domingo, 19 de diciembre de 2010
Cancún fallida, la lucha sigue
Cuando algunos de los que estábamos en la Conferencia Mundial convocada por el Presidente Evo Morales, en Cochabamba en abril pasado, recibimos la noticia de que se realizaría una Cumbre en Cancún, México, para abordar el tema planteado por el gobierno boliviano y asumido por numerosas organizaciones de todo el mundo, tuvimos una sensación de escepticismo. A Cancún llegarían, dijimos algunos, sólo los funcionarios y organizaciones (por lo general ONGs y no populares) que pudieran financiarse el viaje y la estadía. En Cancún se resolvería lo que hubiesen decidido los poderes fácticos y siniestros que rigen la economía mundial, y por ende la vida del planeta.
A Cancún no llegarían much«s que tenemos harto que decir: gente de Mewin, de Pudawel y La Bandera, de Kaimanes, de Huasco, de Elki, de Parwa, Puerto Montt, de Lonkoche, de Melipewko... Difícilmente y con mucho esfuerzo podemos llegar a Concón, menos a Cancún.
Situado en México, sobre territorio ancestralmente Maya, Cancún es tierra sagrada que mediante un turismo selectivo ha sido profanada por la barbarie del capital. Bajo el hospedaje de un gobierno corrupto, servil a su vecino del Norte, el que les impone cómo se vive al sur del río Bravo, poco se podía esperar de la Cumbre.
Nos reafirma la convicción de que una defensa de la Madre Tierra no puede pasar por los acuerdos de la diplomacia y de las ONGs que, al final, deben buena parte de sus entradas al “humanitarismo” de fundaciones con sede en USA y en las potencias de Europa, Sión y Babilonia.
La defensa de la Pachamama – Ñuke Mapu, sólo es posible con la unión de l«s que quedamos viv«s (como dice Heredia); sólo con la acción popular, unitaria y directa de las gentes, las gentes de la tierra, las gentes organizadas, la acción individual y colectiva.
Asumamos el cambio desde un« mism«, desde donde a un« le duele. Nuestr«s herman«s de la Revolución de la Cuchara nos dan un ejemplo de cómo hay que hacer en carne propia los cambios de forma de vida. Manuel Rodríguez nos dijo que cuando no hubiera a quien hacer Revolución, se la haría a él mismo. Ahora entendemos que no hay un antes ni un después, es permanente, no hay etapas, hay que hacer pequeños y grandes cambios en la casa, en el jardín, en el barrio, la comunidad y el país.
El reciclaje es acción directa, pero hay que seguir con la exigencia al conjunto de la sociedad, de normas que se conviertan en leyes, acerca de cómo proteger el agua, el aire y la tierra con todos sus habitantes. Hay que hacer huertos orgánicos, recoger materiales reciclables, pero no podemos quedarnos en eso, porque sería mero maquillaje sobre un cuerpo enfermo.
Por los derechos al Buen Vivir, debemos emplazar al Estado y a la sociedad acerca de cómo debemos (y podemos) desarrollar la actividad productiva, el crecimiento urbano, y cómo educar(nos) para un buen vivir.
Creemos (y tememos) que no es posible mientras el sistema capitalista, crestón, babilónico, criminal y destructivo, siga rigiendo sobre la faz de nuestra Tierra.
ENLACES SOBRE CUMBRE EN CANCUN 2010: http://nukemapu2.blogspot.com/2010/12/cancun-cumbre-fallida-analisis.html
A Cancún no llegarían much«s que tenemos harto que decir: gente de Mewin, de Pudawel y La Bandera, de Kaimanes, de Huasco, de Elki, de Parwa, Puerto Montt, de Lonkoche, de Melipewko... Difícilmente y con mucho esfuerzo podemos llegar a Concón, menos a Cancún.
Situado en México, sobre territorio ancestralmente Maya, Cancún es tierra sagrada que mediante un turismo selectivo ha sido profanada por la barbarie del capital. Bajo el hospedaje de un gobierno corrupto, servil a su vecino del Norte, el que les impone cómo se vive al sur del río Bravo, poco se podía esperar de la Cumbre.
Nos reafirma la convicción de que una defensa de la Madre Tierra no puede pasar por los acuerdos de la diplomacia y de las ONGs que, al final, deben buena parte de sus entradas al “humanitarismo” de fundaciones con sede en USA y en las potencias de Europa, Sión y Babilonia.
La defensa de la Pachamama – Ñuke Mapu, sólo es posible con la unión de l«s que quedamos viv«s (como dice Heredia); sólo con la acción popular, unitaria y directa de las gentes, las gentes de la tierra, las gentes organizadas, la acción individual y colectiva.
Asumamos el cambio desde un« mism«, desde donde a un« le duele. Nuestr«s herman«s de la Revolución de la Cuchara nos dan un ejemplo de cómo hay que hacer en carne propia los cambios de forma de vida. Manuel Rodríguez nos dijo que cuando no hubiera a quien hacer Revolución, se la haría a él mismo. Ahora entendemos que no hay un antes ni un después, es permanente, no hay etapas, hay que hacer pequeños y grandes cambios en la casa, en el jardín, en el barrio, la comunidad y el país.
El reciclaje es acción directa, pero hay que seguir con la exigencia al conjunto de la sociedad, de normas que se conviertan en leyes, acerca de cómo proteger el agua, el aire y la tierra con todos sus habitantes. Hay que hacer huertos orgánicos, recoger materiales reciclables, pero no podemos quedarnos en eso, porque sería mero maquillaje sobre un cuerpo enfermo.
Por los derechos al Buen Vivir, debemos emplazar al Estado y a la sociedad acerca de cómo debemos (y podemos) desarrollar la actividad productiva, el crecimiento urbano, y cómo educar(nos) para un buen vivir.
Creemos (y tememos) que no es posible mientras el sistema capitalista, crestón, babilónico, criminal y destructivo, siga rigiendo sobre la faz de nuestra Tierra.
ENLACES SOBRE CUMBRE EN CANCUN 2010: http://nukemapu2.blogspot.com/2010/12/cancun-cumbre-fallida-analisis.html
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