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Ver también: http://mapuenlalucha.blogspot.com/2012/12/por-una-navidad-para-los-ninos-y-ninas.html
Propósito de
Navidad
Hagamos un
propósito: Comprar los regalos de Navidad a pequeñas empresas y autónomos. Vecin«s que venden por catálogo o por Internet, artesano«s que hacen bisutería, amig«s que tienen una tienda en el barrio, pasteler«s que hacen los turrones
artesanos, chic«s que tienen la parada del mercado...
Hagamos que
el dinero llegue a personas comunes y no a grandes multinacionales. Así, más
personas tendrán una mejor Navidad. Si te parece una buena propuesta, copia y
pégalo.
¡Apoyemos a
nuestra gente!
Llegó de nuevo el tiempo de
Navidad. Tiempo de sensaciones encontradas. Felicidad en el encuentro familiar,
cena, apertura de regalos. Hasta hace algunas décadas, los regalos eran para
los niños, hoy se Los poderes fácticos la han convertido en la fiesta de los
comerciantes, y no hablo de los ambulantes, sino de las grandes firmas, las
transnacionales. Pero también es la fiesta de la desigualdad, cuando queda
claro que la felicidad de los niños no se reparte por todo el mundo como
aparece en los carteles de Santa Claus. Esta felicidad depende directamente del
poder adquisitivo de sus adultos. Caritas contentas, caritas largas. Y esto
sigue pasando, no es cosa del pasado. Es de los temas de los que no se habla,
mientras hoy se habla de otros que ayer quedaban como tabúes sociales o
familiares.
Especialmente desigual va a ser
la Navidad de las familias terremoteadas, de quienes perdieron seres queridos
en el cataclismo, de l«s
miles de cesantes, de quienes fueron echad«s
por la nueva administración, por ahorro y conveniencia de las empresas, de
quienes van a recibir descuento por haber apoyado el paro, de las familias de prisioner«s
mapuche y populares, de las familias de los 81 presos de San Miguel, de los
muertos por la inseguridad en el trabajo. Ha sido un año de getta, regido por
una mala estrella que solo trae infortunio: que venga un año nuevo mejor para
todos, menos para uno (2010).
Jesús de Nazareth no instituyó la
Navidad, ni sus discípulos, la “vieja guardia” que bien o mal difundió su
mensaje y sus milagros y que, como los bolcheviques, fueron siendo eliminados
uno por uno por los tiranos inmemoriales. La Navidad se fue haciendo tradición
a lo largo de mucho tiempo, y ni siquiera tenía fecha cierta, hasta cuando la
Iglesia, ya en el poder, en el siglo VI, encargó a fray Dionisio el Exiguo
fijar la fecha del nacimiento del hijo de Dios. El chico Dionisio, no
arbitrariamente, sino en una operación de borrón y cuenta nueva en los
calendarios precristianos, puso la fecha en el día del solsticio de invierno,
el 25 de diciembre, cuando los pueblos originarios del hemisferio norte
celebraban el retorno del sol y el alargue de los días (algo que en nuestro
hemisferio sur acontece desde el 21 de junio). La Navidad, pues, quedó
sobrepuesta a las fiestas originarias. Dionisio se equivocó en unos 7 años, por
tanto Jesús nació hace 2017 años.
Algún autor ha negado que
históricamente existiese la matanza de los niños inocentes, ya que no hay
ningún testimonio histórico sobre ello, salvo el Evangelio de Mateo. Que no
haya testimonio de una matanza tan cruel, no es cosa nueva. Que un rey judío
ordene un genocidio para eliminar a cualquiera que de aquí a 20 años amenace su
poder, es cosa del presente. Los Herodes de hoy no están en Jerusalén sino en
Tel Aviv, en Manhattan, en Washington y mandan matar a miles de niños de
un viaje.
Llegó la fiesta de la banca y del
comercio, el hemisferio norte celebra que el sol volvió a salir por el oriente
y que el capital financiero sigue circulando en su periplo arrollador de
pueblos y de trabajadores.
Algunos pocos cambiaron el
sentido, bajaron a Jesús y entronizaron a Santa Claus, que vive en el
Hemisferio Norte. Claro, no podía estar en el sur, en ningún caso podía un
santo tan importante residir en Coyhaique, en Punta Arenas ni en Ciudad del
Cabo, aunque en el sur tengamos méritos sobrados para tener un Mesías, ya que
el mar ya está muerto y pronto se va a poder atravesar, caminando sobre cajones
de salmones muertos, aunque algunos pocos siguen teniendo pesca milagrosa, como
los dirigentes pesqueros, que en medio de la crisis de sus pares, se los
llevaron a llenarse de mariscos a un hotel de lujo de Caldera, por obra y
gracia de la trenza.
Hasta hace unos 80 años, los
regalos los traía el Niño Jesús y eran solo para niños. Parece que desde la
crisis del 29 fue reemplazado por el keinesiano y patriarcal Viejito Pascuero y
nos fueron metiendo regalar algo a los vecinos, a los suegros y consuegros, a
los compañeros de trabajo. Por si alguno te caía mal, inventaron el Amigo
Secreto para que nadie se escapase (de comprar).
En los 80, una revista chilena
trajo la siguiente frase: Gloria a Dios
en el Cielo. Y paz en la Tierra a los hombres de buena situación.
Volviendo al sentido positivo, de
que alguna vez estuvo dotada esta fiesta, daremos nuestros mejores deseos a
nuestra gente. Nos abrazaremos y daremos regalos y hermosas expresiones, no
porque nos presione el medio social, la cultura urbana, sino porque lo
sentimos.
También nos abrazaremos por las
insurrecciones de Lautaro y Pelantaro, que fueron por Navidad, porque sí los
sabios ancestrales sabían de solsticios y fechas propicias para nuestros
antepasados. Que sigan cabalgando y liberando tierra y territorio, ahora
depende de nosotros. Nos abrazaremos por la victoria de la soberanía del pueblo
cubano, celebrando el 1º de enero; por la victoria de la dignidad de los hijos
de los Mayas y de Zapata, enalteciendo la misma fecha en Chiapas.
Nos abrazaremos por que en estos
tiempos difíciles no se perdió la vida, hermanos, hermanas, y hay que celebrar
y lograr la unión de los que aún estamos vivos.
Gloria a Dios en las Alturas
recogieron la basura
en mi calle ayer a oscuras
y hoy sembrada de bombillas...
Vamos bajando la
cuesta, que arriba en mi calle se acabó la fiesta.
Saludo (1949)
Feliz año, chilenos, para la patria en tinieblas,
feliz año para todos, para cada uno menos uno,
somos tan pocos, feliz año, compatriotas,
hermanos,
hombres, mujeres, niños, hoy a Chile,
a vosotros
vuela mi voz, golpea como un pájaro ciego
tu ventana, y te llama desde lejos.
(Pablo Neruda, Canto General, Cap. XIII, Coral del año nuevo para la patria en tinieblas)
Santa Claus no es Jesús. LEER:
¿PASCUA FELIZ PARA TODOS? ¡JO! ¡JO! ¡JO!
¡JOBAR! ¡JODER! ¡JOLINES!
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