siendo
masacrado por los bombardeos de la OTAN y la acción terrorista de los llamados
rebeldes, que en su mayoría son marionetas del imperialismo yanquee. Tenemos
que de alguna manera parar las mentiras de los medios de comunicaron y decir
que lo que se vive hoy en día en Libia, mas allá de compartir o no la forma de
gobierno de Gadhaffi, es la continuación de lo que se vive en Iraq, Afganistán
y otros países árabes, que es la guerra por el control del petróleo y por tener
hegemonía en lugares de importancia geopolítica para los imperios.
Estamos
y estaremos siempre por el imperio de la soberanía nacional y por la soberanía
popular. No estamos por la intromisión de los imperios, ni con las falsas
razones humanitarias que esgrimen para destruir países o intervenir en ellos
para asegurar los negocios de sus trasnacionales, como sucede en el medio oriente,
en Haití, en Puerto Rico y muchos otros lugares.
Nuestro amado Chile.
Chile
nuevamente se ve remecido por las movilizaciones de cientos de miles que exigen
un país distinto. Son los anhelos centenarios que cada cierto tiempo y de la
mano de nuevas generaciones brotan desde las angustias y necesidades de nuestro
pueblo.
A lo
largo de nuestra historia, desde la llegada de los españoles y también desde
nuestra primera independencia política, nuestra historia ha sido una historia
de lucha, de resistencia, de enfrentamiento entre opresores y oprimidos. Este
enfrentamiento, a veces muy agudo otros no tanto, se ha expresado de distinta
manera, con distinta intensidad y también con actores políticos que han
acelerado o trancado niveles de cambios significativos para todos.
Da la
impresión que nuevamente un ciclo de luchas sociales se devela con mayor
nitidez y adquiere algunos niveles de hegemonía en el sentido común de los
chilenos.
El
sentido común de la necesidad de la organización y de la lucha para conseguir
objetivos tangibles. El sentido común de exigir los derechos que tenemos y
desterrar la concepción de beneficios construida por el sistema, donde
aparentemente los derechos son beneficios y por tanto deberíamos estar
agradecidos de que los sinverguenzas se enriquezcan con lo nuestro.
Hay
síntomas inequívocos de agotamiento de una forma de explotación capitalista,
expresado fundamentalmente en la esfera del dispositivo político.
Este
agotamiento, no es una crisis terminal, el capitalismo tiene un gran campo de
maniobra, tiene variantes, pero obviamente no podrá seguir en Chile de la misma
manera que hasta ahora, deberá hacer ajustes para seguir funcionando o corre el
peligro, tan anunciado por sus analistas y políticos de que aparezcan
“populismos” o alternativas radicales.
El
actual modelo capitalista de explotación en Chile, hace agua en uno de sus flancos,
pero la crisis de una esfera, conlleva o puede conllevar a la crisis de todo el
dispositivo de dominación si los revolucionarios actuamos con inteligencia y
decisión.
El
malestar con la política, entendida como la “política profesional” desarrollada
por la autodenominada “clase política”, es evidente.
Este
malestar se manifiesta especialmente en los jóvenes estudiantes, que tienen una
gigantesca desconfianza del sistema político chileno y sus partidos
tradicionales. Pero el malestar esta también en ecologistas, en los pueblos
originarios, en sectores importantes de trabajadores y de pobladores.
Este
malestar, muchas veces con razones aparentemente primarias, es en el fondo un
malestar con la forma en que está estructurada globalmente la sociedad.
La
crítica a la “clase política”, conlleva la visión de que los “políticos”
están vendidos a los grupos económicos, al mejor postor y que esos grupos
económicos, junto a las transnacionales hacen y deshacen en el país. Ya para
muchos queda claro que el empresariado es una mala clase. Los ricos mandan con
sus asociaciones gremiales y nos están cagando a todos.
Los
“políticos” prometen ayudar a los más desposeídos o dar soluciones sociales
pero terminan inclinándose con los más poderosos, que en la práctica son los
grupos económicos.
Ellos
han denigrado al máximo lo que puede ser la más noble de las labores humanas.
La
mayoría de ellos, con muy pocas excepciones, deberían ser encarcelados de por
vida, por el ejercicio inescrupuloso de vender al país, de hacer leyes para los
ricos, de hacer o avalar leyes de explotación, además por ser corruptos,
por hacer oídos sordos con los gritos de auxilio de los sectores populares o de
la madre tierra.
Es
decir son corruptos y nada bueno vendrá de allí. A esta altura el desprestigio
que tienen ya no es por la propaganda del pinochetismo, que se usó en los
primeros años de la Dictadura, es por la acción de ellos mismos.
El
problema para nosotros que creemos en la importancia de la política, como la
esfera necesaria de disputa del poder, con ideas, con proyectos, con valores,
con cosmovisiones de la sociedad, es lograr separar la política de esa
prostitución. Lo más didáctico y comprensible creemos, es decir que se necesita
una nueva política, que salga desde la participación popular, desde el pueblo
que le diga chao a la vieja y corrupta política, para eso se necesita que se
vayan todos los actuales corruptos y se genere una nueva participación con
nuevas reglas que aseguren el ejercicio de la soberanía popular.
Por eso
nos sumamos a la convocatoria del Comando por los Derechos Sociales y
Populares, para este 24 y 25 de agosto, en el marco del paro llamado por la
CUT, a protestar y parar contra el gobierno, la concertación y la burocracia
sindical.
Hoy el
ministro Longueira, dice que el cree en “la democracia” y por eso está contra
los plebiscitos, pero lo mismo piensa buena parte de la burocracia política de
la concertación, como Brunner, Zaldívar, Velasco y muchos otros.
Afortunadamente
ya muchos no les creen, algo de eso se expresa en las contramanifestaciones al
ex presidente Lagos en la Universidad de Viña del Mar o en general a los
personeros de la Concertación, que ahora exigen soluciones y levantan la
crítica contra este pésimo gobierno, cuando no dieron soluciones en sus
gobiernos. Lo más exótico del último tiempo es que dicen que ahora ya tienen un
nuevo proyecto de constitución para Chile.
Lo
decimos claramente, y nos tomaremos de las palabras de uno que fue de los
suyos, el ahora retirado senador, Nelson Ávila, “las opiniones de la
concertación valen callampa”.
Las
editoriales de El Mercurio y La Tercera, analistas universitarios,
los canales de televisión llaman a ser equilibrados, a salvar la
institucionalidad, pues ella, según ellos, nos ha dado el maravilloso país que
tenemos. Todos expresan su desprecio y el terror que tienen por la
participación popular. Son los inescrupulosos de siempre que desde sus puestos
de lameculos del imperio, cuidan sus regalías y los intereses de sus
patrones.
La
represión del gobierno de Piñera ha seguido el camino de la represión de los
gobiernos de la concertación, hoy con el peso simbólico del pinochetismo.
La
represión que se vive en los liceos, en las universidades, en las
movilizaciones callejeras, en las comunidades mapuches, en Isla de Pascua, en
los centros laborales, en las poblaciones en conflicto. Hay que sumar los
seguimientos, las intervenciones telefónicas, los montajes, como el que
se quiso hacer con el joven estudiante argentino, militante de Quebracho, Ezequiel
Lopardo, invitado por el MPMR, junto a una delegación argentina, para venir a
solidarizar con el movimiento estudiantil chileno.
Durante
su estadía fuimos seguidos constantemente y fotografiados, tras el objetivo de
captar algo que pudiera presentarse para una maniobra contra el movimiento
estudiantil, como eso no sucedió, el gobierno opto, ridículamente por
expulsarlo del país, cuando casi se subía al bus que los llevaría a
Argentina.
Nuestra
organización apoya sin tapujos la necesidad que el movimiento social considera
la autodefensa como algo necesario y que el movimiento social debe generar
grados de ingobernabilidad para que existan cambios.
El
gobierno ya dijo, la autoridad puede convivir con el conflicto y si los
estudiantes quieren pueden marchar hasta diciembre, mientras lo hagan
pacíficamente y sin alterar el orden.
El
ejecutivo apuesta por el desgaste, lo que realmente los inquieta es que exista
niveles de ingobernabilidad real o potencial, solo si esta se hace palpable
estarán dispuestos a dar respuesta a las demandas reales de los estudiantes.
Pero no basta con constatar el hecho, ¿cuál es la solución?
Necesitamos
con urgencia que se levante un polo social, con independencia de los
partidos tradicionales, que encabece las demandas populares e impida que la
politiquería meta su cola y sea el interlocutor que el propio sistema fabrica
para que todo cambie sin que nada cambie.
Los
movimientos sociales deberían tener cero confianza en la Concertación y en el
Partido Comunista, quien recientemente por intermedio de su presidente
Guillermo Teillier, en una entrevista en La Tercera, aseguro que ellos no
dirigen el movimiento social, lo cual ese cierto, pero que han influido para
que las demandas de los estudiantes solo se subscriban al ámbito estudiantil,
es decir que no pongan como exigencia la nacionalización de los recursos
naturales u otros tópicos constitucionales. No dirigen, pero desmontan la
construcción simbólica y concreta más interesante del movimiento estudiantil,
que era juntar sus demandas con los cambios estructurales que Chile
necesita.
Es
decir, estamos avisados, bajo la política comunista actual, el movimiento
social solo debe pedir cambios sectoriales que le corresponda. Lo otro puede
ser muy peligroso, en este caso los profesionales de la política, podrían
perder la pega.
¿Por
qué hoy, los estudiantes y también la CUT, ya no tienen como exigencia la re-
nacionalizar del cobre?
La
exigencia de la nacionalización de los recursos naturales, empezando por el
Cobre, era y es uno de los avances más significativos de la necesaria
politización del movimiento social y de los trabajadores. Con la sacada de esta
demanda central, que es la que permite poner en jaque el actual sistema, se
logran tres cosas por parte de la burocracia.
1.-
limitar al movimiento social a demandas sectoriales y por tanto desmontar su
potencia revolucionaria.
2.-
lograr que la burocracia esencialmente expresada en los aparatos partidarios,
asegure su futuro. Es decir la pega.
3.-
canalizar la lucha de clases por la vía institucional, donde el parlamento y el
parlamentarismo tenga el aseguramiento de ser el que maneje u operativise las
demandas sociales estructurales.
El
problema es que el Partido Comunista, tiene la capacidad de hacer estas
influencias, es su virtud. La política es la concreción de ideas, la
materialización de ellas. Los discursos pueden ser muy lógicos, como los nuestros,
pero sin la capacidad de materializarse, es solo humo.
Al
final para influir hay que tener fuerza.
La
verdad es revolucionaria, no porque sea una verdad en abstracto y para todos,
la verdad es revolucionaria, si ella se construye, se materializa.
Podemos
y debemos hacer el análisis, pero no es suficiente si no jugamos un papel de
influencia, desde dentro del movimiento social, con dirigentes concretos, con
propuestas concretas, con acciones concretas, con construcción concreta,
todo en sintonía y aprendiendo en la práctica de la creatividad con que el
pueblo o sectores de él, entran en la lucha rupturista.
Hoy por
hoy, tenemos mucho que hacer, aportar, pero a la vez mucho que aprender, mucho
que renovar en nuestra práctica, en nuestra teoría, eso no se puede hacer desde
afuera, desde la casa, desde la academia, el único camino revolucionario
posible es construir desde la práctica y la lucha social.
Los estudiantes y la perspectiva
Hoy por
hoy, el conflicto estudiantil ya bajo algunas de sus banderas de cambios
estructurales, pero a la vez es “chúcaro”, no es fácil dominarlo para la
burocracia y todavía existe una puerta abierta a escenarios
insospechados.
Cualquiera
sea el escenario, tenemos la obligación de apoyar hasta el último a aquellos
jóvenes con posiciones independientes y de clase, como los secundarios de la
ACES y las federaciones universitarias más rupturistas como la FEUTEM, la FEC y
otras expresiones de regiones.
Apoyar
con fuerza la huelga de hambre de los valientes jóvenes que la encabezan.
Tenemos
la obligación de convertir el acto del patio 29, este 11 de septiembre, acto
convocado de manera unitaria por el MPT, en un gran momento de unidad
revolucionaria y voluntad de construir alternativas reales.
El
gobierno y la falsa oposición tienen un acuerdo, aunque lo nieguen, de tratar
de canalizar en la actual institucionalidad las supuestas soluciones de los
conflictos, especialmente el estudiantil. En la práctica ponerle una camisa de
fuerza a la lucha de clases.
Como
vamos, porque no hemos logrado construir un polo social popular y una
alternativa revolucionaria, es probable que nuevamente vuelva la señora
Bachelet a la presidencia, que al PC le vaya muy bien en las próximas
elecciones municipales, que la Concertación quizás con otro nombre limpie su
imagen.
El
precio es castrar al movimiento social y destinarlo a que sea un movimiento funcional
a tal o cual candidato.
Tenemos
hoy con urgencia que levantar algo distinto, que tenga otra voz, otra política,
que por los menos nos permita salir de esta movilización social, apoyando sus
logros, levantando alternativas que tengan capacidad de incidencia real y
concreta en los futuros escenarios, sociales, callejeros e incluso
electorales como lucha ideológica y política organizativa.
Para
nosotros es urgente incentivar la creación de un polo social popular, nos
imaginamos a los estudiantes secundarios de la ACES, a los sectores
populares del Confech, como la Utem, a trabajadores clasistas como el Siteco de
Rancagua, a los pobladores de la Federación Nacional de Pobladores, entre
otros, como núcleo de un polo social popular.
También
consideramos urgente construir en paralelo y ojala en consonancia con el o los
polos sociales populares, una alianza de los revolucionarios, que en el caso
nuestro mantenga la unidad conseguida con el MPT, pero que considere a otros
sectores que no comulgan con la Concertación y el Partido Comunista y están por
construir alternativas de lucha, que incluyan las lucha electoral municipal,
con el objetivo de romper el monopolio de las dos derechas e influya en niveles
de organización y conciencia levantando un programa revolucionario para
Chile.
Pensamos
que junto a la lucha social, que debe ser lo más potente e importante, debemos
tener la capacidad de participar en aquellas elecciones que permitan abrir
participación popular, como las municipales y aquellas de batallas ideológicas
y de agitación y organización como la presidencial. Con esa misma convicción
rechazamos participar en las elecciones parlamentarias, mientras exista ese
antro de delincuencia con corbata que es el mercado, llamado congreso, ubicado
en Valparaíso.
A unir
todas las luchas, para que los trabajadores y los pueblos manden.
Por un 11 de septiembre
combativo en el Patio 29.
Honor y gloria a Julio Oliva,
Roberto González y todos nuestros héroes.
Porque aún tenemos patria,
ciudadanos.
Dirección Nacional
Movimiento Patriótico Manuel
Rodríguez
23 agosto 2011
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